Autor, Eco, Literatura

El péndulo de Foucault, Umberto Eco

Si echo la vista atrás y pienso en alguno de los libros que supusieron un pilar en mi vida como lectora, sin duda este libro se encontraría en ese listado.

el-pendulo-de-foucaultRecuerdo que lo leí hace mucho años, que me quedé alucinada con lo que tenía entre manos y que llegado un punto levanté la vista y me quedé con la mandíbula a punto de desencajarse.

Tiempo después, llegué hasta a cabrearme con Eco cuando leí El cementerio de Praga, pero tras el fallecimiento del italiano y, sobre todo, tras este artículo de la Jot Down que firma Josep Lapidario, consiguió que se me empañaran los ojos y que decidiera que lo iba a releer. (Sí, también aparece en el programa de Convénzeme, pero al pobre no le dejan explicarse).

El momento llegó el año pasado, con la llegada del otoño y aprovechando una lectura conjunta.

Nuestros protagonistas son tres: Causabon, Belbo y Diotavelli. Estudiosos amantes de la historia, comienzan a tirar de un hilo conspiranoico que se les volverá en contra un tiempo después. Un hilo en el que aparecen los templarios, los rosacruces, los judíos y hasta Hitler.

¿Es posible que la realidad no sólo sobrepase a la ficción, sino que la preceda, o más bien se apresure, con adelanto, a reparar los daños que la ficción provocará?

Página 227

El péndulo de Foucault es un laberinto de teorías, referencias históricas y literarias y muchas, muchas curiosidades. Una oda satírica a los libros que se pondrían de moda después, los best-sellers pseudohistóricos, los misterios con protagonistas que buscan el Grial, el arca de Noé o la tumba de algún apóstol. Eco lo toma como punto de partida y lo malea, consiguiendo una magnífica pasta en la que, como buen semiótico, cabe todo. Un despliegue de efectos, flashbacks, conocimientos, historias y anécdotas por parte de un enorme escritor que nos muestra una parte de las cosas que le interesan y que conoce.

Me estaba preguntando quiénes somos nosotros. Nosotros, que pensamos que Hamlet es más real que el portero de nuestra casa. ¿Qué derecho tengo a juzgar a éstos, yo que voy buscando a Madame Bovary para armarle un escándalo?

Página 441

Y es que desde las citas que enmarcan cada capítulo, hasta los recuerdos evocadores de Belbo, pasando por los diálogos, caben multitud de temas, de reflexiones y de referencias históricas, literarias, cinéfilas, filosóficas. Lógicamente, tomándolo como partida, surgen comentarios y polémicas en muchísimas de las cosas que dicen y hacen esos personajes.

A partir de entonces, todo búho vivo me habría parecido muerto, entregado por Salon a aquella esclerótica eternidad. Observé el rostro de aquel embalsamador de faraones bestiales, sus cejas pobladas, sus mejillas grises, y traté de descubrir si era un ser vivo o una obra maestra de su propio arte.

Página 567

Obviamente, en un libro de 800 páginas hay momentos en los que se puede hacer un poco pesado o denso. El mismo autor admitía que las 150 primeras páginas eran una prueba para el lector. La verdad es que lo recordaba mucho más denso. Quizá ahora sabía lo que me esperaba. Mi recomendación es que os toméis vuestro tiempo al leerlo. Veréis cómo en determinados capítulos no queréis dejar de leer. Simplemente dadle un poco de margen.

Volver a leer un libro que nos ha marcado tanto tiempo después es toda una experiencia. Por un lado, la sorpresa de olvidar muchos detalles, de no recordar qué ocurre a continuación, qué fue primero y qué ocurrió después. Sin embargo, conforme avanzaba la familiaridad con personajes, diálogos y las citas que acompañan los capítulos se hacía patente.

Comentar, además, cada fragmento destacado, cada tema polémico que sale a colación, cada opinión que los personajes nos generan no hace más que dar más valor a la historia. Intuir qué es lo que viene y que la otra persona que lee el libro se entusiasme por él, recordar esa misma sensación que uno sintió en la primera lectura… eso lo consiguen los buenos libros.

Y si después de todo el recorrido, de pasar cada página, de acabar con los post-it y de llegar al final uno se pregunta: ¿Ya? Sólo queda añadir: Siempre nos quedará París. Y el Péndulo.

