Autor, Hesse, Literatura

Frida Kahlo, una biografía. María Hesse

Cuando me encontré esta biografía entre mis regalos navideños, fue una de las sorpresas que siempre alegra ver como regalo. Uno de esos que nos llama la atención en la librería, descartado por un bolsillo insuficiente para alcanzar cada libro que nos gusta.

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Desde siempre la figura de Frida Kahlo me ha atraído. Su vida, su enfermedad, su obra… todo lo que la rodea es complejo y lleno de matices y dolor.

En Frida Kahlo, una biografía encontramos la vida de la mexicana explicada a través de imágenes. Basándose en los datos y utilizando como hilo conductor cuadros, dibujos y fotografías, Hesse crea viñeta a viñeta un acercamiento a la pintora.

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Un trabajo espléndido de documentación e ilustración donde está muy bien pensado qué y cuándo incluirlo, se unen a una edición perfecta, que convierten este cómic como un objeto bellísimo para cualquier coleccionista o interesado de Frida Kahlo.

Las ilustraciones llegan a aparecer hasta en las guardas del principio y del final, detalles de calidad que nos hacen esbozar una sonrisa al leer el lema de Kahlo: viva la vida.

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En definitiva, uno de esos libros bellísimos de adentro hacia afuera.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • La forma de ilustrar de Hesse.
  • Impecable edición de Lumen.
Contras
  • ¡Se hace un corto!

Namaste.

Literatura

Mi propósito lector para 2017

Cada año, al terminar las navidades, publico una entrada comentando lo que quiero leer este año, o las propuestas que me hago a mí misma en relación con la literatura.

Nunca los cumplo. Pero como tradición y costumbre me apetece seguir manteniéndola, aunque estemos ya a la mitad de febrero. Así que os lo dejo por aquí el listado de 10 libros que pretendo leer este año:

  1. El corazón es un cazador solitario, Carson McCullers.
  2. Por quién doblan las campanas. Ernest Hemingway
  3. Las uvas de la ira, John Steinbeck (por CUARTO año en esta lista)
  4. Grandes esperanzas, Charles Dickens.
  5. Jane Eyre, Charlotte Brontë.
  6. Tres tristes tigres, Guillermo Cabrera Infante.
  7. Niebla, Miguel de Unamuno.
  8. Ulises, James Joyce.
  9. Justine, Lawrence Durrell.
  10. Matadero cinco, Kurt Vonnegut.

¿Habéis leído alguno de los que menciono? ¿Os gustaron?

Namaste.

Autor, Colwin, Literatura

Felicidad familiar, Laurie Colwin

Tras publicar Tantos días felices, Libros del Asteroide vuelve a publicar a Colwin con esta novela.

felicidad-familiarY en esta Felicidad familiar, la autora nos cuenta la historia de Polly. Miembro de un clan de conocidos abogados y reputado en su comunidad, casada felizmente con otro abogado y madre de dos hijos. Su vida sigue el compás establecido por una melodía que lleva en los genes: hija solícita, madre amantísima, esposa intachable. Ella hace lo que se espera de sí misma, lo que se supone que ha de ser un miembro de la familia Solo-Miller: esos los que miran a los que tienen problemas por encima del hombro, los que juzgan a los demás, manteniéndose en una burbuja de felicidad y corrección. Sobre todo corrección.

Polly es una pieza que funciona perfectamente engrasada. La que nunca se olvida una fecha, la que participa en la vida de sus hijos, la que siempre está perfecta en cada cena y reunión social. Pero además, es la que no debe mostrarse más de allá de lo que se espera de ella. Todo es sencillo así. Cada uno tiene su papel y no hay más que continuar con él hasta el fin de los días.

Sin embargo, en esa melodía arrolladora, Polly se salta un compás, se come una corchea, comienza a ir contracorriente aunque nadie lo note. Nuestra protagonista conoce a un pintor que no puede ser lo más opuesto a su marido, y se convierten en amantes. De repente la verdad sale a la luz: la realidad de que durante su vida ha estado interpretando un papel, de que no es feliz y de que su vida no le place como se supone que debería.

El papel de Polly no consistía en ser elogiada, sino en elogiar; no en ser distinguida, sino en distinguir. Su excelencia se consideraba normal y corriente, no una cualidad por la cualidad por la que hacer alharacas.

Pero había ocurrido algo y Polly no sabía qué. Se sentía como si una mañana hubiera despertado de un sueño profundo y lúcido cuyo contenido ya no pudiera recordar, pero que lo había cambiado todo. Se había abierto una puerta y por ella había entrado Lincoln, que la distinguía y elogiaba por su excelencia, y quería saber todo lo que ella pensaba y sentía.

¿Podía ser falso todo aquello en que había creído desde siempre?

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De repente surge la fractura, la comparación entre el esposo, demasiado ocupado para preguntarle siquiera cómo le ha ido el día, y el amante, un solícito soltero que se dedica a cuidarla. Enfrentada ante dos formas de ver la vida, lo que ha sido frente lo que podría ser, Polly se aturde y se confunde.

Así, todo aquello que veía normal, su papel dentro de una familia que más que por la felicidad de cada uno de los miembros se preocupa por su desarrollo social y el mantenimiento de su estabilidad como familia, las cosas no parecen tan claras.

