IMM, Literatura

IMM (93)

Más libros, más títulos y ejemplares que se han venido conmigo en este mes de mayo.

¿Me acompañáis?

  • La chica que vive al final del camino, Laird Koenig (Impedimenta 2023). Una novedad marca de la casa, un thriller con muy buena pinta del tipo que da gusto alternar entre otro tipo de libros. Y no os digo nada de lo preciosa que es la edición.
  • Los árboles, Percival Everett (De Conatus, 2023). La editorial me ganó con Los Netanyahus de Jonathan Coe. Sí, sé que nada tiene que ver, pero su línea editorial más lo que sé de este título (¿humor sobre el supremacismo blanco?) me han atraído a comprarlo. Ha sido finalista del Booker Price de 2022.
  • Arraianos, Xosé Luis Méndez Ferrín, (Hoja de Lata, Edición Los 10 de los 10, 2023). Los asturianos Hoja de Lata han celebrado su décimo aniversario con nuevas ediciones de sus títulos más representativos. Este es uno de ellos, que me recomendaron en Moito Conto. Como me fío mucho de su criterio, se vino conmigo.
  • El baile, Irène Némirovsky (Salamandra Bolsillo, 2016). Un eterno pendiente de esos que todos habéis leído menos yo. Se lee de una sentada y ya lo he hecho, así que dentro de poco veréis por aquí la reseña.
  • Gótico carpintero, William Gaddis (Sexto Piso, 2012) A David (@davidmcope, editor y traductor) me recomendó hace mucho tiempo a William Gaddis. Primero destacó Los reconocimientos, casi imposible de localizar por estar descatalogado. También mencionó este. No qué esperar pero tengo muchas ganas de empezarlo.
  • Color y significado, John Cage (Acantilado, 2023). Un ensayo sobre los colores y su evolución a lo largo de la historia, un tema muy concreto, quizá extraño que me ha parecido interesante.
  • Para pensar mejor, Marcus du Sautoy (Acantilado, 2023). Otro ensayo también de Acantilado, pero en este caso sobre los procesos de toma de decisiones.
  • El sabor de un hombre, Slavenka Drakulic (Anagrama, 1999). Como os decía en alguna entrada anterior, me estoy aficionando a de vez en cuando a comprar libros de segunda mano. Este en concreto era casi casi obligatorio porque es difícil de encontrar. Y quién no tiene 2 euros para gastar en libros, claro.

Y vosotros, ¿qué habéis comprado en el mes de mayo?

Namaste.

Autor, Literatura, Toews

Ellas hablan, Miriam Toews

De Miriam Toews habéis visto hace poco por aquí Pequeñas desgracias sin importancia (Sexto Piso, 2022), una historia que me dejó con ganas de más.

Miriam Toews creció en una comunidad menonita, una congregación de ultras religiosos que viven sin apenas ningún avance tecnológico. Como podréis imaginar, este hecho le ha marcado de por vida, y en sus historias siempre incluye aspectos relacionados con su tiempo en la comunidad.

En Ellas hablan (Sexto Piso, 2020) la autora parte de un hecho real: la violación de un grupo de mujeres menonitas a las que se les dice que han sido endemoniadas. En realidad, los hombres de su propia comunidad (familiares, hermanos, hijos, maridos) las han drogado con la misma sustancia que les dan a los caballos, para después violarlas. Todo esto ocurrió durante varios años en una comunidad menonita de Bolivia.

La noticia, la historia original, si la buscáis, es lo suficientemente alucinante como para pensar que es cierto. En la novela Toews parte de lo anterior para narrar la reunión posterior de las mujeres: ¿qué acciones tomar? ¿Han perdonar a los violadores, han de marcharse de la comunidad?

La acción se sitúa en un granero donde se las mujeres se juntan para decidir qué hacer. Allí cada una expondrá sus argumentos y opiniones.

La única certidumbre que conoceremos es la incertidumbre, dice, da igual dónde estemos.

Página 57

Su visión y planteamiento viene, evidentemente, marcado por su concepción religiosa y aislada del resto de la sociedad. Son mujeres que nos saben leer, que no han recibido ningún tipo de educación y que temen las consecuencias para su alma de abandonar la comunidad donde han vivido toda su vida.

Las actas darían vida a las mujeres como ellas me la habían dado a mí. Las palabras eran fútiles, un documento. La vida era lo único. Migración, movimiento, libertad.

