Autor, Ditlevsen, Literatura

Las caras, Tove Ditlevsen

Ditlevsen acabó el año pasado entre mi lista de lo que más me había gustado. No es de extrañar que, cuando Seix Barral anunció que publicaría un nuevo libro de la danesa, lo anotara en mi calendario para hacerme con él cuanto antes.

¿Me gustaría tanto como la Trilogía de Copenhague (Seix Barral, 2022)? Las expectativas eran altas.

Las caras (Seix Barral, 2023) va de rostros, de caras, de esas que lleva la gente:

Ojos, nariz, boca, un triángulo tan sencillo, ¿cómo podía dar pie a infinitas variaciones?

Página 8

Las caras de los demás, las que nos inquieren, nos preguntan y nos juzgan.

¿Aguantaría hasta el final esa cara con huellas de tantas cosas que el resto del mundo debía ignorar? ¿No se volvía hacia ella con hostilidad cuando no la vigilaba?

Página 19

Copenhague. 1968. Nuestra protagonista es una escritora de éxito de libros infantiles. Casada y con tres hijos, comienza a desconfiar de su marido, de las intenciones de su hija, de cómo la juzga Gitte, la mujer a la que tiene contratada en casa. Sus caras no son lo que eran y cree que su marido y Gitte están confabulados para volverla loca. Dentro de sí sabe que su intención es matarla. O peor, provocar su suicidio.

Unas llamas rojas le ardían detrás de los párpados y sus lágrimas no bastaban para apagarlas.

Página 84

Las caras ofrece un relato directo y duro sobre la enfermedad mental, sobre la contraposición entre lo que creemos ver o pensar y el mundo que nos rodea. Lise está sola, todos los demás tienen intención de perjudicarla, no puede fiarse de nada ni de nadie. Su soledad desemboca en una desesperación que no puede ignorar, que quiere aplacar pero que no sabe cómo.

El relato es cronológico sin saltos temporales, donde abundan las comparaciones y las metáforas, casi hasta la utilización exagerada de este recurso, que en las primeras páginas destaca para crear imágenes potentes pero que se desinfla con el paso de los capítulos.

Era mi cumpleaños y esperaban que mostrase una alegría radiante y redonda como una pelota que sostener con las manos para que todos la viesen.

Página 155

Ditlevsen ahonda en esta ocasión en la temática de la enfermedad y del suicidio, al contrario que en la Trilogía de Copenhague donde se incluían aspectos sociológicos y políticos y de búsqueda de la identidad. En Las caras el tema es uno y claro: el avance de una enfermedad mental contado por quien la sufre. La desesperación de quien no entiende qué sucede alrededor, el miedo a lo que vendrá.

El grupo de pacientes que deambulaban en silencio se había dispersado como una formación de pájaros cortada en dos por un avión. Se les empezaban a caer las caras y, con manos temblorosas, se las palpaban en un intento de evitar que ese elemento desconocido que había bajo su piel se hiciese patente, como una enfermedad secreta oculta detrás de la otra que todo el mundo veía. Escribió: «No hay camino hacia el amor. El amor se atraviesa en el camino y cuando desaparece deja el camino destruido».

Página 159

Si añadimos lo evidente: que Ditlevsen se acabó suicidando, lo anterior puede ser catalogado como un relato de corte autobiográfico de una autora que sabía de lo que escribía.

Me temía que Las caras no iban a estar al nivel de la Trilogía de Copenhague. Me equivocaba. Ofrece otra visión del universo de la danesa, una cara del poliedro que forman los intereses, los temas y las obsesiones de un escritor.

Deseando leerla de nuevo.

FICHA:

Te gustará si te gustó Trilogía de Copenhague, Tove Ditlevsen.
Los ojos vendados, Siri Hustvedt.
Pequeñas desgracias sin importancia, Miram Toews.
Pros – Certero y muy potente. Trasmite todas las sensaciones de la protagonista.
– Para anotar citas desde la primera página.
Contras – Uso exagerado de las comparaciones y metáforas.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (89)

Os he recomendado alejaros de Wallapop porque, de verdad, puede llegar a resultar un peligro.

¿Empezamos?

