Autor, James, Literatura

La vuelta del torno, Henry James

Hay libros que están en el imaginario de todos, títulos que están ahí y que sabemos que leeremos pero a los que parece que nunca les llega el momento. Desde hace mucho tiempo tenía en mente leer Otra vuelta de tuerca, pero el momento se hizo de rogar, y mis ganas de leerlo aumentaron cuando me enteré de que Libros del Asteroide le había dado una vuelta a la traducción y a su título y lo sacaba a la luz bajo el nombre La vuelta del torno.

La vuelta del tornoQuizá algunos no habréis leído esta historia, pero aunque nunca nos hayamos acercado a la sinopsis (como era mi caso) sí que sabemos que se trata de una de las novelas más importantes sobre fantasmas, hasta el punto de considerarla como uno de los mejores ejemplos de literatura gótica.

La historia de La vuelta del torno arranca con un grupo de amigos que se reúnen y se cuentan historias de miedo. Uno de ellos narrará la historia de una joven institutriz que se muda a un caserón para hacerse cargo de unos niños a los que les rodea una extraña situación.

La joven institutriz decidirá hacerse cargo de los dos niños en la solitaria mansión a pesar de los misterios que se van desarrollando: la indiferencia del tío de los pequeños que no quiere ser informado de nada de lo que ocurra, los extraños comportamientos de los niños o la existencia de tenebrosas sombras que van y vienen. En definitiva: todos y cada uno de los elementos clásicos en este tipo de novela enmarcado en un estilo sutil y sencillo que nos da las pistas y nos envuelve en la historia.

Ya conocía al autor por Gabrielle de Bergerac, y es un placer leerle. Uno de esos autores que hacen fácil lo difícil: con las palabras certeras nos arropan y nos acunan, no necesitan muchos párrafos para vertebrar una historia que tiene más misterio porque no tenemos tanta información. La sensación permanente de placidez con el estilo de James y de incomodidad por lo que nos está contando.

A la vez, James consigue ambientar perfectamente tanto la época con la situación, enseñarnos lo justo de los personajes y jugar a la ambigüedad para que la mente del lector haga el resto.

Sin embargo, no he podido conectar con la historia en sí, quizá esperaba otro desarrollo de la trama más directo o quizá esperaba más miedo. La verdad es que no lo sé. Pero es uno de esos casos en los que está tan, tan bien contado que merece la pena acercarse a este título.

Si sois de los que huyen de los clásicos por su longitud y complejidad, podéis probar a leer esta novelita corta. Seguro que James no os dejará indiferentes.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • Una nueva traducción siempre es motivo de alegría.
  • Soberbio el estilo de James. Pulcro, elegante e inteligente.
Contras
  • No he podido conectar con los personajes y su trama.

Namaste.

Autor, Literatura, Mann

La montaña mágica, Thomas Mann

Cuando un lector se plantea acercarse a los grandes títulos de la literatura, hay novelas que han de aparecer obligatoriamente. Ésta es una de ellas.

_DSC1437En esta ocasión, para mí era inevitable sentir una especie de vértigo al contemplar tamaña obra: cuantitativamente, dado que se trata de un libro que supera las mil páginas, pero también cualitativamente, por lo complejo que se antoja el mundo de Mann.

Fueron varias personas las que me recomendaron cogerlo con paciencia, leer poco a poco, y precisamente eso hice. Mi método de lectura fue el de leer un capítulo y después alternarlo con otra novela más liviana. Teniendo en cuenta que La montaña mágica sólo tiene 7 capítulos no parece una idea demasiado descabellada, además de que las subdivisiones dentro de cada capítulo son muy variables, algunas sólo una decena de páginas y otras 80.

Por si fuera poco, el estilo del autor, las reflexiones, la complejidad de las ideas que describe, consigue que el avance en la novela sea leo. Como muestra os dejo un fragmento de las primeras páginas.