Página 184

Juntas pero diferentes, con distintas visiones de la situación, Ellas hablan es un ejercicio de reflexión, libertad, feminismo, con el trasfondo de la violencia sufrida.

¿Dónde está el mal? ¿En el mundo exterior o en el mundo interior?

Página 187

En definitiva, Ellas hablan es una novela muy, muy recomendable: compacta y directa, capaz del análisis pero también del humor o la ternura. Así escrito parece que no tiene mucho sentido, pero cuando la lees le ves la profundidad y complejidad y comprendes que sí, se pueden incluir muchas cosas en un libro cortito como este.

Gracias a Sexto Piso por el envío.

FICHA:

Te gustará si te gustó Pequeñas desgracias sin importancia, Miriam Toews.
Pros – Analítico y duro pero a la vez tierno y esperanzador.
– Cómo compagina unos temas y otros.
Contras – Saber que está basado en un hecho que ocurrió.

Namaste.

Autor, Ghriofa, Literatura

Un fantasma en la garganta, Doireann Ní Ghríofa

Un fantasma en la garganta (Sexto Piso, 2023) me ganó por la portada, por ese mundo que encierra a modo de collage.

Más tarde, según iba leyendo me daba cuenta de que es un libro complicado de clasificar, porque igual que el collage de su portada, encierra muchos temas.

Lo deja caer en su primera frase:

Este es un texto hembra.

Página 11

¿Cómo? ¿Que es qué? Yo también dudé al leer esa aseveración. La explicación la tenemos más adelante.

Un fantasma en la garganta es la historia de la propia autora. Una obsesión que arranca cuando Doireann se topa con el poema de Eibhlín Dubh Ní Chonaill, una poeta del siglo XVIII que compuso una canción tradicional irlandesa, considerado como el más grandes de los poemas del siglo. Doireann conecta con la poeta y comienza su investigación para tratar de conocer todo lo que puede de su vida.

Pero este libro es también la historia de la maternidad de la autora: la de la rutina entre bebés, leche materna y lloros, la de la crianza de sus niños pequeños, la de sus embarazos y sus días iguales.

Ambas temáticas son paralelas pero están también en fusión, se relacionan, se unen y son consecuencia o causa una de la otra. Porque Eibhlín también fue madre, también estaba embarazada y también derramó lágrimas, en su caso por el esposo muerto. Así, el reflejo de una en otra y la obsesión de Doireann por conocer su vida se funden a lo largo del texto se superponen con su día a día.

Los anexos que la dotan de contexto son a menudo tan escasos que me dejan hambrienta. No solo hambrienta. Estoy famélica. Deseo saber más de su vida. (…) Quiero saber quién era, de dónde venía y qué pasó después. Quiero saber qué fue de sus hijos y de sus nietos. Quiero leer los detalles de su sepultura para poder poner flores en su tumba.

Página 27

Según avanzamos el libro alterna capítulos de investigación, otros de la rutina y otros del pasado. En ocasiones se mezclan dentro del mismo capítulo, otras pensamos que va a seguir un hilo determinado pero no lo hace. Hay algo caótico en el orden pero

¿En qué se convierte un presagio si frustramos la fatalidad pronosticada? Si las cuerdas del arpa se rompen, pero nadie fallece, ¿quién va a contarlo?

Página 151

No quiero dejar de hacer hincapié en el relato amoroso que hace la autora de su marido. Estamos acostumbrados a que las historias de amor en la literatura son siempre dramáticas, trágicas y tristes o bien épicas, exageradas, fantasiosas. Esta que nos narra aquí es el amor tranquilo entre un matrimonio, el cariño rutinario entre dos personas que se conocen y que llevan años juntos. Sin los fuegos de artificio del inicio ni las tragedias shakespirianos de los finales, me ha alegrado mucho encontrarme con una descripción tierna y a la vez normal sin caer en el tedio, de un matrimonio que se quiere y se respeta.

He subrayado muchos fragmentos, me ha sorprendido lo que ofrece la autora, por la variedad de temáticas, por la calidez con las que las trata, por, en resumen, este libro tan raro que cuando terminas te das cuenta: es un texto hembra.

