Autor, Literatura, Némirovsky

El baile, Irène Némirovsky

Uno de los pendientes que no podía dejar pasar es esta pequeña nouvelle de Némirovsky. A la autora ya ha había leído en Suite francesa (Salamandra, 2005), una historia que me dejó con una sensación agridulce.

El baile (Salamandra, 2016) es una novelita de apenas 100 páginas que se centra en una familia judía de París. Los Kampf son ricos pero les falta algo que anhelan: la aceptación de la alta sociedad. Para tratar de conseguirlo deciden organizar un baile, uno de esos recordados por décadas que demuestren por qué son una familia a tener en cuenta.

La situación se complica cuando la madre decide que su hija Antoinette, de catorce años, no asistirá al baile. La sorpresiva reacción de la adolescente es sabotear el evento, provocando estupor y sorpresa entre unos padres que desconocen su propósito.

De pronto atrapó entre dos dedos una cana sobre la sien; la arrancó con una mueca grotesca. ¡Ah!, ‘la vida estaba mal hecha! Antes, su cara con veinte años, sus mejillas sonrosadas, pero también las medias zurcidas y la ropa interior remendada… Ahora las joyas, los vestidos, pero también las primeras arrugas… Todo eso iba junto…

Página 68

Lo que plantea Némirovsky es el choque entre dos generaciones, la encorsetada de los padres, heredera de la visión aristocrática propia del siglo XIX y la de los jóvenes que buscan romper con el régimen establecido y pugnan por una libertad de movimientos mayor.

El choque entre madre-hija y los detalles de desconexión familiar, más interesados por dar una imagen de cara a la galería que de comunicarse entre ellos, son retratados de forma exquisita, directa, precisa e impecable, condensado todo con una brevedad que recuerda a Zweig.

En conclusión, El baile es un librito muy interesante que, esta vez sí, me reconcilia con el buen hacer de una autora que plasma parte de su infancia infeliz en las páginas de esta breve historia.

FICHA:

Te gustará si te gustó Suite francesa, Irène Nèmirovsky.
Mendel el de los libros, Stefan Zweig.
Pros – Directa, elegante, certera. Némirovsky mide cada palabra.
– Cómo con muy pocas páginas demuestra su calidad literaria.
Contras – Deja con ganas de más.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (93)

Más libros, más títulos y ejemplares que se han venido conmigo en este mes de mayo.

¿Me acompañáis?

  • La chica que vive al final del camino, Laird Koenig (Impedimenta 2023). Una novedad marca de la casa, un thriller con muy buena pinta del tipo que da gusto alternar entre otro tipo de libros. Y no os digo nada de lo preciosa que es la edición.
  • Los árboles, Percival Everett (De Conatus, 2023). La editorial me ganó con Los Netanyahus de Jonathan Coe. Sí, sé que nada tiene que ver, pero su línea editorial más lo que sé de este título (¿humor sobre el supremacismo blanco?) me han atraído a comprarlo. Ha sido finalista del Booker Price de 2022.
  • Arraianos, Xosé Luis Méndez Ferrín, (Hoja de Lata, Edición Los 10 de los 10, 2023). Los asturianos Hoja de Lata han celebrado su décimo aniversario con nuevas ediciones de sus títulos más representativos. Este es uno de ellos, que me recomendaron en Moito Conto. Como me fío mucho de su criterio, se vino conmigo.
  • El baile, Irène Némirovsky (Salamandra Bolsillo, 2016). Un eterno pendiente de esos que todos habéis leído menos yo. Se lee de una sentada y ya lo he hecho, así que dentro de poco veréis por aquí la reseña.
  • Gótico carpintero, William Gaddis (Sexto Piso, 2012) A David (@davidmcope, editor y traductor) me recomendó hace mucho tiempo a William Gaddis. Primero destacó Los reconocimientos, casi imposible de localizar por estar descatalogado. También mencionó este. No qué esperar pero tengo muchas ganas de empezarlo.
  • Color y significado, John Cage (Acantilado, 2023). Un ensayo sobre los colores y su evolución a lo largo de la historia, un tema muy concreto, quizá extraño que me ha parecido interesante.
  • Para pensar mejor, Marcus du Sautoy (Acantilado, 2023). Otro ensayo también de Acantilado, pero en este caso sobre los procesos de toma de decisiones.
  • El sabor de un hombre, Slavenka Drakulic (Anagrama, 1999). Como os decía en alguna entrada anterior, me estoy aficionando a de vez en cuando a comprar libros de segunda mano. Este en concreto era casi casi obligatorio porque es difícil de encontrar. Y quién no tiene 2 euros para gastar en libros, claro.

