IMM

IMM (20)

En estos días ya otoñales (por fin) apetece más que nunca sentarse a leer un libro. Así que os traigo mis últimas adquisiciones (algunas de las cuales ya han sido reseñados) por si os queréis animar con alguno de ellos:

  • Gabrielle de Bergerac, Henry James. Por si no os llama la atención la preciosa portada de Impedimenta, os diré que atrapa desde la primera línea. En breve os cuento más.
  • Cristianos, Jean Rolin. La crónica periodística centrada en los cristianos de Palestina, que podréis leer en breve. En el nuevo catálogo de Libros del Asteroide publican también otros títulos suyos, como El rapto de Britney Spears y La cerca. La verdad es que tienen muy buena pinta, habrá que ir rascándose los bolsillos.
  • Un mundo aparte, Gustaw Herling-Grudziński. Una historia de la Segunda Guerra Mundial, en concreto centrada en los Gulag que tiene una pinta muy buena. De momento tendrá que esperar un poco, ya que actualmente mi lectura es Claus y Lucas de Agota Kristof y también se centra en esta época, así que intercalaré libros de otra época histórica antes de empezarlo.
  • Carreteras secundarias, Ignacio Martínez de Pisón. Una novela de la que esperaba más, por los buenos comentarios que había leído de él. Mi opinión la tenéis aquí.

Mención aparte merecen las novedades literarias que acaparan las librerías. Muchísimos títulos nuevos, interesantes y muy deseables están deseando que los compremos. Y así seguimos con la lista infinita…

Namaste.

Autor, Literatura

El joven vendedor y el estilo de vida fluido, San Basilio

El joven vendedor y el estilo de vida fluido es la última novela de Fernando San Basilio. En su día acudí a la presentación, pero eso ya los lo conté en otra entrada.

San Basilio nos presenta a Israel, un vendedor que trabaja en una afamada marca de el centro comercial de La Vaguada (Madrid). Para ello utiliza una prosa fresca y ágil, con lo que consigue contar una historia desde el punto de vista del realismo y la cotidianidad.

La vida de Israel cambia cuando comienza a leer El estilo de vida fluido de Archibald Bloomfield y decide cambiar su comportamiento y actitud al adoptar ese estilo de vida fluido que recomienda el autor. A partir de este momento, acompañamos a Isra por un viaje de un solo día que le llevará de un lado a otro, pasando por diversas situaciones.

Lo genial es la ausencia de artificio, la realidad sin exageraciones o maquillajes, de crear situaciones comunes en las que el común de los mortales puede verse involucrado. Si en otras novelas se aprecia claramente que determinados hechos son exagerados, o los diálogos muy forzados, aquí tenemos un claro ejemplo de que, aunque no sea fácil, es posible escribir de un modo realista y a la vez, divertido. Porque durante toda la historia son frecuentes los puntos de humor (ya sean frases, chistes o un modo particularmente gracioso de contar algo).

Este punto no quita para que, de forma sutil se incluyan temas profundos, como el consumismo, la indecisión o la ingenuidad típica de la juventud o una forma muy real (casi palpable, como si nos lo contara un amigo cercano) del modo de tratar de llamar la atención de alguien. Son estos detalles, las pequeñas cosas, las que hacen que este libro se lea de un tirón: una prosa ágil, un período de tiempo de apenas un día (como si del Ulises se tratara) y mucho humor es una combinación perfecta a la hora de enganchar al lector.

Mención aparte merece la edición de Impedimenta: como siempre, muy cuidada, sin ninguna errata, y el prólogo de Mercedes Cebrián, que aúna características que considero indispensables para un buen prólogo: aporta una buena reflexión, es escueto, y no cuenta de más. Pocas veces uno se topa con un prólogo así.

En conclusión, El joven vendedor y el estilo de vida fluido es una novela divertida, peculiar y fresca, que invita a seguir leyendo hasta que se termina. Os invito a que la descubráis en cuanto podáis.

FICHA:

 

Te gustará si te gustó
  • Las buenas intenciones. Max Aub.
Pros
  • La forma sencilla y compleja, a la vez, de retratar la realidad.
  • El humor combinado con el sarcasmo
Contras
  • Pierde empaque al acercarse al final.

 

Namaste.

¿Y ellos qué opinan?

Y ellos, ¿qué opinan? (VI): Belén Gopegui

Belén Gopegui (Madrid, 1963): licenciada en Derecho, escritora y articulista, Gopegui es considerada por Francisco Umbral como la mejor autora de su generación. Al hilo del movimiento del 15M publicó Acceso no autorizado (libro que no he leído pero que espera pacientemente su turno en mi estantería) con el que recibió críticas muy positivas. En conjunto, es una autora que muchos recomiendan con fervor, y que algunos desconocemos.

Desde aquí, cualquiera que lo quiera leer que me avise y organizamos una lectura conjunta en un momento.

1- ¿Cuál es el último libro que has leído?

Estoy leyendo Fresy Cool, de Antonio J. Rodríguez.