FICHA:

Te gustará si te gustó Trilogía de Copenhague, Tove Ditlevsen.
¡Melisande! ¿Qué son los sueños?, Hillel Halkin.
Pros – La mezcla de temáticas y cómo las fusiona en el texto.
– Tierno y poético.
Contras – Exceso de las palabras aovillada y obliteración. ¿Será un fallo de traducción?

Gracias a Sexto Piso por el envío.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (90)

Un mes más os traigo los nuevos libros que han llegado a mis estantes:

  • Un fantasma en la garganta, Doireann Ní Ghríofa (Sexto Piso, 2023). Los libros también entran por los ojos y eso es lo que me ha pasado con este. Lo poético del título junto con lo hipnótico de la imagen de la cubierta bastó para desear leerlo. El envío corre a cargo de los amigos de Sexto Piso. Aquí la reseña.
  • Ellas hablan, Miriam Toews (Sexto Piso, 2020). De Toews leí hace no mucho Pequeñas desgracias sin importancia, una historia compleja sobre la vida, el suicidio, el dolor y las decisiones. Cuando vi que una película basada en este otro ha ganado un Óscar, sabía que lo tenía que leer. Envío de Sexto Piso.
  • Libro del desasosiego, Fernando Pessoa (Acantilado, 2013). Eterno pendiente, quiero leerlo desde hace mucho y al fin me he hecho con esta edición de Acantilado. Dicen de él que es indispensable.
  • El palacio azul de los ingenieros belgas, Fulgencio Arguelles (Acantilado 2003). Al contrario que los anteriores, de este no sabía nada de nada. Fue Fernando quien me lo recomendó, y como me fío de él lo anoté en mi libreta. Espero que me guste mucho más que el Gabinete de las Maravillas

  • Retrato de casada, Maggie O´Farrell (Libros del Asteroide, 2023). Probablemente O´Farrell sea un de las autoras que más han aparecido por aquí. De ella he leído (casi) todo lo que se ha publicado: Tiene que ser aquí (Libros del Asteroide, 2017), La primera mano que sostuvo la mía (Libros del Asteroide, 2018), Sigo aquí (Libros del Asteroide, 2019), Hamnet (Libros del Asteroide, 2021) y La extraña desaparición de Esme Lennox (Salamandra, 2009) así que tenía muchas ganas de hacerme con este título. Que sin, embargo, me ha entrado pereza cuando lo he visto plagando la red y cuando he leído algo de la sinopsis. Parece que no va muy lejana de la historia de Hamnet. Aquí la reseña.
  • Anoxia, Miguel Ángel Hernández (Anagrama, 2023). Del autor murciano he leído El dolor de los demás (Anagrama, 2018) e Intento de escapada (Anagrama, 2013). La verdad que no tenía pensado comprar este libro, pero la sinopsis me acabó convenciendo.
  • La guerra no tiene rostro de mujer, Svetlana Alexiévich (De Bolsillo, 2017). De la Nobel he leído Voces de Chernóbil, y estoy ahora mismo con El fin del Homo Sovieticus, avanzando de forma lenta. A la bielorrusa hay que leerla. Todo.
  • Basada en hechos reales, Delphine de Vigan (Anagrama, 2016, en esta edición 2023). La francesa es una de mis últimas filias, tras el gran éxito de Nada se opone a la noche he leído Las gratitudes y sigo con ganas de más. Por el momento he descartado el último título que ha sacado, Los reyes de la casa, y me he decantado por este. Como los anteriores, no es demasiado largo, es sencillo colarlo entre otras lecturas más densas.

Y vosotros, ¿habéis comprado muchos libros este mes?

¡Felices lecturas!

Namaste.

Autor, Kolker, Literatura

Los chicos de Hidden Valley Road, Robert Kolker

Desde la publicación de Los chicos de Hidden Valley Road de Robert Kolker (Sexto Piso, 2022) mi feed de Instagram se llenó de lectores que recomendaban esta historia que protagoniza una familia numerosa estadounidense.

No es de extrañar que resulte llamativa la premisa: la historia real de una familia con 12 hijos que tiene que enfrentarse a la esquizofrenia de seis de ellos; en un momento en el que la enfermedad era bastante desconocida y motivo de vergüenza y exclusión social.

De puertas para afuera, los Galvin son la perfecta familia americana: el padre, Don, es un militar de reconocido éxito, Mimi, la madre, una ama de casa amantísima que cuida a su prole. Los hijos son también el ideal americano: guapos, listos, destacan en deportes y en diversas artes y que en conjunto, ejemplifican una vida americana al 100%.