FICHA:

Te gustará si te gustó
  • El nombre de la rosa, Umberto Eco.
Pros
  • La cantidad de temas que surgen.
  • El estilo de Eco para componer una historia compleja.
Contras
  • El inicio se puede hacer un poco cuesta arriba.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (43)

Más incorporaciones a mi biblioteca. De momento sigo con la intención de adquirir lo menos posible, pero teniendo en cuenta que en abril fue mi cumpleaños, siempre anima ver como regalo algún sospechoso paquete de forma rectangular:

Imm-43

  • Festín de hielo y fuego, Chelsea Monroe-Cassel y Sariann Lehrer. Un libro de recetas basado, como os podéis imaginar por el título, en el universo de Canción de Hielo y Fuego. Recetas del Norte, del Sur, desayunos, platos principales y postres que disfrutan los protagonistas de la saga literaria más de de moda los podremos degustar en nuestro hogar. Tengo muchas ganas de ponerme manos a la obra.
  • Un mal nombre, Elena Ferrante. Continuación de la saga Dos amigas, tenía la necesidad de leer éste y finalmente apareció en mi botín cumpleañero. Me da que lo leeré dentro de poco. Y que acabaré comprando el tercero. La intuición, digo yo…
  • El ojo castaño de nuestro amor, Mircea Cărtărescu.  Uno de esos títulos que TENÍA que estar en mi estantería. Preciosa la portada, por lo que dicen, precioso el contenido, soy incondicional del autor así que era cuestión de tiempo.
  • El péndulo de Foucault, Umberto Eco. Cuando murió el autor italiano me dije que tenía que releer este libro. Después, leyendo la Jot Down Smart me topé con un artículo en el que hablan pormenorizadamente de él. Fue justo eso lo que me hizo decidirme, saltar la alarma: tenía que comprarlo. Es uno de esos títulos que me han configurado como lectora, y se lo debía a Eco y a mí misma.
  • La víspera de casi todo, Víctor del Árbol. Con éste me ha pasado algo curioso: lo tenía anotado desde que salió porque al autor hay que leerle. Pensé en comprarlo en la Feria del Libro de Madrid, pero un día MientrasLeo comentó que estaba con él en un encuentro literario, yo hice un comentario de ansia por el libro, y ella cogió un ejemplar, le pidió que me lo firmara y me lo envió a casa. Twitter es una herramienta increíble y en Invernalia hay gente maravillosa. ¡Muchísimas gracias!
  • El fin del mundo, Upton Sinclair. Primer tono de la saga de Lanny Budd de cuya segunda parte os hablé aquí. Ha sido un envío editorial de los amigos de Hoja de Lata que estoy encantada de tener en la estantería porque promete grandes ratos.
  • La puerta de los ángeles, Penelope Fitzgerald. El quinto libro de la autora que ha publicado Impedimenta y el que faltaba en mis estanterías. La tabla de salvación por si me fallan otros títulos. Me da seguridad ver su lomo negro en mi estante.

Esto es todo por el momento, ¡hasta el botín de la Feria del Libro!

Namaste.

¿Y ellos qué opinan?

Y ellos, ¿qué opinan? (II): Javier Sierra

Vuelvo (por fin), tras varios días en los que quería publicar. Al fin, aquí está una de las entradas que tengo pendientes. Y en este caso es Javier Sierra el que nos da su opinión. ¡Pasen, lean y opinen, señores!

Javier Sierra (Teruel, 1971): escritor, periodista e investigador, Sierra ha colaborado en programas de televisión y radio, además de colaborar con artículos en revistas especializadas; actualmente interviene en el programa Cuarto Milenio. Probablemente la curiosidad que le ofrecía los objetos de su estudio le llevaron a iniciarse en el mundo de la novela, debutando con La dama azul. Desde esa novela, todo han sido éxitos: La cena secreta se llegó a situar en la lista de los libros más vendidos en Estados Unidos, siendo el primer escritor español en lograr dicha hazaña. Su última novela es El ángel perdido, con la que sigue acaparando éxitos de ventas.

1.- ¿Cuál es el último libro que has leído?

El mapa del tiempo de Felix J. Palma. Quería tenerlo leído antes de asomarme a su nueva obra, El mapa del cielo.