Tanto el título como el autor, desconocidos para mí.
Indagando por la web recuerdo haber visto este reportaje de Cámara Abierta, sobre el autor y Luna Miguel, ambos conocidos blogueros (pero no de los de estar por casa, de los cool). Total, que el blog del autor es este. Echando un vistazo a las reseñas de esta novela, no encuentro muy buenas opiniones: os dejo esta y esta.
 ¿Alguno de vosotros lo ha leído?

2.- Un libro que nos recomiendas.

Adrienne Rich, Sobre mentiras, secretos y silencios, Editorial horas y Horas.

Otro libro y otro autor que no conozco de nada. En este caso es complicado encontrar información. Si alguien lo ha leído, le agradecería que me informara del tema.

3.- Un autor por el que sientas fijación.

Raymond Williams.

Académico, crítico y novelista, Williams nació en Gales en 1926. Pronto destacó en sus escritos (artículos, libros, ensayos) por su análisis de la realidad de la mano de un basto conocimiento intelectual y político.

De nuevo y desde aquí, muchas gracias a todos los autores que colaboran en esta sección.

Y vosotros, ¿de quién os interesaría conocer sus gustos?

Namaste.

Autor, Literatura, Moore

Watchmen, Alan Moore y Dave Gibbons

Había una vez una lectora sentada en su sofá, que, cansada del libro que tenía entre las manos, decidió hacer zapping en su televisor. Al llegar a un canal de cine se encontró con una extraña película, de título «Watchmen», sobre unos superhéroes un tanto peculiares. Al terminar la película, a la lectora le supo a poco y en ese momento fue cuando se dijo “tengo que leer el cómic”.

El germen fue la película. Las ganas que me quedaron por saber más, por conocer más en profundidad a todos esos personajes que apenas se esbozaban en la película. La oportunidad me la ofreció después Priceminister, una web en la que se puede comprar de todo, y por supuesto libros. Me dieron barra libre para escoger un libro, y sin dudarlo, elegí este. Tenía mis dudas de si cogerlo de segunda mano o de primera, pero al final me decanté por esta segunda opción. Y así de fácil: eliges producto, comprador y en poco tiempo te llega a casa.

Ya con el cómic en la mano me impresionó su tamaño. Su color. La viveza de su rojo. Del amarillo. Lo cuidado de sus páginas. En fin, mi predisposición, como podéis comprobar, era máxima.

A pesar de que conocía la historia, no me aburrí, más bien al contrario: me di cuenta de lo pobre que se queda la película para un argumento tan complejo, por las sensaciones que trata de cada uno de los personajes. Y he aquí el punto culminante: los personajes.

Watchmen, como os adelanté más arriba, habla de superhéroes. De aquéllos típicos-tópicos seres con mallas que se dedican a salvar el mundo mientras conservan su identidad en el anonimato. Hasta ahí nada nuevo. Lo peculiar, lo brillante, viene después. Son personas cansadas de la realidad en la que viven, desesperadas por su frustración, infelices, descontentas. Algunas añoran un pasado que piensan mejor, otras se lamentan del poco futuro que tienen. Son frágiles o impersonales, son muy humanos o de otros mundos. Son los marginados, los raros, y a la vez los que ponen algo de cordura en su mundo.

A través de cada viñeta, cada capítulo, Alan Moore y Dave Gibbons nos acercan a unos personajes complejos, enzarzados en una trama apocalíptica. Pero aquí lo de menos es el desenlace, lo de menos es el villano contra el que tienen que luchar.

Moore y Gibbons atrapan. Y lo hacen con sus dibujos, sus perspectivas y con sus diálogos. Porque el que a día de hoy siga pensando que un cómic es algo simple, para niños, que se lo quite de la cabeza. Primero que vaya a leer Maus y luego que compre Watchmen.

Me ha impactado sobremanera, lo listo que es este Moore. Además, para demostrar su brillantez, se incluye al final del libro un ejemplo de cómo es el complicado proceso de creación de una obra como ésta. La minuciosa imagen que tiene ya en la cabeza Moore de cómo ha de ser cada una de sus viñetas. En ese punto, el lector echa la vista atrás y vuelve a observar la viñeta de la que habla Moore. Y entonces exclama “este tío es un genio”.

Esta opinión se queda corta, parece un escaso reflejo de lo que me ha transmitido el cómic: desasosiego, incomodidad, pesimismo y conmiseración. Uno se pone en sus zapatos enseguida. Es inevitable.

Es un libro que recomendaré hasta quedarme sin voz, prestaré, volveré a prestar e insistiré lo indecible para que todos los que estén en un radio de 5 kilómetros a mi alrededor lo lean.

Así que voy a terminar de escribir y os dejo una cita extraída del libro, que habla por sí sola.

Vivimos nuestras vidas, puesto que no tenemos nada mejor que hacer. Más adelante ya les buscaremos un sentido.

FICHA:

Te gustará si te gustan
  • Los superhéroes.
  • Los personajes complejos y la intriga.
Pros
  • Las viñetas, los personajes, la historia.
Contras
  • La edición es un poco cara. Pero es normal, teniendo en cuenta el volumen, calidad y color de sus páginas.

 

 

 

 

Namaste.