El problema se hace patente cuando en la adolescencia el primero de los hijos, Donald, empieza a comportarse erráticamente. Lo mismo le ocurrirá al segundo, pero claro, durante un tiempo rige la regla de aquí no pasa nada y esto son cosas de chavales.

La situación se va complicando con el paso del tiempo, los malos diagnósticos y el uso de drogas. A Donald y Jim se irán uniendo sus hermanos pequeños, y así Kolker nos acerca a la evolución de cada uno, que va variando según los años: problemas en los trabajos, divorcios, entradas y salidas a centros psiquiátricos, el intento de diversas medicaciones y la variación de diagnósticos. Y así los años van pasando.

Matt estuvo controlando los semáforos de Colorado Springs durante una buena temporada. A continuación, anunció que él era Paul McCartney.

Página 250

El modo que tiene Kolker de estructurar esta historia es intercalar la vida de la familia Galvin con la investigación de la esquizofrenia a lo largo del tiempo. Mientras que los capítulos de la familia comienzan con un listado de los miembros de esta y, resaltado en negrita, a quién dedica el capítulo, los capítulos dedicados a la investigación comienzan con el nombre del investigador y el año en el que se sitúa. De esta forma podemos acompañar la evolución de la enfermedad, las teorías y avances de los científicos que tratan de conocer si se trata de algo genético o ambiental y cuál ha de ser el mejor fármaco para tratarla.

Para conocer a la familia, Kolker se apoya en los expedientes médicos de los enfermos pero también en las entrevistas que tuvo con dos de las hermanas pequeñas, Margaret y Mary, las únicas mujeres y ambas sanas, que nos aportan una visión más cercana de cómo debió ser crecer dentro de una familia de estas características.

La vida no es más que las raíces con las que tu familia te envuelve y te ata.

Página 276

Lo que ellas muestran es la cotidianidad de su vida, y el intento de convivir, como niñas, con un montón de hermanos mayores enfermos que o bien vivían en la casa o bien pasaban temporadas, según estuvieran ingresados en los centros de tratamiento correspondientes.

Su testimonio es muy interesante y aterriza toda la información anterior, haciéndolo más cercano. Cuestionan el comportamiento de sus padres, que describen como abnegados para con los enfermos, pero ¿en qué posición deja eso a los sanos? ¿Cómo puede convivir de forma normal una niña de 7 años mientras dos adultos de 30 años se pelean en la sala de estar?

Todo lo anterior convierte Los chicos de Hidden Valley Road en un libro interesante, de lectura rápida pero que a la vez invita a la reflexión y a la duda, que va sorprendido a medida que lees, con detalles escalofriantes e increíbles, y que no puedes parar de leer.

El único problema que le he encontrado este libro es el estilo periodístico a lo yankee, esto es, la repetición excesiva de detalles o situaciones que ya han sido mencionados previamente, como lo hacen en los documentales televisivos, y que creo innecesaria y reiterativa.

Por lo demás, todo un acierto. Si queréis salir de un bloqueo lector, es una opción magnífica. Si sólo os puede la curiosidad, genial, con este no hay fallo.

FICHA:

Te gustará si te gustó Nada más real que un cuerpo, Alexandria Marzano-Lesnevich.
Pros – Cómo alterna la vida de la familia con las investigaciones de la enfermedad
Contras – Exceso de reiteraciones a lo largo del texto.

Namaste.

Autor, Literatura

Pequeñas desgracias sin importancia, Miriam Toews

Lo primero que me llamó la atención de este libro fue la ilustración de su portada: ¿qué hace esa mujer sentada frente a un piano dentro de una campana de cristal?

Lo segundo, el argumento: ¿qué haces cuando tu hermana te pide ayuda para abandonar este mundo?

Pequeñas desgracias sin importancia narra la historia de las hermanas Von Riesen: de la exitosa Elfrieda, pianista de éxito mundial, que sin embargo tiene un cristal en su pecho a punto de estallar; y también de Yolandi, la madre desastre que se está divorciando de nuevo.

La última vez que mi hermana intentó suicidarse lo hizo evaporándose lentamente en el vacío. Fue un intento furtivo de desaparecer matándose de hambre.

