Autor, Literatura, Sinclair

Agente presidencial, Upton Sinclair

1938. Europa sucumbe a una crisis política a múltiples niveles que parece augurar una guerra cercana. Hitler y Mussolini en su apogeo, la guerra en España e inestabilidad para los territorios europeos: la anexión de Austria primero y la de Checoslovaquia para el control de los Sudetes más tarde auguran que el pintor austríaco no va a parar tratando de cumplir sus objetivos.

Negras nubes de tormenta en el horizonte bloqueaban la luz del sol y la gente vagaba perdida como en un sueño, como si estuvieran ciegos y no fueran conscientes de la oscuridad que se cernía sobre ellos, como si estuvieran sordos y no pudieran escuchar el fragor del trueno…

Página 80

Nuestro particular dandy navega como pez en el agua en este entorno complejo. Primero, porque su posición como hijo de un magnate armamentístico le hace estar escudado a la hora de visitar eminentes políticos, de uno y otro signo político, mientras se mantiene como un simpatizante socialista en la sombra que ofrece sus servicios como agente al presidente de los Estados Unidos.

Tras las cuatro anteriores episodios, en esta ocasión Lanny Budd, ya cercano a los 40, se pone al servicio del gobierno de su país para trasmitir información relevante y así tratar de ayudar a la causa democrática. Su trabajo como experto en arte le ayudará a mantener una posición a dos bandas y sus conexiones con la aristocracia europea hará el resto.

Como en los episodios previos, la historia es la trama y base en la que situar sus personajes de ficción, de modo que por un lado Sinclair radiografía la situación socio-política de la época, mientras que sitúa a sus personajes en ella, funcionando como un libro de historia novelado.

En su fuero interno se dijo «Roosevelt no lo creerá». Pero Lanny no podía hacer nada para remediarlo. Su destino era vivir en una época en la que demasiadas cosas resultaban increíbles, incluso después de que hubieran sucedido.

Página 142

Lanny pivota entre un lado y otro del charco obteniendo y pasando información, mientras a la vez trata de seguir el rastro de su mujer, Trudi, que forma parte de la resistencia alemana y resulta atrapada por las SS.

El quinto episodio de la saga adolece de algunos problemas de ritmo a consecuencia del exceso de reiteraciones, tanto de las habituales que añade el autor para recordar quién es quién (útiles cuando menciona personajes secundarios que aparecieron previamente) como de las propias del momento histórico, siendo estas excesivas, al repetir una y otra vez datos relacionados con la situación política (que se presuponen conocidas pero con una mención bastaría) lo cual incrementa las páginas de una novela ya de por sí larga, llegando a las 800 páginas.

Además, hay un desbalance entre lo real y lo ficcionado a favor de lo primero, lo cual lo convierte en menos novela y más ensayo histórico. Esto genera situaciones irreales que acaban pasando factura a la frescura de la historia, siendo notorio en determinados hilos, como el de Trudi, que por su relevancia e impacto en la vida de Lanny debería de haber obtenido más peso, mientras que los detalles de las estrategias políticas sí que son detallados (¿quién puede creer que a su situación como prisionera sólo se le dediquen unas pocas páginas mientras que a las estrategias de Hitler cientos, siendo la primera su esposa?).

En cualquier caso, seguiré poniéndome al día en las aventuras de Lanny Budd, y planeo la lectura de la siguiente, La cosecha del dragón, para finales de este año, y así acometer la lectura del último publicado, Un mundo que ganar, en 2026.

FICHA:

Te gustará si te gustó Entre dos mundos, Upton Sinclair.
Los dientes del dragón, Upton Sinclair.
Ancha es la puerta, Upton Sinclair.
Pros– Cómo articula lo grande (la Historia) con la vida rutinaria de los personajes.
Contras– Exceso de reiteraciones. Sobran páginas.

Namaste.

Autor, Literatura, Ozick, Roy

El río sin descanso, Roy y El chal, Ozick

Penúltima entrada hablando de libros de 2024, en este caso de dos muy distintos entre sí de dos autoras muy potentes. ¡Empecemos!

El río sin descanso de Gabrielle Roy (Hoja de Lata, 2023) lo compré por dos cosas: la primera, por la preciosa edición conmemorativa del décimo aniversario de la editorial Hoja de Lata, un libro que (admito) había pasado desapercibido cuando lo publicaron pero que destacó en mi visita a la librería con esta nueva edición. La segunda, una temática y localización de las que no había leído nunca: el pueblo inuit y su estilo de vida.