  • Los días contados, Las almas juzgadas, El reino dividido, Miklos Bánffy (Libros del Asteroide, 2009 y 2010). La llamada Trilogía Transilvana es una de esas historia que, como la Trilogía de Deptford, de vez en cuando veo que recomiendan y que tengo siempre en mi radar. Así que cuando vi que vendían estas 3 novelas nuevas y a un buen precio, no lo dudé. Los lectores hablan maravillas.
  • 13,99 euros, Fréderic Beigbeder (Anagrama, 2000): no sé muy bien quién ni cuándo me ha recomendado esta historia, quizá algún podcast quizá algún artículo que he visto por Internet. El tema es que este mismo comprador de Wallapop también tenía este y me acabé animando… lo de ya que estaba puede llegar a ser preocupante además de peligroso.
  • La espuma de los días, Boris Vian (Alianza, 1993 reimpresión 2017). De mi adorado Vian siempre tengo la sensación de que he leído menos de lo que debiera. Esta es probablemente su novela más conocida, pero yo aún la tengo pendiente.

  • Las muertas, Jorge Ibargüengoitia (Cátedra, 2023). Uno de los muchos títulos que anoté cuando leí el Atlas de literatura hispanoamericana de Clara Obligado era este. Sorprendentemente esta famosa novela no estaba publicada hasta hace bien poco o bien se encontraba descatalogada.
  • Momentos estelares de la humanidad, Stefan Zweig (Acantilado 2002). Para mí la editorial de Zweig es esta. Y este el primero que Zweig, pero lo leí en una edición de Círculo de Lectores y quería tener un ejemplar de este título para su futura relectura.
  • La vida instrucciones de uso, Perec (Anagrama, 2019): en este caso fue un podcast el que me hizo comprar este libro y poner en mi radar, esta vez de verdad, al escritor francés. La edición es la conmemorativa de Anagrama.
  • Las caras, Tove Ditlvesen (Seix Barral, 2023). De la autora leí Trilogía de Copenhague, que me encantó. Cuando vi que la editorial publicaría un nuevo libro suyo sabía que no me lo podía perder. Reseña.
  • Jóvenes héroes de la Unión Soviética, Alex Halberstadt (Impedimenta, 2023). Tengo la sensación de que últimamente he cambiado las historias de nazis por las historias de la URSS. No sé, pero no parece casualidad que acabe leyendo más autores soviéticos o ambientados en Rusia, la de antes o después de la Revolución.

Y vosotros, ¿habéis comprado muchos libros este mes?

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (84)

Agosto se fue con algún libro nuevo, y la rentrée ha llegado como todos los años, pisando fuerte. Aquí las últimas incorporaciones, empezamos por los primeros libros que llegaron a mis estantes a finales de agosto y primeros de septiembre:

  • Podio, Andrés Lomeña (Alianza, 2022). Envío de la editorial, será mi primer libro del autor, lo veréis pronto por aquí. ¡Muchas gracias, chicos! Reseña aquí.
  • Moby Dick, Melville (Penguin, 2014) : en mi última visita a París regresé a la librería Shakespeare and Co y este es el título que escogí. Soy de las que intentaron leer este tocho en el pasado pero pudo conmigo, espero que esta vez la balanza caiga a mi favor.
  • As portrait of the your artist, James Joyce. Al igual que el anterior, de mi viaje a Nueva York me traje esta novela. Lo elegí tras visitar la exposición en torno a la conmemoración de 100 de la publicación de Ulises de Joyce en The Morgan Library, muy recomendable.
  • El oficio de vivir, Cesar Pavese (Seix Barral, 2022): mencionado muy mucho por Alejandro Zambra en su libro No leer, la verdad que él mismo critica determinados aspectos del libro del italiano, pero a mí esta reedición me ha empujado a comprarlo. Cada vez me gustan más los diarios, las notas sobre lecturas y ese tipo de libros, de ahí que no dude en hacerme con ellos, al no tener muchos en casa.
  • La tercera boda, Kostas Taktsís (Trotalibros, 2022). No me juzguéis: estoy comprando libros por encima de mi capacidad lectora, lo sé. Este es uno de ellos que, me temo, tendrá que esperar a que le toque su turno de ser leído.
  • El ala derecha, Cegador 3, Mircea Cartarescu (Impedimenta, 2022): llevo dando la matraca con este señor desde 2011. Que le van a dar el Nobel, ya veréis. Esta es la última parte de su trilogía Cegador, en la impecable edición a la que nos tiene acostumbrados la editorial.

