Lagioia, Literatura

La ciudad de los vivos, Nicola Lagioia

La ciudad de los vivos (Random House, 2022) era el típico libro que vi hasta la saciedad por redes que descarté leer.

Pensé que se trataría de nuevo del márketing, de una promoción exagerada. Todo el mundo hablaba de este libro, todo el mundo lo estaba leyendo y comentaban las grandes virtudes de esta historia. Todos me decían que lo tenía que leer.

Les hice caso, aún sin fiarme del todo, aún mirando con desconfianza esa cara desdibujada de la cubierta.

La ciudad de los vivos es una historia de no ficción de un asesinato. Un true crimen actual que tuvo lugar en Roma en 2016. Dos tipos torturaron y asesinaron a un joven que apenas conocían. Sin motivo, sin ningún altercado previo.

Lagioia se obsesiona con la noticia y sigue los pasos a los asesinos, hijos de familias pudientes, aparentemente normales, que se conocen en la noche romana. Entrevista a sus familiares y amigos y trata de obtener datos y pistas de la investigación oficial que le lleven a desentrañar el por qué del crimen. Lo hace también con la víctima, Luca Varani, un joven de 23 años al que ofrecieron dinero, ahogado por adicciones y problemas económicos.

El autor trata de comprender la maldad, la crueldad, esa sensación de que no todo el mundo es bueno y en ocasiones basta una chispa para que dos malvados se alineen y traspasen la frontera de la imaginación.

Ningún ser humano está a la altura de las tragedias que se le infligen. Los seres humanos son imprecisos. Las tragedias, piezas únicas y perfectas, parecen talladas por la manos de un dios en cada ocasión. El sentimiento de lo cómico nace de esta desproporción.

Página 49

La ciudad de los vivos es también un libro sobre Roma. Sobre una ciudad eterna que ha visto pasar los más grandes, llena de maravillosos monumentos pero que alberga también espacio para lo peor de nuestro mundo: suciedad, crueldad y ratas. Las de cuatro patas y las de dos: corrupción, violencia, tráfico de intereses. Ambas facciones son descritas y expuestas como si Roma fuera un personaje más, donde parte de la explicación del cruel asesinato viniera dada por el lugar donde tuvieron lugar los hechos.

Lagioia consigue trasmitir a la perfección esa sensación de curiosidad que casi roza lo morboso al tratar de indagar en un suceso criminal, porque, y estáis avisados, cuando empiezas a leer La ciudad de los vivos no puedes parar de hacerlo y nada tiene ningún tipo de interés más que continuar leyendo. Y eso contando los apesares.

A pesar de que, desde el primer momento, sabemos lo que sucede.

A pesar de que, si no conocemos la historia, estamos a un click de acceder a cualquier noticia realizada con el crimen.

Y a pesar de las múltiples (y en ocasiones exasperantes) reiteraciones. Sí, tras 200 páginas ya sé quién es quién, gracias.

Da lo mismo porque el autor consigue traspasar su obsesión, inocularnos un virus en el que, nosotros también, queremos saber qué se esconde detrás de una crueldad máxima, cuáles son los límites de un humano y por qué, tras una noche de fiesta, dos hombres deciden torturar a un tercero.

¿Cuánto necesitamos reflexionar sobre lo que sabemos que no sabemos de las personas a las que amamos?

Página 132

La ciudad de los vivos dispone de todos los elementos de un buen true crime: un asesinato real, la investigación de un periodista y la maldad, el desconocimiento de cómo un humano puede matar a otro.

Namaste.

Autor, Literatura

Las tierras arrasadas, Emiliano Monge

Esta novela de Emiliano Monge vino recomendado por Marta Marne, de quien siempre me fío. Anoté el título y lo dejé estar hasta que lo pude comprar.

Las tierras arrasadas (Random House, 2016) sitúa su acción en un lugar fronterizo de la frontera mexicana, donde los inmigrantes tratan de acceder a Estados Unidos. Ellos, el grupo, desconocidos que buscan una vida mejor. Los que sí tienen nombres propios no son nada halagüeños: Estela, Epitafio, Osamenta, Sepelio.

¡Abre los ojos… tienes que ver lo que ellos hacen… qué dirán de Mausoleo si no se atreve… qué te importa a ti que lloren… si aunque fuera hubiera alguno que aguantara… que no estuviera ahí gritando… igual tendría ése tu suerte… pero no hay ni uno… ni siquiera tienen huevos de aguantarse!