El individuo puede tener presente toda clase de objetivos personales, de fines, de esperanzas, de perspectivas, de los cuales extrae la energía para los grandes esfuerzos y actividades; ahora bien, cuando lo impersonal que le rodea, cuando la época misma, a pesar de su agitación, en el fondo está falta de objetivos y de esperanzas, cuando ésta se le revela como una época sin esperanzas, sin perspectivas y sin rumbo, y cuando la pregunta sobre el sentido último, inmediato y más que personal de todos esos esfuerzos y actividades- pregunta planteada de manera consciente o inconsciente, pero planteada, al fin y al cabo-, no encuentra otra respuesta que el silencio del vacío, resultará inevitable que, precisamente a los individuos más rectos, esta circunstancia conlleve cierto efecto paralizante que, por vía de lo espiritual y moral, se extienda sobre todo a la parte física y orgánica del individuo. Para estar dispuesto a realizar un esfuerzo considerable que rebase la medida de lo que comúnmente se practica, aunque la época no pueda dar una respuesta satisfactoria, aunque la época a la pregunta “¿para qué?”, se requiere bien una independencia y una pureza moral que son raras y propias de una naturaleza heroica, o bien una particular fortaleza de carácter. Hans Castorp no poseía ni lo uno ni lo otro, y no era, por tanto, más que un hombre mediocre, eso sí, en uno de los sentidos más honrosos del término.

Página 51

Efectivamente: Hans Castorp es nuestro protagonista. Un joven que llega al sanatorio de las montañas en el que se sitúa la historia a visitar a su primo, que se cura de una dolencia. Lo que en principio iban a ser unas pocas semanas tomadas como vacaciones se convierten en una estancia mucho más larga. Desde este momento se acostumbrará a la vida pausada de los internos, establecerá relaciones con ellos y hasta se enamorará.

Aconstumbrándonos al estilo pausado y al lento devenir de los acontecimientos (entre menús de desayunos, café al mediodía, comida, merienda y cena), a las recomendaciones de los doctores respecto al reposo, y a más y más comida, en uno de los momentos culminantes de la obra se oye un alarido. Es el mío.

Resulta que la editorial Edhasa en su edición Diamante de 2006 decidió que no hacía falta traducir un diálogo en francés. Ya había comprobado que no traducían nada, pero bueno, si son un par de frases me puedo defender, que tampoco es ruso. Pues no. Llegados a este punto, de la página 486 a la 497 el diálogo transcurre la mitad en francés: esto es, Hans continua en español y Clavdia lo hace en francés. La que más habla en ella, claro.

¿Qué es el tiempo? Un misterio omnipotente y sin realidad propia. Es una condición del mundo de los fenómenos, un movimiento mezclado y unido a la existencia de los cuerpos en el espacio y a su movimiento. Pero ¿acaso no habría tiempo si no hubiese movimiento? ¿Habría movimiento si no hubiese tiempo? ¡Es inútil preguntar! ¿Es el tiempo una función del espacio? ¿O es lo contrario? ¿Son ambos una misma cosa? ¡Es inútil continuar preguntando! El tiempo es activo, posee una naturaleza verbal, es “productivo”. ¿Y qué produce? Produce el cambio. El ahora no es el entonces, el aquí no es el allí, pues entre ambas cosas existe siempre el movimiento. Pero como el movimiento por el cual se mide el tiempo es circular y se cierra sobre sí mismo, ese movimiento y ese cambio se podrían calificar perfectamente de reposo e inmovilidad. El entonces se repite sin cesar en el ahora, y el allá se repite en el aquí.

Página 498.

Tras este suceso, decidí dejar el libro, hojeé unas cuantas páginas más adelante pero decidí que no iba a seguir leyéndolo. Reconozco el portento de Mann, me quito el sombrero ante su escritura, cómo une frases, cómo continúa enlazando temas, como si todo eso fuera fácil. Pero ante tanto maremágnum no pude evitar marearme, y la puntilla que me hizo acabar como una piltrafa fue la edición y su fallo infinito. Así que decidí que no era para mí. Me quito el sombrero ante todos vosotros que lo habéis leído, porque a mí se me ha hecho una carrera de obstáculos en la que parecía que no avanzaba.

Lo asumo: La montaña mágica ha podido conmigo.

