Intriga, Literatura

Los hombres que no amaban a las mujeres, Stieg Larsson.

Tras un tiempo de sequía lectora, reseño el libro que consiguió mayor número de votos en la encuesta.

De todos es conocido que el tirón de esa trilogía y de este autor ha sacado a la palestra a muchos otros escritores escandinavos de novela negra. De ellos destacan varios: Stieg Larsson, Jens Lapidus y Henning Mankell.

En general, conozco poco a este grupo. De Mankell he leído críticas muy buenas en cuanto al detective Wallander. Quizá merezca darle una segunda oportunidad, ya que el único libro que leí del autor me resultó bastante pesado. De Lapidus, Niebla Espesa tiene buenas referencias. Quizá sea menos conocido que los otros dos, pero por ahí dicen que es de lo mejorcito.

Así que llegaba la hora de leer el libro del que mucha gente está hablando, y como una persona en concreto dudaba de que me lo acabara leyendo, me lo regaló (buena táctica, id tomando nota los demás) ;).

Cuando empiezas un libro como éste, que ha leído tantísima gente, tienes un montón de prejuicios que te condicionan sobre lo que te vas a encontrar. De esta novela oí que estaba muy bien, pero que los otros dos de la trilogía eran mejores, que las primeras cien páginas eran muy aburridas, que era genial… etc. Así, empecé la novela dudando sobre si me gustaría (porque no siempre comparto las opiniones mayoritarias) o si simplemente, se trataba de una exageración.

Lo primero que diré es que no me ha parecido denso en ninguna parte del libro, y eso que es extenso. El sueco lo consigue intercalando a Mikael Blomkvist y a Lisbeth Salander. Por ejemplo, al principio interesa más ella que él, pero el autor consigue que leas un rato más de Mikael con el objetivo de llegar a Lisbeth.

Sólo por eso ya engancha, pero es que además el libro está estructurado bastante bien. No sé si lo he dicho alguna vez, pero no me gustan los libros que tienen capítulos demasiado largos, porque sabes que cuando lo empiezas necesitarás al menos media hora para leer las 50 páginas que lo componen.

En este caso no es así, y eso aporta dinamismo a la novela. Los capítulos son de 50 o 60 páginas, pero están divididos en pedazos de unos pocos párrafos, con lo cual eso te anima a leer un poco más.

(En fin, que el que diga que es denso, es que no ha leído Anna Karenina).

El tema, que creo que todo el mundo lo conoce, trata sobre una investigación sobre una desaparecida. Los protagonistas inician una búsqueda de pistas sobre algo que ocurrió treinta años antes. En cuanto se ponen a ello, pasan muchas cosas y muy rápidamente. Es un libro entretenido, bien estructurado, con unos personajes principales característicos (algo que no todo el mundo consigue) y peculiares (más ella que él, claro).

Así las cosas, os lo recomiendo. No os voy a decir que es el mejor libro que he leído, porque sería mentira, pero sí que os digo que para entretener y pasar el rato está bastante bien. Esperaba menos.

Por todo lo que hasta aquí he comentado, no me parece del todo una novela negra, quizá se trate de una evolución de aquélla, puesto que existen diferencias, como las dosis de algo más comercial. Las situaciones ocurren más rápidamente, hay más acción y un punto de thriller que no existe en las novelas negras al uso. Por eso, si leéis a Hammet o Chandler se puede apreciar una gran diferencia sobre el modo de plantear la historia, y la forma de desarrollar la trama es mucho más lenta.

Me ha recordado a John Grisham, por la parte de la intriga y del thiller, si bien es algo menos legal y más “negro”.

¿Y vosotros qué pensáis? ¿Os gusta la novela negra escandinava? ¿Habéis leído Millenium? ¿Qué me recomendaríais leer de Mankell?

FICHA:

Te gustará si te gustó
  • Viento rojo, de Raymond Chandler.
  • El jurado, de John Grisham.
Pros
  • Entretenido y ameno. No se hace pesado.
  • Personajes peculiares fácilmente recordables.
Contras
  • Te quedas con ganas de leer la segunda parte.
  • La historia se queda coja si te quedas aquí.

Namaste.

Libros no memorables, Literatura

La nieta del señor Linh, Philippe Claudel

A pesar de que ya tengo suficientes libros comenzados como para rechazar la idea de empezar uno más, ayer cambié de idea cuando lo tomé prestado de la biblioteca, recordé que Isi lo había reseñado muy positivamente sobre él y leí sus primeras páginas. Me vi obligada a terminarlo.

El libro es una pequeña novela de poco más de cien páginas, que se lee de un tirón por tener capítulos muy cortos.

