¿Y ellos qué opinan?, Literatura

Y ellos, ¿qué opinan? (XV): Clara Sánchez

Clara Sánchez (Guadalajara, 1955): licenciada en Filología Hispánica, se dedicó durante años a la enseñanza universitaria. Trabajó en televisión, en concreto en el programa Qué grande es el cine. Posteriormente comenzó su andadura como escritora, obteniendo el Premio Nadal en 2010, con Lo que esconde tu nombre, y el Premio Planeta de 2013 por El cielo ha vuelto.
1.- ¿Cuál es el último libro que has leído?

Tratado de la vida elegante, Honoré de Balzac.

Vaya, se refiere a este libro publicado por Impedimenta. La verdad es que no tengo demasiada experiencia leyendo a Balzac aparte de Eugenia Grandet.

2.- Un libro que nos recomiendas.

El gran Gatsby, F.Scott Fitzgerald.

Si tuviera que jugar al bingo con los libros que creo que van a decir los autores a los que pregunto, este sería uno de ellos. Y El guardián entre el centeno otro. ¡Y el Quijote! (LÍNEA).

3.- Un autor por el que sientas fijación.

Kafka.

Plasplasplas. Me encanta escuchar este nombre. Porque Kafka es uno de los más grandes autores. Y de los que más me gustan, como si no lo supiérais ya.

Y vosotros, ¿habéis leído a Balzac? ¿También recomendáis El gran Gatsby? ¿Vais al bingo de vez en cuando?

Que paséis un fin de semana lleno de lecturas.

Namaste.

Autor, Literatura, Moore

From Hell, Alan Moore y Eddie Campbell

Adquirí este libro hace mucho, mucho tiempo. De hecho os lo enseñé aquí. La responsable de recomendármelo no fue otra que Molinos (graciasgraciasgracias)

La trama se basa en los acontecimientos relacionados con Jack el destripador, el asesino en serie que mató a cinco mujeres en el Londres de 1888.

From-Hell_Marca-aguaAsí, Moore plantea la hipótesis de quién fue el asesino, el por qué de los crímenes y su método. Para ello se basa en toda la documentación que ha ido obteniendo a través de informes policiales, declaraciones de testigos y todos y cada uno de los libros que tratan el tema. Cada personaje, cada detalle y cada conversación está documentado. De ahí que el autor comente cada una de las referencias al final de libro.

Esto se traduce en que From Hell no sea un cómic normal y corriente, dado que no se puede leer del tirón, sino que hay que parar (os recomiendo que paréis en cada página, para conocer la información adicional que aporta Moore). El autor consigue ofrecer una historia llena de detalles, no sólo por la cantidad sino por la calidad.

Partiendo de esta base, crea una historia con mucha personalidad; una historia, desde el punto de vista del dibujo, sencilla, porque el propio Moore renuncia a utilizar nada más que el blanco y negro. Podía haberse facilitado la tarea con el uso de color (el gris de Inglaterra, el rojo de la sangre de las víctimas, el azul de los ojos), pero no lo hace. Y precisamente esta ausencia no hace más que conseguir unos trazos más vívidos, unos rasgos más crueles y severos llenos de un ambiente que nos aplasta.

El título, por tanto, no es aleatorio. Corresponde al encabezamiento de la única carta que a día de hoy se considera escrita por el asesino, a la que acompañaba un riñón humano y que, lógicamente, se escribía Desde el infierno. Así que antes de empezar a leer ya sabemos que un mal se cierne detrás de las tristes miradas de las prostitutas que se reúnen a tomar una pinta; y a pesar de eso, tememos y esperamos que el destino les resulte favorable, que las cosas no sean como sabemos que serán.

El modo en el que despliega una novela de 600 páginas es de quitarse el sombrero. De obra de arte.
Moore es un genio porque puede. Porque lo mismo te cuenta la mejor historia de antihéroes que se puede crear que mete en una historia de un asesino en serie a todos los personajes relacionados con el tema. Y si quiere incluir a Óscar Wilde, que en aquélla época estaba en Londres, lo mete.

Lo hace de la mano de una documentación bastísima, llena de referencias y detalles, en la que desde el primer momento nos damos cuenta de que, a pesar de que el hilo argumental no dejar de ser una teoría, el resto es cierto: el trazado de las calles, los detalles de las víctimas, sus ropas y sus características personales. Todo.

Es una novela tan apabullante, tan sobrecogedora, que uno no puede,  justo cuando termina el libro sino aplaudir.