No conocía a Gabrielle Roy y resulta que es una de esas autoras claves de su país, lectura obligatoria en Canadá y referente como escritora en francés del siglo XX en aquél país.

Lo maravilloso de la lectura, no es nada nuevo, es que nos acerca a lugares y situaciones desconocidas, en este caso para mí es el río Koksoak y sus habitantes, con todo lo que implica, la compleja relación entre hombre blanco e inuit, el cambio para muchos inuits al abandonar su tradicional estilo de vida para acceder a mayor bienestar, presionados por un Gobierno que les anima a alejarse de sus tierras, pero a la vez, la sensación de desprotección y soledad que les genera sentirse al margen, en una sociedad que no entienden bajo unas reglas nuevas.

El estilo de Roy es sencillo, directo pero muy descriptivo, se centra en el paisaje pero también en los sentimientos de un grupo de personas que ven cómo su vida va a cambiar radicalmente. La combinación es equilibrada, bien lograda, sin caer en exageraciones ni en sentimentalismos, con ese toque a clásico que se palpa por el modo que tiene de acercarse a los temas que trata.

El segundo libro que os traigo hoy es El chal de Cynthia Ozick, una novelita corta o relato largo, como lo queráis ver, que tiene con referente a un chal que acompaña a una mujer, Rosa, prisionera en campo de concentración. No diré más, pero con esos datos creo que ya os podéis imaginar el tipo de historia que relata la autora: breve y dura, incómodas, triste y desasosegante.

Desde el primer momento sabemos qué se puede esperar de este tipo de historias, vaticinamos lo que va a suceder y aunque acertemos lo complejo es generar todo lo anterior en una novelita de apenas cien páginas y con tres personajes. Lo hace Ozick con la puntería certera de dar donde duele, de molestar al lector que plácidamente se encuentra en un sillón cómodo de su hogar.

No me ha parecido redonda porque creo que se pierde en consideraciones posteriores cuando la acción se traslada a un momento posterior, donde Rosa rememora la situación, y eso me ha parecido que le hace perder fuerza al resto de la historia. Si bien en conjunto es uno de estos ejemplos de que la buena literatura no necesita grandes fuegos de artificio ni una acción estrepitosa, sino que con buen hacer del autor se puede conseguir una historia que ya les gustaría a muchos de los que se consideran escritores.

Namaste.

Autor, Literatura, McDaniel

En el lado salvaje, Tiffany McDaniel

La publicación de un autor que te gusta es siempre motivo de celebración. Por aquí ha pasado Betty y El verano que lo derritió todo, todas maravillosamente editadas por Hoja de Lata, así que estaba claro que cuando lo vi en el buzón, En el lado salvaje (2024) iba a ser una de mis lecturas veraniegas.

Arc y Cisi son dos gemelas que viven con su madre y su tía en Ohio. Arc está obsesionada con excavar y con encontrar tesoros con sus manos en la tierra. Cisi es una enamorada de las plantas y de los bulbos. La visión particular de su abuela, influencia mágica en sus vidas, les hacen mirar la realidad con otros ojos y transformar lo que ven en algo distinto, más poético, más bonito y asumible para su mirada infantil. Y es que su entorno está plagado de violencia, drogas y pobreza, ausencias y dolor, todo por lo que no tendría que pasar una niña.

Intentaron acabar con su poder porque una mujer que dice más de lo que debe decir y que hace más de lo que debe hacer es una mujer a la que se intenta silenciar y destruir.

Página 57

Esa es la magia de Arc: darle la vuelta al lado y mostrar otra visión de la realidad para sacarle algo bueno a todas las cosas que pasan por delante de sus ojos. Arc lo hace a diario y de esta forma continúan viviendo, soportando una realidad que de otro modo se le habría hecho inasumible.

¿A quién puedes informar de los demonios cuando os demonios son aquellos a los que vas a informar?

Página 123

Desde fuera compartimos sus vidas y sus amistades, el desamparo de una casa en la que la droga y la prostitución es la moneda de cambio, unidos al miedo que se instala en la zona al encontrar un cuerpo de mujer en el río. Ellas, mientras tanto, siguen su camino, haciendo amistades, riendo y disfrutando de las pequeñas cosas que tienen cerca.

