Autor, Garro, Literatura

Los recuerdos del porvenir, Elena Garro

Los lectores tenemos, por definición, muchos pendientes. Los recuerdos del porvenir era uno de ellos, de los que figuran como necesarios leer si conoces algo del boom hispanoamericano. 

El ensayo de Aquellos años del boom  de Xavi Ayén no hizo sino ponerme más deberes. Tampoco ayudó que este título fuera difícil de encontrar. Por suerte Alfaguara ha sacado recientemente una edición con la que, ahora sí, poder leerlo.

De Los recuerdos del porvenir dicen que es el antecedente del realismo mágico, el primer libro que adelanta lo que después explotaría García Márquez en Cien años de soledad.

¿Exageran? Os dejo su inicio:

Aquí estoy, sentado sobre esta piedra aparente. Solo mi memoria sabe lo que encierra. La veo y me acuerdo, y como el agua va al agua, así yo, melancólico, vengo a encontrarme en su imagen cubierta por el polvo, rodeada por las hierbas, encerrada en sí misma y condenada a la memoria y a su variado espejo. La veo, me veo y me transfiguro en multitud de colores y de tiempos. Estoy y estuve en muchos ojos. Yo solo soy memoria y la memoria de mí que se tenga.

Página 15

El narrador es Ixtepec: el pueblo testigo de la acción y narrador omnisciente (¿se puede ser más omnisciente que un lugar?).

Ixtepec guarda en sí la memoria y el recuerdo de lo que ha sucedido en su tierra. También reconoce las señales que traen la futura confrontación. Sabe que sus vecinos callan sus secretos. Sabe que el recién llegado, ese hombre joven al que miran de reojo todas las muchachas, no ha viajado al pueblo por casualidad.

¿Cuál fue la lengua que por primera vez pronunció las palabras que habían de empeorar mi suerte?

Página 82

Ixtepec no lo sabe. Lo que sí siente es un cambio en el ambiente, una modificación de las rutinas y costumbres, frases que susurran, rumores que corren por sus calles: la pólvora que corre en un momento de exaltación posrevolucionario. La chispa para que los hombres del general Francisco Rosas se pongan nerviosos y desde el Hotel Jardín ultimen sus acciones.

Los recuerdos del porvenir es una novela sobre el tiempo. Sobre su paso y sobre cómo están conectadas las cosas. En Ixtepec, si paran el reloj de cuco, el tiempo no pasa. Como buen pueblo del realismo mágico, algunas cosas no funcionan tal y como esperamos:

-¿Qué horas son, Señor Presidente?

– ¿Cómo quieres que te diga la hora si desde aquí no veo las estrellas?

Página 239

 

Elena Garro consigue equilibrar el aspecto realista de la historia con el contexto histórico siempre presente, con determinados elementos propios del realismo mágico. Sin embargo, la reacción y el comportamiento de los personajes se acerca mucho más a una novela al uso que a Cien años de soledad.

Los recuerdos del porvenir es también una novela que despierta emociones, donde la violencia y la crueldad forman parte del día a día. Además, es una historia de mujeres. Mujeres que callan y actúan sigilosamente. Mujeres que dicen que sí pero que cada uno de sus actos se rebelan contra el que oprime.

La novela es sencilla pero compleja, anima a leer y aún así, poco a poco nos vamos dando cuenta cómo estamos metidos en la historia de un pueblo que sigue dudando sobre el momento exacto en el que las cosas se torcieron.

¿De dónde llegan las fechas y a dónde se van? Viajan un año entero y, con la precisión de una saeta, se clavan en el día señalado, nos muestran un pasado, presente en el espacio, nos deslumbran y se apagan. Se levantan puntuales de un tiempo invisible y en un instante recuperamos el fragmento de un gesto, la torre de una ciudad olvidada, las frase de los héroes disecados en los libros o el sombro de la mañana del bautizo cuando nos dieron un nombre.

Página 274

Os podréis imaginar que mis expectativas a la hora de encarar la lectura eran muy altas. Temía decepcionarme, encontrar algo que no me acabara de convencer. Nada de eso. La buena literatura es eso: algo sencillo pero nada fácil de conseguir. Una historia interesante, personajes con los que empatizamos. Una sensación. En este caso, un pueblo.

Este libro se va directo a la lista de lo mejor de este año. Os recomiendo que no lo dejéis pasar.

FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • Estilo sencillo, crudo y sensible a la vez.
  • Multitud de citas y frases destacadas, elegantes, certeras, poéticas.

Contras

  • Al principio me han despistado los nombres de los personajes. He acabado haciéndome un esquema.

Namaste.

Autor, Ayen, Literatura

Aquellos años del boom, Xavi Ayén

De un tiempo a esta parte, tengo la costumbre de añadir un ensayo a mis lecturas, de modo que leo a la vez una o dos novelas y también un ensayo. Mientras que en el pasado la temática eran siempre histórica, he ido alternando y ahora me centro también en otra área. Tranquilos que no me he ido muy lejos porque es la literatura. Leer sobre los detalles relacionados con escritores, biografías, correspondencia y todo aquello que les ocurría mientras escribían las grandes obras me parece muy interesante, además de centrar en un contexto histórico-social al propio autor y a su obra.