    Y los que he comprado en mi última visita a la librería:
  • La particular memoria de Rosa Masur, Vladimir Vertlib (Impedimenta, 2022). No conozco al autor pero sólo con leer algo de la sinopsis allá hace un par de meses, anoté el título y sabía que en cuanto lo sacaran me haría con él.
  • Un hijo cualquiera, Eduardo Halfon (Libros del Asteroide, 2022). El último de los títulos del guatemalteco que ha publicado la editorial, que sabía que no me podía perder. Por aquí habéis visto con anterioridad varios del autor: El boxeador polaco, Monasterio, Canción y Duelo. Seguro que lo leo enseguida, como los anteriores es una lectura muy corta. Reseña, aquí.
  • Trilogía rural, Federico García Lorca (Trotalibros, 2022). Admito que a García Lorca lo tengo bastante abandonado, seguramente desde alguna lectura obligatoria en el instituto. En esta edición ilustrada se incluyen las tres obras Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba. Ha sido la ocasión perfecta para hacerme con tres libros que aunque os sorprenda, nunca he llegado a tener.
  • La extraña desaparición de Esme Lennox, Maggie O´Farrell (Salamandra). De O´Farrell he leído bastante, aunque me queda todavía Instrucciones para una ola de calor, por aquí habéis visto Tiene que ser aquí, La primera mano que sostuvo la mía, Sigo aquí y Hamnet. Este no tenía pensado comprarlo, pero me topé con él en la librería y me animó lo corto que es. Enseguida le hago un hueco.
  • Sóniechska, Liudmila Ulítskaya (Anagrama, 2022): recomendación de Macarena, la autora se postula con una futurible Nobel. Este será mi primer libro de ella. Una lectura breve. Reseña.
  • La promesa, Damon Galgut (Libros del Asteroide, 2022): ambientada en Sudáfrica, es la historia de una familia que se reúne para un funeral. Se vino sin planificarlo, me temo que también le tocará esperar.

Y vosotros, ¿habéis comprado muchos libros estas últimas semanas?

Namaste.

Autor, Ditlevsen, Literatura

Trilogía de Copenhague, Tove Ditlevsen

Llego a Trilogía de Copenhague un poco por recomendaciones de varios lectores, pero sin saber con exactitud qué me voy a encontrar, a finales del año pasado lo compré y decidí leerlo este año.

Este libro incluye es autobiografía más o menos ficcionada de la autora, Tove Ditlevsen, con tres partes bien diferenciadas.

El inicio, como es de esperar, comienza con la infancia, donde nos narra su pasado familiar y los sentimientos de niña incomprendida que le acompañan desde pequeña. Su afán por escribir, por tener amigos y huir de la pobreza de su casa son tempranos y constantes:

Oscura es la infancia, siempre gañendo con un animalillo (…). Casi todos los adultos dicen haber tenido una infancia feliz y puede que hasta lo crean, quien no lo cree soy yo. Yo lo que creo es que han logrado olvidarla.

Página 38

Narrada cronológicamente y con el uso de narrador en primera persona, la infancia de la autora viene marcada por la pobreza en el extrarradio de la capital danesa, en las primeras décadas del siglo XX. La inestabilidad económica junto con el auge del partido nazi forman parte del ambiente en el que ella comienza a desarrollarse, en una casa fría de un barrio obrero de la capital. Allí reside con sus padres y su hermano:

Todo el mundo se encariña con mi hermano y yo muchas veces pienso que a él su infancia le cae mucho mejor que a mí la mía. Tiene una infancia hecha a medida que va ensanchando con armonía a la par que él crece, mientras que la mía la cosieron para otra niña a la que seguro que le habría sentado la mar de bien. Cuando pienso así, mi careta se vuelve aún más estúpida, porque no puedo hablar de estas cosas con nadie y siempre sueño con conocer a alguien extraordinario que me escuche y me comprenda. En los libros he leído que hay personas así, pero no existe ninguna en la calle de la infancia.

Página 40

La segunda parte, de título Juventud, comprende la etapa de vida de adolescente que busca un trabajo con el que ser independiente mientras que persigue que le publiquen alguna de sus obras en una editorial. Más aburrida quizá, la temática es más monótona y apenas hay cambios en los personajes que ya conocemos. Eso, sumado con que es la parte más larga consigue ralentizar la narración. Lo cierto es que me encallé lo suficiente como para colar otra lectura entre medias, menos mal que continué.