Desde fuera el lector aprieta los dientes, cruza los dedos, se queda pegado a unas páginas que no quiere leer, como si al no querer saber desaparecieran las maldades, como si al ignorar lo que ocurre después pudiéramos crear una nueva versión de la vida de Arc y Cisi.

Desde fuera somos más amables, menos duros, les exigimos a las historias una alegría y un final feliz que creemos que nos deben. Quizá porque sabemos que la vida no atiende a razones y pensamos que la ficción sí, que la mano que escribe esa historia puede ser más indulgente, más magnánima, más amable.

Pero no, las historias son como la vida y McDaniel deja claro desde la primera línea cuál es el devenir de las muchachas, pero aún así, de alguna forma, si lo deseamos lo suficiente el destino de Arc y Cisi no esté malogrado, ¿verdad?

Huele a todas las promesas que no hemos cumplido.

Página 342

Tiffany McDaniel es digna heredera de ese sur de Estados Unidos que tanta buena literatura nos ha dado: describe a los desharrapados como Carson McCullers, conecta con la tierra como Steinbeck o Faulkner y siempre, siempre, lo hace con un tono poético, desgarrador y sensible, que evoca magia, tierra y fuerza pero también crueldad y fuego.

Era complicado, era difícil, pensé que ninguna de sus historias volvería a conseguir lo que en su día viví con Betty, pensé que lo de pasar las páginas con rabia y los ojos encharcados se había terminado. Me equivocaba también.

Como Arc. Como Cisi.

FICHA:

Te gustará si te gustó Betty, Tiffany McDaniel.
Pros– El modo de hilar la realidad con la magia, lo duro con lo tierno.
– La profundidad de los personajes.
Contras– Le sobran algunas páginas de la última parte.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (103)

He vuelto a la Feria del Libro de Madrid. El último día, pero por la puerta grande.

¿Queréis ver mis compras? ¡Empezamos!

  • En el lado salvaje, Tiffany McDaniel (Hoja de Lata, 2024). Estoy deseando leer el tercer libro de McDaniel, la autora de Betty y El verano que lo derritió todo. Estoy esperando el momento perfecto para empezarlo. El envío corre a cargo de los amigos de Hoja de Lata. Reseña aquí.
  • Vivir con nuestros muertos, Delphine Horvilleur (Libros del Asteroide, 2022). Un título que tenía en el punto de mira desde hace bastante pero que no me he decidido a comprar hasta ahora. Reseña aquí.
  • Lo que queda de nuestras vidas, Zeruya Shalev (Siruela, 2019). Recomendado hace mucho, me atrae lo distinto del tema (la vida en kibutz) contada por una de las más destacadas autoras israelíes contemporáneas.
  • Tarántula, Eduardo Halfon (Libros del Asteroide, 2024). El último título del autor guatemalteco, del que he leído casi todo: El boxeador polaco, Monasterio, Canción, Duelo, Un hijo cualquiera, Biblioteca bizarra y Signor Hoffman. Evidentemente iba a caer este. Reseña.
  • Las propiedades de la sed, Marianne Wiggins (Libros del Asteroide, 2024). Otro libro recién sacado de la imprenta de una de las épocas que más me atraen: la Segunda Guerra Mundial.
  • Trieste, Dasa Drndic (Automática editorial, 2015). Recomendado por aquí y por allá desde hace mucho tiempo, la editorial ha reeditado el libro para que todos podamos seguir disfrutando de este título del que tengo unas altas expectativas.
  • Los que escuchan, Diego Sánchez Aguilar (Candaya, 2023). Desconocido para mí, el autor estaba firmándolo y decidí llevármelo.
  • Caballo sea la noche, Alejandro Morellón (Candaya, 2019). Me han recomendado este autor bastantes veces pero nunca me había acercado a una de sus historias. Esta es la que más recomiendan. Reseña.

  • La bendición de la tierra y El círculo se ha cerrado, Knut Hamsun (Nórdica, 2017 y 2015, respectivamente). De mi obsesión de Hamsun, tras leer Hambre, me convencí que tenía que hacerme con el resto de su obra, que en su mayoría publica Nórdica (tengo buenas noticias, este año editan Pan y en 2025 su versión de Hambre!). Escogí dos suyos porque uno no era suficiente.
  • Corrección, Thomas Bernhard (Alianza, 1983). Autor que tengo pendiente desde hace mucho, he decidido empezar con este que parece que es más asequible.
  • El chal, Cynthia Ozick (Lumen, 2016). Anotado desde hace mucho en mi libreta pero complicado de encontrar, al fin me hago con un librito que tengo muchas ganas de leer. Reseña aquí.