Aquellos-anos-del-boomPues bien, en los primeros momentos del confinamiento me costaba bastante concentrarme, sobre todo en prosas líricas como la que estaba leyendo: El ala izquierda de Mircea Cărtărescu me parecía una lectura demasiado compleja con la que mi mente se evadía de forma constante. Recordé que compré este libro hace una vida, y decidí que era buen momento (justo tras releer Cien años de soledad) de hincarle el diente.

Lo que no esperaba es que Aquellos años del boom (RBA, 2014) iba a ser una lectura para leer de corrido, siguiendo la manida expresión se lee como una novela. Llegó un momento en el que no podía parar de leer, quería seguir conociendo los detalles uno detrás de otro, a pesar de contar con más de 700 páginas.

Os podréis imaginar por la portada que esos dos escritores que miran al horizonte con punto de hastío son los principales pilares sobre los que centra este ensayo. Efectivamente. La publicación de Cien años de soledad como hito fundacional y La ciudad y los perros como cimiento de otras muchas que vendrían después, articulan el fondo del boom.

El resto, personajes clave que situaron a Barcelona como el epicentro de un boom latinoamericano con múltiples voces y mucho bueno por escribir. Así, conocemos la intrahistoria del trabajo de Carmen Balcells (la mítica Mamá Grande) y de Carlos Barral, editor de Seix Barral.

El resto de escritores no se quedan atrás: Carlos Fuentes, Álvaro Mutis, Julio Cortázar, José Donoso, Sergio Pitol… por decir algunos. Cada uno tiene su propio capítulo en el que podemos conocer un poco de su biografía, así como sus intereses y parte de su obra. Anécdotas, comentarios, la relación que tenían entre ellos… múltiple información que se va incluyendo para que conozcamos uno poco más profundamente a este conjunto de escritores. No todos forman parte del denominado boom (por llegar más tarde, por ser más jóvenes… etc), pero todos tienen mucho que decir.

En cualquier caso, autores de Hispanoamérica que por primera vez saltan las fronteras nacionales, cruzan un océano y se convierten en la revolución de la literatura de los años sesenta y setenta. Obras míticas de autores diversos, que coincidieron en un espacio tiempo y que, cada uno con su visión del mundo, configuraron un nuevo mapa literario.

Lo que puedo resumir felizmente en un par de líneas, lo que ahora sabemos todos (su éxito superventas, su reconocimiento a través de múltiples premios, el Nobel), entonces no dejaban de ser escritores que trataban de hacerse un hueco. La fama y el prestigio vendrían más tarde. Mientras tanto tenían bastante con lidiar con el tema económico. El objetivo: ser capaz de profesionalizarse y vivir solo de la literatura. El obstáculo: la censura, por supuesto:

De todos modos, la peor censura del mundo no era la española, sino la soviética. Un día me llegó la traducción al ruso de La muerte de Artemio Cruz. ¡Tenía solamente treinta páginas! Fui a pedirles explicaciones y me dijeron: Es que hemos eliminado todo lo relativo a política y sexo. ¡Qué maravilla!, -les respondí- ¿De dónde habrán sacado ustedes las treinta páginas que quedan? ¡Si todo el libro va de eso!

Página 608

Una de las principales pegas que le veo al ensayo es que no tiene un orden cronológico, sino que los capítulos se agrupan por temáticas. Esto genera reiteraciones o bien omisiones que quedan suplidas un poco más adelante. Por ejemplo: el segundo capítulo está dedicado a Gabriel García Márquez, el proceso de edición y detalles concretos sobre la publicación. El camino que ha tomado Gabo desde su Colombia natal no se detalla hasta varios capítulos más tarde, donde evidentemente, se vuelve a mencionar su obra magna.

Lo mismo sucede con otras personas que aparecen como clave en algunos momentos (Esther Tusquets, Beatriz de Moura), se presupone que ya sabemos quién son para, algo más tarde, describir a ambas.

Como podréis imaginar, después de leer este libro sales con otro montón de títulos pendientes de leer: bien sean autores nuevos (para mí, Rybeiro o Bryce Echenique), algunos conocidos (me dan ganas de releer La muerte de Artemio Cruz, que por cierto, la reseña que publiqué en su momento ha desaparecido), además de un puñado de ensayos que giran sobre este mismo tema.

En resumidas cuentas: me lo he pasado pipa. No sólo con la información objetiva de la historia (contratos, información sobre las editoriales, ferias… etc) sino también conocer un poco más la personalidad de este grupo de escritores. No se puede pedir más.

FICHA:

Te gustará si te gusta
  • La literatura hispanoamericana.
Pros
  • Incluye a la vez información objetiva y muchas anécdotas y detalles que nos hacen conocer a los escritores.
  • Anotar otros tantos títulos para leer.
Contras
  • El orden temático (y no cronológico) del ensayo.
  • Excesiva subjetividad en algunos temas. Le quitaría unas cuantas páginas, por ejemplo en el capítulo 3.