Y vosotros, ¿qué habéis comprado en el mes de mayo?

Namaste.

Autor, Bayly, Literatura

Los genios, Jaime Bayly

Los genios (Galaxia Gutenberg, 2023) arrampló por donde llegó desde su publicación. Esto es, por todos los sitios. Aparecía en mi feed de Instagram, lo vi por Twitter, hasta me topé con él en los informativos de la televisión. Todo eso me generó dos cosas: uno, curiosidad por la historia y dos, una especie de sensación de déjà vu con este tipo de libros, esa que de vez en cuando me susurra que no es para ti.

Y al final caí y lo compré.

Creo que ya todos sabemos de qué trata el asunto pero lo resumo someramente por aquí: Bayly novela la relación entre García Márquez y Vargas Llosa que acaba en el afamado puñetazo. Lo del puñetazo es cierto, el peruano golpea a Gabo en el ojo y desde ahí rompen la estrecha relación de amistad que tenían desde hacía años, como colegas en sus inicios como escritores y amigos cuando ambos vivían en Barcelona.

Lo que nunca se acabó de aclarar era el motivo del puñetazo. Se rumoreaba que tenía algo que ver con Patricia Llosa, la mujer de Mario, y con el propio Gabo, pero el resto eran conjeturas.

Pues bien, Bayly parte de lo anterior para novelarlo y proponer una resolución a nuestra curiosidad de chisme.

Lo que no sabía, porque nunca había leído a Bayly, era ni el estilo ni el tono con el que iba a escribir. Y vaya, diría que el exceso de comas y reiteraciones ha supuesto lo suficiente como para hartarme desde que vi que ese era su recurso más usado, os dejo una muestra para que os hagáis a la idea:

Sin noticias de Vargas Llosa, que estaba en Madrid, en el hotel Wellington, el hotel de los toreros, con su novia Susana, y que le había pedido expresamente a Carmen Balcells que no le dijera a Patricia Llosa dónde se encontraba ni cuáles eran sus planes, la esposa del escritor peruano, instalada en la casa de Barranco con sus hijos de ocho y siete años y su hija de apenas seis meses, auxiliada por su madre Olga y su padre Lucho, quienes se encontraban consternados e indignados por lo que Mario le había hecho a Patricia, dejarla sola con los niños en Lima, a merced de los chismes de la ciudad, para irse con una jovencita a la que acababa de conocer en el barco, se vengaba todos los días, minuciosamente, rompiendo y quemando en la chimenea de la casa, los libros que más estimaba Vargas Llosa, libros que le habían firmado Borges y Cortázar, Fuentes y Monterroso, Cela y Umbral, García Márquez y Mutis, Ribeyro y Bryce Echenique, libros que consideraba un tesoro personal de valor inestimable.

Página 90

¡No me digáis que leer un párrafo así no te dan ganas de agarrar el libro y lanzarlo por la ventana!

La cuestión es que si conoces la historia en sí por algún ensayo, si has leído sobre el boom latinoamericano, este libro es totalmente inocuo, ya que no cuenta ni narra nada diferente de lo que se sabe, tan solo añade un supuesto coqueteo con Patricia y Gabo que deja al segundo en una complicada posición, de no querer contar de más para no herirla pero sin las explicaciones que exigía su amigo.

A fin de cuentas Los genios vive precisamente de eso, de la fama de dos de los más grandes escritores de América Latina, dos genios, dos Nobeles que sufrieron un desencuentro. Los detalles biográficos, dónde vivían o qué hicieron es fácilmente investigable y contrastable con la situación real y lo que añade Bayly, su estilo, el ritmo y la parte inventada del puñetazo queda bastante por debajo de lo esperado.