Supongo que lo volveré a intentar en un futuro. No sé. Eso ya se lo dejo al tiempo.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • Mann es un genio: brutal la cantidad de fragmentos a destacar.
  • El retrato de la sociedad de la época.
Contras
  • Lectura ardua y compleja.
  • Fallo en la edición de Edhasa que malogra la lectura.

Namaste.

¿Y ellos qué opinan?, Literatura

Y ellos, ¿qué opinan? (XXII): José C. Vales

204827-944-657José C. Vales (Zamora, 1965): licenciado en Filología Hispánica, es escritor y traductor. Como profesional, ha participado en la redacción, edición y documentación para diversas editoriales de nuevas ediciones y traducciones de importantes obras literarias (Frankenstein, de Mary Shelley; La piedra lunar, de Wilkie Collins; La hija de Robert Poste, de Stella Gibbons; o Las batallas perdidas, de Eudora Welty, entre otros ejemplos). En el plano de la escritura, publicó en 2013 su primera novela, El pensionado de Neuwelk, y en 2015 Cabaret Biarritz, con la que ganó el Premio Nadal.

1.- ¿Cuál es el último libro que has leído?

El último libro que he leído se titula Sapiens. De animales a dioses, y es un ensayo de Yuval Noah Harari, profesor de Historia en la Universidad Hebrea de Jerusalén. El libro está publicado en Debate, en octubre de este año. La traducción es de Joandomènec Ros. Se trata de un repaso a la historia de la Humanidad, pero desde una perspectiva originalísima y muy inteligente.

El libro al que se refiere es éste y podéis encontrar información útil aquí. No lo conozco de nada pero es uno de esos libros que prometen ser muy interesantes. ¡Cuánto me gusta apuntar nuevos títulos!

2.- Un libro que nos recomiendas.

Siempre recomiendo el mismo clásico: la Silva de varia lección (1540) de Pedro Mexía, pero para aquellos a los que se le atragante el Renacimiento y ya hayan leído a todos los clásicos del XIX (Austen, Shelley, Dickens, Tolstoi, etcétera), yo les recomendaría descubrir a Arnold Bennett. Y, respecto a los últimos años, el libro más interesante, sorprendente y divertido que he leído ha sido el Atlas de las islas remotas, de Judith Schalansky, publicado por Capitán Swing/Nórdica en 2013, con traducción de Isabel G. Gamero.

Vamos por partes: la Silva de varia lección de Pedro Mexía, se sitúa, para mí, en el contexto de “aquéllos libros de los que sabes algo porque lo has estudiado en el colegio pero que ni te plantearías leer”. Pues nada, rapapolvo para mí y a la lista (éxito editorial en toda Europa en el siglo XVI, ahí es nada).
Sobre Bennet: es el uno de esos autores al que no he llegado, pero del que todo el mundo habla maravillas.
Y en cuanto a Atlas de las islas remotas,uno de esos libros que pasan desapercibidos entre el maremágnum editorial. Más información: aquí.

3.- Un autor por el que sientas fijación.

No soy muy mitómano con los escritores. (Estudié Filología y sé cómo son: poco recomendables, en su mayoría). Pero hay un escritor que siempre me asombra y me deja boquiabierto: Anthony Trollope. Yo entiendo perfectamente que haya quien se asombre por esta declaración, pero es así y tengo razones importantes (y creo que solventes desde el punto de vista literario) para admirar a este escritor.

Novelista exitoso y prolífico de la época victoriana, Trollope es uno de los grandes escritores ingleses, aunque quizá no tan conocido como otros. No he leído nada de él pero ya va de cabeza a mi lista de pendientes.

Interesantísimas propuestas, que además de variadas prometen grandes ratos lectores. Como siempre, gracias a los autores que se prestan a contestar. Sin ellos esta sección no continuaría. ¿Quién os gustaría que contestara las tres preguntas?

Y vosotros, ¿conocíais Sapiens. De animales a dioses? ¿Habéis leído a Bennett? ¿Podráis recomendarme alguna novela de Trollope?

Felices lecturas.

Namaste.