Namaste.

 

 

Autor, Halfon, Literatura

El boxeador polaco, Eduardo Halfon

Llegué a Halfon por David Pérez Vega. Comentó por Twitter que había leído varios libros del guatemalteco, y lo anoté. Más tarde tuvimos una conversación sobre cuál es el mejor libro para empezar a leerle y David me recomendó este.

El-boxeador-polaco

La publicación de esa nueva edición, de manos de Libros del Asteroide y su envío por parte de la editorial (¡muchas gracias!), hizo el resto. Hacía bastante tiempo que no leía relatos y decidí que éste iba a ser el primer libro de 2020. Generalmente me gusta alternar libros largos y cortos además de diversas temáticas, así que este título me pareció perfecto tras terminar otros libros largos.

El boxeador polaco incluye varios relatos de diversas temáticas, en el primero de ellos, Lejano, Halfon narra parte de la historia de un alumno al que le da clase. Conforme iba leyendo más párrafos me iba encontrando destellos de brillantez:

Pensé en los alumnos como Annie Castillo, que vivían tan cerca de un caserío como Pamanzana, pero que también vivían tan ciegamente lejos de un caserío como Pamanzana, Mirando el polvo y las chozas, pensé en todos esos cuentos que, enclaustrados en un mundo más perfecto, leíamos y analizábamos y comentábamos como si en realidad fuese importante leerlos y analizarlos y comentarlos. Y ya no quise seguir pensando.

Página 37

Posteriormente Halfon nos presenta a un pianista serbio. que será el centro de varios de los relatos: Epístrofe, Postales, La pirueta. Conocemos a Milan Rakic a la vez que Halfon, y poco a poco, página a página, se irán conociendo. Posteriormente se separan hasta que llegado un punto Halfon decide seguir su pista y viajar a Serbia. Al existir un hilo conductor tanto temática como temporal, mejor leerlos en el orden que aparece en esta edición. Me sucedió que en un momento de escasez de tiempo, pretendí saltarme un de los cuentos más largos y dejarlo para después, pero nada más leer una página me di cuenta de que en este caso no es posible. En este sentido, los textos se retroalimentan, los temas vuelven y las conversaciones se rememoran. He anotado muchos fragmentos, os dejo este:

Yo puedo ausentarme por completo. Eliminarme por completo. No como muerto, sino como alguien que jamás ha existido. Un mundo sin mí.

Página 124

Os preguntaréis de qué viene el título, quién es ese boxeador que aparece montando en bicicleta en la fotografía de la portada. Como podéis intuir esta edición toma el título de un relato que comienza así:

69752. Que era su número de teléfono. Que lo tenía tatuado allí, en su antebrazo izquierdo, para no olvidarlo. Eso decía mi abuelo. Y eso creí mientras crecía. 

Página 87

Mi sensación en todo momento ha sido la de encontrarme con un estilo brillante, relatos que con una aparente sencillez consiguen demostrar qué es la literatura. Son destellos, frases, párrafos, el modo de llevar al lector de un tema a otro, pequeñas cosas que distinguen los buenos libros de los malos. No puedo más que alegrarme ante este descubrimiento. Porque como os podéis imaginar, Eduardo Halfon va directo a mi lista de pendientes.

Para mí, todo un acierto, una voz distinta, potente y especial, uno de esos títulos que te sacuden y te zarandean, perfecto para sobrepasar una crisis lectura o animarse a empezarlo si no se tiene demasiado tiempo.

Gracias de nuevo a Libros del Asteroide por el ejemplar. Y gracias, David, por acercarme a un autor que mucho  me temo, se me habría pasado. Cuando cuestionan el uso de Internet siempre me acuerdo de estas cosas.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • Estilo brillante, la sensación de ir saltando de un tema a otro sin notar el artificio que hay detrás.
  • Libro que reconcilia; esto es literatura.
Contras
  • Os aviso cuando se me ocurra alguno.

Namaste.

Autor, Literatura, Mairal

La uruguaya, Pedro Mairal

Hay novelas que en poquitas páginas encierran muchas temáticas y una visión de la vida muy personal. En ocasiones damos en el clavo escogiendo un libro que va directamente al grano, sin florituras ni páginas de relleno. Este es el caso de La uruguaya, que con apenas 150 páginas nos plantea la situación de un cuarentón en un día de su vida. El periplo de un viaje que comienza de la siguiente forma:

Me dijiste que hablé dormido. Es lo primero que me acuerdo de esa mañana. Sonó el despertador a las seis.

Página 7

La-uruguayaAsí, acompañaremos a este padre de familia a través de los kilómetros y las horas que le separan con la frontera de Uruguay, donde acude con objeto de recibir un dinero que le adeudan. Su repaso personal lo hace como lo hacemos nosotros a diario, repasando detalles y anécdotas, recordando conversaciones y saltando de un tema a otro sobre las cosas que le preocupan, que tiene pendientes o que ha de recordar. Conoceremos más a este escritor con problemas económicos y la crisis conyugal por la que atraviesa, además de una acuciante crisis de la mediana edad que le hace plantearse muchas cosas.