Primero nos pegaron puñetazos y patadas… luego nos dieron con sus tablas… nos tumbaron con las piernas abiertas y se pusieron a pegarnos… todos los días sueño que me matan… que sus tablas me rompen el corazón… ya ni nos daba pena llorar, éramos perros aullando, animales.

Página 65

Ellos, los que tienen los nombres propios, son los que trasladan a los grupos hasta el nuevo país. Ellos son los carceleros de la selva, los matones que violentan a los pobres desgraciados que tratan de cruzar. Los que hacen negocio y disfrutan con la violencia.

La estructura alterna la narración de la historia con párrafos en cursiva donde se incluyen testimonios reales de personas que lo sufrieron en sus propias carnes, pero también donde aparecen citas de la Divina Comedia, sobre todo del Infierno y del Purgatorio. Así entre una acción y otra, dentro del mismo capítulo, encontramos esa diferenciación, que puede llevar a confusión al principio.

Esa combinación funciona bien al contrastar ambas situaciones: lo que les ocurre a Estela y Epitafio, su historia de amor, con quienes tendríamos la tentación de empatizar, pero sin perder de vista las condiciones de los desheredados, de aquellos a quienes se trata tan solo como sujeto pasivo.

Estela es Estela pero también Oigosóloloquequiero y LaqueadoraaEpitafio.

Y como todos los mutismos erizados por el recuero de lo dicho, la sordina al interior de la Ford Lobo es asediada por las cosas que serán pronto exclamadas: necesitados de escucharse, Estela y el soldado abren la boca, arrean sus lenguas y hablan encimando sus palabras: ¡no me puedo yo ausentaremos, comeremos y llamaré de allí a Epitade mi retén toda la tarde y además la normiré luego yo allí aunque sea un ratno deben saber que me he marchremos cuando sea luego otra vez ya por la nochllos me descubren me podrían llevar a juiando ya no sea tan peligroso andar afuera!

Página 73

El estilo, como habréis podido apreciar en el párrafo anterior, es complejo, barroco, plagado de descripciones y de juegos de frases. No es una lectura para estar desconcentrado ni para leer por disfrute, es una lectura que duele, que hiere y molesta.

Teniendo todo lo anterior en cuenta según avanzaba me iba dando cuenta de que no estaba conectando demasiado con la historia. Que los testimonios me interesaban pero no tanto la historia de Estela y Epitafio, y a pesar de reconocer el esfuerzo de una historia cruda, trabajada, compleja, como es Las tierras arrasadas, pero que a pesar de reconocer que se trata un buen libro, simplemente este no es para mí.

FICHA:

Te gustará si te gustó Ni siquiera los muertos, Juan Gómez Bárcena (la parte final).
Pros – La mezcla entre la novela, los testimonios y los fragmentos de la Divina Comedia.
Contras – No he conectado con la historia.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (88)

Enero ha llegado con ganas de ir a la librería, y estos son los títulos que he comprado este mes:

  • Hambre, Knut Hamsun (Ediciones de La Torre, 1997). Con este título me ha pasado una cosa curiosa: lo anoté en mi libreta cuando lo leí mencionado en Un hijo cualquiera de Eduardo Halfon. Hasta ahí nada raro. Revisando los títulos que tengo en dicha libreta para planificar próximas compras, lo vi anotado no una, ni dos, sino tres veces. Así que en diversos momentos temporales esta que os escribe ha sentido interés por un libro del que luego no ha recordado lo suficiente como para volverlo a anotar. Al fin lo tengo. Me pongo con él ya.
  • Las gratitudes, Delphine de Vigan (Anagrama, 2021). De la autora leí Nada se opone a la noche el pasado año y acabó entre los títulos que más me gustaron. Estaba claro que iba a seguir leyendo a la francesa. Dudé entre este y Las lealtades, que quizá debí comprar primero. Aquí la reseña.
  • El Gabinete de las Maravillas de Mr. Wilson, Lawrence Weschler (Impedimenta, 2022). No conocía este título hasta que Fernando en Instagram habló de él. La preciosa edición hizo el resto y ya lo tengo en casa.