Con esto debería estar más que servida hasta las novedades de septiembre.

Pero bueno, tampoco vayamos a exagerar, que comprar libros es una afición diferente a leerlos 😉

Namaste.

Literatura

Recopilación de otras lecturas otoñales

Antes de que termine el año quería dejaros por aquí unas mini opiniones de otros libros que no me ha dado tiempo a reseñar pero de los que no quería pasar para hacer un breve comentario.

  • Corre, Conejo, John Updike (Maxi Tusquets, 2015). Nunca había leído a Updike y me animé al saber que le habían dado 2 premios Pulitzer. Escogí este título para mi viaje a Egipto, que es el primero de su famosa serie de Conejo, donde el protagonista es un tipo que huye de las convenciones, harto de su rutina y su día a día. ¿Recordáis la leyenda del padre de familia que sale a comprar tabaco y nunca regresa? Pues eso mismo. Una buena novela que sin embargo no me ha llegado, que me ha resultado aburrida y reiterativa.
  • Tokio Redux, David Peace (Hoja de Lata, 2021). La tercera parte de la trilogía de la ocupación con la que he empezado por recomendación de Marta. A pesar de que la ambientación es fabulosa, no he sentido conexión con la historia en ningún momento. Estuve tentada hasta de abandonarla. No es para nada un mal libro pero no ha sido para mí.
  • El plagio, Daniel Jiménez (Pepitas Editorial, 2022). La historia del padre de Jiménez, a quien le roban la idea del programa de televisión El juego de la oca y las implicaciones, mentales y económicas, que tuvo para su familia. Un testimonio duro y crudo de una historia nada conocida por el gran público.
  • El Gorila y el Pájaro, Zack McDermott (Big Sur, 2023). El Gorila es el propio McDermott, el Pájaro, su madre. Esta es la historia de la esquizofrenia que sufre y de cómo afecta a su madre. No será mala serie televisiva pero como libro deja bastante que desear.
  • Señor Kafka, Bohumil Hrabal (Nórdica, 2023). Mi primer acercamiento al checo ha sido a través de sus cuentos, que se centran en el día a día de los trabajadores en el entorno de la URSS: los sinsentidos, la opresión y la aceptación de lo anterior.
  • La promesa, Silvina Ocampo (Lumen, 2023). La recién reeditada novela de la poeta argentina es la historia de la vida de una mujer que ha caído por la borda de un barco. En el agua rememora su pasado de la mano de personas que le van viniendo a la mente. Fragmentada y onírica, recuerda a Bombal si esta hubiera sido más realista.
  • Fuera de lugar, Jesús Artacho (Elvo Editorial, 2023). Regreso al amigo Jesús con su último libro publicado, que en esta ocasión es de relatos. Mantiene temáticas afines a El rayo que nos parta pero también juega con otro tipo de longitudes y temas.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (96)

Septiembre nos ha traído el otoño y la esperada rentrée.

Aquí los libros que he comprado a finales de agosto y en septiembre, algunos novedades, otros pendientes desde hace tiempo con los que me quería hacer.

  • Los reconocimientos, William Gaddis (Sexto Piso). Del autor de Gótico carpintero, que he leído recientemente, su obra magna. Un título casi imposible de encontrar (mi ejemplar viene vía Colombia ya que en España no hay forma de hacerse con él sin pagar un riñón en el intento) que además es un tocho de muy señor mío. 1300 páginas, ahí es nada.
  • El río sin descanso, Gabrielle Roy (Hoja de Lata, 2016, de esta edición, 2023). Este título me había pasado desapercibido cuando se publicó, y no fue sino cuando la editorial sacó la edición conmemorativa de sus 10 años que me llamó la atención en visita a la librería, así que revisé la sinopsis y me di cuenta de que no he leído ningún libro ambientado en los inuits, por lo que decidí comprarlo. Reseña aquí.
  • Cometierra, Dolores Reyes (Sigilio editorial, 2021?). De la misma autora compré Miseria pero por lo que he leído por ahí es más recomendable empezar por Cometierra. Como es un título cortito me da la sensación de que es perfecto para una tarde lluviosa. Reseña.
  • La frecuente oscuridad de nuestros días, Rebecca Donner (Libros del Asteroide, 2022).Una de las cosas que me echaba para atrás para comprar este libro era su tamaño, ya que es un tocho de 700 páginas. Sin embargo, la historia en sí (¿cómo? ¿una estadounidense que se convierte en espía?) acabó por animarme a comprarlo, aún a sabiendas que le va a tocar tiempo esperando leerlo…