La sencillez de la historia en sí contrasta con cada una de la reflexiones que nos va aportando sobre distintos aspectos de la vida, como el paso del tiempo, las expectativas frustradas o el amor y el cariño.

Yo no lloro nunca y menos por tristeza. El amor me hace llorar, el cariño. (…) Cuando alguien te patea, quedás alerta como si no hubiera nadie de tu lado, y cuando de pronto alguien te trata bien bajás la guardia y te desarmás. El cariño te derrumba.

Página 121

El estilo directo con Mairal y el uso de saltos temporales para escondernos detalles que después desarrollará para darle más empaque fuerza a la historia son dos de los aciertos de una historia aparentemente sencilla pero que consigue trasmitirnos las sensaciones por las que atraviesa el protagonista: el anhelo de cambiar, el tedio de la rutina y el paso del tiempo, que muestra una realidad muy distinta de aquélla que imaginábamos.

Uno de esos libros con los que quedarse pegado al sofá hasta que se termina. No hay forma de dejar de leer, para conseguir saber cómo acaba su jornada.

Probablemente la frase que más destaca de La uruguaya sea la siguiente:

Entendí que prefería tocar bien el ukelele que seguir tocando mal la guitarra, y eso fue como una nueva filosofía personal. Si no podés con la vida, probá con la vidita.

Página 131

Gracias a los amigos de Libros del Asteroide por descubrírmelo.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • El salto de temas y el uso de la primera persona para el narrador.
  • Las píldoras que va soltando según leemos.
Contras
  • Quizá la historia en sí sea demasiado sencilla.
  • Odio no tener post-it a mano porque me olvido de destacar los fragmentos. Si alguien me sabe decir en qué página está el último, mi TOC os mandará un saludo.

Namaste.

Autor, Literatura, Vargas Llosa

La fiesta del Chivo, Mario Vargas Llosa

Cuando un lector se acerca al obra de Vargas Llosa, éste título que os traigo hoy es uno de los que destaca. Junto con Conversación en la Catedral (1969), La fiesta del Chivo (2000) es una de las novelas más conocidas del autor. La que (para muchos) es su última gran novela.

la-fiesta-del-chivoSi tuviera que hablar del argumento de la novela en una frase sería: Hay que matar a Trujillo. Porque precisamente de ésto trata el libro: de los planes de los conspiradores del atentado al dictador dominicano, sus vidas y motivaciones, sus pasos hasta llegar donde están.

Como nos tiene acostumbrados el autor, el hilo de la trama se entremezcla con otras situaciones distintas, utilizando saltos temporales como unión para acudir a otros personajes para contarnos parte de su historia. Aquí tiene protagonismo Urania Cabral, hija de un ministro del régimen de Trujillo, que recuerda su infancia en Santo Domingo antes de su marcha a Estados Unidos. Lo hace regresando a su país más de veinte años después y visitando a su familia, como contrapunto de aquéllos que se han quedado.

Vargas Llosa utiliza una situación real y unos nombres que existieron para novelar la historia de la emboscada al Benefactor. Página tras página, conoceremos los motivos por los que gente tan dispar decide asesinar al tirano.

A convencerse de que, mientras viviera, él y muchísimos dominicanos estarían condenados a esa horrible desazón y desagrado de sí mismos, a mentirse a cada instante y engañar a todos, a ser dos en uno, una mentira pública y una verdad privada prohibida de expresarse.

Página 226

La forma de entretejer las situaciones, la visión de cada uno de ellos: la religión y la moral, la venganza, el amor propio o el odio consiguen dar profundidad a los personajes y a la vez urdir una tela en la que todos los hilos se unen entre sí, en donde las afrentas son en ocasiones compartidas, en donde la familia lo es todo.

Por el tema y el lugar donde se sitúa la historia, me ha recordado en muchas ocasiones a Breve historia de siete asesinatos: el Caribe, un asesinato, la tensión de los conspiradores… si bien es cierto que la novela de James es mucho más de la calle, he podido observar similitudes entre ambas.

Crudo y duro en muchas ocasiones, La fiesta del Chivo es una de esas historias muy interesantes que consiguen mantener el interés del lector en cada capítulo y que a la vez nos arrastran con un estilo y un carácter lleno de fuerza, donde acompañamos a los personajes en su (lo sabemos desde el principio) triste destino, y donde no podemos hacer otra cosa más que apretar su mano y seguir leyendo.

FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • La fuerza de cada página.
  • El equilibro entre las historias de los personajes.

Contras

Namaste.

Autor, Bolaño, Literatura

2666, Roberto Bolaño

Cuando compré este libro no conocía tanto la obra de Bolaño como para lanzarme a leerlo directamente. Un lector me recomendó que leyera primero Los detectives salvajes, y así lo hice. Tras continuar leyendo al chileno, tenía claro que ya era hora de ponerme con 2666, así que empecé a leerlo.