No sé muy bien cómo, consigo salir por la puerta con todas mis esperanzas rotas. Despacio, paralizada, echo a andar hacia casa a través de la primavera de la ciudad, la primavera de los demás, la gozosa metamorfosis de los demás, la dicha de los demás. Jamás seré famosa, mis poemas no valen nada. Me casaré con un obrero cualificado con trabajo estable que no le dé a la botella o tendré un empleo fijo con derecho a pensión. Después de esta mortífera desilusión, tardo mucho en regresar a mi cuaderno de poesía. Aunque a nadie le gusten mis poemas, no me queda más remedio que escribirlos, porque mitiga la pena y la añoranza que encierra mi corazón.

Página 106

Por último, la tercera parte, Dependencia, describe el momento en el que se convierte en madre y su situación de entonces: desde el éxito profesional gracias a sus libros hasta los problemas personales por los que pasa: un primer matrimonio fallido que lleva a un segundo matrimonio que acaba abruptamente para acabar con un tercer matrimonio que le lleva de cabeza a la adicción y a la sumisión ante un hombre que sabe cómo conseguir lo que quiere.

Todos hemos fracasado en algún plano de la vida y tengo la sensación de que nuestra juventud ha acabado junto con la ocupación.

Página 348

Me ha sorprendido mucho el tono y el cambio de tema entre la segunda y la tercera parte, esperaba algo muy diferente a lo que nos narra aquí, que es oscuro, cruel, solitario, desesperado. Gana en complejidad y reflexiones, ahonda en los problemas psicológicos de Ditlevsen y en la relación tóxica con su marido.

De forma directa y sin subterfugios, expone el sentimiento de abandono y la adicción a la que se somete tras encontrar una sustancia que le lleva a un estado de irrealidad. Recuerda esta parte a Lucia Berlin, al tono descarnado de quien considera que no le queda nada en la vida. Sólo narrarlo.

Me quedo con la duda saber cuánto de todo esto es cierto, pero si recuerdo que Tove Ditlevsen se suicidó en 1976 ya pienso que mucho de lo aquí expuesto no es sino verdad, aunque habría que acudir a una biografía de la danesa para cerciorarse.

En resumen, Trilogía de Copenhague es una mezcla de Elena Ferrante, Lucia Berlin y Sylvia Plath. Recuerdos de un barrio pobre en la infancia, las ansias por salir adelante y escribir y la desazón al comprender los subterfugios más claros de la personalidad junto con una sociedad que siempre, siempre, espera otra cosa de nosotros.

Muy, muy recomendable. Mi consejo: alternar las partes con otras lecturas.

FICHA:

Te gustará si te gustó La amiga estupenda, Elena Ferrante.
Manual para mujeres de la limpieza, Lucia Berlin.
La campana de cristal, Sylvia Plath.
Pros – Poética, sensible y dura.
– La tercera parte.
Contras – Desigualdad entre las partes.
– Repetición de temas durante 2/3 del libro.

Namaste.

Autor, Gómez Bárcena, Literatura

Lo demás es aire, Juan Gómez Bárcena

Regreso a este autor después de haberle seguido los pasos atentamente. Primero fue Kanada (Sexto Piso, 2017), luego Los que duermen (Sexto Piso, 2019) y más tarde Ni siquiera los muertos (Sexto Piso, 2020). Tenía muchas ganas de leer Lo demás es aire (Seix Barral, 2022) y por eso lo compré en cuanto apareció por la librería y hasta podría decir que avasallé al autor para que firmara mi ejemplar.

En esta ocasión la reseña va a resultar mucho más sencilla que las anteriores. Porque esta historia no es otra que la historia del pueblo de Toñanes. De los vivos y de los muertos, de los que vivieron hace tres siglos y los que eran jóvenes en los 70, de los primeros habitantes del pueblo y del chico de los dinosaurios. De todas aquellas vidas de los vecinos que han hecho llegar al mundo de ahora. Un repaso por épocas, por momentos, por historias y situaciones diversas pero en la que todos comparten más cosas de las que creen.

Así de insignificante es Toñanes: ni siquiera un impacto frontal a 110 kilómetros por hora puede detener a los que lo atraviesan.

Página 15

El autor se encarga de meternos a la vez en todas las historias organizando la estructura de un modo original: por un lado, aprovechando los márgenes para añadir el año de la anécdota que nos está contando. Por otro, utilizando un tipo de capítulos especiales a modo de distribuidores del texto. En estos escoge un tema común (el sol, una preocupación, un olor), para conectar a los personajes y mostrarnos que, en el siglo XVI o en el XXI, el modo ha cambiado, pero la base, lo más pequeño, la raíz, no.