El libro del que todo el mundo está hablando (¿o soy yo, que no para de oír hablar de él?). Es este y parece una novela de puro y duro entretenimiento. Lo cierto es que ha sido recientemente cuando he escuchado el nombre de este autor. Antes no lo conocía ni de oídas. ¿Y vosotros? ¿Habéis leído algo suyo?

2.- Un libro que nos recomiendas.

La búsqueda de la lengua perfecta de Umberto Eco. Un fascinante recorrido por los «locos» que buscaron la lengua primordial de la Humanidad… si es que existió tal cosa.

Eco, un autor muy recomendable (aunque su último libro no me gustara). Escribe bien y sabe de muchas cosas. Es muy interesante leerle.

3.- Un autor por el que sientas fijación.

Hay muchos, pero me quedo con Juan Eslava Galán. Es un todoterreno que todo lo salpica de genialidad.

Lo cierto es que esperaba que mencionara a Isaac Asimov, no me preguntéis por qué (me habría bastado con J.J. Benítez).
A pesar de haber ganado un Premio Nadal, tengo que reconocer que Eslava Galán me suena sólo de oídas. ¿Alguien ha leído algo suyo?

Y vosotros, ¿coincidís con Javier Sierra? ¿Os esperábais algo distinto? ¿Habéis leído a Felix J. Palma? ¿Y a Eslava Galán?

En breve más reseñas, con despelleje incluido.

Namaste.

Balance de 2011

Balance de 2011 (II): lo peor

Pasamos ahora con los libros que no me han gustado. Revisando los títulos que he leído durante este año me ha sorprendido que la mayor parte de los libros me han gustado y bastante. Por eso ha sido fácil hacer esta lista, que he decidido dividirla en dos apartados:

 

 

Lo peor que he leído en 2011

 

Es decir, comparativamente los libros que no me han aportado nada, que no es que no me haya convencido la trama, sino que además me han aburrido, han sido previsibles, entre otros aspectos.

     

  • Ola de calor, Richard Castle. Ya me tenía que dar en la nariz al saber que se trataba de un libro sacado a raíz de una serie de televisión. Pero no, como me gustaba la serie probé. El libro no vale nada. Es como un capítulo pero leído se hace muy pesado. Aburre.

     

  • El ángel perdido. Javier Sierra. Como ya he comentado muchas veces por aquí, tener las expectativas demasiado altas es un problema. Sierra lo vendió tan bien que estaba segura de que me iba a gustar mucho. Batacazo. Ni engancha, ni se sostiene, ni hay intriga ni nada de nada. Llegué a saltarme párrafos por si después se animaba la cosa, pero no resultó. Si un libro que promete intriga no la tiene no puede ser sino un libro malo.

 

  • ¡Indignaos! Stéphane Hessel. El rey de la corona. El folletín del que todos hablaban, que parecía que nos hacía replantearnos nuestra existencia. Y al final leyéndolo uno se da cuenta de que Hessel no hace más que marear, arengar, contar historias repetidas, decir cosas de perogrullo. Salí muy cabreada con este libro.

 

Decepciones

 

Novelas que no llegan a ser de las peores pero que están cerca. Decepciones porque he tenido buenas experiencias con sus autores en el pasado y sin embargo ahora me han hecho dudar de mi opinión.

     

  • El cementerio de Praga, Umberto Eco. Ay amigo, ay, señor Eco, que esperaba su libro como agua de mayo y voy y me encuentro con esto, con esta patraña cortapega de otras novelas suyas. ¿No sabe que no puede hacer eso? ¿Que no puede coger los capítulos que no le sirvieron de otras novelas para ponerlos en esta? Vamos a dejar las cosas claras. Habiendo reposado su lectura y rememorando lo que me ha parecido la novela creo que Eco tenía un plazo para escribir la novela. Escribió un tercio del libro, no llegaba a tiempo y después para completar las páginas que le pedía el editor, incluyó fragmentos descartados de otras novelas suyas. Esta es mi plausible explicación. Y espero llevar razón. Porque si no, no entiendo cómo este señor, que escribía tan rebien ha podido publicar una patraña tan grande como lo es esta novela. Una ida de pinza, un desvarío de señor mayor.

     

  • El evangelio de Jesucristo. Jose Saramago. En este caso, la cosa cambia un poco. El libro del portugués es denso, pesado, arduo. Al menos tiene una trama clara, al menos se puede proseguir enterándose del asunto. Al menos. Lo cual no quita, como ya comenté en la reseña, que sea un libro demasiado complejo y que directamente sobren páginas. ¿Mereció la pena leer 300 páginas sólo por el final? Sí y no. Pues eso, que esperaba más.