  • La ciudad de los vivos, Nicola Lagioia (Random House, 2022). El libro del que todo el mundo está hablando, de los que siempre acabando pensando si será simplemente marketing (y que a veces lo es). Quiero leerlo cuanto antes, claro.
  • Persecución, Toni Sala (Trotalibros, 2023). De este autor leí el año pasado Los chicos y me sorprendió tan gratamente que acabó en la lista de lo mejor del año. Ahí es nada. Esperaba con ganas la publicación de esta novela que parece ser la más importante de Sala. Caerá en breve.
  • Los galgos, los galgos, Sara Gallardo (Malas Tierras, 2019). Una de las consecuencias de leer un libro sobre otros libros es que, inevitablemente, acabas anotando más títulos y autores a la lista de pendientes. Eso es lo que me ha ocurrido a mí mientras leía Altas de literatura hispanoamericana, de Clara Obligado, que he descubierto nuevos autores, títulos que desconocía que me han llamado la atención. Este es uno de los muchos que he anotado en mi libreta.

Y vosotros, ¿habéis comprado muchos libros este mes?

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (85)

Os traigo las que quizá serán las penúltimas incorporaciones a mis estantes de este año, antes de la llegada de la Navidad.



  • Los chicos de Hidden Valley Road, Robert Kolker (Sexto Piso, 2022). Tras buenísimas opiniones que he leído por redes, finalmente yo también he caído. Le tengo unas ganas bárbaras, a ver si despejo las lecturas en curso y me pongo con él.
  • El tugurio, Émile Zola (Trotalibros, 2022). Un tochazo de la mano de Trotalibros, que para mí será mi segundo Zola tras Germinal, que leí hace más de una década. Recuerdo que me gustó mucho.
  • El estrecho de Bering, Emmanuel Carrère (Compactos de Anagrama, 2022). El último libro publicado del francés es un corto ensayo que ya he podido leer. La reseña aquí.


    Últimamente me ha dado por los ensayos, así que los siguientes se han venido conmigo:

  • Las tierras arrasadas, Emiliano Monge (Random House, 2015). Marta me lo recomendó hace tiempo, y por entonces muchas señales fueron las que me hicieron toparme con el autor y, en especial, con este título muchas veces. Finalmente lo encontré en una visita a Tipos Infames.
  • Autores, libros, aventuras, Kurt Wolff (Acantilado, 2010): libros sobre libros. Libros de editores que han publicado a Kafka o a Mann. No digo más.
  • Guerra y lenguaje, Adan Kovacsics (Acantilado, 2008) ¿Cómo cambia la lengua la guerra? ¿Qué usos del lenguaje cambian cuando deja de funcionar la normalidad de la paz? ¿Cómo se estira y cambia el lenguaje cuando queda lejos la paz? Me parecen preguntas muy interesantes que, creo, tratará de poner luz el autor.
  • Viaje al pasado, Stefan Zweig (Acantilado, 2009): el austríaco eterno. De nuevo. A pesar de que tengo muchos libros suyos pendientes este también se une, y fijaos que creo que será el próximo que lea suyo, que ahora estoy enfangada en libros largos y necesito algo breve.

  • Diarios de la Revolución de 1917, Marina Tsvietáieva (Acantilado, 2015). Tengo muchas ganas de acercarme a esta autora, ampliamente recomendada, para ello he comprado dos libros, sus diarios por un lado.
  • Mi madre y la música, Marina Tsvietáieva (Acantilado, 2012): y por otro este breve librito que creo que será el primero que lea suyo.
  • Gran Hotel Europa, Ilja Leonard Pfeijffer (Acantilado, 2021): me pusieron en la mira esta novela en Moito Conto, sobre la turisficación de los destinos vacacionales.

Y vosotros, ¿qué libros habéis comprado últimamente?

Namaste.

Autor, Literatura, Plath

La campana de cristal, Sylvia Plath

Cuando vi esta nueva edición de La campana de cristal (Random House, 2019), sabía que era el momento de comprarlo y de leerlo al fin.

La-campana-de-cristalMi prejuicio con esta lectura pasaba por imaginármelo como una lectura ardua, lenta y muy reflexiva, quizá porque sabía que en parte es una historia autobiografía y por conocer el fatídico final de Plath, que se suicidó con apenas 30 años.

Me bastaron un par de páginas para darme cuenta de lo equivocada que estaba:

Seguro que hay cosas que un baño caliente no cura, pero no conozco muchas.

Página 38

La protagonista de la historia es Esther, una brillante alumna que obtiene una beca para trabajar en una revista de Nueva York. Su estancia en la gran ciudad, junto con sus compañeras, le hará asistir a cócteles, eventos y fiestas pero también plantearse qué es lo que quiere en el futuro. Cuando muchas de ellas ven una buena oportunidad para encontrar marido, Esther trata de seguir su sueño de dedicarse a la escritura.