Les gustará a aquéllos que no busquen explicaciones sobre el proceso de escritura o a quienes quieran saber algo de la historia pero a los que los ritmos de los ensayos les parezcan lentos. Bayly ofrece justo lo contrario, un libro sencillo, reiterativo y facilón que se lee casi de una sentada.

Ni más ni menos: el chisme.

Te gustará si te gustó – ¿?
Pros – Entretenida. Se lee de corrido.
Contras – Estilo enrevesado y reiterativo que busca la floritura.

Namaste.

Literatura

Decimocuarto aniversario

23 de mayo. Estoy de enhorabuena.

Hace 14 años que le di por primera vez a publicar una entrada y aquí sigo.

Lo cierto es que me es complicado decir algo nuevo que no haya dicho ya en alguno de los otros post celebrando la efeméride.

Así que no me extiendo: de nuevo gracias a todos por seguir leyéndome, por pasaros por aquí de vez en cuando, por mandarme mails, tomar nota de los títulos que recomiendo y dejarme vuestra opinión sobre vuestras lecturas.

Ya que estamos, porque un día es un día, una pizca de gracias también a mí misma, por ser tan terca y constante como para seguir 14 años después publicando.

No sé cuándo durará esto pero aquí seguimos.

¡Sigamos leyendo!

Namaste.

Autor, Literatura, Toews

Ellas hablan, Miriam Toews

De Miriam Toews habéis visto hace poco por aquí Pequeñas desgracias sin importancia (Sexto Piso, 2022), una historia que me dejó con ganas de más.

Miriam Toews creció en una comunidad menonita, una congregación de ultras religiosos que viven sin apenas ningún avance tecnológico. Como podréis imaginar, este hecho le ha marcado de por vida, y en sus historias siempre incluye aspectos relacionados con su tiempo en la comunidad.

En Ellas hablan (Sexto Piso, 2020) la autora parte de un hecho real: la violación de un grupo de mujeres menonitas a las que se les dice que han sido endemoniadas. En realidad, los hombres de su propia comunidad (familiares, hermanos, hijos, maridos) las han drogado con la misma sustancia que les dan a los caballos, para después violarlas. Todo esto ocurrió durante varios años en una comunidad menonita de Bolivia.

La noticia, la historia original, si la buscáis, es lo suficientemente alucinante como para pensar que es cierto. En la novela Toews parte de lo anterior para narrar la reunión posterior de las mujeres: ¿qué acciones tomar? ¿Han perdonar a los violadores, han de marcharse de la comunidad?

La acción se sitúa en un granero donde se las mujeres se juntan para decidir qué hacer. Allí cada una expondrá sus argumentos y opiniones.

La única certidumbre que conoceremos es la incertidumbre, dice, da igual dónde estemos.

Página 57

Su visión y planteamiento viene, evidentemente, marcado por su concepción religiosa y aislada del resto de la sociedad. Son mujeres que nos saben leer, que no han recibido ningún tipo de educación y que temen las consecuencias para su alma de abandonar la comunidad donde han vivido toda su vida.

Las actas darían vida a las mujeres como ellas me la habían dado a mí. Las palabras eran fútiles, un documento. La vida era lo único. Migración, movimiento, libertad.

Página 184

Juntas pero diferentes, con distintas visiones de la situación, Ellas hablan es un ejercicio de reflexión, libertad, feminismo, con el trasfondo de la violencia sufrida.

¿Dónde está el mal? ¿En el mundo exterior o en el mundo interior?

Página 187

En definitiva, Ellas hablan es una novela muy, muy recomendable: compacta y directa, capaz del análisis pero también del humor o la ternura. Así escrito parece que no tiene mucho sentido, pero cuando la lees le ves la profundidad y complejidad y comprendes que sí, se pueden incluir muchas cosas en un libro cortito como este.

Gracias a Sexto Piso por el envío.

FICHA:

Te gustará si te gustó Pequeñas desgracias sin importancia, Miriam Toews.
Pros – Analítico y duro pero a la vez tierno y esperanzador.
– Cómo compagina unos temas y otros.
Contras – Saber que está basado en un hecho que ocurrió.

Namaste.