2666_selloSe da la circunstancia que el coche de uno de mis vecinos tiene matrícula 2666. Cada vez que salía de mi casa, aparcado de manera casual, notaba que los dígitos bailaban y me preguntaban, desde su armazón de chapa y pintura, por qué motivo no me embarcaba en tamaña lectura. ¿Acaso tenía miedo?

¿Miedo yo? ¡Claro que no! Si bien es cierto que una no puede sino sentir respeto hacia un libro tan idolatrado, y tan largo como es este.

Tras leer unas cientos de páginas, Gancedo me comentó por twitter que me recomendaba no leerlo todo de golpe y seguido. El motivo es bien simple: Bolaño planeaba vender cada una de las cinco partes por separado, pero sus editores decidieron después juntarlas en un mismo volumen debido a la relación de su trama. De nuevo, le hice caso. Me alegro mucho. No olvidemos que 2666 se trata de una novela de más de mil páginas.

Como decía antes, 2666 se divide en cinco partes, la primera de las cuales es la parte de los críticos. La más liviana, quizá por ser la primera. Nos presenta a los críticos que coinciden investigado al poeta Archimboldi: Pelletier, Morini, Espinoza y Norton se conocen y comienzan una relación profesional que les llevará a seguir la pista del alemán más allá de Europa.

La leyó, le gustó, buscó en la biblioteca de su college más libros del alemán de nombre italiano y encontró dos: uno de ellos era el que ya había leído en Berlín, el otro era Bitzius. La lectura de este último sí que la hizo salir corriendo. En el patio cuadriculado llovía, el cielo cuadriculado parecía el rictus de un robot o de un dios hecho a nuestra semejanza, en el pasto del parque las oblicuas gotas de lluvia se deslizaban hacia arriba, después la oblicuas (gotas) se convertían en circulares (gotas) que eran tragadas por la tierra que sostenía el pasto, el pasto y la tierra parecían hablar, no, hablar no, discutir, y sus palabras ininteligibles era como telarañas cristalizadas o brevísimos vómitos cristalizados, un crujido apenas audible, como si Norton en lugar de té aquella tarde hubiera bebido una infusión de peyote.

Pero la verdad es que sólo había bebido té y que se sentía abrumada, como si una voz le hubiera repetido en el oído una oración terrible, cuyas palabras se fueron desdibujando a medida que se alejaba del college y la lluvia le mojaba la falda gris y las rodillas huesudas y los hermosos tobillos y poca cosa más, pues Liz Norton antes de salir corriendo a través del parque no había olvidado coger su paraguas.

(Página 23)

La segunda parte es la de Amalfitano, uno de los profesores de la universidad de Santa Teresa con el que coinciden los críticos. La tercera, la de Fate, un periodista que va a cubrir un combate de boxeo.

Estas tres partes son linealmente más constantes, rápidas y ágiles, recuerdan a muchas otras historias cortas de Bolaño. No son excesivamente largas y se pueden leer de corrido.

No hay amistad, dijo la voz, no hay amor, no hay épica, no hay poesía lírica que no sea un gorgoteo o un gorjeo de egoístas, trino de tramposos, borbollón de traidores, burbujeo de arribistas, gorgorito de maricones.

(Página 268)

Cuando llegamos a la página 450 llega el verdadero hueso de 2666: la parte de los crímenes, la descripción de la muerte de las mujeres acaecida en Santa Teresa. Más de 350 páginas de asesinatos y descripciones, sin diálogos y sin (aparentemente) hilo conductor. Paciencia, amigo lector, no dejes de leer. En mi caso, algunas semanas apenas avanzaba 10 páginas. Lo importante es seguir leyendo, porque aquí y allá nos encontramos con fragmentos como estos:

Siempre hay que hacer preguntas, y siempre hay que preguntarse el porqué de nuestras propias preguntas. ¿Y sabes por qué? Porque nuestras preguntas, al primer descuido, nos dirigen hacia lugares hacia donde no queremos ir. ¿Puedes ver el meollo del asunto? Nuestras preguntas son, por definición, sospechosas. Pero necesitamos hacerlas. Y eso es lo más jodido de todo. Así es la vida.

(Página 553)

O este:

¿Usted cree que el nombre sea el destino? No, dijo Sergio, y más me vale que no lo crea. ¿Por qué?, suspiró sin curiosidad la diputada. Tengo un nombre común y corriente, dijo Sergio mirando las gafas negras de su anfitriona. Durante un momento la diputada se llevó las manos a la cabeza, como si tuviera jaqueca. ¿Quiere que le diga una cosa? Todos los nombres son comunes y corrientes, todos son vulgares. Llamarse Kelly o llamarse Luz María en el fondo es lo mismo. Todos los nombres se desvanecen. Eso tendrían que enseñárselo a los niños desde la primaria. Pero nos da miedo hacerlo.

