IMM, Literatura

IMM (53)

Os traigo las nuevas incorporaciones a mis estanterías que corresponden al final del año pasado, muchas de las cuales se encontraban a los pies del árbol:

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Las mujeres en el castillo, Jessica Shattuck: una historia que apareció de repente en mi buzón gracias a los amigos de Libros del Lince. ¡A ver qué tal está!

El fin de la soledad, Benedict Wells: una novela llena de premios que quise leer en cuanto la la vi por redes sociales. La acabo de empezar. Las ediciones con cantos de colores son de Malpaso.

Al caer la luz, Jay McInerney. Otra sorpresa en mi buzón, de un autor del que no he leído nada con anterioridad. Ya lo he terminado así que en breve dejaré por aquí la reseña. Edita Libros del Asteroide.

Taxi, Carlos Zanón (Salamandra): regalazo de Atram de Leer sin prisa. Os dejo su reseña por aquí. Tiene muy buena pinta, a ver si pudiera colar su lectura entre mis lista de pendientes.

Jane Eyre, Charlotte Brontë: uno de los libros que quiero leer en este 2018 en una edición minimalista que me gusta mucho. Un clásico que (lo admito) aún no he leído. Austral Singular haciendo que queramos comprarlos todos

Subsuelo, Marcelo Luján. Del autor leí Moravia, y tras comentar con él la historia tras la publicación de mi reseña, me lo ha enviado. ¡Gracias Marcelo! Tengo muchas ganas de leerlo después de ver tantas opiniones positivas. La edición es de Salto de Página.

La mirada de los peces, Sergio del Molino. Tenía pensado comprarlo, pero no me dio tiempo porque me lo regalaron por Navidad. El autor de La España vacía nos trae un nuevo libro, esta vez publicado por Random House.

Clásicos para la vida, Nuccio Ordine. No conocía este ensayo, pero del mismo autor ya leí La inutilidad de lo inútil y me pareció muy interesante. Libro cortito que me vendrá genial porque no paro de leer tocho tras tocho. Edita Acantilado.

Damas oscuras, varias autoras (Impedimenta). Sin duda alguna si ha habido un libro estrella estas navidades, ha sido este. Objeto de culto, portada preciosa, edición para enmarcar y un contenido que promete mucho. ¡Regalazo!

Muchísimas gracias a las editoriales que me han enviado ejemplares. Y no me olvido de las personas que me regalan libros, aún sabiendo que no es tarea fácil. Sois los mejores.

Nos espera un año lleno de apasionantes lecturas. ¡Al lío, que hay mucho por leer!

Namaste.

Autor, del Árbol

La víspera de casi todo, Víctor del Árbol

Decía el otro día David Pérez Vega que leer Premios Planeta no es leer literatura. Mi duda se hace extensible a los Premios Nadal. ¿Es literatura? Bueno, por poner un ejemplo Nada de Carmen Laforet ganó el Premio Nadal en 1945 y es considerada por la crítica una de las grandes novelas españolas del siglo XX… Y además con este libro en concreto mi prejuicio se veía más o menos compensado por leer en la portada un autor fiable: Víctor del Árbol, al que conocí leyendo Un millón de gotas.

La-vispera-de-casi-todoLa víspera de casi todo es una novela más o menos corta, si comparamos con otras del autor, de unas 700 páginas. En ella, un policía atormentado por un caso que le asignaron se ve involucrado cuando una mujer ingresada en un hospital le llama para hablar con él. Paralelamente, una mujer huye de su vida y se refugia en la costa gallega, donde conocerá un elenco de personas con las que trabará diferentes relaciones.

En el inicio iremos conociendo los personajes, sus motivaciones y su pasado. Posteriormente, como habréis podido imaginar, ambas historias se cruzan.

Como en sus historias anteriores, la novela es protagonizada por personajes dañados y dolidos, que llevan a sus espaldas dolor y muerte, enfermedad y desolación. Asimismo, los secundarios cobran un papel importante en el desarrollo de la trama. De esta forma, conocemos más a los dos protagonistas, de la mano de quienes interactúan con ellos.

Todos arrastran algo, el qué tendremos que descubrirlo según vayamos leyendo, para acabar conformando una  novela de conexiones entre personajes infelices que tratan de huir del pasado con mayor o peor fortuna.

Sin embargo, a La víspera de casi todo le he visto muchas pero que muchas pegas. La primera, el desequilibrio en la estructura: es una novela descompensada, en la que se aprecian dos velocidades y dos diferencias notables entre la primera y la segunda parte del libro, como si el autor las hubiera escrito en momentos diferentes. Personalmente eso me ha supuesto que hasta un momento bastante avanzado de la historia me estuviera planteando abandonar, porque no veía la trama, porque apenas sucedía nada. Algo que contrasta con un final cerrado de un modo bastante precipitado.