 

Y vosotros, ¿qué libros no os han gustado?

 

 

Namaste.

Autor, Literatura, Saramago

El evangelio según Jesucristo, Saramago

Como ya os comenté en el último IMM, recibí este libro gracias a los amigos de Popular Libros.

Hacía mucho que no leía nada del portugués, y debido a que alguien me lo recomendó (creo que fue Dolmar) y que además estaba en mi lista de deseos de anobii, decidí que había llegado la hora de leerlo.

 

Jano durmiente mientras Portugal se apoya en sus carnes magras
Jano duerme mientras Portugal se apoya en sus carnes magras

La novela trata, como ya os habréis podido imaginar por el título, de Jesucristo. Es, básicamente un relato que nos cuenta todos los pormenores de la vida de Jesús.

Si me seguís por twitter, ya sabréis qué viene a continuación.

En fin, que allá voy.

El inicio es una pesadez. Muy denso. Un peñazo. Hasta el punto de plantearme dejarlo. Hasta el punto de mirarlo de reojo pensando ¿cuándo se acabará esto? Si habéis leído algo de Saramago, ya sabréis a lo que me refiero: párrafos infinitos, conversaciones indirectas separadas por comas, capítulos larguísimos, muchas descripciones… pero es que además, el planteamiento del autor, que se suponía chocante y sorprendente, no me estaba pareciendo revolucionario de ningún modo. Más bien algo razonable.

 

Ahí estaba yo pensando que con Saramago me estaba pasando como con Eco, que me gustaba pero que a partir de ahora tendría que ir pensando en sacarles de mi lista de autores con los que seguro disfruto.

 

Ahí estaba yo hasta que llegué a la página 300, con pocas fuerzas, mucha paciencia y pensando en que destriparía el libro aquí. Y fue una conversación, la de Jesús con un Pastor (sí, así, con pe mayúscula), la que me reconcilió pensando que igual Saramago se había dejado lo mejor para el final.

 

Ilusa, pensaréis muchos de vosotros. Pues no, esas 200 páginas finales justifican que no haya dejado el libro a la mitad.

 

He estado pensando cómo mostraros por qué me ha parecido bueno. Y he decidido poneros algunos de los fragmentos que más me han gustado. Por tanto, para los que queráis leer el libro, lo siguiente será un spoiler (sobre todo el segundo párrafo). Si por el contrario no os gusta Saramago o no lo queréis leer o quizá queráis comprobar si os gusta lo que voy a poner, seguid leyendo. Ahora, luego no vengáis diciendo que no os avisé:

 

Y ahora, ante el pastor arrodillado, con la cabeza baja, las manos así posadas en el suelo, levemente, como para hacer más sensible el contacto de cada grano de arena, de cada piedrecita, de cara retícula ascendida a la superficie. (…) Cuando Pastor se levantó, le preguntó, Por qué haces eso, Me aseguro de que la tierra continúa estando debajo de mí, Y no te bastan los pies para tener la certeza, Los pies no perciben nada, el conocimiento es propio de las manos, cuando tú adoras a Dios no levantas los pies hacia él, sino las manos, aunque podrías levantar cualquier parte del cuerpo, hasta lo que tienes entre las piernas, si no eres un eunuco. Jesús se ruborizó violentamente, la vergüenza y una especie de temor lo sofocaron, No ofendas al Dios que no conoces, exclamó por fin, y Pastor, acto seguido, Quién ha creado tu cuerpo, Dios fue quien me creó, Tal y como es y con todo lo que tiene, Sí, Podría Dios rechazar como obra no suya, por ejemplo, lo que tienes entre las piernas, Supongo que no, pero el Señor, que creó a Adán, lo expulsó del paraíso y Adán era obra suya, Respóndeme derecho, muchacho, no me hables como un doctor de la sinagoga, Quieres obligarme a darte las respuestas que te convienen, pero yo, si es preciso, puedo recitarte los casos en los que el hombre, porque así lo ordenó el Señor, no puede, bajo pena de conmutación y muerte, descubrir una desnudez ajena o la suya propia, prueba de que esta parte del cuerpo es, por sí misma, maldita, No más maldita que la boca cuando miente y calumnia, y ella te sirve para alabar a tu Dios antes de la mentira y después de la calumnia.