Aparte de esto, tan sólo me queda agradeceros a todos vuestra paciencia y desearos a todos una noche y agradable y en seguridad.
Vuestro amigo,

Alan Moore.
Northampton, Inglaterra
Mayo de 1996.

FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • Apabullante, brutal y sobrecogedor. Regaladla mañana.

  • Sin duda, la mejor novela gráfica que jamás he leído. Y, de momento, el mejor libro de este 2014.

Contras

  • Ojito con tocar demasiado las páginas: hay tanto color negro que las huellas dactilares se quedan marcadas. Y no, si frotas con las mangas no se van. (Por ese motivo, cuidado con a quién se lo prestáis)

Namaste.

Autor, Orwell

Homenaje a Cataluña, George Orwell

Orwell, uno de los autores base de los que os hablé en esta entrada. Un autor de los que fiarse, a los que hay que leer en cuanto se tercie. No era suficiente, por tanto, todas las menciones que Javier Marías refiere en Tu rostro mañana para tener ganas de acercarme a él. Así que sin más dilación lo leí.

Homenaje a Cataluña es un compendio de las experiencias del británico en la Guerra Civil española, no solamente en relación a su tiempo en las trincheras, sino sus esperanzas e ilusiones, desde el momento en el que abandona Londres y pisa por primera vez en la Barcelona de 1937.

El libro se puede dividir básicamente en dos partes: de un lado, la primera, en la que nos narra la situación de la España de la época: una Barcelona revolucionaria en la que no se veían mendigos por las calles, junto con la realidad de las trincheras, esa calma chicha que tanto le desesperaba por esperar el avance del enemigo.

Posteriormente en la segunda parte, narra las cuitas políticas, las luchas entre comunistas, anarquistas y socilistas, además de su regreso tras resultar herido en el frente, la percepción de una ciudad distinta a la que se había encontrado.

Lo más interesante de su narración es cómo detalla la cotidianidad de la España de la época: la descripción de la desorganización en el frente, los prejuicios de catalanes contra andaluces, o el característico mañana, que suena demasiado actual:

The answer was always a harassed smile and a promise that there should be machine-gun instruction mañana. Needless to say mañana never came.

TRADUCCIÓN PROPIA: La respuesta era siempre una atormentada sonrisa y la promesa de que la instrucción de las ametralladores se haría mañana. No hace falta decir que mañana nunca llegó.

Además, se aprecia una importante diferencia entre su visión de antes y de después de su paso por el frente. No sólo por la situación que había vivido en él (la camaradería independientemente del partido que milita, el calor de los compañeros), sino por su creciente desencanto que se va materializando día tras días. Esto, y sus apreciaciones sobre la prensa en el período de guerra (no me refiero a España, sino a cómo se reflejaba el conflicto en Inglaterra y Francia) consiguen que el lector aprecia ese inicio del desencanto y de la crítica que después plasmaría en Rebelión en la Granja y en 1984.

Obviamente tengo que reconocer que Homenaje a Cataluña no es su obra más destacable y definitivamente no es la que recomendaría para empezar a leer al autor. Pero sí que es cierto que resulta muy interesante recibir de primera mano las opiniones de un ciudadano británico sobre la situación de la contienda de 1937. Si como lectores os gustan las historias de guerra, los análisis sobre las situaciones o simplemente conocer un poco más la represión de Negrín, esta es una muy buena opción.

Para mí, está claro que el siguiente libro del autor será El camino de Wigan Pier. Porque a los autores base hay que seguirles leyendo. Siempre.

FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • El balance entre la cotidianidad de los detalles y el análisis de la situación política y el reflejo de la guerra en otros países.

Contras

  • Los episodios que trascurren en el frente se hacen un poco lentos.

Namaste.

 

Autor, Literatura, Sánchez

El cielo ha vuelto, Clara Sánchez

Podría comenzar esta reseña escribiendo lo que tengo anotado en mi cuaderno:

Buah. Psé. Bueno. En fin… Esto… Psé.

Bueno, aquí estamos. Reseñando el Premio Planeta 2013, uno de esos libros que uno lee por… ¿casualidades? Voy a ser sincera. Es uno de esos libros que en condiciones normales no leería. Pero siempre hay excepciones. Esta es una.

el-cielo-ha-vueltoAl lío.