(Página 755)

Llegar a la quinta y última parte es encontrarse con la historia de Archimboldi, la de Hans Reiter o el niño alga. Porque después de enumerar crímenes, Bolaño se saca de la manga la historia de la disgregación de Prusia, de los combates de la Segunda Guerra Mundial, del hijo de la tuerta y el cojo, una historia muy diferente a las que hemos leído anteriormente.

¿Qué es, por tanto, 2666? Una novela global, la llaman. ¿Qué carajo significa eso? Que cabe todo. Que tenemos amor, exilio, la tradicional búsqueda bolañesca de un poeta, pero también la soledad y desazón, la violencia y los crímenes, tanto a este como al otro lado del Atlántico. Cabe la lección de historia, la aridez de la tierra de México pero también la soledad del terreno prusiano, el amor de una madre, las historias del Bronx o la vida en la cárcel.

2666 es una zona de arenas movedizas. Ves el charco, pisas la tierra y te hundes hasta la médula, te revuelves y acabas más dentro, sepultado por palabras y palabras, por personajes unidos por distintos motivos, hasta acabar debajo de una historia grande, sublime, fantástica. Una de esas historias que te erizan la piel, aquéllas que consiguen que se te llenen los ojos de lágrimas al llegar al final, al aprehender la complejidad de la historia, al sentirse más solo y más triste que antes de leerlo. Un libro superlativo, exagerado, brutal.

Y sí, obviamente uno querría tragar menos tierra, sentirse un poco más seguro, pisar algo de terreno firme, o sentirse menos mareado. Pero, considero, es el coste que hay que pagar por querer conocer una de las novelas más famosas de la literatura. Un novelón.

Uno de esos libros con los que uno sabe que no es el mismo lector que comenzó a leerlo. Una historia que, una vez asimilada, consigue que se erice la piel.

Pobre lector el que decida comenzar a leerlo. Y pobre lector el que jamás lo intente.

FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • Cómo se unen las historias. La diferencia de temas y lugares, personajes y tramas.

Contras

  • La parte de los crímenes se hace pesada. Ayuda leerlo poco a poco.

 Namaste.

Asturias, Autor

El señor presidente, Miguel Ángel Asturias

En 2014 se celebran los 40 años de la muerte de Miguel Ángel Asturias, autor guatemalteco y Nobel de Literatura.

el-señor-presidentePrecisamente este autor figura como uno de los autores obligatorios a la hora de afrontar la literatura hispanoamericana. Junto con Gabo, Vargas Llosa o Rulfo, figura Asturias, y una de sus novelas más representativas es ésta.

Lo primero que sorprende cuando empezamos a leer es el exagerado lirismo que aparece en cada una de las descripciones y acciones que ocurren en el Portal del Señor, la zona a la que nos traslada Asturias. Un lugar en el que conviven  y se refugian los mendigos de la ciudad. Sin embargo y a pesar de su tranquilidad y aparente quietud, van a ver alterado su futuro de forma drástica.

Como muestra, un botón. Os dejo los dos primeros párrafos de la novela:

… ¡Alumbra, lumbre de alumbre, Luzbel de piedralumbre! Como zumbido de oídos persistía el rumor de las campanas a la oración maldoblestar de a luz en la sombra, de la sombra en la luz. ¡Alumbra, lumbre de alumbre, Luzbel de piedralumbre, sobre la podredumbre! ¡Alumbra, lumbre de alumbre, Luzbel de piedralumbre, sobre la podredumbre, Luzbel de piedralumbre! ¡Alumbra, alumbra, lumbre de alumbre… alumbre…, alumbra, lumbre de alumbre…, alumbra, alumbre!

Los pordioseros se arrastraban por las cocinas del mercado, perdidos en la sombra de la Catedral helada, de paso hacia la Plaza de Armas, a lo largo de calles tan anchas como mares, en la ciudad que se iba quedando atrás íngrima y sola.

Esto es solo el comienzo. Y es que tras 30 páginas de esta guisa, el autor tiene mucho más que ofrecernos, de ahí que la trama vaya por otros derroteros, en este caso, los verdaderos protagonistas de la historia, los que mueven los hilos en la dictadura de Estrada Cabrera. En este momento, el lirismo se relaja, y se ahonda en el dolor de unos y otros, de los buenos (la absolutamente terrorífica historia de Felina) o la de Cara de Ángel, víctima y verdugo.

Abusos, violencia y tortura son algunos de los ingredientes que nos podemos encontrar. Sicarios y conspiradores, pobres y ricos, víctimas de un sistema que les oprime. El autor no necesita más, así que en este caso abandona el lirismo para embaucarnos con una prosa llena de realismo. Los hechos hablan por sí solos.

Ahora bien, ¿realismo mágico? No a mi entender. Es cierto que existen pasajes oníricos, pero no son del tipo del universo de Macondo, sino de espejismos, de sueños irrealizables, del deseo de cambiar una realidad abyecta.

Justamente por eso me ha recordado más a Zola que a García Márquez. Un Zola latino, un Zola que habla de dolor, opresión, tortura y barbarie, de personajes condenados a la muerte, con un destino de progresivo dolor y soledad, marionetas de un dictador que rige sus vidas, de una organización gubernamental que apisona a cualquiera que se ponga por delante.