Y es que estamos ante una novela cuántica, en la que todo ocurre a la vez, en la que una vista a un acantilado conecta con aquél que se ahogó cien años atrás, donde una moneda encontrada en el campo nos retrotrae con aquél que la perdió varios siglos antes: nuestra alegría es su tristeza, nuestra caja de tesoros aumenta mientras que esa persona ha de enfrentarse a lo imprevisto.

Los personajes son introducidos a modo de lista siguiendo los libros de nacimientos y muertes que se pueden encontrar en cualquier parroquia. A raíz de sus nombres Gómez Bárcena novela su vida e imagina el carácter de aquéllos vecinos, suponiendo cómo debían ser al ir tomando determinadas decisiones, qué les motivaba y cómo se llevaban con la comunidad.

Con ese modo de exponerlos también consigue señalar la vorágine de las cosas: nombres que repiten, apellidos familiares, un hilo de parientes; pero también la pequeñez de las personas, lo efímero de nuestro paso por el planeta donde lo único que dejamos será un nombre y, quizá, legajos reclamando un pedazo de terreno.

El único personaje que sobresale de entre todos es el niño de los dinosaurios. ¿Adivináis su nombre? Efectivamente: Juan. Al igual que el protagonista de Ni siquiera los muertos, este Juan también busca a un Juan. O quizá a muchos Juanes, los antepasados que llegaron antes de él y que habitaron Toñanes, dando forma a un árbol genealógico que sitúa y quizá justifica todo el armazón del pueblo.

Algunas noches, ese niño que ya no es tan niño se lleva a la cama su tesoro. Antes de quedarse dormido acaricia el hendedor, la moneda, el añico de cerámica. Acaricia al ciervo herido, el bolsillo vacío de Pedro, el rostro de Catalina (…). El niño de los dinosaurios se duerme quizá pensando en eso: en el tacto de los vivos y en el tacto de los muertos.

Página 213

Esta novela no sólo es un gran ejercicio de arquitectura textual y de organización y concatenación de las historias que lo contienen. Es también un gran trabajo de documentación para recoger giros del lenguaje, la descripción de tareas pasadas y el día a día de los vecinos del pueblo de Toñanes.

Eso no es sorprendente porque si de algo puede presumir el autor es el trabajo enorme que se palpa en cada uno de sus libros. Lo que sí que no esperaba era la conexión personal, el punto sentimental que muy poco a poco va aflorando a medida que vas leyendo. Lo demás es aire es también un canto a los pueblos: Toñanes como representación de nuestros pueblos. Huyendo de la exageración y caricatura de los extremos, describe de forma auténtica lo que siente hacia su pueblo, algo mucho más complejo para alguien que lleva toda la vida conectado a un lugar.

¿Miedo de qué? Miedo de que la madrileña vea el pueblo (…) y no sea capaz de entender que es, de alguna manera, parte de sí mismo.

Página 466

Lo demás es aire viene a contradecir lo que yo creía que era Gómez Bárcena en las anteriores reseñas: aquí no es un suicida, ni un pirado. Es un tipo terrenal que el tema que quiere tratar lo trabaja, lo modela. Y aunque parta de una historia normal, sencilla, es capaz de innovar, de cambiar, de aportar a la historia. Anotaos su nombre porque este autor nos va a dar grandes alegrías.

Además, si no lo habéis leído nunca, creo que Lo demás es aire resulta un gran libro para empezar a conocerle. Directo para la lista de lo mejor de 2022.

FICHA:

Te gustará si te gustó Ni siquiera los muertos, Juan Gómez Bárcena.
Pros – Historia delicada, emotiva y sencilla a la vez.
– Estructura y organización original.
Contras – El inicio puede resultar un poco confuso.

Namaste.

Autor, Literatura, McCullers

El corazón es un cazador solitario, Carson McCullers

Empecé a leer esta novela en 2018. No creáis que tengo tanta memoria como para recordarlo con exactitud, por suerte alguna ventaja tiene que tener usar GoodReads, donde se almacena toda esta información.

Lo abandoné un tiempo después, encallada allá por la página 80, pero sabiendo que antes o después volvería a esta historia.

4 años más tarde decidí que era el momento de demostrarme a mí misma que en 2018 no tenía razón y que entonces aquella pobre lectora no sabía apreciar un buen libro. Pues fijaos que 4 años después aún no tengo clara esa afirmación.