La trama se centra en una modelo que tiene una vida perfecta, pero que, un buen día coincide con una señora en un avión que le pone en el aviso de que le va a cambiar la suerte. Desde ese momento su realidad va cambiando: le ocurren varios accidentes que afectan a su salud, en el trabajo se ve desbancada por una modelo más joven. Y luego está su marido que, qué queréis que os diga, es para echarle de comer aparte. A este y a los parásitos de su familia.

Hasta aquí.

Porque si nos paramos a analizar un poco más allá nos encontramos con que todos los personajes son insufribles, por mucho que la autora trate de comparar a su Patricia con Anna Karenina. Claro que sí. Con un par. Una historia sin vuelta de hoja, basada en alguna situación real (moc, mala señal. Si un escritor tiene que recurrir a sus experiencias corre el riesgo de que le ocurra como a Nothomb) en la que todo es meridiano, claro como el agua.

Claro como el agua por su estilo, porque se ve que es literatura de producción industrial. Esto es, que sabemos que es Clara Sánchez por su portada, pero que podría ser Lucía Etxeberria, o Isabel Allende o cualquier otro autor. Hay algo tan mecánico en su estilo que podría ser una máquina que produjera libros iguales, sin chispa ni alma.

Una novela que por ni tener bonita no tiene ni la portada, que podría ser azul como el propio cielo que menciona y se quedaron en un rojo, como la sangre de las venas del lector que se las mira preguntándose ¿Por qué? ¿Por qué estoy leyendo yo esto? ¿Por qué se publican este tipo de libros y además se les da reconocimientos y 100.000 600.000 euros?

No todo es malo en esta novela. Se lee rápido, mucho. Es simple y sencillota, sin vuelta de hoja. Las letras son enormes, como camiones en un papel, así que las páginas pasan rápido. Y es cierto que hay temas que se tocan que no están mal del todo, como el miedo al cambio o la dependencia de otras personas, como el frágil equilibrio de algunas vidas. Pero no se le saca partido.

Hay una comparación que siempre utilizo para con los libros. Y es la comparación con la comida. Hay libros que son fabada: riquísimos, sabrosos, pero de complicada digestión. Para leer un capítulo, para asimilar los ingredientes. Se come un plato y no una olla.

Hay otros libros que son ensalada: frescos, animados, interesantes, pero muy veraniegos, puedes leerlos del tirón, dejan un sabor alegre en el paladar. Se puede repetir, siempre animan una comida.

A mí me gustan los chuletones: la carne que está bien hecha, el característico sabor de un autor determinado, ver cómo está en el punto exacto. También me gusta el pescado, rico y sabroso, con alguna espina pero siempre recomendable.

Luego hay otro tipo de literatura: best-sellers o comida rápida, novelas que recuerdan a otras novelas, que podrían parecer comida del día anterior, comida congelada, que alimenta pero con poco sabor, con mucho conservante y otros potingues. Comida que no sabe a comida.

En este universo El cielo ha vuelto son patatas fritas. Esto es, una novela que empiezas y que te terminas de golpe, pero porque son patatas fritas. El tipo de snack que uno come en la playa o esperando el autobús, mientras se hace otra cosa. Sabemos qué marca de patatas nos gustan más, pero eso no significa que vayamos a un restaurante a pedir una bolsa de patatas fritas.

Es lo que es y a mí las patatas fritas me gustan comerlas mientras veo la tele. A excepción de las Pringles, que me ayudan a terminar reseñas como ésta.

FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • Se lee rápido. Si queréis desconectar no parece una mala opción…

  • A mi madre le ha gustado.

Contras

  • Literatura de patatas fritas. Ni chicha ni limoná.

Namaste.

Autor, Literatura

Las tres bodas de Manolita, Almudena Grandes

Almudena Grandes regresa con la tercera parte de los Episodios de una Guerra Interminable. Como ya sabemos por sus anteriores episodios, los seis libros que componen esta serie tendrán como denominador común la época en la Las-tres-bodas-de-Manolitaque transcurren: desde la Guerra Civil a la posguerra.

En este caso, la trama se sitúa en la posguerra española, una época de represión y de dolor, en un país hundido por el hambre, la miseria y las consecuencias de un conflicto bélico que dividió al país.
La protagonista, como ya se adelanta en el título, es Manolita, una joven madrileña que acabará siendo apodada como la señorita Conmigo No Contéis. Una niña que aprenderá a ser mujer demasiado pronto.

A lo largo de toda la lectura no he podido evitar ir comparándola con sus predecesoras, no sólo porque conforman una parte de una serie mayor sino porque han sido mis últimas lecturas de la autora. Probablemente si no habéis leído Inés y la alegría y El lector de Julio Verne esta reseña se os haga aburrida. Pasad directamente al cuadro del final y listos.