La campana de cristal se puede dividir de forma muy clara en dos partes: la primera mitad, centrada en su vida en Nueva York, (momento en el que la campana existe pero no se menciona), y la segunda parte, cuando la situación se descontrola y Esther sufre los efectos de la ansiedad y depresión que la llevan a un manicomio.

Pensaba que la creación más bella del mundo debía de ser la sombra, el millón de formas en movimiento y callejones sin salida de la sombra. Había sombra en los cajones de las cómodas y en los armarios y en las maletas, y sombra debajo de las casas y de los árboles y las piedras, y sombra en el fondo de los ojos y las sonrisas de la gente, y sombra, leguas y leguas y leguas de sombra en la cara nocturna de la tierra.

Página 166

Así, mientras que al principio vemos un mundo frívolo lleno de caviar, elegancia y fiestas (Plath es capaz incluso de incluir sarcasmo y humor negro), en la segunda parte, en contraposición, nos encontramos una realidad aséptica llena de incomprensión.

¿Qué nos hacía, en Belsize, tan diferentes de las chicas que jugaban al bridge y cotilleaban y estudiaban en la universidad a la que yo iba a regresar? También esas chicas, en cierto modo, vivían bajo campanas de cristal.

Página 258

Me ha sorprendido la ligereza del estilo, que es claro y directo, sin ningún tipo de alarde. Esperaba algo más duro, más profundo, o un estilo con algún tipo de riesgo, abundancia de reflexiones y pocos diálogos, saltos temporales o algún otro recurso. Pero no. La historia es bastante lineal, abundan los diálogos y está narrado en primera persona.

Quizá con eso baste. Porque lo que sí consigue es que nos pongamos los zapatos de la protagonista, que veamos con sus ojos la sociedad americana de los 50: el machismo imperante, la sensación de no controlar la vida propia, su soledad, que la mantiene alejada de todos, la sensación de ir a la deriva.

Eso es La campana de cristal.

«Continuaremos a partir de donde o dejamos, Esther» – me había dicho con su dulce sonrisa de mártir-. Haremos como si todo hubiese sido una pesadilla.
Una pesadilla.
Para quien está en la campana de cristal, vacía e inerte como un bebé muerto, el mundo es una pesadilla.

Página 257

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • La contraposición entre la primera y segunda parte.
  • Consigue trasladar las sensaciones de la protagonista.
Contras
  • Estilísticamente es una historia muy sencilla. Esperaba algo más, teniendo en cuenta que siempre se incluye como indispensable.
  • La traducción podría mejorarse. Hay algunos párrafos que chirrían.

Namaste.

 

Autor, Del Molino, Literatura

La mirada de los peces, Sergio del Molino

En muchas ocasiones me ocurre que, descubro a un autor y después leo varias obras en poco tiempo. Precisamente eso me sucedió con Sergio del Molino, ya que, tras leer La España vacía, me entró la curiosidad cuando vi en la mesa de novedades La mirada de los peces. No trascurrió demasiado hasta que lo leí.

Sergio-del-MolinoEn este caso, del Molino nos trae una historia casi autobiográfica en la que nos cuenta la vida de su profesor de filosofía del instituto, su decisión de morir dignamente y cómo le marca en la vida del autor.

No se trata una novela que profundice en el tema de la eutanasia y tampoco ahonda en el aspecto filosófico: del Molino nos acerca a sus recuerdos y sus experiencias, rememorando el pasado y todo lo que le contenía: desde el barrio, los amigos hasta la novia y las ocupaciones de esa época. Ahí toca una parte fundamental el profesor, pero como hilo conductor de viaje al pasado.

La historia se puede clasificar como autobiográfica, aunque nunca sabremos hasta qué punto el autor incluye partes noveladas, la mayoría mantiene un eco nostálgico de mirada al pasado y de comparativa con un presente que quizá no se parece a cómo lo habíamos imaginado. La muerte de su profesor será el punto de partida para reflexionar, además de coincidir con otros compañeros que van aportando su visión de un docente clave en la historia de varias generaciones.