Brooks, Literatura

Lolito, Ben Brooks

Hubo una época en la que mirara donde mirase, allí estaba este título. Artículos, blogs, secciones en el periódico, editoriales, carteles… igual que pasa ahora con Instrumental de Rhodes, ocurría hace un par de años con Lolito. Llegó la feria del libro y me contuve de comprarlo, esperando a leer suficientes opiniones como para descartarlo o tirarme a la piscina, y ya el pasado año lo compré.

lolitoLolito nos cuenta la historia de un joven de 15 años al que su novia le ha sido infiel. Su huida hacia delante para tratar de mitigar el dolor de sentirse engañado pasa por ligar por Internet, ahogarse en cualquier bebida alcohólica y dedicarse al hedonismo más basto.

Etgar es además un adolescente de este siglo, de ahí la profusión de temas que a día de hoy consideramos normales en nuestras conversaciones diarias pero que resultan algo chocantes a la hora de verlas reflejadas en un texto más serio: desde vídeos de gatitos, pasando por memes, comentarios de series de televisión o conversaciones de chats.

Precisamente la inclusión de este tipo de temas, añadido a la abundancia de diálogos y a las escasas descripciones consiguen que sin pensarlo demasiado, el lector avance a una velocidad muy rápida, aupado por un estilo moderno y diferente, de esos que huelen a nuevo, a pesar de que el protagonista pueda resultarnos poco menos que excéntrico.

Sinceramente, no sabía qué esperar de esta historia. Algunos decían que no era para tanto, otros que era muy bueno, que Brooks está asentando los cimientos para convertirse en un autor de culto en unos años. (Una reseña muy completa es la de Sergio). Mi duda y mi curiosidad por saber qué me parecería a mí se acrecentaba conforme iban pasando los días.

¿Y sabéis qué? Pues que en mi opinión, ni una cosa ni la otra. Me ha parecido un estilo rompedor y bien diferenciado de otros, sorprendente e interesante, pero no deja de ser una especie de Trainspotting del nuevo siglo, con menos yonkis y más alcohol. Una historia que engancha desde la primera página y que me ha venido genial para animarme tras una lectura mucho más seria y farragosa.

Sólo acuérdate de comprobar que continúas teniendo los brazos y las piernas y el torso y la cara. Estás vivo. Seguirás vivo durante mucho tiempo. Todo lo que te pasará ya me ha pasado antes a mí, y a tu madre, y a tu abuelo. Y hemos sobrevivido. Por ahora. No hay problemas nuevos, sino nuevas formas de solucionarlos.

Página 215

Es cierto que no es el tipo de libros que suelo leer ni tampoco del tipo que me cambiará la vida, pero me ha entretenido bastante y para mí con eso es suficiente. Para leer literatura de la que cambia la vida pero para eso ya tengo a otros.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • Cómo mezcla temas actuales con los miedos y el amor.
  • Edición impecable de Blackie Books. Preciosa portada.
Contras
  • Hay acciones o partes que se me antojan totalmente ajenas a mi experiencia y me parecen surreales.

Namaste.

Autor, Chirbes, Literatura

Crematorio, Rafael Chirbes

En la batalla por ganarle tiempo al tiempo, por leer más, conocer más autores y leer más libros, corremos el riesgo de ser atropellados por el día a día, por retrasar lecturas y posponer autores. Eso mismo me ocurrió con Chirbes, anotado desde hacía mucho en mi libreta y que adelanté cuando ya era demasiado tarde: en el momento del fallecimiento del autor. En ese instante decidí que ya había esperado demasiado, me acerqué a una librería y compré este ejemplar.

crematorioCrematorio narra la historia de una familia en el momento de la muerte del hermano menor, mostrando las relaciones entre ellos, sus problemas y la opiniones de cada uno de ellos. En el marco de esta peculiar familia, destaca la figura de Rubén, importante constructor de la costa mediterránea.

Nos retrotraemos a 2005, una época en la que nos creíamos los mejores, donde reinaban los comentarios de “compra, que va a seguir subiendo”. Donde los más listos eran los que más defraudaban. Una época llena de tejemanejes a lo grande y a lo chico, de abusones y caraduras, la España más hortera sacando pecho. Además nos vamos a la costa valenciana: el centro del huracán.

