Autor, Literatura, Salter

Todo lo que hay, James Salter

De un tiempo a esta parte he escuchado en múltiples ocasiones hablar de James Salter. De su calidad literaria como escritor que es y a la vez, de lo poco que se conoce. Así que lo apunté en la lista, le pregunté a Pedro sobre su opinión al respecto y como tampoco lo conocía compró este ejemplar que después me prestó.

todoloquehayEl libro se centra en la historia de Philip Bowman, un oficial que estuvo en las batallas navales de Okinawa, que pasó por Harvard y que con posterioridad consigue un trabajo en una editorial. Partiendo de esto, Salter narra la historia de la vida de Bowman, de lo que le va sucediendo a él y a las personas con las que se va topando, esto es, cada uno que forma parte del tejido de la vida de Bowman, presentes y pasados, personajes secundarios que se cruzan en su camino tiempo después: amistades, relaciones amorosas, situaciones en el trabajo… etc.

Narrado desde tercera persona y abundando en diversos aspectos cotidianos (como la temperatura, la decoración de las casas, detalles que uno se encuentra en el camino), Salter ofrece una estética muy cuidada, una narración organizada y bien estructurada para contar la vida de un tipo americano normal, que no destaca por ningún rasgo específico.

Sin embargo, por muchas cualidades racionales y de organización que presente el texto, lo que desde mi punto de vista le falta a este libro es alma. Ya conforme lo iba leyendo, llegados a la mitad de la novela, me daba cuenta de que cuenta la historia de una vida, de forma lineal, sin acontecimientos especialmente dramáticos o drásticos, como si se tratara de un diario en el que se carece de reflexión. La sensación con la que me he quedado es que es el típico libro que habré olvidado dentro de un año, porque no me ha trasmitido ninguna sensación, ni buena ni mala.

También me ha recordado a Davies, pero sin ese punto talentoso que tiene el canadiense para hablarnos de cualquier cosa, sin ese añadido de destino, de lo mágico…

En conclusión, la historia de una vida bien narrada pero con poca especie. Me ha llegado a aburrir por momentos, así que no os digo más.

Y vosotros, ¿habéis leído a Salter? ¿Me recomendáis otro libro? ¿Son todos así? Me quedo con la duda de conocer algo más sobre el resto de su obra, de saber qué le han visto otros lectores que yo no he encontrado en la novela.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • Un autor inteligente que sabe organizar y estructurar la novela con un estilo depurado.
Contras
  • Realmente no hay acontecimientos que hagan variar el tono de la novela. No abunda la trama.
  • Puede resultar aburrido.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (33)

Regreso con las últimas adquisiciones previas a la Navidad. La verdad es que me he ido conteniendo respecto a las compras (tanto es así que en la rentrée de otoño no compré nada). Sin embargo, en el período navideño las cosas serán distintas, así que aprovecharé el Black Friday o el método del autorregalo para adquirir algunos de los libros que me tientan. De momento os dejo los que han llegado recientemente a mi estantería:

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  • Great expectations, de Charles Dickens. No tenía pensado comprarlo pero cuando vi esta preciosa edición no pude evitar llevármelo a casa. Grandes esperanzas es uno de esos títulos que quiero leer desde hace mucho, y ya va siendo hora de volver a leer a Dickens, que desde Historia de dos ciudades han pasado ya demasiados años. La edición es tan, tan bonita, que estuve a punto de comprar también Drácula y El retrato de Dorian Gray.

  • Noticia de este mundo, Gonzalo Muro. El compañero Gww se puso en contacto conmigo por si me interesaba leer su libro, y posteriormente me lo hizo llegar a casa. Soy seguidora fiel de su blog desde hace más de cinco años, y la verdad que tuve curiosidad por este ejemplar. ¡Gracias Gonzalo!

  • Que levante mi mano quien crea en la telequinesis, Kurt Vonnegut. A estas alturas tengo que reconocer que me avergüenza no haber leído a Vonnegut. Y cierto es que no tenía previsto leer primero este ejemplar, pero fue el que nos facilitó por error la editorial Malpaso en la presentación de Los tres violines de Ruven Preuk, así que se vino a casa.