Autor, Literatura, Ugresic

El Museo de la Rendición Incondicional, Dubravka Ugrešić

Ugresic llegó a mis estantes con La edad de la piel. Fue su preciosa portada el que me decantó por comprar un libro del que poco había oído hablar de una autora que yo, personalmente, desconocía.

Más tarde fue este, El Museo de la Rendición Incondicional el que compré. Este sí, bien recomendado, este sí, con visos de que me fuera a gustar.

El Museo de la Rendición Incondicional es la novela autobiográfica (o no) de la propia Ugresic: una croata exiliada por la guerra de los Balcanes que acaba viviendo en Berlín. Ella misma lo cuenta así en la primera página:

Algo más: la pregunta de si esta novela es autobiográfica podría, en algún eventual e hipotético momento, pertenecer a la competencia de la policía, pero no a la de los lectores.

Página 10

Ugresic encuentra en un armario un bolso de piel de su madre en el que guarda fotografías. De ahí tira el hilo para retrotraerse al pasado, mientras de forma paralela narra la vida en la capital alemana: la de una exiliada lejos del hogar, la búsqueda del sitio y el camino de sus compatriotas. Conocidos o amigos, vecinos que coinciden en Berlín o recién llegados.

La memoria es, creo yo, un sustituto de la cola que perdimos para siempre en el afortunado proceso de la evolución. Dirige nuestros movimientos, incluida la migración (…) Además, tal vez cuanto más recordamos más cerca estemos de la muerte.

Página 130

Este libro no es sino un artefacto literario de esos que me encantan, porque algunas partes incluyen un diario de la madre de Ugresic y otras una narración más larga en torno a una temática en concreto, mientras que otras son pequeñas píldoras del día a día: apenas varios párrafos de detalles que se

La historia de Christa explica la esencia de la caprichosa memoria, del inconsciente archivar biografías casuales, fotografías casuales, cositas casuales que constantemente tenemos a nuestro alrededor sin saber en realidad por qué. En la secreta topografía de nuestras vidas se descubre que esas, esas cosas casuales están con nosotros por razones que solo más tarde puede confirmar, aunque no necesariamente, una lógica más profunda.

Página 220

Lo hace lo anterior con una sensibilidad acompañada de melancolía o tristeza, pero con al fuerza inevitable del superviviente que tiene que seguir y que narra su historia. Es la historia de los desposeídos, personas que han tenido que dejarlo todo atrás para comenzar una nueva vida que no buscaban. Sin pertenecer de verdad a ningún sitio, anhelado un momento en el pasado que no existe más.

La consciente es resistencia, la fe es acción, se nos acaba el tiempo. Pero, ¿puede ser también la fe volver, permanecer, servir?

Página 189

Qué preciosidad, qué delicadeza, qué bonito descubrir este libro.

Francamente, no hacía otra coas en la vida que leer. (…) La literatura había cambiado sus valores. (…) Si algo sabía era de libros. Los dividía en calientes y fríos. Le gustaban los libro calientes. Lo libros calientes eran muy raros hoy en día. A ella no le importaba la terminología. Seguro que yo sabía a qué se refería cuando decía calientes.

Página 183

No hace falta que os diga de qué tipo es este libro, ¿verdad?

FICHA:

Te gustará si te gustó – Trilogía de la memoria I, II y III, Sergio Pitol.
Pros – La multitud de temas que presenta y el modo de hacerlo.
– Delicado, precioso.
Contras – Triste. No apto para todos los momentos.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (92)

He comprado tanto en abril que aún os enseño los títulos que se han venido a casa con motivo del Día del Libro. Si miro lo que (ya) he comprado en mayo me asusto pero eso lo dejamos para otra entrada:

  • El mundo de los prodigios, Robertson Davies (Libros del Asteroide, 2007). Por algún motivo sin determinar leí los dos primeros tomos de la Trilogía de Depford, El quinto en discordia y Mantícora, pero no acabé leyendo su final, y ni siquiera tenía el tercer título en mis estantes. De ahí que lo pidiera por mi cumpleaños, porque este año la termino sí o sí.
  • Una soledad demasiado ruidosa, Bohumil Hrabal (Galaxia Gutenberg, 2012). No sé bien de de este libro me atrajo más el precioso título o las buenas recomendaciones de la historia, junto con saber que el autor es checo, zona por la que me estoy decantando últimamente.
  • La única historia, Julian Barnes (Compactos Anagrama, 2002). Hay autores muy conocidos que todo el mundo lee pero que a mí no me ha dado tiempo a conocer. De Barnes el libro más famoso es El sentido de un final, pero no estaba en la librería y acabé comprando este. No es muy largo.
  • Valle de nubes, Lewis Grassic Gibbon (Trotalibros, 2023). La segunda parte de la trilogía escocesa me pilla sin haber leído la primera, Canción del ocaso. Hablan muy bien de ella y la edición es preciosa.

  • A lo lejos, Hernán Díaz (Impedimenta, 2023). Si de alguien hemos visto un desdoblamiento es de Díaz, que ha publicado casi a la vez dos libros en dos editoriales diferentes: en Anagrama Fortuna y este western en Impedimenta. Le eché el ojo primero a este, pero de Fortuna también están hablando genial. No soy muy asidua de los western pero creo que también conviene salir de la zona de confort.
  • Leer es un riesgo, Alfonso Bernardinelli (Círculo de Tiza, 2016). Mientras que las novelas me estoy centrando en los países exsoviéticos, en la no ficción el tema es la literatura. Me he ido haciendo con títulos de esos considerados obligatorios, y este es uno de ellos.
  • El desierto de los tártaros, Dino Buzzati (Alianza, 1976). De este título no sé mucho, no es novedad, tampoco demasiado conocido. Sólo sé que hay una opinión unánime respecto a su calidad que incluye al mismo Borges, que firma el prólogo de esta edición.
  • La gran fortuna, Olivia Manning (Libros del Asteroide, 2020). Primera parte de la Trilogía Balcánica, me lo han recomendado en múltiples ocasiones pero jamás le daba prioridad. Coincidiendo con el Día del Libro decidí hacerme con él y ponerle por fin remedio a mi falta de lectura.

  • Biblioteca bizarra, Eduardo Halfon (Jekyll & Jill, 2018). Cada vez me gustan más los libros sobre libros, y este que recopila los gustos del guatemalteco, no podía faltar. La verdad que la portada no es lo más bonita y llamativa que se diga pero bueno, me ha podido la curiosidad.
  • Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado, Maya Angelou (Libros del Asteroide, 2016). El título más famoso de la aclamada Angelou es este que os traigo hoy. Eterno pendiente, lo descubrí buceando por Wallapop. No lo hagáis que de ahí se sale arruinado.

Y vosotros, ¿comprasteis mucho el Día del Libro? ¡Contadme!

Namaste.

Autor, Literatura, Wells

Hard Land, Benedict Wells

Hace ya unos años descubrí a un autor alemán con una novela que me gustó mucho: El fin de la soledad.

El problema que ha tenido este autor era quién lo editaba, que a pesar de publicitarse por todos los sitios ha ido dejando una serie de impagos para todos los que han trabajado en la edición, desde autores hasta traductores. Eso ha implicado que le perdiera la pista al autor y no supiera siquiera que había publicado otra novela, esta que os traigo hoy.

Por suerte la editorial Catedral los ha reeditado el pasado 2022, y en la librería decidí que de nuevo, leería a Wells.

El protagonista de esta historia es un adolescente asocial que pierde a su único amigo y se enfrenta solo a un verano sin saber bien qué hacer. Con una madre enferma y 16 años, Hard Land nos plantea una novela de formación, del verano que cambiará su vida: cuando se enamore y muera su madre.

Yo estaba mareado y pensaba en el pasado, cuando los días se limitaban a ser buenos o malos. Ahora todo era demasiado grande para entenderlo a la primera.

Página 86

El resto os lo podréis imaginar: amistades, dudas, un futuro incierto y la rabia de no entender la enfermedad por la que pasa su madre. Todo añadido a la rebeldía y hormonas propias de la edad.

Escuchar todo eso fue como encender una cerilla en un lugar oscuro de mi interior.