  • Los comienzos, Antonio Moresco (Impedimenta, 2023). Un inicio de una trilogía de un autor italiano del que desconocía su existencia y que no pensaba comprar… hasta que leí que lo comparaban con Cartarescu y ahí todas mis dudas se disiparon. Ya veis, de Impedimenta me fío.
  • En memoria de la memoria, María Stepánova (Acantilado, 2022). Una historia sobre el recuerdo y la memoria ante la pérdida. He leído grandes elogios para este título y será mi primer libro de la autora.
  • Señor Kafka, Bohumil Hrabal (Nórdica, 2023). Mi fijación por leer títulos de autores de Europa del Este no para. Hrabal es uno de los más importantes autores checos y este título me atrajo indudablemente. El envío corre a cargo de Nórdica. Aquí la reseña.
  • Las tempestálidas, Gueorgui Gospodínov (Fulgencio Pimentel, 2022). Era meterme a las redes y encontrar reseñas y reseñas de este título, una tras otra. ¡Y además el autor es búlgaro! Otro para la casa. Reseña aquí.
  • El Gorila y el Pájaro, Zack McDermont (Big Sur, 2023). La historia de un joven que tiene un trastorno bipolar y cómo llega y vive la enfermedad. El envío corre a cargo de la editorial. Reseña.

Y vosotros, ¿qué títulos habéis comprado estas semanas?

Namaste.

IMM

IMM (95)

Me dije a mí misma que no compraría nada en julio y agosto, que podía esperar a las novedades de septiembre.

Mi animal mitológico favorito es el autocontrol.

  • El verano que lo derritió todo, Tiffany McDaniel (Hoja de Lata, 2023). Desde que supe de su publicación, esperé con ganas este título, que viene firmado de la misma autora que Betty, una novela que me encantó el pasado año.
  • Una carpa bajo el cielo, Liudmila Ulítskaya (Automática 2023). La autora rusa visitó España, y aunque finalmente no pude acudir al evento, un amigo de estos lares se acercó por mí y consiguió hacerse con su firma. ¡Mil gracias, Ignacio!
  • El caso Moro, Leonardo Sciascia (Tusquets, 2010). Salir de la noche de Calabresi me trajo a este título, que pensé que no era sencillo de encontrar pero que ha sido reeditado a principios de este año. Toda una sorpresa que se vino conmigo cuando visité la librería.
  • La plaza del diamante, Mercè Rododera (Edhasa, 2023). Muchos lectores catalanes recomiendan con alegría este título. Por ese motivo llevaba anotado en mi libreta demasiado tiempo. Sin embargo, fue casual que lo comprara, puesto que desconocía de la existencia de esta edición. Recién sacada del horno. Reseña.

  • Los hombres no son islas, Nuccio Ordine (Acantilado, 2022). Llevaba un tiempo con este libro en el punto de mira. Del italiano, recientemente fallecido, he leído La inutilidad de lo inútil y Clásicos para una vida (y sin embargo, ninguno de los dos los llegué a reseñar aquí). R., siempre atento, me lo regaló.
  • El otoño del patriarca, Gabriel García Márquez (Random House, 2022) Llevaba un tiempo pensando que era hora volver a leer al más famoso de los escritores colombianos. Quedan atrás la relectura de Cien años de soledad y también lejos Del amor y otros demonios o El coronel no tiene quien le escriba (de El amor en los tiempos del cólera sólo diré que incluso lo leí antes de que abriera el blog). Y puestos a volver por qué no hacerlo con otra de sus novelas insignias.
  • Corre, conejo, John Updike (Maxi Tusquets, 2015). Pocos escritores logran conseguir el premio Pulitzer. ¿Pero que lo hagan 2 veces? Sabemos que dos tenía William Faulkner y dos ha conseguido Colson Whitehead. Y sin embargo, Updike ha quedado en el olvido y parece que es uno de esos escritores que ya no se lee. Este viene de la mano de 1001 libros que hay que leer antes de morir, una de esas recopilaciones a las que se pueden sacar muchas pegas pero que me está poniendo en aviso de libros y autores fuera de mi zona de confort. Reseña.
  • El secuestro, Georges Perec (Compactos Anagrama, 2020). Vengo fascinada por el mundo un tipo francés y es algo que me preocupa, no os voy a engañar. El tipo se hacía llamar Perec y tengo muchas ganas de contaros qué me ha parecido La vida instrucciones de uso. Solamente decir que he corrido a por otra de sus historias. Reseña.

