Autor, Literatura, Mitford

A la caza del amor, Nancy Mitford

No es la primera vez que leo un libro de Nancy Mitford, el primero fue Trifulca a la vista (¡hace ya cuatro años! ¡Pero cómo pasa el tiempo, si pensaba que fue el año pasado!), además de haber leído Nobles y rebeldes, de Jessica, la hermana menor.

Ya entonces sabía que volvería a leer a Nancy, y en mi última visita a la biblioteca busqué qué tenían de ella y me llevé este a casa. ¿No os sucede que os apetece cambiar de temática de libro y buscáis algo muy concreto de una época o un tono? Pues eso mismo iba buscando yo.

No me equivocaba, porque tanto el tono como el tipo de argumento tienen una relación con la vida de Nancy, además de tener ese toque sátiro y humorístico que tanto le caracteriza.

En este caso, la protagonista es una prima de la narradora, una joven con muchas ansias de enamorarse, sea de quien sea. A lo largo de la historia acompañamos a Linda a través de las ilusiones, esperanzas y aventuras que conllevan sus relaciones amorosas con hombres de todo tipo.

A-la-caza-del-amorEl inicio comienza con la relación de la infancia de las primas, además de ponernos en antecedentes con sus familiares más directos, tíos, padres y demás. Se me ha hecho algo pesado por el exceso de información… pero no por el que nos da Nancy, sino por el que recibí de Jessica, en Nobles y rebeldes, dado que muchos detalles autobiográficos son incluidos en esta novela (los juegos inventados por las hermanas, algunas relaciones entre la familia…). La sensación que yo tenía es que YA había leído lo que me estaba contando. Sin embargo, pasado el bache, Nancy comienza a introducir la sátira y el humor, y consigue retratar la sociedad de la época que tan bien conocía.

Personajes ridiculizados por medio de la reducción al absurdo, provincianismo o histrionismo, hipocondríacos que miran con recelo a cualquiera que no sea como ellos…. son algunos de los aspectos que nos encontramos.

– Los gabachos -decía- son un poquito mejores que los bárbaros teutones o que los macarronis, pero esos países son lugares horripilantes y los extranjeros son todos unos demonios.

(Página 156)

Fanny es nuestra narradora, los ojos que reflejan lo que ven en casa y también quien nos cuenta las luchas de Linda por encontrar marido, cómo es capaz de cualquier cosa para irse con un aventurero siempre y cuando cumpla con su concepto del amor idílico. Así, poco a poco, la historia coge ritmo y continua haciéndonos sonreír con sus ocurrencias.

Los problemas económicos se acumulaban; a pesar de que Christian nunca parecía gastar dinero, tenía una forma muy desconcertante de repartirlo. Tenía pocas diversiones, pero muy caras, siendo una de sus favoritas llamar a los líderes nazis de Berlín y a otros políticos europeos para mantener con ellos largas charlas cargadas de provocación que costaban varias libras por minuto. “No pueden resistirse a una llamada de Londres”, decía siempre, y tampoco podían resistirla ellos, por desgracia. Al final, para alivio de Linda, les cortaron el teléfono porque no podían pagar la factura.

Así que a pesar de el inicio, A la caza del amor me ha parecido una novela entretenida, muy british y con un humor muy socarrón, absurdo y caricaturesco. Una opción perfecta para un fin se semana en casa, cuando nos apetece una historia ligera pero muy entretenida.

TÍO MATTHEW: ¿Instruirse? A mí me inculcaron que una persona instruida no llama «notepaper» al papel de cartas, y sin embargo, me encuentro a la pobre Fanny pidiéndole «notepaper» a Sadie. ¿Qué instrucción es esa? Fanny llama a los espejos «mirrors» en vez de «looking glass», llama «mantelpiece» y no «mantelshelf», a la repisa de la chimenea; el bolso ya no es «purse», sino que ahora es «hand-bag», y el «scent» se ha convertido en «perfume», se pone azúcar en el café, lleva una borla en el paraguas y estoy seguro de que si algún día logra cazar marido, llamará a los padres de éste papá y mamá. ¿Acaso la maravillosa educación que está recibiendo compensará a ese pobre infeliz por tener que soportar esa sarta de majaderías? ¡Imagínate tener una esposa que dice «notepaper»! ¡Qué desagradable!