Uno de esos libros que aplacan, que deprimen, que te invitan a leer y que sin embargo, es tan duro que no quieres leer. Determinados pasajes quedarán en la pupila durante mucho tiempo.

Y sí, me he acordado de Los miserables. De Fantine. Porque la realidad de Felina es mucho más brutal, más cercana, más real. Uf.

En conclusión, una novela que recomiendo, pero que hay que leer con cuidado. Se corre el riesgo de cansarse del lirismo del autor, aunque bien es cierto que si hubiera sido todo como el inicio la novela se me habría hecho cuesta arriba. Una historia brutal para leer cuando se tenga la mente puesta al 100% en ella. Si estáis en esa situación, no dejéis de leerla porque os sorprenderá.

 FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • El lirismo del estilo del autor. Una prosa única.

  • La evolución de los personajes. Los pasajes que se quedan en nuestra retina lectora.

Contras

  • El lirismo del estilo del autor.

  • Hay que leerlo pausadamente. Corremos el riesgo de cansarnos.

Namaste.

Autor, Levrero, Literatura

El lugar, Mario Levrero

El lugar, de Mario Levrero, forma parte de la Trilogía Involuntaria, que comienza con La ciudad, continúa con París y se cierra con esta que os traigo hoy. Al ser involuntaria el orden es lo de menos, y fue Bartleby el que me recomendó que continuara con esta. No voy a llevarle la contraria a un experto del tema, así que dejé París para otra ocasión.

 

Levrero, como ya nos tiene acostumbrados, tiene un deje kafkiano muy marcado. Un elemento que se aprecia desde la primera línea de la novela: es capaz de iniciar la historia con un personaje protagonista que aparece en un laberíntico lugar, lleno de habitaciones y de puertas en el que sólo cabe la huida hacia adelante.

Un solitario muchacho que duda y desconoce por qué ha acabado allí, donde trata de encontrar una salida a priori inexistente. Inevitable es, pues, recordar El proceso, por ese ambiente desconocido en el que uno se encuentra sin saber por qué, y en el que en ocasiones ni se plantea el motivo: el objetivo es avanzar, salir, volver a la realidad.

Si bien la primera parte me ha parecido opresiva y llena de incertidumbre, la segunda cambia de registro, dando un giro de 180 grados al conseguir que nuestro protagonista salga del laberinto en el que se encuentra. Así, llega a un espacio abierto en el que por fin obtendrá alguna información sobre lo que le ha ocurrido gracias a otros personajes secundarios.. Aunque se agradece pasar a tener más de un personaje, el lector se mantiene en vilo al saber que, de nuevo, el camino se bifurca y que en la trama puede ocurrir cualquier cosa, real o irreal, previsible o no. En esta parte se manifiesta el contenido más social de la novela: un protagonista aislado del grupo, disconforme con muchas de las opiniones de estos, que busca algo diferente. Samsa. O una cucaracha, en definitiva es lo mismo, Kafka desde otro punto de vista.

Lo que llega después es, para mí, inclasificable: una tercera parte escatológica y sin sentido, absurda y extraña, que me ha parecido impostada, de pega, algo tan fuera de lugar que no sólo no me ha gustado sino que me ha aburrido, que me cansó y me pareció una tomadura de pelo, una idea feliz que en cualquier proceso creativo se habría descartado. Incredulidad por verla ahí plasmada, por pensar que a Levrero le pareció bien acabar la novela así.

Total, me he quedado con un gusto agridulce: no me ha acabado de convencer, quizá también porque lo comparo con La ciudad y esta me parece más lógica, más organizada. Sin embargo, sé que el estilo del uruguayo sí me gusta: es certero y sencillo, no necesita alardear con grandes frases para meternos de lleno en su extraño mundo, es inteligente y matemático, pero también muy psicológico.

Ahora la duda es cómo será París.

FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • El inicio. Muy potente y muy kafkiano. Buena combinación.

Contras

  • Cómo se resuelve la trama. El final.

Pasad un buen fin de semana lleno de lecturas.

Namaste.

Autor, Bolaño, Literatura

Estrella distante, Roberto Bolaño

Estrella distante es un spin off de La literatura nazi en América. Esto es, Bolaño rescata una de las historias que desarrolla en su diccionario de poetas particular para darle mayor forma, por lo que habiendo leído La literatura nazi en América ya se conocen algunos de los aspectos que llevarán a los acontecimientos posteriores.

Portada de "Estrella distante", edición de Compactos de Anagrama

Pero esto no significa que la lectura pierda intensidad o que el lector se aburra porque ya conozca qué va a pasar a continuación, sino que se crea una curiosidad por saber cómo hilará la historia para llegar a dicho fin.

El personaje clave en la novela es Wieder: un poeta al que le rodea un halo de misterio desde que comenzamos con las primeras páginas de Estrella distante. Alguien al que todos buscan y que es capaz de sobrevolar la Antártida, escribir versos en el cielo o ingresar en el Ejército. Desde el principio sabemos que el narrador tratará de seguir los pasos a este personaje, indagando el paradero de un poeta maldito.