Contadme: ¿habéis comprado algo las últimas semanas?

¡Felices lecturas!

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (93)

Más libros, más títulos y ejemplares que se han venido conmigo en este mes de mayo.

¿Me acompañáis?

  • La chica que vive al final del camino, Laird Koenig (Impedimenta 2023). Una novedad marca de la casa, un thriller con muy buena pinta del tipo que da gusto alternar entre otro tipo de libros. Y no os digo nada de lo preciosa que es la edición.
  • Los árboles, Percival Everett (De Conatus, 2023). La editorial me ganó con Los Netanyahus de Jonathan Coe. Sí, sé que nada tiene que ver, pero su línea editorial más lo que sé de este título (¿humor sobre el supremacismo blanco?) me han atraído a comprarlo. Ha sido finalista del Booker Price de 2022.
  • Arraianos, Xosé Luis Méndez Ferrín, (Hoja de Lata, Edición Los 10 de los 10, 2023). Los asturianos Hoja de Lata han celebrado su décimo aniversario con nuevas ediciones de sus títulos más representativos. Este es uno de ellos, que me recomendaron en Moito Conto. Como me fío mucho de su criterio, se vino conmigo.
  • El baile, Irène Némirovsky (Salamandra Bolsillo, 2016). Un eterno pendiente de esos que todos habéis leído menos yo. Se lee de una sentada y ya lo he hecho, así que dentro de poco veréis por aquí la reseña.
  • Gótico carpintero, William Gaddis (Sexto Piso, 2012) A David (@davidmcope, editor y traductor) me recomendó hace mucho tiempo a William Gaddis. Primero destacó Los reconocimientos, casi imposible de localizar por estar descatalogado. También mencionó este. No qué esperar pero tengo muchas ganas de empezarlo. Reseña.
  • Color y significado, John Cage (Acantilado, 2023). Un ensayo sobre los colores y su evolución a lo largo de la historia, un tema muy concreto, quizá extraño que me ha parecido interesante.
  • Para pensar mejor, Marcus du Sautoy (Acantilado, 2023). Otro ensayo también de Acantilado, pero en este caso sobre los procesos de toma de decisiones.
  • El sabor de un hombre, Slavenka Drakulic (Anagrama, 1999). Como os decía en alguna entrada anterior, me estoy aficionando a de vez en cuando a comprar libros de segunda mano. Este en concreto era casi casi obligatorio porque es difícil de encontrar. Y quién no tiene 2 euros para gastar en libros, claro.

Y vosotros, ¿qué habéis comprado en el mes de mayo?

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (86)

No quiero cerrar 2022 sin mostraros los últimos libros que he comprado en Moito Conto este mes, más alguna incorporación editorial.

¡Empecemos!

  • Hard Land, Benedict Wells, (Catedral, 2022). Me sorprendí encontrarme con un nombre conocido pero que había olvidado. A Wells le publicaba una editorial que no paga a sus colaboradores y a pesar que El fin de la soledad me encantó le había perdido la pista. Ahora Catedral está publicando su obra. Estamos de enhorabuena porque es un autor muy interesante. Este lo leeré en breve, a ver qué tal.
  • Zama, Antonio di Benedetto (A.hache, 2022). Este título lleva, seguramente, décadas en mi punto de mira, pero nunca encontraba ninguna edición para leerlo. Fue una alegría toparme con él. Hablan maravillas de esta novela.
  • Meridiano de sangre, Comarc McCarthy (DeBolsillo, 2014). Admito que no he leído al autor. Tampoco he visto la famosa película de La carretera, pero pienso enmendarlo pronto. Este me han dicho que es una buena opción para empezar a leerle.

