IMM, Literatura

IMM (62)

Como ya me temía en el anterior botín literario, volví a la Feria del Libro de Madrid y compré más libros (para que os hagáis a la idea en junio he gastado cuatro veces más en literatura que en comida). Total, lo que me falta ahora mismo es tiempo para leerlos todos:

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  • Amor en clima frío, Nancy Mitford. De Nancy leí en su día Trifulca a la vista, y también A la caza del amor, y de su hermana Jessica Nobles y rebeldes. Me apetece volver a leer las peculiares historias de Nancy y reencontrarme con el sardónico humor británico. Son historias fantásticas para desengrasar y cambiar de tercio ante lecturas más duras.
  • ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Philip K. Dick. De nuevo una edición de Austral de un clásico del siglo XX. No he leído El hombre en el castillo, de hecho quiero ver la serie de televisión pero todavía no me he puesto con ella.
  • Recuerdos del futuro, de Siri Hustvedt. El último libro de Hustvedt me llamaba desde el estante con ganas desde hacía semanas, pero no me decidía a comprarlo teniendo en cuenta que tengo Todo cuanto amé en el estante. Pero así es la vida del ansioso comprador de libros, y se vino a casa.
  • Tierra de mujeres, María Sánchez (Seix Barral, 2019). Tuve dudas de si comprarlo, por un lado me atrae leer sobre alguien que, como yo, vive en el mundo rural, pero por otro tengo mis dudas de si me va a gustar esta historia o sólo va a ser otro éxito del marketing editorial. Hasta que no lo lea no sabré en cuál de las dos opciones estoy.
  • Telefónica, Ilsa Barea-Kulcsar (Hoja de Lata). Una historia de la Guerra Civil que tiene muy buena pinta. La verdad es que no lo conocía y han sido las redes sociales y ver que muchos lectores se estaban haciendo con él los que me han animando del todo a escoger este libro. Gracias a Laura, a la que al fin pude poner cara.
  • Tea Rooms, Luisa Carnés, Hoja de Lata. Hace tiempo que varios lectores comenzaron a recomendar a Carnés, una de ellas, Marta, de la que me fío. No sabía si escoger este o Trece cuentos pero al final opté por Tea Rooms.
  • Rasgar algo de vida, Jesús Artacho. Tras leer El rayo que nos parta esperaba que Jesús se animara a publicar algo más, y aunque en casa tengo su libro de poesía Aproximación a la herida sin leer, en esta ocasión se ha animado a autopublicar un diario que he devorado en dos días y del que os contaré algo más adelante.
  • El final del affaire, Graham Greene, Libros del Asteroide. Vuelvo a Greene después de 15 años (de él sólo he leído El tercer hombre), con muchas ganas. Envío de los amigos de Libros del Asteroide.

¿Habéis leído alguno de estos libros? ¿Por cuál debería empezar?

¿Por qué después de tener estos he seguido comprando estas semanas? Algunas preguntas no tienen respuesta…

Namaste.

Autor, Ford, Literatura

Canadá, Richard Ford

Es curioso cómo funciona mi memoria. En mi imaginario La casa de los espíritus de Isabel Allende está siempre al lado de La hoguera de las vanidades de Tom Wolfe, aunque sean historias muy diferentes. Simplemente porque ambas tenían la misma edición  y porque mi hermana los tenía ordenados en el mismo estante, uno al lado del otro.

CanadaEn ocasiones pienso que esa idea, la de relacionar libros simplemente por su ubicación, quedó en la memoria, y pertenece al pasado infantil en el que todo estaba obligatoriamente conectado. Sin embargo me sorprendo al pensar que para mí Canadá y La trama nupcial de Eugenides van de la mano, seguramente porque los compré a la vez, llevan un tiempo esperando a ser leídos y he dudado más de una vez si leer uno u otro. Así que una vez terminada la novela de Eugenides, este debería ser el siguiente libro al que echarle el diente.

El punto de partida de Canadá queda claro desde el primer capítulo: los padres del narrador han atracado un banco. Sabemos que no ha salido bien y que ha tenido consecuencias importantes para el devenir de la familia, que aunque no era normal sí que tenía determinados elementos de cohesión.

Como bien dice el narrador, cuando leemos en la prensa algo sobre un atracador no pensamos que tiene hijos, que al entrar en prisión deja una vida atrás y personas que se quedan marcadas de por vida por unos actos de los que sólo fueron víctimas.

Los acontecimientos que te cambian la vida a menudo no parecen lo que son.

Página 284

Canadá viene acompañado además de la opinión unánime de que se trata un gran libro. Y así, por la asociación que os comentaba más arriba y por mi prejuicio sobre lo que me iba a encontrar empiezo muy animada leyendo y conociendo la vida de la peculiar familia. Aunque he de reconocer que algunas cosas me iban escamando, como la reiteración y repetición de datos, el eterno retorno de volver a contar lo que ya ha contado antes, algo que se agradece al principio para saber quién es quién pero que después acaba cansando (esto es: si un personaje es primo del protagonista y es pelirrojo con que lo digas dos veces queda más que claro, no es necesario mencionar su color de pelo cada vez que sale el personaje a colación).

Aunque el inicio es más lento que en otras lecturas. las ganas de que avanzara la trama me recomendaron esperar. Y así lo hice. Esperé a que ocurriera lo que menciona: el atraco, el punto de inflexión definitivo, el momento en el que (pensé) la acción ganaría después de una larga introducción.