Acompañamos a la protagonista por cada una de sus fases, la sorpresa, la comparación del pasado con el presente, las dudas sobre los actos y exigencias del resto de su familia, su análisis personal y su huida hacia delante hasta tomar las riendas de su propia vida. Despliega para ello la autora un estilo directo y aparentemente sencillo que da en el clavo de cada asunto, reflejando una situación que bien podría ser real. Es muy fácil meterse en la historia porque Colwin lo hace posible: conseguimos conectar con los personajes, consigue que la madre de Polly nos saque de quicio, que queramos ser Polly para poder tirar del mantel en la cena. Pero también sentimos la desilusión de sentirse timada, frustrada y descolocada. No es nada fácil hilarlo todo en el proceso que atraviesa la protagonista, y sin embargo, Colwin lo hace posible de una manera que podría parecer fácil pero que no lo es. Además, si a eso sumamos que la historia no decae en ningún momento (al revés, queremos llegar al final), Felicidad familiar se convierte en una de esas historias que se disfrutan desde la primera página hasta la última, de esos libros para empezar a leer un fin de semana de mal tiempo y no salir de casa hasta terminarlo.

¿Por qué no este?

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • Lo fácil que lo hace la autora para contar muchas cosas.
  • No os perdáis la reseña de Sub_zero.
Contras
  • No sabéis las ganas que he tenido de pegar a la madre de Polly.

Namaste.

Autor, Eco, Literatura

El péndulo de Foucault, Umberto Eco

Si echo la vista atrás y pienso en alguno de los libros que supusieron un pilar en mi vida como lectora, sin duda este libro se encontraría en ese listado.

el-pendulo-de-foucaultRecuerdo que lo leí hace mucho años, que me quedé alucinada con lo que tenía entre manos y que llegado un punto levanté la vista y me quedé con la mandíbula a punto de desencajarse.

Tiempo después, llegué hasta a cabrearme con Eco cuando leí El cementerio de Praga, pero tras el fallecimiento del italiano y, sobre todo, tras este artículo de la Jot Down que firma Josep Lapidario, consiguió que se me empañaran los ojos y que decidiera que lo iba a releer. (Sí, también aparece en el programa de Convénzeme, pero al pobre no le dejan explicarse).

El momento llegó el año pasado, con la llegada del otoño y aprovechando una lectura conjunta.

Nuestros protagonistas son tres: Causabon, Belbo y Diotavelli. Estudiosos amantes de la historia, comienzan a tirar de un hilo conspiranoico que se les volverá en contra un tiempo después. Un hilo en el que aparecen los templarios, los rosacruces, los judíos y hasta Hitler.

¿Es posible que la realidad no sólo sobrepase a la ficción, sino que la preceda, o más bien se apresure, con adelanto, a reparar los daños que la ficción provocará?

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El péndulo de Foucault es un laberinto de teorías, referencias históricas y literarias y muchas, muchas curiosidades. Una oda satírica a los libros que se pondrían de moda después, los best-sellers pseudohistóricos, los misterios con protagonistas que buscan el Grial, el arca de Noé o la tumba de algún apóstol. Eco lo toma como punto de partida y lo malea, consiguiendo una magnífica pasta en la que, como buen semiótico, cabe todo. Un despliegue de efectos, flashbacks, conocimientos, historias y anécdotas por parte de un enorme escritor que nos muestra una parte de las cosas que le interesan y que conoce.

Me estaba preguntando quiénes somos nosotros. Nosotros, que pensamos que Hamlet es más real que el portero de nuestra casa. ¿Qué derecho tengo a juzgar a éstos, yo que voy buscando a Madame Bovary para armarle un escándalo?

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Y es que desde las citas que enmarcan cada capítulo, hasta los recuerdos evocadores de Belbo, pasando por los diálogos, caben multitud de temas, de reflexiones y de referencias históricas, literarias, cinéfilas, filosóficas. Lógicamente, tomándolo como partida, surgen comentarios y polémicas en muchísimas de las cosas que dicen y hacen esos personajes.

A partir de entonces, todo búho vivo me habría parecido muerto, entregado por Salon a aquella esclerótica eternidad. Observé el rostro de aquel embalsamador de faraones bestiales, sus cejas pobladas, sus mejillas grises, y traté de descubrir si era un ser vivo o una obra maestra de su propio arte.

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Obviamente, en un libro de 800 páginas hay momentos en los que se puede hacer un poco pesado o denso. El mismo autor admitía que las 150 primeras páginas eran una prueba para el lector. La verdad es que lo recordaba mucho más denso. Quizá ahora sabía lo que me esperaba. Mi recomendación es que os toméis vuestro tiempo al leerlo. Veréis cómo en determinados capítulos no queréis dejar de leer. Simplemente dadle un poco de margen.

Volver a leer un libro que nos ha marcado tanto tiempo después es toda una experiencia. Por un lado, la sorpresa de olvidar muchos detalles, de no recordar qué ocurre a continuación, qué fue primero y qué ocurrió después. Sin embargo, conforme avanzaba la familiaridad con personajes, diálogos y las citas que acompañan los capítulos se hacía patente.

Comentar, además, cada fragmento destacado, cada tema polémico que sale a colación, cada opinión que los personajes nos generan no hace más que dar más valor a la historia. Intuir qué es lo que viene y que la otra persona que lee el libro se entusiasme por él, recordar esa misma sensación que uno sintió en la primera lectura… eso lo consiguen los buenos libros.

Y si después de todo el recorrido, de pasar cada página, de acabar con los post-it y de llegar al final uno se pregunta: ¿Ya? Sólo queda añadir: Siempre nos quedará París. Y el Péndulo.

FICHA:

Te gustará si te gustó
  • El nombre de la rosa, Umberto Eco.
Pros
  • La cantidad de temas que surgen.
  • El estilo de Eco para componer una historia compleja.
Contras
  • El inicio se puede hacer un poco cuesta arriba.

Namaste.