Página 42

La historia se balancea en ese frágil equilibrio: el de un cristal a punto de hacerse pedazos que ha de convivir con la audacia de mantener una rutina más o menos normal: limpiar, comer y mantener amistades mientras sabes que tu hermana, en otra parte del mundo, se está viniendo abajo.

No es sencillo describir esta historia, que se centra en las enfermedades mentales y que además se basa en la propia experiencia de la autora, cuya hermana se acabó suicidando.

Me explicó entonces que su soledad era algo visceral, un saco de piedras que llevaba de una habitación a otra, de una ciudad a la siguiente.

Página 49

Pequeñas desgracias sin importancia es una historia sorpresiva, cruel, inesperada: tal y como es la vida imprevisible de alguien que no quiere seguir viviendo, y de las personas de su entorno que tratan de ayudar a su familiar. Tiene puntos de sarcasmo, ese humor violento que responde a las situaciones límite, y tiene mucho de desgarrador.

Quizá esa sea la palabra; este es un libro de una verdad desgarradora.

¿Adónde va la violencia si no es directamente a nuestra sangre y nuestros huesos?

Página 260

Si tengo que ponerle una pega es que las dos partes en las que se divide el libro son desiguales, ya que cuesta arrancar y el tema lo trata más profundamente en la segunda mitad. Como curiosidad, los diálogos vienen siempre indicados sin sus guiones correspondientes.

Lo repentino, algo que se pierde para siempre en cuestión de un segundo. Mi hermana era un borrón oscuro que avanzaba hacia un rectángulo de luz.

Página 281

Y es que, ahora me doy cuenta que realmente os he contado poco sobre este libro. Quizá sea mejor que lo descubráis por vosotros mismos.

Gracias a Sexto Piso por el envío.

FICHA:

Te gustará si te gustó Jane Smiley + Tove Ditlevsen + Lucia Berlin.
Pros – Descripción completa de los problemas mentales.
– Pocos personajes pero complejos y bien formados.
Contras – Duro, desgarrador.
– Dos mitades desiguales.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (87)

Os traigo por aquí los libros que me han dejado Sus Majestades los Reyes bajo el árbol:

  • Salvo mi corazón, todo está bien, Héctor Abad Faciolince (Alfaguara, 2022). Del autor he leído ya El olvido que seremos, una preciosa novela que deja con ganas de leer más al colombiano. Tengo por casa Lo que fue presente, los diarios del autor de 1985 a 2006, aún sin leer. Este con que sea la mitad de bonito que su título ya lo tiene todo medio hecho.
  • Hecatombe, William Gerhardie (Impedimenta, 2016) Llegué a Gerhardie por otro libro sobre libros que no recuerdo cuál es… anoté el autor y posteriormente lo he pedido a los Reyes. ¡Aquí lo tenemos!
  • Vivir abajo, Gustavo Faverón (Candaya, 2019). De Faverón he leído por Instagram comentarios muy elogiosos, y los lectores que lo han leído me han recomendado este título, que creo que leeré en breve, ya que la curiosidad me puede.
  • Un amor de Swann, Marcel Proust (Alianza, 2022). Dicen de este título de Proust que es la mejor manera de acertarse a En busca del tiempo perdido, saga que tengo pendiente y que (imagino) algún día tendré que volver a intentar leer. Quizá sea el momento de animarme a regresar al francés.
  • La muerte es mi oficio, Rober Merle (Sexto Piso, 2022). Uno de nazis, ¡hacía mucho! No necesito más la verdad. Creo que últimamente ya no leo tantos libros ambientados en la Segunda Guerra Mundial, así que no me viene mal regresar al tema.
  • El hospital de la transfiguración, Stanislaw Lem (Impedimenta). Del mismo autor leí en su día Máscara, un conjunto de relatos con el que no acabé de conectar tanto como esperaba. De este título hablan maravillas y por eso lleva anotado en mi libreta varios años. Al fin lo tengo en el estante.

Y vosotros, ¿habéis recibido muchos regalos librescos?

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (86)

No quiero cerrar 2022 sin mostraros los últimos libros que he comprado en Moito Conto este mes, más alguna incorporación editorial.

¡Empecemos!

