IMM, Literatura

IMM (54)

Se me amontonan los libros. Se me acumulan las reseñas.

Para paliarlo, vais a tener mucho de ambas cosas, y aprovecho para traeros las incorporaciones a mis estanterías en los primeros meses del año, antes de que la Feria del Libro de Madrid traiga otros tantos. Algunos los he leído ya, así que en breve veréis la reseña por aquí:

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– La semilla de la bruja, Margaret Atwood (Lumen, 2018). De la autora canadiense solo he leído El cuento de la criada y creo yo que ya va siendo hora de que lea alguna otra historia suya. Esta parece una buena opción.

Tránsito, Rachel Cusk. La autora de A contraluz nos trae una historia de una escritora que trata de superar una ruptura matrimonial mudándose.

– Trilogía de Auschwitz, Primo Levi. Llevo queriendo tener una edición que me gustara de Si esto es un hombre muchos años. Tras visitar la exposición de Auschwitz en Madrid, en la tienda había tantos libros que me tuve que contener para no salir con las manos llenas. Al final escogí este, que incluye la trilogía completa del autor. Esta que os traigo es de Ediciones Península.

– La señora Fletcher, Tom Perrotta. Una historia de la que no tengo muchas referencias que apareció un día en el buzón gracias a los amigos de Libros del Asteroide.

El mundo de ayer, Stefan Zweig. Lo miraba de reojo en las librerías, tratando de convencerme de que podía pasar sin él. Pues sí, alguien observador y que me conoce mucho decidió que tenía que tener este libro en casa. ¡Ahora sólo me queda sacar hueco para leerlo!

Las posesiones, Llucía Ramis. Mi primer libro de esta autora, el libro que tengo ahora mismo a medias (junto con otra media docena, huelga decir), envío por sorpresa de Libros del Asteroide.

La primera mano que sostuvo la mía, Maggie O´Farrell. Me gustó mucho Tiene que ser aquí, así que anhelaba leer esta nueva historia.

Poeta en Nueva York, Federico García Lorca. El regalo de Niebla Espesa por mi cumpleaños, una edición ilustrada de Reino de Cordelia con el que por fin me voy a acercar a la obra de Lorca. Os pondré fotografías por redes sociales porque es digno de ver.

Llega la negra crecida, Margaret Drabble. Mi autorregalo del Día del Libro, con opiniones diversas y publicada por Sexto Piso. Mi primera cita con Drabble.

Y vosotros, ¿habéis leído alguno de estos libros? ¿Qué os parecieron?

Felices lecturas.

Namaste.

Aniversario, Literatura

Noveno aniversario

Hace nueve años abrí El blog de Lahierbaroja.

Nueve.

Si echamos la vista atrás, ¿qué cosas han cambiado desde hace nueve años? Muchas, ¿verdad?

En estos nueve años me ha dado tiempo a mudarme dos veces, a cambiar de ocupación más de cuatro, a hacer incontables exámenes… y sobre todo, me ha dado tiempo a leer muchos libros (siempre menos de los que desearía, eso sí), a publicar entradas y a asistir a eventos literarios, a comprar libros y a disfrutar la literatura, a conocer otros lectores que me han enseñado mucho, a querer seguir leyendo.

Sin embargo, algo que no ha cambiado es mi pequeño rinconcito de Internet, el lugar en el que, desde hace nueve años comento con vosotros los libros que leo. Un espacio que en muchas ocasiones desatiendo, pero que siempre me espera paciente a que regrese.

Hoy es mi noveno aniversario. No soy la misma lectora de hace nueve años, tampoco la misma persona, pero tanto aquélla como esta nueva versión de mí os agradecen que sigáis al otro lado de la pantalla.

Sigamos leyendo.

Namaste.

Autor, Literatura, Wells

El fin de la soledad, Benedict Wells

Generalmente dejo pasar varios días, o incluso varias semanas hasta escribir la reseña de un libro que acabo de terminar. Lo normal es que necesite reposar el texto, y me suele venir bien tomar un poco de distancia con la historia que acabo de leer.

En unas pocas ocasiones, las palabras me queman en los dedos, me salen solas. Ésta es una de ellas.