Si nos atenemos a los personajes, lo que destaca es la excesiva importancia de la tristeza en cada uno de ellos. Tanta tristeza, tanto drama, tanta soledad que parece demasiado. Demasiada intensa, demasiadas casualidades, demasiados sentimientos, hasta llegar a un punto en el que parece una parodia de sí misma, una exageración, algo absolutamente increíble con lo que es difícil empatizar. A esto se le suma el estilo, que resulta recargado, artificial, rimbombante, o al menos para mi entender:

Él la miró a los ojos. Aquellos ojos de praderas segadas. Ojos que le sumían en un sueño narcótico, el nudo furioso de la pasión creciendo en la boca del estómago, el pelo de ella rozándole las mejillas como los filamentos de una medusa que le inoculaba un veneno paralizante.

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Hay una línea muy delgada entre lo real y la pantomima, entre la realidad y la parodia. Es muy fina, pero aún así reconocemos cuándo un actor sobreactúa, cuando alguien no es natural, cuando suena forzado. Es complicado tratar de describir los rasgos de uno y otro pero tenemos muy claro que en un lado están los culebrones y en el otro las grandes películas de la historia del cine.

Para mí esta historia ha sido una tremenda decepción, porque pensaba que me iba a gustar mucho y ha resultado todo lo contrario. Fijaos en el cambio radical: Un millón de gotas acabó entre la lista de lo mejor que leí en 2015, y La víspera de casi todo entre las decepciones de 2017.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • El planteamiento es bueno.
Contras
  • Personajes difíciles de creer por el exceso de drama.
  • La descompensación entre el principio y el final.

Namaste.

Literatura

Diario de un incesto

No conocía este libro, pero la nota de prensa de la Editorial Malpaso era de esas que te hacían querer más, así que acabé solicitándoles un ejemplar de este Diario.

He aquí una historia que causa rechazo desde el primer momento: desde el título y la primera página hasta la última línea.

Diario-de-un-incestoEn primer lugar, hay algo que tras haber leído el libro, chirría, y no es otra cosa que el título. Incesto, según la acepción de la RAE:

Relación carnal entre parientes dentro de los grados en que está prohibido el matrimonio.

Relación: esto es, implica relaciones con familiares consentidas. El resto es violación, agresión y abuso; de menores, en este caso. De los propios hijos en concreto.

Quizá en lo que se piensa es los comentarios que hace la propia hija sobre su padre, el hecho que consigue matizar un título que habría sido mucho más duro sin existir esos comentarios.

Diario de un incesto no es ficción, es la historia de una niña que fue violada durante su infancia y adolescencia. Por todo esto, es una historia que repele, que provoca un nudo en el estómago. El tipo de historia que uno quisiera mantener alejada, ignorar, sacar de su cabeza. O simplemente admitir que no puede ser, que eso no ocurre, que una situación brutal, obscena, asquerosa y repudiable como esta no tiene lugar.

Pero al mismo tiempo, es una historia que consigue que queramos adentrarnos en el dolor, en la situación, en ese libro extraño, pequeño, y negro que nos hace acercanos a la maldad humana. Al dolor, a la fractura violenta de la infancia. Un libro negro por fuera, negro por dentro. Negro lo que cuenta, negro lo que origina. Desagradable.

Obsceno, desagradable, brutal.

¿Qué clase de mente perversa puede violentar a una niña, que además es tu hija?

¿Cómo articula una persona su vida después de que le ocurra algo así?

Y lo leemos, porque es un libro que genera comentarios, que te remueve las entrañas, que no deja indiferente. Que quizá no responde a las dos preguntas de arriba, pero que nos muestra un poco del interior de una niña con un alma herida.

Namaste.

Literatura

Mi propósito lector para 2018

Nuevo año, nuevos propósitos.

O no.

Los míos, los de siempre: tratar de comprar lo menos posible, leer lo que tengo en casa y leer más en otros idiomas.

Os dejo un listado con los diez libros que pretendo leer este año:

1. Tu rostro mañana (II) Baile y sueño, Javier Marías.

2. Mantícora, Robertson Davies.

3. Las batallas perdidas, Eudora Welty.

4. El maestro y Margarita, Bulgákov.

5. El fin del mundo, Upton Sinclair.

6. Al faro, Virginia Woolf.

7. El jilguero, Donna Tartt.

8. Jane Eyre, Charlotte Brontë.

9. Crimen y castigo, Fiodor Dostoievski (relectura).

10. Grandes esperanzas, Charles Dickens.

Y vosotros, ¿tenéis propósitos lectores para este año? ¿Habéis leído alguno de los que figuran en mi lista?

Namaste.