TÍA EMILY: A muchísimos hombres les parecería más desagradable tener una esposa que nunca hubiese oído hablar de Jorge III. (De todos modos, Fanny, querida, se dice «writing-paper»; no mencionemos más el «notepaper», por favor).

(Página 40)

A mí es que me encantan las Mitford, para qué os voy a engañar.

FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • La dosis de sátira y humor británico que destila. ¡Tengo montones de fragmentos anotados!

  • La crítica velada a la sociedad, a unos y a otros, que consigue.

Contras

  • Inicio repetitivo que se me ha hecho pesado (si no habéis leído Nobles y rebeldes, no os pasará)

Namaste.

Autor, Literatura, Novela gráfica, Roca

El invierno del dibujante, Paco Roca

Esta es la típica novela que jamás habría tomada prestada en la biblioteca si no hubiera tenido algo de información previa.

Me encontraba en un momento aburrido enfrente del televisor (de esos que abundan actualmente), haciendo zapping, cuando vi a Santiago Segura con un traje gris huyendo de un acreedor. La información de la película que se ofrecía incluía el título y una frase: «El gran Vázquez», una biopic del famoso creador de Anacleto.

el-invierno-del-dibujanteHasta ese momento desconocía nada de su vida, y sólo una poca de su obra. Era capaz de relacionarlo con algún cómic pero no tenía ni idea de con quién hizo amistad o de qué tipo de persona era.

Así que cuando después hojeé este título, vi allí plasmados muchos de los personajes que salían en la película, y decidí leerlo.

En El invierno del dibujante se habla de dibujantes y de sus historias entorno a la editorial Bruguera, donde coincidieron los más importantes de la época. Ibañez, Escobar, Conti, Cifré… o lo que es lo mismo, los creadores de Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, Carpanta y muchos más.

Allí compartieron cuitas, penurias y condiciones draconianas, hasta que decidieron fundar su propio sello, la revista Tío Vivo y tras un rotundo fracaso, regresaron a la editorial Bruguera.

El invierno del dibujante es un homenaje a aquéllos que dedicaron su tiempo y sus esfuerzos a dibujar personajes que después formarían parte de la vida de muchas generaciones de niños que leímos sus páginas, hasta que nos las sabíamos de memoria. Y así lo organiza Roca, enseñándonos sus personalidades y el devenir de los acontecimientos.

La verdad es que para alguien que como yo, que apenas sabía el nombre de los autores, me ha gustado mucho el tono y lo que cuenta Roca. A fin de cuentas, me he pasado muchas horas leyendo cómics, y ya era hora de saber quién se encontraba detrás de aquéllas viñetas.

Si, como yo, queréis conocer un poco más de la intrahistoria en la editorial Bruguera, no os podéis perder El invierno del dibujante.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • Cómo condensa la historia de la editorial.
  • Los saltos temporales, bien encuadrados en la trama.
Contras
  • Pensar que aunque hemos leído sus historias no conocemos nada de ellos.

Namaste.

Autor, Hustvedt, Literatura

Los ojos vendados, Siri Hustvedt

Hace bastante tiempo que Molinos habló de esta autora en su blog, así que anoté Todo cuanto amé en mi libreta. Ahí se quedó hasta que, aprovechando mi visita a la biblioteca, busqué qué tenían sobre ella. Por desgracia no encontré la novela que estaba buscando, pero al menos escogí Los ojos vendados como primera aproximación.

los-ojos-vendadosLos ojos vendados es la primera novela publicada por Hustvedt tiene cuatro partes, todas protagonizadas por Iris Vegan, una estudiante universitaria de literatura. En la primera parte, un misterioso individuo contrata a Iris para que describa objetos que él guarda en cajas.

En la segunda, una fotografía genera una extraña sensación entre Iris, el fotógrafo y el novio de ésta, desestabilizando la relación al incluirse celos, envidias y desconfianza entre ellos.

– Tú nunca me has querido -le dije.

El rostro de Stephen perdió su tensión, y recuerdo que pensé lo fácil que es hablar sirviéndose de estereotipos, robar una cita literaria de baja estofa y dejarla caer. De todos modos con nuestras palabras sólo podemos rondar lo inexpresado, y resulta cómodo soltar lo que hemos oído con anterioridad.