El señor Linh es un refugiado de guerra que huye de su país hacia otro del cual no conoce nada. Lo hace acompañado de un bebé. Poco más os puedo contar sin destriparos la novela, eso sí, os diré que desde mi punto de vista, lo mejor es el cariño del hombre hacia su nieta, y la amistad que traba con un señor que habla una lengua extraña para él.

Lo demás, me parece un libro cualquiera. Ni me despierta grandes sensaciones ni nada por el estilo, y no puedo entender cómo un libro en el que apenas se cuenta nada les guste tanto a la mayoría de la gente (como a Vero, que casualmente ha publicado su reseña sobre la novela hace muy poco).

Me doy cuenta de que quizá sea la primera en hacer una crítica negativa de este libro, pero como soy de natural de llevar la contraria, no me importa (ya me pasó con otros libros, como Seda, o El niño con el pijama de rayas). Para gustos los colores.

En breve más reseñas.

FICHA:

Te gustará si te gustó
  • Seda, de Alessandro Baricco.
  • El niño con el pijama de rayas, de John Boyle.
Pros
  • Es corto y rápido de leer.
  • Tierno
Contras
  • Demasiado simple.
  • El final es previsible.

Namaste.

Actualidad, Música

Del vídeo que arrasa en Internet

Leía hace un rato la noticia de que el nuevo vídeo de Lady Gaga ha conseguido, en tan sólo cuatro días desde su estreno, la escalofriante cifra de cinco millones de personas que han pulsado al «play» en youtube.

Durante más de nueve minutos, Gaga y Beyoncé no sólo cantan y bailan, sino que además enseñan prácticamente todo lo que se puede enseñar (más la primera que la segunda), además de prepararse sándwiches (por favor, que alguien me lo explique) o envenenar a cualquiera que se cruce en su camino (algo que ya vimos en Paparazzi).

En ese mismo artículo que os comento comparaban el videoclip con los de Michael Jackson. La verdad es que más que un videoclip parece un corto. Uno con un toque de Tarantino (y si no, ¿qué leches pinta la Pussy Wagon?) Cierto es que hay poca letra para tanto rato (y por eso se hace pesado en algún momento). Pero, por otro lado, es un tipo de vídeo muy diferente del que estamos acostumbrados a ver, y eso es un punto a favor para Lady Gaga.

Sin embargo, compararlo con un vídeo de Michael Jackson me parece excesivo. A fin de cuentas, el Rey del Pop bailaba y mucho, algo que en comparación la Gaga hace menos (antes era realmente patosa), y se centra en enseñar modelitos y peinaditos y esas cosas que se le dan tan bien a ella. Sin más dilación os dejo el vídeo:

A muchos de vosotros no os gustará este post. Que quede claro que este es mi blog y hago con él lo que me da la gana.

Namaste.

Bazar

Una de preguntas

¿Por qué justo el día en que llegas tarde hay un atasco de mil demonios? (Resultado: llegas aún más tarde)

¿Por qué el día en que tu libro se ha quedado en la parte más interesante te encuentras con alguien y tienes que ir todo el trayecto de cercanías hablando con él/ella mientras piensas “joe, qué mala suerte, una conversación incómoda y justo cuando quería terminar el libro”?

¿Por qué los editores se empeñan en destriparnos el libro en las introducciones? ¿Es que nos odian?

¿Por qué cuando pasas todos los días cerca de un libro en la biblioteca y no lo coges, cuando decides tomarlo prestado alguien ya se te ha adelantado?

¿Por qué no hay una condena de prisión para las personas que cuentan SPOILERS? ¿Acaso los de la SGAE merecen más protección jurídica que YO? Y hablando de los de la SGAE, ¿Cómo se puede pretender “ponerle puertas al campo”? ¿No se dan cuenta que legislar todo no es la solución?

¿Qué leches significaba aquélla señal?

¿Por qué cada día tengo que esperar que el pesado de la valla que da acceso al parking salga de la garita y meta su apestosa cabeza por la ventanilla de mi coche cuando, estoy segura, YA SE CONOCE MI COCHE? ¿Y por qué mientras tanto tengo que poner una especie de sonrisilla para tratar de disimular (si es que alguna vez he sabido) las ganas de insultar a ese IMBÉCIL?

¿Por qué las entradas más estúpidas tienen muchísimas más visitas y más comentarios que las serias? ¿Se trata de alguna conspiración judeo-masónica y comunista?

¿Por qué estoy escribiendo esto cuando debería estar CONTESTANDO A UNA DEMANDA del “excelentísimo y reconocido autor” Stephen Vizinczey?