  • Canciones de amor a quemarropa, Nikolas Butler. Uno de los últimos asteroides que me facilitó la editorial, además de mi actual lectura. Ya os contaré porque he leído muy buenas reseñas de esta novela, y aunque llevo poco no pinta nada mal.

  • Ensayos, George Orwell. Ya he comentado en otras ocasiones que me encanta Orwell. Su Rebelión en la granja, su 1984, Homenaje a Cataluña… así que cuando el amigo Bartleby vino a Madrid me topé por casualidad con esta edición y decidí comprarlo. Los ensayos me parecen una forma perfecta de conocer con profundidad al inglés, además de que la edición me ha gustado mucho. Lástima que sea en castellano.

  • Lo que no aprendí, Margarita García Robayo. Una de esas sorpresas que te encuentras en el buzón un día cualquiera. No conocía a la autora pero ya lo he leído. La opinión da para una entrada entera, así que aquí sólo agradeceré a Malpaso el descubrimiento.

  • Los tres violines de Ruven Preuk, Svenja Leiber. Tras la presentación con la autora alemana uno siempre se queda con las ganas de saber qué hay en la novela, si es oro todo lo que reluce o más bien una buena estrategia de ventas. También lo he terminado así que espero tener un día inspirado para escribir la reseña que me temo no va a ser fácil.

Y vosotros, ¿cuáles son vuestras últimas compras? ¿Tenéis planeado adquirir algún libro este Black Friday? ¿Soléis haceros autoregalos?

Mientras tanto, ¡disfrutad de vuestras lecturas!

Namaste.

Cartarescu, Literatura

Las bellas extranjeras, Mircea Cărtărescu

Regreso a Cărtărescu  con el ánimo de una groupie, con la curiosidad de saber que este Las bellas extranjeras nada tiene que ver con Nostalgia o Lulu. Las bellas extranjeras se compone de tres relatos de diferente longitud y distinto tono.

Las Bellas ExtranjerasEl primero, Ántrax, narra la historia que le sucede al autor nada más recibir un sobre con un sospechoso polvo blanco. Situaciones kafkianas y paranoicas de un escritor que tiene que explicarles a la policía por qué cree que eso que hay en el sobre es ántrax.

Y tras decir esto el comisario Ghildus se esfumó en la penumbra del pasillo, como si no hubiera existido jamás. Nos miramos desolados. ¿Acaso teníamos que caminar horas y horas por aquel metafísico castillo, aferrándonos, como el agrimensor K. al comisario Ghildus como si fuera un nuevo Klamm?

El segundo relato, comparativamente el 85% del texto de la edición, le da nombre al conjunto y narra el viaje del autor junto con algunos de sus colegas rumanos por Francia. Un viaje en el que además de presentarse, leer poemas y fragmentos y dar a conocer la cultura rumana, aprovecha para reflexionar sobre literatura, entre otros temas.

Me gusta con locura la palabra “elucubraciones” que los críticos, sobre todo los más jóvenes y faltos de carácter, aplican a menudo a mis libros. Gracias a ellos he descubierto que en mis pobres libros existen infinitas páginas lenas de “elucubraciones”, escritas en una jerga cargada de neologismos de la que nadie entiende nada. Sin embargo, dicen ellos, tal vez se podría entender algo si mis ideas se resumieran en una sola frase -bueno, dos-, breves y concisas. Pero yo, dale que te pego, solo escribo ladrillos de mil páginas que necesitan mucho relleno. Esas elucubraciones son sobre religión, un ámbito, ya se sabe, sin el más mínimo interés (¿la Biblia? Un libro para viejas beatas, eso es lo que es), sobre física cuántica (¿en una novela? En Las edades de Lulú no se dice ni pío sobre las diferentes fases cuánticas ni sobre las ecuaciones no-lineales y aún así la chica ganó premios a espuertas), sobre las sustancias neurotransmisoras del cerebro y otras vaguedades.

El tercer y último relato, El viaje del hambre, narra precisamente lo que promete. Un viaje a una ciudad de provincias en la que lo que más se encuentra es hambre, frío y caramelos de menta.