En este contexto, tenemos un elenco de personajes que me han resultado (todos ellos) odiosos: el patriarca que se ha hecho a sí mismo a poseer una empresa constructora con mucho dinero y pocos escrúpulos, la hija, que le critica pero se aprovecha de él en todo lo que puede, el hermano del patriarca dispuesto a pregonizar las bondades de su forma de vida…

En el libro se distinguen dos partes muy diferentes. En el inicio se nos presentan los personajes y sus tramas, conocemos sus cuitas y situaciones, pero hacia la mitad del libro el tono objetivo se sustituye por uno reflexivo, donde se incluyen valoraciones filosóficas, referencias literarias o populares, reflexiones sobre el paso del tiempo o la futilidad de la vida.

Es el verano. La mesa está puesta. Nadie puede recordar eso. Sólo yo. Y cuando yo no lo recuerde, habrá dejado de existir. Silvia conoce el jardín, la balsa, tendrá otros recuerdos, recuerdos parecidos (las infancias se parecen), pero o este recuerdo, no esa decoración vegetal, esas palabras dichas ese día, en ese lugar, el fondo asmático de la respiración del aire entre los árboles, el fragor de la copa del viejo eucaliptus formando un rugoso telón sonoro. Lo pienso, y me parece un despilfarro: haber vivido y luego dejar de vivir. Haber grabado todo eso en algún lugar y luego cubrirlo para siempre.

Página 17

Es a partir de este momento cuando se ralentiza la trama y el estilo se convierte en una continuidad, se prescinde de los diálogos y se unen frases y frases hasta conseguir párrafos enteros sin un solo punto y aparte, donde se encadenan temas, sensaciones y acciones.

Cuando envejeces te das cuenta de que el tiempo que no has vivido es irrecuperable, de que te faltan las cosas que dejaste a otro vivir por ti. (…) El amor no es eso. Ni siquiera deseo de propiedad, un deseo más difuso que tiene que ver con carencias que a veces uno sólo imagina, y las busca fuera sin saber que tiene en sí mismo lo que busca. A ella le pareció nada más que un hipócrita sermón moral para quitársela de encima, lloró desesperada, y tardó mucho tiempo en perdonárselo.

Página 264

Justo en este instante, Crematorio se me empezó a hacer bola, a atragantárseme. Si en las primeras páginas me llegó a recordar Middlesex, la magnífica obra de Eugenides, el resto de la novela se convierte en una masa confusa y lenta, que se me hizo bastante pesada.

Miriam, mirándolo todo con ojos de propietaria que ha dejado a cargo del servicio el cuidado de la casa durante algún tiempo, hasta que vuelva de vacaciones, de un viaje; así de claro, uno se puede burlar de alguien con los ojos, ni siquiera levantando las cejas, sólo dándole un brillo especial a la mirada, pero para eso también hacen falta dos o tres generaciones de clase como mínimo, de no ser así se sobreactúa, a una se le pone cara de mala de culebrón venezolano de los que pasan en televisión a la hora de la siesta, cuando las marujas han terminado de fregar los platos y se sirven un café y se fuman un cigarrito, los niños ya en la guardería, en el instituto, papá todavía en el trabajo, ese momento de intimidad en el que dicen gozar, pero que es cuando se les cae de verdad la casa encima, cuando se dan cuenta de que no tienen nada que hacer, de que no son nada ni podrán serlo.

Página 45

Dicen de Crematorio que es una historia de la crisis. Nada más lejos de la realidad. Chirbes ahonda precisamente en lo contrario: en la construcción más ramplona, en las urbanizaciones en plano antes de que fueran lugares fantasma. La crisis vino después, por eso es muy fácil juzgar desde nuestra visión conocedora del pasado, a un momento pretérito. He escuchado un podcast en concreto que me ha causado estupor y rechazo a partes iguales, y pecaba precisamente de eso: valorar con la información de 2015 los hechos acaecidos hace una década. Pero además, la sobrevaloración del contexto histórico la época en la que se ambienta la historia, que resulta simplemente el marco en el que se encuentran los personajes, esto es, el autor sitúa a la familia Bertomeu en aquélla época porque es lo que conoce, porque es allí donde se encuentra. Sin embargo, la verdadera trama de la novela es la familia. Esa familia que no se parece a ninguna otra porque, parafraseando a Tolstoi, sus infelicidades son distintas a las demás.