– Siempre te he querido -dijo-. Sólo que no lo hago del modo que a ti te gustaría.

(Página 62)

En la tercera, la narradora es internada en un hospital psiquiátrico y nos cuenta el día a día de sus compañeros de habitación, además de analizar las causas por las que queda internada.

En la cuarta y última, la lectura de una hipnótica historia causa que Iris se obsesione por un personaje, llegando a interpretar el papel de éste.

Cada parte aparentemente distinta y diferente, pero todas con el hilo conductor de la narración de Iris, su fragilidad y emociones y su predisposición para acabar en situaciones extrañas. Por un lado se trata de una historia de esas que sugieren más que cuentan, donde se crea en un universo en el que todo se encuentra desdibujado, donde la frontera entre la realidad y la ficción o entre la locura y la cordura son muy finas.

No sé si se hizo primero la gallina o el huevo, pero me ha recordado mucho a las historias de Auster con un toque diferente, más íntimo y personal, como si el universo de Auster lo hubiera descrito mejor Husvedt, aunque la historia esté menos pulida. Se nota cierta inexperiencia a la hora de desarrollar las tramas, pero ofrece los detalles suficientes como para seguir leyendo a la autora.

A mí me ha sugerido, a la vez, la sensación de sentirme atrapada pero también el sentimiento de rechazo. Esto es, sus personajes solos, casi enfermos, independientes y aislados, las historias de trabajos raros, que podrían parecer sueños… todo me parece ajeno y extraño, pero a la vez siento que sus personajes sufren, se duelen y se preguntan cómo salir de la espiral extraña en la que están metidos y cómo no hay nadie con los pies en la tierra que les pueda ayudar a salir del cenagal.

También me ha recordado a Murakami pero en otro sentido menos amable y más crudo, con un universo más trabajado. Como si el mundo creado por el japonés fuera más de cartón piedra, se notara más lo impostado… no sé si me explico pero es una sensación extraña, que tendré que seguir analizando según vaya conociendo más la obra de la autora.

Reconozco que no es un libro que me haya maravillado pero al menos he cumplido el objetivo de leer a Hustvedt, y me ha atraído lo suficiente como para saber que volveré a leerla en otra ocasión.

FICHA:

Te gustará si te gustan
  • Las novelas de Paul Auster.
  • El universo murakamiano.
Pros
  • El universo que crea. La primera parte es la que más me ha gustado.
  • El personaje imprevisible de Iris.
Contras
  • Se nota inexperiencia a la hora de desarrollar y cerrar los temas.

Namaste.

Autor, Campbell, Literatura

Cosas raras que se oyen en las librerías, Jen Campbell

Al hilo de lo que os comenté en la última entrada, os traigo hoy uno de esos libros que levantan el ánimo lector y nos animan a superar crisis y bloqueos lectores.

Cosas-raras-que-se-oyen-en-las-libreríasEn primer lugar, se trata de un libro que habla sobre libros. Eso siempre es un acicate para comenzar un libro. ¿Quién no ha comprado un libro porque en la sinopsis o en el título se mencionen las palabras “libros” o “librería”? No sé si será curiosidad o qué, pero conmigo siempre funciona esa estrategia.

Además, el libro que os traigo hoy es cortito, engancha y es perfecto para una tarde cualquiera de un domingo en el que no tengamos ganas de salir de casa. Se lee en un rato.

Por si fuera poco, narra las conversaciones (sorprendentemente) reales con las que se topan los pacientes libreros cuando entra un cliente por la puerta. Alucina pensar el tipo de comentarios y preguntas surrealistas que hacen las personas que pasan por allí. Cualquiera diría que es todo inventado, pero como dice la manida expresión, la realidad siempre supera la ficción…

CLIENTE: Quiero el libro más pesado que tengan, por favor.

LIBRERO (atónito): ¿Quiere el libro más aburrido?

CLIENTE: No, no, literalmente pesado.

Página 48

Y así, página a página y conversación a conversación el lector se encuentra con que no puede parar de reír de las ocurrencias de la gente.

CLIENTE: Quiero un libro sobre el Apocalipsis para un niño de trece años.