Los tres tienen como narrador al propio Cărtărescu, lo que ya no llego a saber es el grado de realidad que hay en cada una de las situaciones (se da a entender que alto, pero nunca se sabe). En cualquier caso, los tres relatos añaden aspectos diferentes a los que estamos acostumbrados cuando leemos otras de sus obras. Destaca el humor, rallando en la sátira, el absurdo y lo grotesco. Una demostración del carácter del autor, tímido, alejado de los convencionalismos, que puede recordar a Woody Allen si le añadimos algo más de escepticismo.

Un cambio respecto al tono, pero también sobre lo que cuenta, cosas más mundanas y terrenales, con un estilo plagado de coloquialismos, con abundancia en anglicismos y refranes, todo de la mano de una traductora que consigue un estilo muy logrado, algo que no le debió resultar sencillo.

Sin embargo, Las bellas extranjeras es el tipo de libro que recomendaría sólo a los que ya han leído al autor, dado que poco tiene que ver con la calidad novelística a la que nos tiene acostumbrados. Considero que en ocasiones el segundo relato se hace repetitivo, que se le sobran páginas. Eso y que no me atraen los relatos tan desiguales. Llamadme tradicional.

En definitiva, Las bellas extranjeras es un libro que me ha gustado, con el que me he reído por lo absurdo de sus situaciones, o por el juego que hace el autor, pero está claro que este libro es sólo para groupies.

Oh, París. París es París. En verano huele a pis.

FICHA:

Te gustará si te gustó
  • El autor Mircea Cărtărescu en cualquiera de sus obras.
Pros
  • El sorprendente cambio de registro.
  • El sarcasmo y los comentarios socarrones.
Contras
  • Longitud desigual en los relatos.
  • El segundo se me ha hecho repetitivo en varias ocasiones.

Namaste.

Autor, Literatura, Thompson

1280 almas, Jim Thompson

De toda la vida Thompson ha sido mi escritor de novela negra favorito. No, he leído a todos y cada uno de los autores, reconozco que es una opinión totalmente subjetiva y sin referencia alguna. Si realmente queréis saber más de novela negra, visitad las páginas web de Aramys y Atram, que ellos sí que saben de lo que hablan.

1280-almasEn fin, a lo que iba. Thompson me ganó cuando, en aquélla época dorada llamada adolescencia leí muchos de autores norteamericanos del Siglo XX, Chandler, Hammet, McDonald, eran algunos, pero Thompson era el jefe.

Así que cuando tanto Aramys como Atram me recomendaron 1280 almas, no lo dudé. Decidí comprarlo en cuanto tuve ocasión, y no me ha defraudado para nada.

Nick Corey es el sheriff de Potts County, población con 1280 almas. Aunque él mismo, ya en la primera página nos avisa que debería estar contento por su situación (buena paga, alojamiento incluido en un lugar privilegiado, una mujer, una amante… por algún motivo no es capaz de conciliar el sueño. Quizá sea porque se acercan las elecciones y su contrincante parece que parte de una situación aventajada, o porque quiera resolver algunos cabos sueltos que tiene en el pueblo, el caso es que su situación cambia drásticamente.

No contaré nada más de la trama para no desvelar demasiado, pero lo que nos encontramos desde la primera página es un ritmo vertiginoso de la mano de un autor que sabe muy bien cómo desarrollar la acción. Sorpresas, giros imprevistos y diálogos directos se unen a un gran personaje principal que es capaz de hacernos sonreír mientras enmarcamos las dejas y exclamamos con incredulidad.

La verdad es que necesitaba una lectura de este tipo, ágil y rápida pero no por ello descuidando la calidad del estilo o la trama. Una historia que engancha desde el principio y que viene muy bien para épocas en las que uno tiene la cabeza en otros derroteros o bien que tiene poco tiempo, ya que apenas llega a las 200 páginas y no hay forma de dejarlo de lado hasta que se termina.

Me quedo con las ganas de mostraros alguno de los fragmentos que anoté. Lo apunté en algún papel que no he sido capaz de encontrar.

En cualquier caso, no puedo sino recomendar este libro. Thompson no defrauda.

FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • Nick Corey, gran protagonista donde los haya.

  • Los diálogos.

Contras

  • ODIO el rendondelito amarillo con el precio. Cuando es una pegatina, malo, porque siempre deja marca. Pero que venga en la propia portada, peor.