  • Hard Land, Benedict Wells, (Catedral, 2022). Me sorprendí encontrarme con un nombre conocido pero que había olvidado. A Wells le publicaba una editorial que no paga a sus colaboradores y a pesar que El fin de la soledad me encantó le había perdido la pista. Ahora Catedral está publicando su obra. Estamos de enhorabuena porque es un autor muy interesante. Este lo leeré en breve, a ver qué tal.
  • Zama, Antonio di Benedetto (A.hache, 2022). Este título lleva, seguramente, décadas en mi punto de mira, pero nunca encontraba ninguna edición para leerlo. Fue una alegría toparme con él. Hablan maravillas de esta novela.
  • Meridiano de sangre, Comarc McCarthy (DeBolsillo, 2014). Admito que no he leído al autor. Tampoco he visto la famosa película de La carretera, pero pienso enmendarlo pronto. Este me han dicho que es una buena opción para empezar a leerle.

  • Pequeñas desgracias sin importancia, Miriam Toews (Sexto Piso, 2022). Una novela de la que todo el mundo está hablando genial y que ya he podido leer. El envío corre a cargo de la editorial. ¡Gracias!
  • La cosecha del dragón, Upton Sinclair (Hoja de Lata, 2022). La sexta entrega de la saga de Lanny Budd, de la que ya sabéis que soy fan, promete traernos muchas más aventuras. Qué bien que haya editoriales tan comprometidas por los buenos libros como los amigos de Gijón. Tengo muchas ganas de ponerme con él pero voy retrasada con la lectura de la saga…¡habrá que ponerle remedio!
  • La Biblia de neón, John Kennedy Toole (Anagrama, 1997). Llevo años buscando esta novela, la primera que escribió el autor de La conjura de los necios. Como no había forma de hacerme con ella nueva he acabado recurriendo a la segunda mano. Creo que no será una novela muy significativa pero tenía muchas ganas de hincarle el diente.

Y vosotros, ¿habéís comprado muchos libros en este último mes del año?

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (85)

Os traigo las que quizá serán las penúltimas incorporaciones a mis estantes de este año, antes de la llegada de la Navidad.



  • Los chicos de Hidden Valley Road, Robert Kolker (Sexto Piso, 2022). Tras buenísimas opiniones que he leído por redes, finalmente yo también he caído. Le tengo unas ganas bárbaras, a ver si despejo las lecturas en curso y me pongo con él.
  • El tugurio, Émile Zola (Trotalibros, 2022). Un tochazo de la mano de Trotalibros, que para mí será mi segundo Zola tras Germinal, que leí hace más de una década. Recuerdo que me gustó mucho.
  • El estrecho de Bering, Emmanuel Carrère (Compactos de Anagrama, 2022). El último libro publicado del francés es un corto ensayo que ya he podido leer. La reseña aquí.


    Últimamente me ha dado por los ensayos, así que los siguientes se han venido conmigo:

  • Las tierras arrasadas, Emiliano Monge (Random House, 2015). Marta me lo recomendó hace tiempo, y por entonces muchas señales fueron las que me hicieron toparme con el autor y, en especial, con este título muchas veces. Finalmente lo encontré en una visita a Tipos Infames.
  • Autores, libros, aventuras, Kurt Wolff (Acantilado, 2010): libros sobre libros. Libros de editores que han publicado a Kafka o a Mann. No digo más.
  • Guerra y lenguaje, Adan Kovacsics (Acantilado, 2008) ¿Cómo cambia la lengua la guerra? ¿Qué usos del lenguaje cambian cuando deja de funcionar la normalidad de la paz? ¿Cómo se estira y cambia el lenguaje cuando queda lejos la paz? Me parecen preguntas muy interesantes que, creo, tratará de poner luz el autor.
  • Viaje al pasado, Stefan Zweig (Acantilado, 2009): el austríaco eterno. De nuevo. A pesar de que tengo muchos libros suyos pendientes este también se une, y fijaos que creo que será el próximo que lea suyo, que ahora estoy enfangada en libros largos y necesito algo breve.

  • Diarios de la Revolución de 1917, Marina Tsvietáieva (Acantilado, 2015). Tengo muchas ganas de acercarme a esta autora, ampliamente recomendada, para ello he comprado dos libros, sus diarios por un lado.
  • Mi madre y la música, Marina Tsvietáieva (Acantilado, 2012): y por otro este breve librito que creo que será el primero que lea suyo.
  • Gran Hotel Europa, Ilja Leonard Pfeijffer (Acantilado, 2021): me pusieron en la mira esta novela en Moito Conto, sobre la turisficación de los destinos vacacionales.