Digo solo en parte, porque quién me iba a decir que también esta vez me atascaría en la primera mitad del libro. Y a pesar de que he utilizado la vieja estrategia de llevar siempre el libro conmigo para tratar de leer en cualquier ocasión que se presentara, la realidad es que durante varios meses no leí ni una sola línea.

El corazón es un cazador solitario es una novela de soledades, de personajes que se encuentran acá y allá, que llevan un peso de tristeza, desconfianza o incomprensión. El primero y principal es Singer, un mudo que sí puede escuchar pero que sólo puede mantener conversaciones con su amigo griego. A su alrededor varios personajes muy diferentes entre sí se conectarán: una niña que descubre la pasión por la música, un médico negro que trata de atender a la mayor cantidad de pacientes posibles, el posadero de un bar que ve pasar a todos ellos…

Una música maravillosa como aquélla podía representar la peor herida que se pudiera parecer. Aquélla sinfonía era el mundo entero, y ella era demasiado pequeña para escucharla.

Página 136

Situada en los años 40 en el estado sureño de Georgia, la pobreza, el racismo y la opresión son claves para entender la soledad que mencionaba más arriba, porque todos los personajes son invisibles para una sociedad que no los tiene en cuenta: una niña, un negro, un pobre, un mudo. Personajes que están al margen de las decisiones, de la influencia o el poder.

Cada uno lleva escrita en sus venas su propia lucha: la de su raza, su género o su situación social, la de tantos otros que pasaron por lo mismo que han tenido que sufrir ellos: las injusticias, el abuso del poder, la de aceptar que eso es normal en el mundo que viven, sabiendo que no les queda otra más que apretar los dientes, callar y continuar.

La sensación que tuve cuando la traté de leer es la misma que ahora que ya lo he terminado: es un buen libro, con personajes complejos y bien formados, con interesantes temas que dan para reflexionar y comentar, con geniales descripciones de las personas y los ambientes. Pero me falta algo: una chispa, un cambio de rumbo, una conexión mayor con la trama y con ellos. Mi sensación es la misma que tienes cuando ves a los peces en la pecera: que sí, que muy bonitos, pero que sus colores, su tristeza, su situación no ha atravesado el cristal.

No sé si es porque mis expectativas son altas o porque inconscientemente estoy pensando en Steinbeck o Faulkner pero por desgracia tengo que admitir que este es un buen libro pero no es para mí.

Contadme si lo habéis leído, me interesa conocer cuál es vuestra opinión.

FICHA:

Te gustará si te gustó Ojos azules, Toni Morrison.
La canción de los vivos y los muertos, Jesmyn Ward.
Pros – Los personajes que crea y la relación entre ellos.
– La variada temática que despliega, sabiendo que lo escribió con ¡23 años!
Contras – La primera parte de la historia se hace pesada.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (80)

Como ya vaticinaba, abril iba a traer muchos más libros.

Empezamos por los libros que me han regalado por mi cumpleaños:

  • La última niebla / La amortajada, María Luisa Bombal (Seix Barral, 2021). Aunque muchos lo duden, hago caso a los lectores que tienen gustos similares a los míos. Esta reedición de una autora del realismo mágico no me la podía perder cuando la recomendó Fernando en su Instagram. Incluye dos nouvelles y unos cuantos relatos. He leído ya la primera así que la reseña ya sabéis que la tenéis aquí.
  • La acusación, Bandi (Libros del Asteroide, 2017). Hace ya muchos años tenía en el punto de mira este libro, pero como en tantas otras ocasiones, lo dejé pasar. Fue Jesús Artacho quien lo leyó recientemente y me lo recordó, después me lo regalaron. Es cortito, lo acabo de empezar. Reseña, aquí.
  • Ciudad ocupada, David Peace (Hoja de Lata, 2022): reconozco que he terminado de tener la trilogía de Tokio de Peace sin haber leído ni siquiera la primera parte. Espero solucionarlo ya mismo, a Tokio Redux le toca su turno en las próximas semanas.
  • La mirada del ángel, Thomas Wolfe (Trotalibros, 2022): el último título publicado en la editorial es este tocho de Thomas Wolfe (que yo siempre confundo con Tom Wolfe, fallo mío). La crítica lo pone por las nubes y cuya edición en castellano era complicada de encontrar.
  • Diarios (Tomo I), Rafael Chirbes, (Anagrama, 2021): regalo de mi hermana, recomendación de Ester de Moito Conto, los diarios de uno de los grandes autores españoles. De él leí en su día Crematorio.
  • La librera de París, Maher Kerri (Navona, 2022): una novela centrada en la vida de Sylvia Bleach, la novela ha sido un éxito y se ha traducido a muchos idiomas. Las opiniones que he escuchado de él son muy positivas. ¿La conocíais? Aquí la reseña.
  • La muerte del comendador, Haruki Murakami (Tusquets, 2019): alguien quiere convencerme de volver a leer a Murakami. Qué mejor que regalarme este libro del japonés para que no tenga excusa.