Namaste.

Asturias, Autor

El señor presidente, Miguel Ángel Asturias

En 2014 se celebran los 40 años de la muerte de Miguel Ángel Asturias, autor guatemalteco y Nobel de Literatura.

el-señor-presidentePrecisamente este autor figura como uno de los autores obligatorios a la hora de afrontar la literatura hispanoamericana. Junto con Gabo, Vargas Llosa o Rulfo, figura Asturias, y una de sus novelas más representativas es ésta.

Lo primero que sorprende cuando empezamos a leer es el exagerado lirismo que aparece en cada una de las descripciones y acciones que ocurren en el Portal del Señor, la zona a la que nos traslada Asturias. Un lugar en el que conviven  y se refugian los mendigos de la ciudad. Sin embargo y a pesar de su tranquilidad y aparente quietud, van a ver alterado su futuro de forma drástica.

Como muestra, un botón. Os dejo los dos primeros párrafos de la novela:

… ¡Alumbra, lumbre de alumbre, Luzbel de piedralumbre! Como zumbido de oídos persistía el rumor de las campanas a la oración maldoblestar de a luz en la sombra, de la sombra en la luz. ¡Alumbra, lumbre de alumbre, Luzbel de piedralumbre, sobre la podredumbre! ¡Alumbra, lumbre de alumbre, Luzbel de piedralumbre, sobre la podredumbre, Luzbel de piedralumbre! ¡Alumbra, alumbra, lumbre de alumbre… alumbre…, alumbra, lumbre de alumbre…, alumbra, alumbre!

Los pordioseros se arrastraban por las cocinas del mercado, perdidos en la sombra de la Catedral helada, de paso hacia la Plaza de Armas, a lo largo de calles tan anchas como mares, en la ciudad que se iba quedando atrás íngrima y sola.

Esto es solo el comienzo. Y es que tras 30 páginas de esta guisa, el autor tiene mucho más que ofrecernos, de ahí que la trama vaya por otros derroteros, en este caso, los verdaderos protagonistas de la historia, los que mueven los hilos en la dictadura de Estrada Cabrera. En este momento, el lirismo se relaja, y se ahonda en el dolor de unos y otros, de los buenos (la absolutamente terrorífica historia de Felina) o la de Cara de Ángel, víctima y verdugo.

Abusos, violencia y tortura son algunos de los ingredientes que nos podemos encontrar. Sicarios y conspiradores, pobres y ricos, víctimas de un sistema que les oprime. El autor no necesita más, así que en este caso abandona el lirismo para embaucarnos con una prosa llena de realismo. Los hechos hablan por sí solos.

Ahora bien, ¿realismo mágico? No a mi entender. Es cierto que existen pasajes oníricos, pero no son del tipo del universo de Macondo, sino de espejismos, de sueños irrealizables, del deseo de cambiar una realidad abyecta.

Justamente por eso me ha recordado más a Zola que a García Márquez. Un Zola latino, un Zola que habla de dolor, opresión, tortura y barbarie, de personajes condenados a la muerte, con un destino de progresivo dolor y soledad, marionetas de un dictador que rige sus vidas, de una organización gubernamental que apisona a cualquiera que se ponga por delante.

Uno de esos libros que aplacan, que deprimen, que te invitan a leer y que sin embargo, es tan duro que no quieres leer. Determinados pasajes quedarán en la pupila durante mucho tiempo.

Y sí, me he acordado de Los miserables. De Fantine. Porque la realidad de Felina es mucho más brutal, más cercana, más real. Uf.

En conclusión, una novela que recomiendo, pero que hay que leer con cuidado. Se corre el riesgo de cansarse del lirismo del autor, aunque bien es cierto que si hubiera sido todo como el inicio la novela se me habría hecho cuesta arriba. Una historia brutal para leer cuando se tenga la mente puesta al 100% en ella. Si estáis en esa situación, no dejéis de leerla porque os sorprenderá.

 FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • El lirismo del estilo del autor. Una prosa única.

  • La evolución de los personajes. Los pasajes que se quedan en nuestra retina lectora.

Contras

  • El lirismo del estilo del autor.

  • Hay que leerlo pausadamente. Corremos el riesgo de cansarnos.

Namaste.