En conclusión, una historia que me ha gustado, pero en general se me ha hecho un poco desigual, consiguiendo que leyera muy rápidamente las primeras páginas pero que me cansara en la segunda mitad, como si se hubiera desinflado conforme pasaban los capítulos. Es cierto que hay reflexiones muy interesantes, otras destacadas, pero o bien esperaba más o pensaba que fuera más equilibrado.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • El inicio, el dinamismo y la relación entre los personajes.
  • La abundancia de referencias de múltiples tipos.
Contras
  • La segunda mitad, que se me ha hecho densa.
  • Los insufribles protagonistas (muy bien creados, muy reales pero inaguantables)

Namaste.

Literatura

Mis propósitos para 2016

Revisando mis propósitos del año pasado, esos que quedan sepultados en nuestra memoria aupados por la voluntad de que no los cumpliremos, me doy cuenta de varias cosas:

  • El reto de leer en inglés de Isi lo dejé por imposible antes de la primavera. No sé qué me ha pasado este año pero no he conseguido la regularidad que tenía con las lecturas en inglés. MAL. Muy Mal.
  • Por contra, me he puesto las pilas con la contestación a vuestros comentarios y con la regularidad a la hora de publicar, si bien puedo trabajar más esto último. No es fácil sentarse a escribir cuando no salen las palabras, pero es necesario hacer el esfuerzo. Se me atascan las entradas, aunque menos, eso sí.
  • He leído algo de ensayo (poco) y nada de poesía (mal, otra vez), de momento mis lecturas son eminentemente de novelas.
  • Tampoco he vuelto a leer a Vargas Llosa, Stendhal o Mendoza, pero al menos me he desquitado con Coetzee y Chirbes.
  • Echo de menos el reto de Meribélgica. Si alguien sabe si sale este año, que avise.

Mis propósitos para 2016 son los siguientes:

1.- Comprar lo menos posible. Leer los libros que tengo en casa.

2.- Huir de las novedades. Como ya os comenté en mi balance de las peores lecturas, un alto porcentaje son libros publicados recientemente. Debo evitar unirme a la masa y esperar a leer las suficientes opiniones como para darles mi voto de confianza. Sé que me limito y que le resto oportunidades a los autores jóvenes pero mientras tenga lagunas de los grandes de la literatura tengo que optar por escoger. Ojalá dispusiera de más tiempo para leerlo todo, pero es lo que hay.

3.- He llegado a los 30, así que esta era la fecha tope para leer los 50 libros. No he llegado, por supuesto, pero al menos he leído 26 de ellos (algunos abandonados, uno de ellos en curso), así que menos es nada. Queda mucho por leer, eso sí. Quizá podría pensar en hacer algún otro listado actualizado, ¿cómo lo véis?

Como otros años, me gusta dejar una lista de 10 libros que voy a leer, aunque sé, que por ejemplo, el año pasado sólo leí 3 de ellos. Algo es algo… ¿no? Así voy a dejar aquí la lista de 10 libros que quiero leer este año:

1.- El gatopardo, Lampedusa.

2.- Don Quijote de la Mancha, Cervantes.

3.- Grandes esperanzas, Charles Dickens.

4.- Las uvas de la ira, Steinbeck.

5.- La fiesta del chivo, Vargas Llosa.

6.- El núcleo del disturbio, Samatha Schewblin

7.- El jilguero, Donna Tartt.

8.- La amiga estupenda, Elena Ferrante.

9.- Tres tristes tigres, Cabrera Infante.

10.- La cartuja de Parma, Stendhal.

Tengo que admitir que he leído bastante de mi Plan Infinito, pero de forma desigual: en algunos meses he tachado 4 libros a la vez y en otras ocasiones sólo apuntaba más títulos.

Y vosotros, ¿tenéis algún propósito de lectura para este 2016? ¿Os animáis a leer conjuntamente alguno de estos libros?

¡Que los Reyes Magos os traigan muchos, muchos libros!

Namaste.