Página 296

El resultado es una novela normal. Correcta. Sin sobresaltos: entretiene y viene genial para leer de una sentada 100 páginas de golpe, pero no ofrece nada que no hayamos visto en otros mil libros, en series de televisión o películas. No es mala pero no es lo suficientemente buena como para recomendarla.

Está bien, sin más.

Una pena para mí reencontrarme con un autor que no llega al nivel que yo esperaba.

¿Las expectativas, quizás?

FICHA:

Te gustará si te gustó El fin de la soledad. Benedict Wells.
Pros – Entretenida.
– Ideal para un bloqueo lector.
Contras – Una más entre otras muchas. No destaca nada.

Namaste.

Literatura

Temporada de huracanes, Fernanda Melchor

Querida Fernarda:

Soy una lectora tuya. De las últimas, de las descreídas.

Porque lo sabrás, Fernanda, pero ha habido multitud de comentarios, reseñas y loas a tu libro, Temporada de huracanes. Y cada uno de ellos me han alejado de la lectura de tu novela.

Porque pensaba que no sería para tanto o que quizá no era para mí, o que, como en otras muchas ocasiones, a veces el contenido de redes exagera malea y reproduce contenidos de márketing que difícilmente se acaban cumpliendo, y todo ello contribuyó a que fuera aplazando la lectura de tu libro.

Finalmente con todo lo anterior en mente, he acabado leyendo tu historia. Y vaya, Fernanda, qué modo de llevar al lector, de hacerle que le falte el aire y de impedir que pare su lectura. Eso ya lo sabes, porque bien has organizado una novela en la que no hay puntos y aparte, en la que no existen los diálogos, en la que cualquier fragmento de brizna de aire ha desaparecido. La sensación es la de un torbellino, uno de esos que trae el mar y no ves venir, de los que te revuelca en la arena cuando menos lo esperas: es rápido, imprevisto y peligroso, porque cuenta con el exceso de confianza del confiado bañista.

¿Qué se te pasaba por la cabeza, Fernanda? ¿Cómo pensaste que lo mejor era añadir una información, sutil, desconocida, para después explicar de dónde viene y volverla a repetir? De nuevo un la rapidez de los detalles que cobran importancia cuando conoces de qué estás hablando. Con esa acción que escala vertiginosamente, donde los personajes aparecen y desaparecen y después conocemos más de ellos cuando pensamos que no volverán.

Es todo tan atropellado que conocemos el final de la historia desde el mismo principio. Porque a la Bruja la han matado y encuentran su cuerpo en las aguas de un canal de riego, eso lo sabemos, pero desconocemos qué ha pasado, porque el quién también lo sabemos, son ellos, a esos que han visto huir de su casa, y serán otros personajes, los secundarios, los que nos den las pistas e información que necesitamos para armar este puzzle que no te deja pensar en nada más y que te absorbe en una espiral de miseria, abandono y pobreza.

Lo siento Fernanda, porque después de tu libro lo único que pensaba es que quería respirar, tomar un aire menos viciado que el que traspasa tu novela, que parece lleno de sordidez.

Lo siento también por no haberte leído antes. Todos tenían razón, has llegado para revolver entre el caos y demostrar que se puede escribir una joya de entre lo más bajo de la pobreza y violencia de México.

Esto, Fernanda, huele desde el primer momento a clásico del siglo XXI, a una nueva versión de lo mejor del boom latinoamericano, de esas novelas que traspasan tiempo y espacio y están llamadas a mantenerse entre lo mejor de lo publicado, entre lo más recomendado, entre lo que no caduca.

A vosotros lectores, si no la habéis leído, tomad aire y hacedlo.

FICHA:

Te gustará si te gustó Las tierras arrasadas, Emiliano Monge.
La ciudad de los vivos, Nicola Lagioia.
Pros – El estilo y la estructura de Melchor.
– El ambiente opresivo.
Contras – Exige toda tu atención y no simultanearlo con otros libros.

Namaste.

Autor, Levi, Literatura

Si esto es un hombre, Primo Levi

Decía, quizá por aquí o quizá por otra red social, que últimamente he abandonado los libros de temática Segunda Guerra Mundial para acercarme a los del entorno soviético (desde la revolución hasta la desintegración de la URSS). Y quizá por eso añadí este título, que de tan indispensable había dado por hecho y que sin embargo, no me había animado a leer.