Y vosotros, ¿qué libros habéis comprado últimamente?

Namaste.

Autor, Literatura, Phillips

La desaparición, Julia Phillips

Sé que no soy la única en confesar que calculo y repienso mucho las lecturas que voy a llevar a los viajes, y sobre todo a los que implican un avión de por medio.

No es tan fácil como podría parecer conseguir escoger una historia entretenida e interesante, que no sea demasiado densa, para poder leer 100 páginas de golpe si es necesario, pero que a la vez ofrezca algo memorable, interesante, digno de ser leído. También escoger los suficientes libros como para tener lectura para la ida y la vuelta pero no pasarse cargando peso de más.

Ya me pasó con Nada se opone a la noche de Delphine de Vigan, que a pesar de lo duro de la historia resultó un ritmo estupendo para lo que andaba buscando.

En esta ocasión escogí La desaparición (Sexto Piso, 2019), un libro que me recomendó Marta, que compré en mi última visita a la librería Moito Conto.


La desaparición arranca con dos hermanas, Aliona y Sofia, de 11 y 8 años, que son interceptadas por un hombre en una zona aislada. Ellas acaban subiendo a su coche.

El resto de la trama pivota entorno al anterior suceso: el impacto, mayor o menor de habitantes, vecinos y otras personas de Kamchatka, el lugar donde se centra la acción pero que funciona como un personaje más y le da un tono y un ambiente muy particular.

Y es que, aunque podríamos pensar que la novela se centraría en la búsqueda, la autora lo lleva por otros derroteros; el de personajes secundarios que tienen más o menos relación con las niñas (su tía, sus vecinas, la mujer que se las cruzó cuando iban con el hombre), y también otras que conocen el caso y nada tiene que ver con ellas, a quienes les afecta en su día a día el nuevo ambiente de inseguridad.

Crees que estás a salvo, pensó. Te cierras en banda y mantienes tus reacciones a raya para que nadie pueda entrar. Obtienes un título universitario y un buen trabajo. Tienes tus ahorros en divisas extranjeras y pagas religiosamente tus facturas. Cuando tus compañeros de trabajo te preguntan por tu vida familiar, no respondes. Haces ejercicio. La ropa te queda bien. Las aristas de tu afecto, siempre afiladas, como un cuchillo, para que todo el que se te acerque sepa que tiene que tener cuidado contigo. Crees que has conseguido tener cierto nivel de protección, pero no es así, al final te das cuenta de que estás indefensa, expuesta a todo el mundo que has conocido.

Página 256

La desaparición es la historia de las niñas pero también las reacciones que generan en una sociedad tan pequeña y cerrada como la de la península de Kamchatka, con limitaciones de movilidad y suspicacias hacia el diferente.

Lo sorprendente de esta historia es que Phillips utiliza el caso para crear un ambiente de inseguridad e incertidumbre en el que nos puede mostrar la realidad de mujeres de la zona, de diversos orígenes y circunstancias, pero con mucho en común: la incertidumbre, la violencia que reciben, o como bien apunta Marta en su reseña, la constante infantilización en cada decisión que toman.

Te echo de menos -Tocó el acorde en sol mayor para Ruslán-. ¿Lo oyes? Estoy aquí. Estoy bien.

Página 112

La desaparición tiene todo aquello que necesita una historia para trascender: la sutileza al pincelar los temas que deja entrever, su descripción sin edulcorar ni exagerar y los silencios en los que el lector tiene parte activa en esta novela.

El equilibrio entre lo austero de la trama con un uso potente de la intriga, añadido a una genial ambientación, convierte a esta novela en una de esas que te absorben en su lectura, de las que quieres exprimir hasta conocer cada detalle y secreto de todo lo que sucede.

Incluso el final, momento complicado para muchas novelas, es resuelto eficientemente por Phillips.

Pensaba que me gustaría, pero sinceramente, no tanto. Creía que se iba a quedar en lo típico, lo confortable, lo de siempre. Pero por suerte no.

Gracias Marta por la recomendación. Ya ves que te hago caso.

FICHA:

Te gustará si te gustó El palacio de hielo, Tarjei Vesaas.
Pros – El ambiente de toda la historia.
– Las diversas historias que configuran la novela.
Contras – Deja mal cuerpo.

Namaste.