La historia de Manolita comienza cuando se ve envuelta en un favor, el que tiene que hacerle a Antonio, su hermano, un comunista sobre el que pesa una orden de búsqueda y captura. Sin embargo, esto no es más que la punta del iceberg de una historia enorme: de política, pobreza y lucha, de amor y odio, de temas mundanos y utópicos. Una historia muy compacta, la más trabajada de las tres. En primer lugar porque se trata de una novela coral, en la que toman un importante protagonismo los personajes secundarios: como el Palmero o Eladia. Personajes con historias muy distintas, pero que se van enlazando como un eslabón al otro, y que visto desde perspectiva cobra mucho más sentido.

En segundo, porque aunque parte de una trama aparentemente menos atractiva, todo se une, todo está unido, y esta unión se hace a través de saltos temporales, de referencias al pasado y al futuro.

El lector, como ya ocurriera con Inés y la alegría, se ve empujado a una historia que, desde la primera línea ya está en marcha. Esto es: se abre el telón y los actores ya están hablando de temas con mucha chicha. Aunque al principio pueda parecer una complejidad añadida, consigue dejar pegado a las páginas de un lector que va adivinando de cada conversación de qué trata el asunto.

Había de todo, y todo valía mientras una excitación imprecisa, universal, corriera por las venas de los asistentes como un líquido brillante y espeso, capaz de hacer más brillante, más espesa su sangre.

Si a Inés y la alegría le veía pegas (las enumeraciones, la densidad de terminados capítulos, el completo cambio de espacio-tiempo) y a El lector de Julio Verne otras (infantilismo al tener como protagonista a un niño), aquí no puedo más que ser categórica: Las tres bodas de Manolita es un novelón. Una historia completísima que radiografía uno de los momentos más oscuros de la historia de España. Pero más allá del contexto histórico, Las tres bodas de Manolita es una historia de amor, por la familia, por los amigos; donde las emociones surgen en cada frase y en cada diálogo. Una de esas novelas que nos encogen el corazón, con las que cruzamos los dedos deseando que no ocurra lo que parece que es inminente.

Y es que, desde la mitad de la novela ya tenía la sensación de que se trata de una novela redonda, sin aristas, una novela bella, por el estilo que despliega Grandes, con una trama grande en la que relucen personajes pequeños; un libro compacto en el que cada personaje se une a los demás como las capas de una cebolla: hay que ir conociendo unos y otros hasta adentrarse en el interior de la hortaliza. Y después, cuando ya hemos terminado, echar un paso atrás para ver todas esas líneas de las tramas sueltas: todos esos personajes que conforman un todo.

Aunque parece sencillo no es fácil conseguir que la acción y el interés no decaiga en un momento, mantener la atención de un lector tras 700 páginas. Esto se debe, al equilibrio que se mantiene en el estilo en cada momento, en los cambios de registros cuando es necesario (si la historia de Manolita tiene varios vericuetos y saltos temporales, la de Isabel es puramente lineal).

Mi sensación es que Grandes vuelve a sus orígenes, esto es, a las historias de mujeres fuertes, que buscan sobrevivir de un modo u otro. Historias que recuerdan a Atlas de geografía humana: mujeres con personalidades muy dispares pero que tienen las cosas muy claras y que luchan por lo que quieren. Si con El corazón helado consiguió darle una vuelta de tuerca a una historia de amor, con Las tres bodas de Manolita subyuga a un lector que mantiene el corazón encogido y que se da cuenta de lo lista que es la madrileña.

Porque existen hambres mucho peores que no tener nada que comer, intemperies mucho más crueles que carecer de un techo bajo el que cobijarse, pobrezas más asfixiantes que la vida en una casa sin puertas, sin baldosas ni lámparas. Ella no lo sabía, pero yo sí.

Por mi parte, lo que sí que sé es que desde ahora va a ser mi novela favorita de Grandes. Una novela redonda.

FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • El desarrollo de la historia de Antonio, Eladia, Manolita y el Palmero.

  • La brutal historia de Isabel Perales García. Tan dura como real.

  • ¡Por fin hay un listado de personajes al final del libro! ¡Gracias Tusquets!

Contras

  • El inicio puede parecer un poco apabullante. Pero no es para tanto.

  • Recomiendo que las leáis en orden, por las referencias de unas con otras.

Namaste.