En fin, no me lo tengáis en cuenta…

Namaste.

Actualidad, Cultura

De la piratería de libros y el debate taurino

Leyendo el periódico me encuentro con un artículo sobre la piratería de libros en Perú.

Por lo que me ha comentado JL, no es nuevo, de hecho cuando Gabriel García Márquez publicó Memoria de mis putas tristes, ya se vendía en este mercado negro. Yo desconocía por completo el tema.

Lo que más me extraña del asunto es, por un lado, que no sean libros electrónicos (lo cual, desde mi punto de vista es más fácil que traficar con libros en papel, aunque sólo sea por el volumen de los libros), por otro, veo normal que resultando tan caros como nos dice el artículo (aunque de esto podrá dar luz al asunto R.) que la gente llegue a ser cliente. Que lo sean también los estudiantes de la facultad de Derecho me parece una mera anécdota. Al fin y al cabo los libros de carreras concretas son más caros, y seguramente tendrán que comprar muchos libros obligatoriamente.

Otro tema del que no para de hablarse es el de la tauromaquia. Bien es cierto que desde hace un tiempo había voces contrarias a la fiesta, pero ahora, con el debate en el Parlamento catalán y con Esperanza Aguirre de por medio, salta de nuevo a la palestra.

No sé qué opinaréis del tema, pero me ha parecido interesante una opinión de un antiguo profesor mío, Pablo de Lora.

Paralelamente, el ex-torero Joselito ha comentado lo siguiente.

Desde mi punto de vista, hay dos cosas claras: que es una costumbre y que genera mucho dinero. Pero también hay otra cosa clara, que quieras que no, estás matando a un animal porque sí, o por estética, como quieras decirlo. Amparar esta costumbre en el término cultura se puede hacer, pero para mí es incorrecto. De esa forma también se incluirían otras costumbres (como en Roma, la lucha entre un esclavo y un león, y en la Edad Media, la quema en la hoguera de la gente). ¿Que pasa, que simplemente por ser costumbre no se pueden cambiar las cosas? En cualquier caso, y como en todo negocio que se preste hay muchos intereses en juego, y mucho dinero de por medio, lo cual a fin de cuentas significa que las cosas seguirán como están.

En fin, que cada uno opine lo que quiera. No quiero que esto se convierta en un mensaje partidista porque si no, acabaría echándole la culpa a los marxistas del hambre en África, y eso ya lo hacen otros por mí. (Jajaja, no he podido evitar incluir esto)

Esto es todo por hoy. En breve más reseñas de libros.

Namaste.

Actualidad, Literaria

Ébano, de Richard Kapuscinski.

A raíz de la siguiente noticia que acabo de leer en el periódico digital, he recordado un libro de este autor polaco. De hecho es el único que he leído de él. Se trata de Ébano. Recuerdo que me lo recomendó Niebla Espesa, que la edición que me prestó era una de esas que regalan con algún periódico, y que por dicha recomendación lo leí.

 

Se trataba de un libro que recorría gran parte de la historia de África visto desde el punto de vista de un occidental, de forma amena y cotidiana. Me refiero a que en ocasiones (y más cuando una novela es de no ficción) es complicado asimilar un gran número de nombres, fechas y lugares, y más si se tratan de algunos tan desconocidos como lo son los africanos. Sin embargo, el escritor consigue equilibrar la balanza entre ésto y las situaciones corrientes de las personas de a pie, que es lo que hace que nos pongamos en la situación en la que se encuentran dichas personas.

 

Una de las anécdotas que recuerdo del libro es la circunstancia con la que se topó el autor en un autobús. Llegado un momento quería viajar de una ciudad a otra, y por eso fue a la estación de autobuses, compró un billete y se fue para el autobús. En ese momento estaba vacío, y por eso se acercó al conductor y le preguntó: “¿A qué hora sale el autobús”? El señor le miró con cara extraña, y después le contestó: “¿Como que a qué hora sale? ¡Pues cuando se llene!”. El pobre hombre volvió a su asiento, extrañado, y se quedó esperando. Imaginaos ahora esperar en un coche haciendo el calor propio de África en verano, y encima venga a entrar gente (pero sin llenarse, claro está). Tras unas cuantas horas (creo que fuero cinco), el autobús salió de la estación porque ya estaba lleno.

 

En conclusión, fue un libro entretenido, completo e interesante. Muy recomendable para cambiar de vez en cuando de ficción a no ficción.

 

Y vosotros qué, ¿leéis libros de no ficción? ¿Me recomendaríais alguno?

 

Esto es todo por hoy.

 

Namaste.