  • Pequeñas desgracias sin importancia, Miriam Toews (Sexto Piso, 2022). Una novela de la que todo el mundo está hablando genial y que ya he podido leer. El envío corre a cargo de la editorial. ¡Gracias!
  • La cosecha del dragón, Upton Sinclair (Hoja de Lata, 2022). La sexta entrega de la saga de Lanny Budd, de la que ya sabéis que soy fan, promete traernos muchas más aventuras. Qué bien que haya editoriales tan comprometidas por los buenos libros como los amigos de Gijón. Tengo muchas ganas de ponerme con él pero voy retrasada con la lectura de la saga…¡habrá que ponerle remedio!
  • La Biblia de neón, John Kennedy Toole (Anagrama, 1997). Llevo años buscando esta novela, la primera que escribió el autor de La conjura de los necios. Como no había forma de hacerme con ella nueva he acabado recurriendo a la segunda mano. Creo que no será una novela muy significativa pero tenía muchas ganas de hincarle el diente.

Y vosotros, ¿habéís comprado muchos libros en este último mes del año?

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (80)

Como ya vaticinaba, abril iba a traer muchos más libros.

Empezamos por los libros que me han regalado por mi cumpleaños:

  • La última niebla / La amortajada, María Luisa Bombal (Seix Barral, 2021). Aunque muchos lo duden, hago caso a los lectores que tienen gustos similares a los míos. Esta reedición de una autora del realismo mágico no me la podía perder cuando la recomendó Fernando en su Instagram. Incluye dos nouvelles y unos cuantos relatos. He leído ya la primera así que la reseña ya sabéis que la tenéis aquí.
  • La acusación, Bandi (Libros del Asteroide, 2017). Hace ya muchos años tenía en el punto de mira este libro, pero como en tantas otras ocasiones, lo dejé pasar. Fue Jesús Artacho quien lo leyó recientemente y me lo recordó, después me lo regalaron. Es cortito, lo acabo de empezar. Reseña, aquí.
  • Ciudad ocupada, David Peace (Hoja de Lata, 2022): reconozco que he terminado de tener la trilogía de Tokio de Peace sin haber leído ni siquiera la primera parte. Espero solucionarlo ya mismo, a Tokio Redux le toca su turno en las próximas semanas.
  • La mirada del ángel, Thomas Wolfe (Trotalibros, 2022): el último título publicado en la editorial es este tocho de Thomas Wolfe (que yo siempre confundo con Tom Wolfe, fallo mío). La crítica lo pone por las nubes y cuya edición en castellano era complicada de encontrar.
  • Diarios (Tomo I), Rafael Chirbes, (Anagrama, 2021): regalo de mi hermana, recomendación de Ester de Moito Conto, los diarios de uno de los grandes autores españoles. De él leí en su día Crematorio.
  • La librera de París, Maher Kerri (Navona, 2022): una novela centrada en la vida de Sylvia Bleach, la novela ha sido un éxito y se ha traducido a muchos idiomas. Las opiniones que he escuchado de él son muy positivas. ¿La conocíais? Aquí la reseña.
  • La muerte del comendador, Haruki Murakami (Tusquets, 2019): alguien quiere convencerme de volver a leer a Murakami. Qué mejor que regalarme este libro del japonés para que no tenga excusa.

En cuanto a las compras con motivo del Día del Libro, son las siguientes:

  • No leer, Alejandro Zambra (Anagrama, 2018): un autorregalo de un autor al que en ficción sólo le he leído con Bonsái. En casa tengo La vida secreta de los árboles y también su novela más larga, Poeta chileno. He colado este ensayo para empezarlo, paradójicamente, el mismo día del libro. Son textos y comentarios literarios cortos con lo que viene bien ir alternándolo con otras lecturas.
  • La escuela de canto, Nell Leyshon, (Sexto Piso, 2022). Primero fue Del color de la leche, luego, El show de Gary y más tarde El bosque. Este es el último libro publicado por la editorial de la británica. Será el cuarto que leo de ella.
  • Rostros en el agua, Janet Frame (Trotalibros, 2022): el único libro de la editorial que me faltaba ya es mío. (Sí, estoy comprando todo lo que edita Jan).

Para terminar, una última incorporación recién salida de imprenta:

  • Lo demás es aire, Juan Gómez Bárcena (Seix Barral, 2022). Los que llevéis tiempo por aquí ya sabréis que sigo los pasos de este genial autor desde que leí Kanada. Luego llegaron Los que duermen y Ni siquiera los muertos y mi entusiasmo por lo que escribe va en aumento. Esta es su última novela, recién publicada.

Y vosotros, ¿habéis comprado mucho estas semanas?

Que sigan las buenas lecturas y a preparar la lista de compra para la Feria del Libro.

Namaste.