Y es que durante un tiempo leí mucho de campos de concentración, ensayos o novelas ambientadas en la Alemania nazi. Sin pensarlo muy bien, sólo por el simple gusto de seguir leyendo, mis lecturas iban encaminadas a la misma temática. Y después, pues no sé. Quizá me sobrepasó o quizá pensé que ya había leído todo lo que merecía la pena.

Uno de los últimos fue Goethe en Dachau, los diarios de Nico Rost, un título que a pesar de terminar en mi balance de lo mejor de 2020 no le acabé dedicando una entrada propia. Lo cierto es que a pesar de lo interesante de sus diarios, me costó mucho terminarlo.

Con todo lo anterior en mente, al escoger este título para leer en Semana Santa di por hecho que leería 2 o quizás 3 capítulos y poco más. Me equivocaba: lo leí prácticamente de seguido en 3 días.

Si esto es un hombre no necesita presentación pero aún así la dejo por aquí: es la primera parte de la denominada Trilogía de Auschwitz, y cuenta los momentos en los que el italiano estuvo en el Lager. Lo completan La tregua, que narra el regreso a Italia tras la liberación y Los hundidos y los salvados, un análisis posterior del autor.

Nos damos cuenta de que nuestra lengua no tiene palabras para expresar esta ofensa, la destrucción del hombre.

Página 47

Italia, 1943, Primo Levi es atrapado y deportado hacia Polonia. Allí accede a Monowice, uno de los campos del complejo de Auschwitz, donde pasará diez meses hasta la llegada de los rusos.

¡Ah, poder llorar! ¡Ah, poder enfrentarse al viento como antes lo hacíamos de igual a igual, y no como aquí, como gusanos sin alma.

Página 98

Si esto es un hombre es su experiencia y testimonio de su estadía en el campo de concentración. Como tal, Levi organiza los capítulos según temáticas subjetivas: es capaz de describir su llegada al campo y el tipo de trabajo que desarrollaba pero cuando lo cree necesario incluye diez días en concreto o un aspecto determinado que se aleja de la temática anterior.

Así, lo que él no ha vivido no lo cuenta: el crematorio, el funcionamiento interno del campo o la situación en el frente son desconocidas para él, como lo eran cuando estaba prisionero. Nos cuenta lo que se decía, los rumores o la información que circulaba entre los prisioneros, pero nada de lo que tuviera conocimiento después.

Los personajes de estas páginas no son hombres. Su humanidad está sepultada o ellos mismos la han sepultado, bajo la ofensa súbita o infligida a los demás.

Página 157

Esto resulta, desde mi punto de vista, todo un acierto. Porque a fin de cuentas, Primo Levi no era ni historiador ni escritor, sino simplemente un testigo de uno de los actos más terribles cometidos por la Humanidad., y como tal, cuenta lo que tuvo que vivir allí.

El tono es una mezcla descarnada del dolor del presente con la incomprensión y la falta de análisis del testigo. Las reflexiones llegarán después, los teóricos recabarán datos y nos iluminarán sobre el tema, sabremos lo que sabían los nazis, cómo se organizaban y qué mente abyecta organizó el Holocausto. Es el prisionero el encargado de contar lo que ha visto, describir lo que ha sentido y contar su experiencia.

Yo pensaba que la vida era bella afuera, y que todavía iba a ser bella, y habría sido una lástima dejarnos hundir ahora.

Página 203

Lo hace sin caer en sentimentalismos, con la visión clara, cruda y directa de quien ha visto lo peor, de quien ha sobrevivido al mayor espanto imaginable. Como lo hace el protagonista de Maus, de Art Spielgemann.

Lo menciona Levi en su texto y no quiero dejarlo pasar, el objetivo del texto no es comprender a los nazis, a los asesinos que organizaron la muerte de millones de personas.

Comprender es justificar, así que lo único que podemos hacer es leer, saber qué sucedió, de ahí que leamos muchos de estos títulos para saber, para conocer, para no olvidar.

Hay muchos libros sobre campos de concentración, pero este es clave. No hagáis como yo y leedlo cuanto antes.

Namaste.