Ocurre el atraco pero lo que viene después no consigue levantar la acción, ni moverme de mi asiento. Llevo 200 páginas y apenas estoy mucho mejor que cuando había leído 75. Me planteo abandonarlo, habida cuenta de que llevo casi la mitad de una novela que no termina de arrancar. Decido leer otros libros. Aparco Canadá sin remordimientos y me acuerdo poco de él. No lo echo de menos. Pero aún así me planteo que si el resto de los lectores lo ponen tan bien algo tendrá, algo sucederá, y debo seguir leyendo.

Además, ¡ni siquiera sabía por qué tiene este título! ¿Qué motivo tiene el autor para concederle al país llevar el nombre en su portada cuando la acción ocurre en Estados Unidos? Efectivamente, hasta la página 272, justo a la mitad del libro, no conocemos los motivos. Y es que tras la disgregación de la familia nuestro protagonista inicia un nuevo camino de retiro hacia el país vecino, que le sirve a Ford, como podréis imaginar, para conocer el paso a la vida adulta de Nell.

Pensaba, ilusa de mí, que la historia ganaría dinamismo y empezarían a ocurrir más cosas. Pues no. De repente el texto se llena de descripciones:

Unas cuantas casa grises de madera diseminadas a lo largo de las ruinas de varias calles. Había también vestigios de otras casas que un día habían ocupado los espacios vacíos: cuadriláteros con cimientos de ladrillo, dependencias anexas medio derruidas, alguna chimenea aún en pie, y una tierra abierta donde tiempo atrás había existido algo que hoy se había esfumado.

Página 288

Y hasta ahí. Lo que ocurre tiene poca enjundia y mi escaso interés no fue capaz de engancharse en la cantidad de descripciones paisajísticas que plagan la segunda parte de la novela.

Tengo la perenne sensación de que en general las historias de crecimiento personal, de iniciar un viaje paralelo al paso de la vida adulta no son para mí.

 

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • La primera parte de la novela.
  • La claridad y brillantez de muchos fragmentos.
Contras
  • Hacia la mitad la historia se ralentiza.
  • Exceso de descripciones en la segunda parte.

Namaste.

Autor, Literatura, Winkler

Cárdeno adorno, Katharina Winkler

La verdad es que yo no conocía esta novela, pero como tengo poca oportunidad de conversar con libreros de verdad, cuando en Jarcha me la recomendaron no dudé ni un instante de que me la llevaría a casa, a pesar de que ni tenía referencias ni el título me parecía demasiado atrayente.

Cardeno-adornoAdmito también que en las primeras páginas de la lectura, por un momento, por un instante, pensé que esta historia no era para mí. Esa sensación se disipó en cuanto llegué a este fragmento:

Ha sido mi risa la que ha hecho salir a la araña de su agujero, atrayéndola al centro de la red donde estoy atrapada y que ahora es mi vida.
Sé que ha sido mi risa. He reído demasiadas veces. Ha sido un error, lo sé, porque soy una esposa.
¡No rías! La araña, que ahora es mi madre, lo ha dicho muchas veces. No debo reír, no debo abrir los labios porque evocan los labios de mi vulva, que son propiedad de Yunus, como lo son los de mi boca. No debo andar por el pueblo regalando fantasías sobre mis labios, sean los de mi boca, sean los de mi vulva, o sobre la más mínima parte del cuerpo.

Página 87

Si tuviera que resumir esta historia en una frase sería esta: Cárdeno adorno es un absoluta brutalidad. No es una historia densa o complicada pero es muy dura, y como tal se hace bola, es necesario respirar y parar, escoger otra historia más amable, salir a la calle a comprobar que el mundo por suerte es mucho más luminoso de lo que es esta historia.

La trama de la novela es la violencia pura y dura. La que hay en el hogar y se palpa desde que eres niño, la que sigues soportando por parte del marido cuando ya tienes los 13 años para casarte. Cárdeno adorno es la historia de la asunción de la violencia como parte del día a día, además de la total falta de libertad e independencia. La visión de ser una mujer dependiente, sin voz, opinión ni voluntad.

Para compensar este fuerte tema la autora utiliza muy inteligentemente dos recursos: por un lado la narradora y protagonista, Filiz, nos acerca a las situaciones. Por otro, el estilo prácticamente esquelético: capítulos muy cortos (en ocasiones dos o cuatro páginas), sin apenas descripciones y con diálogos de forma indirecta aportar la visión desde dentro de la historia.

Tampoco necesita más porque el texto habla por sí solo. La fuerza de la temática y lo crudo de las vivencias de Filiz son suficientes cuando uno se encuentra un fragmento como este:

Fría y áspera. Como yo.

He caído del árbol sagrado que nunca ha existido.
He rogado a un ángel que nunca ha venido.
He rezado a un dios que nunca ha sido.

Página 250

Cárdeno adorno ha sido para mí una brutal sorpresa, una lectura que a la par repelía por lo duro de la temática pero que me atraía para acabar conociendo la historia al completo.

Desde aquí mi pequeño homenaje a Julián Rodríguez Marcos, director de la editorial Periférica recientemente fallecido.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • La sencilla estructura de la historia.
  • Novela dura que atrae y repele a la vez.
Contras
  • El inicio puede parecer que ya hemos leído esto mismo antes.

Namaste.