 

Pero sí me puedes ayudar, Ayudar a qué, A a ampliar mi influencia para ser dios de mucha más gente, No entiendo, Si cumples bien tu papel, es decir, el papel que te he reservado en mi plan, estoy segurísimo de que en poco más de media docena de siglos, aunque tengamos que luchar, yo y tú, con muchas contrariedades, pasaré de dios de los hebreos a dios de los que llamaremos católicos, a la griega, Y cuál es el papel que me has destinado en tu plan, El de mártir, hijo mío, el de víctima, que es lo mejor que hay para difundir una creencia y enfervorizar una fe.

 

Así que mi conclusión es clara: me quedo con una sensación agridulce. El final me ha gustado, pero ¿tantas páginas anteriores pasándolo mal para que me guste sólo un parte? Lo cual significa que me alejaré de todos los libros de Saramago que lleven por título cualquiera de los protagonistas de la Biblia.

 

En cuanto a si lo recomendaría, depende de la persona. A determinadas ya puedo decirles que no: como a JL (manifiestate si sigues por ahí). Con otros no sabría deciros: probablemente a Bartleby le gustaría. En cualquier caso, tened en cuenta que no es una lectura fácil. No sirve leer un ratito un día y otro poco otro. De esa forma el libro no va a ningún lado. Cuando conseguí pillarle el truco fue cuando leí cien páginas de golpe. Si ya habéis probado con Saramago y no os gustó, no lo intentéis con éste.

 

FICHA:

 

Te gustará si te gustó
Pros
  • Los diálogos finales.
Contras
  • Se hace denso y pesado hasta la mitad del libro.
  • Desde mi punto de vista, le sobran páginas.

 

Namaste.

P.D. Efectivamente, este que os enseño es Jano. Andaba cabreado conmigo porque hace ya mucho tiempo que aparecieron por aquí Europa y Portugal. ¡Cuenta saldada, R.! 🙂

Autor, Eco, Literatura

El cementerio de Praga, Umberto Eco.

Y aquí está la reseña de El cementerio de Praga. Creo que me ha quedado larguísima para mi costumbre, pero quería dejar claras unas cuantas cosas.

 

Desde el inicio sabemos que hay tres narradores: Simonini, un capitán garibaldino, el abate Dalla Piccola y el autodefinido Narrador. Este último se dedica a leer por encima del hombro el diario de Simonini, que de vez en cuando interrumpe Dalla Piccola.

 

Al inicio yo misma reconocía al Eco que me encandiló con El péndulo de Foucault así como la inclusión de un tema que también aparece en La misteriosa llama de la reina Loana. Por lo que lo comencé con esperanza, sonriendo por las similitudes, impaciente por saber qué iba a leer a continuación.

 

Y lo que viene después es una historia sobre conspiraciones, revueltas populares y engaños enmarcada en la Italia garibaldina y en la Francia de Napoléon III. Aquí el autor expone todo su conocimiento y su potencial, dando datos, incluyendo personajes reales y tramas históricas. Como ya dije en aquélla entrada sobre Eco, el autor sabe muchas cosas: si quiere contarte la forma de hacer la pólvora de la época, va y te la cuenta. Si quiere mencionar calles y callejuelas del París de entonces, lo hace.

 

Hay montones de fragmentos o frases que me han gustado, como por ejemplo ésta:

 

Me estaba diciendo que ese hombre seguía el camino equivocado: no puedes crear nunca un peligro con mil caras, el peligro tiene que tener sólo una; si no, la gente se distrae. Si quieres denunciar a los judíos, habla de los judíos, pero deja en paz a los irlandeses, a los príncipes napolitanos, a los generales piamonteses, a los patriotas polacos y a los nihilistas rusos. Demasiada carne en el asador.

 

Pero… a partir de aquí comienzan todas las pegas que le he encontrado a la novela: lo primero, la cantidad de personajes que aparecen y desaparecen, los numerosos saltos temporales que confunden al lector. Desde el principio traté hace una línea temporal sobre cada cosa que iba pasando, pero me fue totalmente imposible seguir con ello. Bien es cierto que al final el autor nos ofrece un cuadro relacionando cada episodio con la época en la que se habla y la trama en sí, pero apenas sirve para clarificar nada.