El fin de la soledad es una novela de Benedict Wells que ha sido aclamada por la crítica, llegando a ser galardonada con el Premio de Literatura de la Unión Europea.

Benedict Wells es un joven escritor alemán que nos trae la historia de tres hermanos: Marty, Liz y Jules, a los que el horizonte les trae la fractura de su familia tras la muerte inesperada de sus padres. La fatalidad marca un antes y un después en la vida de los tres niños, que pasan de una situación de felicidad y confort a fría rutina de un internado. Desde este momento cada uno de ellos sucumbirá a lo que le espera según cómo van reaccionando y vemos el influjo de su carácter en su evolución, del paso de adolescentes a adultos.

El-fin-de-la-soledadMarty consigue el éxito profesional adoptando una actitud nihilista hacia la vida que le aleja de sus hermanos.

Liz emprende una huida hacia adelante en el mundo de la noche, la juerga y el desenfreno, que acaba en el mundo de las drogas.

Jules se encierra en sí mismo, sintiéndose abandonado por dos hermanos mayores de los que esperaba más atención, sin saber bien adónde dirigirse. El hermano pequeño es el narrador, que nos ofrece su visión, rememorando los momentos que vivió con sus padres antes de su muerte, analizando situaciones que le ocurrieron en el internado y tratando de encontrar el sentido de sí mismo.

Wells emprende una tarea compleja, la de contar un drama sin caer en la exageración y en la lágrima fácil. Sin embargo, desde el primer momento consigue combinar ambas cosas con un estilo limpio y depurado. Hasta ahí la mitad del libro, más o menos.

Porque justo cuando pensamos que el autor no nos puede ofrecer más, rescata grandes secundarios para darnos una lección en toda regla, incluyendo una variedad de temas que analiza y que pone a prueba a sus personajes: el paso del tiempo, el amor, el recuerdo o la enfermedad son sólo cuatro de ellos.

La vida no es un juego que tiene que acabar en cero. La vida no tiene que ajustar cuentas, las cosas suceden, sin más. A veces es justa y todo tiene sentido. Y a veces es tan injusta que uno duda de todo. Yo le quité la careta al destino y vi que no era más que pura casualidad.

Página 239

La sensación que me ha acompañado durante toda la lectura es la de conmoción, la sensación de que Wells comprende a la perfección a los humanos y sabe reflejarlo en su estilo, consiguiendo aportar mucha más profundidad de la que uno inicialmente pensaba. Lo hace sin grandes descripciones, incluyendo poco a poco los temas y añadiendo de forma sutil la melancolía sin caer en la sensiblonería, y a la vez la sensación racional de la comprensión y admisión de la vida como lo mejor que tenemos los seres humanos.

Con El fin de la soledad he conseguido conectar a un nivel tan grande como para decir que hacía mucho que no me emocionaba tanto con un libro. Como para saber que este libro figurará entre los mejores de 2018. Porque trasmite y llega y lo hace de una forma sutil y elegante, sin caer en la rimbombancia ni la exageración. Porque Wells escribe con mucho talento, cómo aborda los temas y cómo consigue, por un lado, que los personajes evolucionen según van ganando años, y por otro cómo determinados secundarios que pensábamos meros accesorios tienen una importancia definitiva en la vida de los protagonistas.

Con El fin de la soledad he sido capaz de llorar lágrimas de tristeza, mantenerlo alejado para no leer más y atraparlo de nuevo para continuar leyendo párrafo a párrafo, conteniendo el aliento, suspirando y deseando que se acabe y que no se acabe a la vez.

Terminé El fin de la soledad en el mes de febrero. Escribí la reseña el mismo día que lo terminé. Hoy, en mitad del mes de mayo sólo os pido que lo leáis, que os acerquéis al enorme libro que Wells nos ha regalado. Porque sí, la buena literatura es siempre un regalo. Gracias también a Malpaso por descubrírmelo.

FICHA:

Te gustará si te gustó
  • Lulu, Mircea Cartarescu.
Pros
  • La evolución de los personajes y los temas que van apareciendo.
  • El personaje de Ava.
Contras
  • La sensación de que se acaba demasiado rápido.
  • La sensación de la tristeza y melancolía desde la primera línea.

Namaste.