A lo largo de las páginas se engarzan distintos temas, realizando un paralelismo entre la vida del autor en la actualidad y la de aquel muchacho que comenzaba la Universidad. Así, distintas temáticas van surgiendo, invitando a la reflexión, pero sin profundizar en ellas, simplemente mencionando los temas, algunos pasados (preocupaciones, sueños, problemas de entonces) y otros actuales, además de la interesante mirada del propio yo por la versión actualizada de uno mismo: cómo me veía entonces y cómo veo ahora que debía de ser esa misma persona.

El aburrimiento te convierte en Sísifo. Subes tu piedra maldiciendo la subida, pero no consientes que nadie te la cambie por otra cosa. Quieres tu maldita piedra, con su mismo peso y su misma textura de granito. Achica los horizontes de una persona, limita su mundo, dale lo mismo cada día a la misma hora. En unos años, rechazará todo lo que altere esa rutina que en verdad detesta, como se detesta a sí mismo.

Página 13

La idea original me pareció interesante, de hecho se trata de una lectura ágil, rápida, dinámica. Sin embargo, posteriormente me sentí muy al margen del sentimiento que parece dar unión a la historia: la nostalgia. Me ha parecido una historia que podría haberme aportado más, que con otro enfoque me habría parecido otra cosa. Y es que la realidad es que la historia me ha dejado muy fría. Sí, me gusta cómo narra Del Molino, no te das cuenta y acabas leyendo páginas y paginas, pero en general se me ha hecho fría, aséptica, floja y con poco interés.

Algunas de las ideas se repiten a lo largo del texto, además de que cada vez veo con más escepticismo esta inclusión del autor como personaje protagonista, que me recuerda a Javier Cercas y a El impostor.

En resumen, esperaba otra cosa, y me temo que esta historia no la recordaré dentro de cinco años. Una pena.

FICHA:

Te gustará si te gusta

Pros

  • El estilo del autor.
  • Lectura ágil.

Contras

  • Se le podía haber sacado más jugo al texto.

  • No me convence la inclusión como personaje del propio autor.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (53)

Os traigo las nuevas incorporaciones a mis estanterías que corresponden al final del año pasado, muchas de las cuales se encontraban a los pies del árbol:

Imm-enero18

Las mujeres en el castillo, Jessica Shattuck: una historia que apareció de repente en mi buzón gracias a los amigos de Libros del Lince. ¡A ver qué tal está!

El fin de la soledad, Benedict Wells: una novela llena de premios que quise leer en cuanto la la vi por redes sociales. La acabo de empezar. Las ediciones con cantos de colores son de Malpaso.

Al caer la luz, Jay McInerney. Otra sorpresa en mi buzón, de un autor del que no he leído nada con anterioridad. Ya lo he terminado así que en breve dejaré por aquí la reseña. Edita Libros del Asteroide.

Taxi, Carlos Zanón (Salamandra): regalazo de Atram de Leer sin prisa. Os dejo su reseña por aquí. Tiene muy buena pinta, a ver si pudiera colar su lectura entre mis lista de pendientes.

Jane Eyre, Charlotte Brontë: uno de los libros que quiero leer en este 2018 en una edición minimalista que me gusta mucho. Un clásico que (lo admito) aún no he leído. Austral Singular haciendo que queramos comprarlos todos

Subsuelo, Marcelo Luján. Del autor leí Moravia, y tras comentar con él la historia tras la publicación de mi reseña, me lo ha enviado. ¡Gracias Marcelo! Tengo muchas ganas de leerlo después de ver tantas opiniones positivas. La edición es de Salto de Página.

La mirada de los peces, Sergio del Molino. Tenía pensado comprarlo, pero no me dio tiempo porque me lo regalaron por Navidad. El autor de La España vacía nos trae un nuevo libro, esta vez publicado por Random House.

Clásicos para la vida, Nuccio Ordine. No conocía este ensayo, pero del mismo autor ya leí La inutilidad de lo inútil y me pareció muy interesante. Libro cortito que me vendrá genial porque no paro de leer tocho tras tocho. Edita Acantilado.

Damas oscuras, varias autoras (Impedimenta). Sin duda alguna si ha habido un libro estrella estas navidades, ha sido este. Objeto de culto, portada preciosa, edición para enmarcar y un contenido que promete mucho. ¡Regalazo!

Muchísimas gracias a las editoriales que me han enviado ejemplares. Y no me olvido de las personas que me regalan libros, aún sabiendo que no es tarea fácil. Sois los mejores.

Nos espera un año lleno de apasionantes lecturas. ¡Al lío, que hay mucho por leer!

Namaste.