LIBRERO: Pues no sé… ¿qué es lo último que ha leído ese niño?

CLIENTE: Gerónimo Stilton.

Página 139

Cuando uno se da cuenta, el libro ya se ha terminado y en nuestra cara se ha quedado prendada una sonrisa.

Desde aquí, gracias a la Editorial Malpaso por enviármelo… y vosotros atentos porque habrá sorpresas…

Namaste.

Actualidad, Literaria

Cómo superar una crisis lectora

En muchas ocasiones comentamos lo mucho que nos cuesta leer en verano, lo que nos afecta el tiempo para conseguir concentrarnos o lo mal que no viene regresar al trabajo para seguir con el ritmo que hemos cogido en vacaciones… y lo cierto es que determinados factores afectan mucho a nuestra lectura, de ahí la entrada que os traigo hoy.

Hace un tiempo, mis crisis lectoras coincidían con de los exámenes: tanto la preparación como el mes de evaluación eran siempre los períodos en los que me desconectaba de la lectura: los meses de diciembre y enero, mayo y junio y de agosto y la mitad del mes de septiembre estaban siempre dedicados a una tarea bastante más ardua que leer por placer. Una desconexión obligada que generaba un paréntesis en mi ritmo lector.

Ahora, finalizada mi etapa universitaria, las crisis lectoras no dependen del mes sino del tipo de lecturas que escoja. Esto es, cuando leo un libro que no me gusta demasiado (pero tampoco me disgusta como para abandonarlo) y después empalmo uno con otro y echo la vista atrás y resulta que llevo con libros que no me apasionan demasiado tiempo.

En consecuencia, he decidido publicar unos consejos o recomendaciones para intentar que las crisis duren el menor tiempo posible.

1.- Abandona los libros que te impiden disfrutar de la lectura. Esto es lógico, pero a veces nos empeñamos en terminar un libro que hemos empezado, cueste lo que cueste. Hay que actuar con inteligencia y darse cuenta cuál es el origen del problema, además de no olvidar que hay libros que no son para cada momento y otros que no son para nosotros. Aceptar esto nos hará mejores lectores. Al final nunca hay que perder el norte de la lógica aplastante: leemos porque nos gusta y no porque estamos obligados a ello. Así que ese libro que lleva meses en la mesilla y que lees a regañadientes quizá esté mejor en la estantería, esperando el momento perfecto en el que sepamos valorarlo. Ya habrá otras ocasiones.

2.- Escoge un libro corto. Si no sabes qué leer, si sientes que ningún libro te engancha, te deslumbra o te encanta, pues mejor que sea corto. Mejor de 300 páginas o menos que uno largo, en el que inevitablemente tardaremos más en leer, habrá más valles en el ritmo de la trama y nos enganchará menos. Un libro corto siempre es una buena idea para cuando andamos justos de tiempo, y si no nos gusta demasiado antes de que nos demos cuenta ya lo habremos terminado.

3.- Recurre a tus autores fetiche. Admitámoslo, todos tenemos autores favoritos, a los que regresamos de vez en cuando. Uno de sus libros puede ser la tabla de salvación y la ayuda necesaria para darnos un empujoncito en una mala época lectora. Personalmente, siempre tengo un libro sin leer de uno de mis autores favoritos (Fitzgerald, Cărtărescu, Kafka…) para cuando la cosa se ponga complicada.

4.- Lee lo que puedas. No te agobies tratando de leer cien páginas de golpe o tratando de terminar el libro en un fin de semana. Si hoy lees diez páginas, bienvenidas sean. Mañana será otro día.

5.- Ten siempre tu libro a mano. Sácalo a la calle. Llévalo siempre encima y aprovecha esos tiempos muertos que tenemos esperando al autobús, en salas de espera, al esperar un amigo… Aunque sólo puedas leer tres páginas ya será mejor que leer los titulares del periódico o conseguir caramelos rayados en el Candy Crush, y además ahorrarás batería en tu smartphone.

Espero que los consejos que os traigo os sean realmente útiles, y que las crisis lectoras si bien no desaparecerán por completo, se vean minimizados sus efectos. ¿Tenéis algún otro truco que me haya dejado en el tintero?

¡A seguir leyendo!

Namaste.