Los habituales de Bolaño reconocerán determinados elementos que ya pudimos apreciar en Los detectives salvajes, como son, la importancia de la poesía, la obsesión o la búsqueda incansable de una persona de la que se desconoce el paradero. Al igual que en Los detectives salvajes, son frecuentes los cambios de nombre y los poetas adolescentes.

Y como en La literatura nazi en América, la Segunda Guerra Mundial es un elemento importante en la creación de los personajes.

Precisamente por todos los aspectos anteriormente comentados, considero Estrella distante una novela perfecta con la que acercarse a Bolaño, ya que, en pequeño formato (lejos de las grandes obras como 2666), podemos conocer el estilo de un autor al que muchos no han leído y del que otros muchos hablamos sin parar. Y como muestra, os dejo un fragmento:

Érase una vez un niño pobre de Chile… El niño se llamaba Lorenzo, creo, no estoy seguro, y he olvidado su apellido, pero más de uno lo recordará, y le gustaba jugar y subirse a los árboles y a los postes de alta tensión. Un día se subió a uno de estos postes y recibió una descarga tan fuerte que perdió los dos brazos. Se los tuvieron que amputar hasta casi la altura de los hombros. Así que Lorenzo creció en Chile y sin brazos, lo que de por sí hacía su situación bastante desventajosa, pero encima creció en el Chile de Pinochet, lo que convertía cualquier situación desventajosa en desesperada, pero esto no lo era todo, pues pronto descubrió que era homosexual, lo que convertía la situación desesperada en inconcebible e inenarrable.

Con todos estos condicionantes no fue raro que Lorenzo se hiciera artista. (¿Qué otra cosa podía ser?) Pero es difícil ser artista en el Tercer Mundo si uno es pobre, no tiene brazos y encima es marica.

En cierta manera parece una pequeña muestra, un pequeño botón de ese maremágnum que conforma la sastrería de Roberto Bolaño.

Lo cierto es que la novela se me ha hecho pequeña, corta. Me ha dejado con ganas de más, si bien era consciente de que la historia no podía resultar tan larga como otras de sus novelas. Como si me hubieran faltado cien páginas.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • El estilo ininconfundible del chileno.
  • La cantidad de menciones artísticas, literarias e históricas que se incluyen en la novela.
  • Se hace corto. Nos deja con ganas de más.
Contras
  • Se hace corto.
  • La portada, que me parece fea de narices.

Pasad un buen fin de semana.

Namaste.

IMM, Literatura, Premios

IMM (5)

Debería tirarme de las orejas. ¿Por qué? Porque estas cosas se hacen en el momento, que si no luego hay tropecientos libros para enseñar y no es plan.

Así que como fui retrasando sistemáticamente el IMM resultado de los regalos navideños, ahora tengo muchos más libros por mostraros.

Lo primero: los regalos.

Ejemplares de Faulkner, Vila-Matas y Levrero
Ejemplares de Faulkner, Vila-Matas y Levrero

  • El ruido y la furia. William Faulkner. No he leído nada del autor, por lo que tenía muchas ganas de tener un libro suyo. Tiene muy buena pinta.

  • El viaje vertical. Enrique Vila-Matas. Me pasa lo mismo que con Faulkner, con la salvedad que tras las buenas críticas de R. no podía evitar ponerlo hace poco, eso sí, en mi Plan Infinito.

  • La trilogía involuntaria. Mario Levrero. Los tres libros en una edición con cajita incluída (y por lo que he visto, la caja es mejor que la que yo tengo de la misma editorial pero de otros títulos).

Gracias a JL y a Jesús. Ya tengo más a mano cumplir mi lista de 50 libros. 🙂

Y ahora, los autoregalos y el libro que me han enviado para este mes los amigos de Popular Libros:

Ejemplares de Rees, Pringle, Eco y Oz.
Ejemplares de Rees, Pringle, Eco y Oz.

  • A puerta cerrada. Laurence Rees. Lo recomendó Molinos en su blog y tenía ganas de leer sobre el tema así que lo compré.

  • El plan maestro. Heather Pringle. ¿Se nota que me intereso por la Segunda Guerra Mundial?

  • La caja negra. Amos Oz. Otro que recomendó Molinos con tan intensidad que no pude por menos que apuntarlo. Luego leí las primeras páginas y me acabó de convencer. Y además en edición Debolsillo, que me encanta.

  • El cementerio de Praga. Umberto Eco. La última novela del italiano que estoy a punto de terminar. Ya os contaré lo que me parece… en fin. No tengo muchas palabras (de momento).

Tengo más libros por enseñar… pero lo voy a dejar para otro día que me faltan algunas fotos… (encima de tarde, desorganizada, hay que ver…)

Así que aprovecho para agradecer a Icíar y a Atram por otorgarme el premio “Blog con estilo”. ¡Gracias chicas! 😀

Premio Blog con estilo

Pronto más reseñas.

Namaste.