En cuanto a las compras con motivo del Día del Libro, son las siguientes:

  • No leer, Alejandro Zambra (Anagrama, 2018): un autorregalo de un autor al que en ficción sólo le he leído con Bonsái. En casa tengo La vida secreta de los árboles y también su novela más larga, Poeta chileno. He colado este ensayo para empezarlo, paradójicamente, el mismo día del libro. Son textos y comentarios literarios cortos con lo que viene bien ir alternándolo con otras lecturas.
  • La escuela de canto, Nell Leyshon, (Sexto Piso, 2022). Primero fue Del color de la leche, luego, El show de Gary y más tarde El bosque. Este es el último libro publicado por la editorial de la británica. Será el cuarto que leo de ella.
  • Rostros del agua, Janet Frame (Trotalibros, 2022): el único libro de la editorial que me faltaba ya es mío. (Sí, estoy comprando todo lo que edita Jan).

Para terminar, una última incorporación recién salida de imprenta:

  • Lo demás es aire, Juan Gómez Bárcena (Seix Barral, 2022). Los que llevéis tiempo por aquí ya sabréis que sigo los pasos de este genial autor desde que leí Kanada. Luego llegaron Los que duermen y Ni siquiera los muertos y mi entusiasmo por lo que escribe va en aumento. Esta es su última novela, recién publicada.

Y vosotros, ¿habéis comprado mucho estas semanas?

Que sigan las buenas lecturas y a preparar la lista de compra para la Feria del Libro.

Namaste.

Autor, Bombal, Literatura

La última niebla, María Luisa Bombal

Llego a María Luisa Bombal, como ya os adelanté, por recomendación de Fernando (@tylerdurden78zg en Instagram).

En esta nueva edición (Seix Barral, 2021), se incluye toda la breve obra de Bombal: dos novelas, La última niebla y La amortajada y también otros textos como Trenzas, Lo secreto o La historia de María Griselda.

Bombal es considerada la madre del realismo mágico. No lo digo yo; no lo dicen los críticos, lo proclamaron directamente dos propios miembros del selecto club del boom: Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez.

Cronológicamente previa a estos, Bombal se crio entre Chile y París a principios del siglo XX. De familia aristócrata, bilingüe, tiene influencia de cultura francesa y bávara y en su estilo se detecta una clara tendencia al lirismo.

No obstante, desde hace mucho, flota en mí una turbia inquietud. Cierta noche, mientras dormía, vislumbré algo, algo que era tal vez su causa. Una vez despierta, traté en vano de recordarlo. Noche a noche he tratado, también en vano, de encontrar el mismo sueño.

Página 23

La última niebla es la historia de una mujer que tiene un apasionado encuentro con un misterioso hombre. La ambientación es clave para situarnos en un mundo onírico, gris, en el que lo real y lo soñado están muy próximos.

Con la vaga esperanza de haberme equivocado de calle, de casa, continúo errando por una ciudad fantasma. Doy vueltas y más vueltas. Quisiera seguir buscando, pero ya ha anochecido y no distingo nada. Además, ¿para qué luchar? Era mi destino. La casa, y mi amor, y mi aventura, todo se ha desvanecido en la niebla; algo así como una garra ardiente me toma, de pronto, por la nuca; recuerdo que tengo fiebre.

Página 52

Bombal es femenina por los cuatro costados: se aprecia no solo en la mirada felina de la fotografía de la contraportada que parece dedicarnos, sino también en la narración, con una protagonista mujer que se enfrenta a la valoración y opresión de la sociedad por que se adecúe a lo que se es espera de ella, y cómo no, se acabe casando. El ambiente de hacer siempre lo que le dicen a una que ha de hacer. Tiene la chilena predilección por los ambientes opresivos que vaticinan debacles. La tragedia no se narra pero se intuye. Se intuye porque lo malo, sea lo que sea, acabará ocurriendo antes o después.

Alrededor de nosotros, la niebla presta a las cosas un carácter de inmovilidad definitiva.

