Vuelvo después de un parón no previsto. A pesar de tener varias reseñas en el tintero, por motivos de tiempo no he podido publicar hasta ahora mismo. Ruego disculpéis mi ausencia.

Como lectora que nunca ha leído una novela de Henry James, me acerco con desconfianza, con los prejuicios propios del que sabe que se “Gabrielle de Bergerac” se ambienta en la época previa a la Revolución Francesa.
Como lectora contemplo esa preciosa portada y trato de descifrar qué historia se aventura dentro de las páginas del libro de Impedimenta. Intento sacar alguna información de la mirada de la bella dama de la portada, pero sin éxito.
Como indecisa leo las tres primeras líneas y me sorprendo. La historia me engancha desde ese momento. Quedo atrapada por el inicio de una novela que comienza describiendo un retrato del que posteriormente conoceremos algo más. Y me convence, porque James expande su tela de araña a través de una trama bien hilada, por medio de unas potentes descripciones.
El argumento podría resultar típico: una joven de la nobleza rural a la que su hermano busca un pretendiente con el que casarse. Un hombre lo suficientemente rico bueno como para apuntalar una fortuna en decadencia.
Lo gratificante es que, detrás de esa fachada de historia trillada hasta la saciedad, en el que se incluye un mal de amores a tres bandas, el autor nos sorprende con la sutileza y elegancia con la que nos va desgranando una historia que se abre poco a poco, como si de una flor primaveral se tratara.
Y su técnica surte efecto, porque dice mucho con muy poco. Su estilo incluye diálogos teatrales y metáforas paisajísticas con un hilo común, un narrador niño que nos cuenta lo que puede vislumbrar de las conversaciones veladas de los adultos.
A fin de cuentas uno se para a pensar que los personajes son livianos, sutiles, es decir, desconocemos muchas cosas de ellos, pero la situación es vívida. La sensación que me queda es muy buena: engancha desde la primera línea. De hecho uno no se puede despegar de la novela hasta el final. El estilo del autor es interesante, inteligente, combina muchos rasgos que podríamos pensar antagónicos (lo tradicional del argumento con un uso menos romántico que en otros autores) con unos personajes que, a pesar de que no sean demasiados descritos (de hecho, nuestra Gabrielle no es más que un personaje secundario) quedan reflejados claramente en la imaginación del lector.
Me ha sorprendido gratamente. Una novela muy gratificante.
FICHA:
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Pros |
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Contras |
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Espero que aprovechéis este día festivo para leer. Manta, libro y té… ¿alguien conoce algún plan mejor?
Namaste.