Página 54

Ella misma admite que lo más importante para su escritura es el ritmo, y que si escoge una palabra precisa pero que no encaja con el ritmo, la descarta. Interesante pues la última parte de esta edición que incluye una breve nota autobiográfica donde nos acerca a su vida, del todo desconocida para mí, donde ahonda en detalles sobre los grandes literatos de ambos lados del charco con los que tuvo el placer de coincidir: Pablo Neruda, Gabriela Mistral y Federico García Lorca por decir tres.

Me guardo La amortajada y el resto de los textos para seguir leyendo a esta autora triste, desolada, misteriosa y emotiva.

FICHA:

Te gustará si te gustó Los recuerdos del porvenir, Elena Garro.
Pros – La ambientación y el estilo lírico.
– La visión femenina mezclada con el ambiente irreal.
Contras – La brevedad. Deja con la sensación de querer más.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (68): el regreso.

31 de agosto. Día Internacional del Blog. Buen momento para volver por aquí y dejaros unas palabras después de tanto, tanto tiempo.

La vuelta a la mal llamada Nueva Normalidad me dejó bastante descolocada. En junio me prodigué poco por aquí y en julio directamente desaparecí. Mis vacaciones coincidieron con un bloqueo lector que me llevó hasta agosto, donde la falta de tiempo me animó a mis pocas ganas de leer para avanzar poco o nada en mis lecturas.

Pero al final, poco a poco, los días se hacen paso y aunque he ido escogiendo lecturas más o menos sencillas que me ayudaran a seguir mi bajo ritmo lector, he podido acabar algún que otro libro que os iré enseñando.

Además, como era de esperar, tenía muchas ganas de pasarme por las librerías. En este caso os traigo el primer pedido que hice, 10 libros, la cifra que suelo comprar cuando me acerco a la Feria del Libro de Madrid. Son los siguientes:

  • El corazón de las tinieblas, Joseph Conrad. La edición la firma la editorial Navona, que ha decidido sacar una línea con los libros ineludibles, los que siempre figuran en la lista de libros atemporales. Justo lo estoy leyendo ahora mismo. Es corto así que espero terminarlo en breve.
  • Nada más real que un cuerpo, Alexandria Marzano-Lesnevich. Recomendación de Diego por Instagram (otro lector enamorado de Libros del Asteroide). Un libro que tenía curiosidad por conocer. Como siempre, no leí la sinopsis antes de comprarlo. Os adelanto que hay un asesinato, el resto lo dejo para la reseña, que ya lo he terminado.
  • Hambruna roja, Anne Applebaum (Debate). Suelo comprar ensayos históricos sobre temas que me interesan. El Holodomor ucraniano es uno de ellos, así que me decidí por este.
  • Mientras agonizo, William Faulkner. A pesar de que ¡Absalón, Absalón! en la estantería desde hace bastante, me tentó esta edición conmemorativa de Anagrama y al final se vino conmigo.
  • Heredarás la tierra, Jane Smiley (Tusquets). He leído un par de libros de esta autora (La edad del desconsuelo y Un amor cualquiera) y ambos me gustaron. Con este título le dieron el Premio Pulitzer así que mis expectativas son muy altas.
  • Viaje a Rusia, Josep Pla (Destino). La pluma lúcida e inteligente de Pla la disfruté en El cuaderno gris, y me apetecía volver a él. Ha pasado demasiado tiempo, lo sé.
  • La piedra de toque, Edith Warton. Esta edición la firma Circulo de Tiza. Y sí, de verdad que este va a caer en breve.
  • Middlemarch, George Eliot (Alba Editorial). Uno de mis eternos pendientes que quiero leer cuanto antes. Libro largo, mítico, de esos que hay que leer y que admito, me avergüenza decir que yo aún no lo he leído.
  • La palabra del mudo, Julio Ramón Ribeyro. Descubrí al autor por el ensayo de Aquellos años del boom, de Xavi Ayén. No lo he leído nunca y tras ver esta edición del 90 aniversario de Seix Barral me animé a escoger este título. No me digáis que la portada no es preciosa.
  • Howards End, E. M. Foster. Lo he visto mucho por redes sociales y todo el mundo habla de él. Tengo curiosidad por conocer su contenido, porque como siempre, no sé de qué trama. Sólo sé que me atrae mucho. Sí, también es bastante largo.

Y vosotros, ¿qué estáis leyendo? ¿Habéis leído alguno de los que traigo?

Felices lecturas.

Namaste.