 

 

Portada de "El cementerio de Praga" de Umberto Eco.
Portada de "El cementerio de Praga" de Umberto Eco.

Básicamente, el mayor fallo que le veo es que no hay una trama clara. No hay algo que te anime a seguir, a conocer qué pasará después. Parece que simplemente, van ocurriendo cosas, pero sin orden ni concierto, parece una enumeración de cosas, puestas una detrás de otra pero sin gracia alguna. Dan ganas de dejar el libro a la mitad, así os lo digo. He tenido dos sentimientos encontrados: de un lado la ilusión de que todo tendría relación, de que pasaría algo que cambiaría la percepción del libro (un final redondo, un argumento que simplicara la historia, ¡algo!), de otra, el sufrimiento. Me gusta Eco, he disfrutado mucho con sus novelas. Pero ha llegado el momento en el que por ejemplo, estaba viendo una serie y me decía a mí misma: «Debería leer un poco». (debería, y no me apetece) y lo peor es que yo misma miraba de reojo el libro y pensaba «Uf. Casi mejor me veo otro episodio.»

 

Sufrir por continuar un libro es una de las peores cosas que le pueden pasar al lector. Y eso me ha ocurrido a mí. Me daba igual qué pasara, me daba igual si un personaje era el mismo que doscientas páginas antes. Quería acabarlo a toda costa. Más por amor propio y por esa ilusión de que no, Eco no podía ser así, tendría que haber ideado algo para dejarnos a gusto con el final.

 

Así que os digo, que la novela es una cadena de despropósitos: de temas manidos como la masonería, los jesuitas y las conspiraciones (que además, parecen reutilizados de El péndulo de Foucault) y lo peor, sin duda, los saltos temporales, que impiden seguir la novela.

 

Es compleja, ardua, requiere toda la atención del lector, y aun así no es seguro que sepamos qué hace quién y dónde y cuándo.

 

He llegado a pensar que la culpa era mía, por ir espaciando la lectura al alternarlo con otra novela que tengo a medias, pero cuando intenté leerlo de corrido fue peor: no me daba tiempo a asimilar lo que me contaba Eco, no sabía qué había pasado entre medias y eso me generaba confusión.

 

Mi conclusión no es, como he leído por ahí, que Eco está sobrevalorado, sino que ha perdido la chispa. Ya me pareció cuando leí La misteriosa llama de la reina Loana, que podía haber escrito una novela mejor con ese punto de vista del que parte, pero es que El cementerio de Praga es directamente decepcionante.

 

Y no me gusta tener que hacer esta reseña, porque Eco es un gran escritor, pero no puedo otra cosa que decir mi verdadera opinión. En anobii he visto que la mayoría de las personas le dan grandes puntuaciones, lo cual me ha sorprendido. Pero por otro lado, también hay grandes críticas, como la de Javier.

 

Tres cuestiones:

 

1.- Leí en twitter que alguien comentaba que leer a Eco es de listos (algo así como “el snob se sorprenderá de que El cementerio de Praga esté entre los más vendidos). Mi pregunta es: ¿Eco es para listos? ¿Desde cuándo? ¿Por qué? Y otra cosa, ¿el hecho de que esté entre los más vendidos ya es indicativo de que la novela es buena? ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?

 

2.- ¿Alguien me sabe decir por qué en las novelas de Eco siempre aparecen ilustraciones? Vale que en algunas son necesarias, pero creo yo que pierden el sentido cuando mientras que Eco describe a un personaje en la página 240, la ilustración sale en la 245… ¿o me lo parece a mí?

 

3.- A los que habéis leído el libro. ¿Soy yo o es que el autor  se excusa en la nota aclaratoria del final? ¿Está afirmando que el libro es una completa confusión? Os dejo un fragmento:

 

El Narrador se da cuenta de que, en la trama bastante caótica de los diarios aquí reproducidos (con todos esos (…) flashbacks), el lector podría no lograr remontarse al desarrollo lineal de los hechos, desde el nacimiento de Simonino hasta el final de sus diarios. (…)

 

Al Narrador, si hemos de ser francos, a menudo le ha costado orientarse, pero considera que un lector como Dios manda podría pasar por alto estas sutilezas y disfrutar igualmente de la historia. En el caso, de todas maneras, de un lector excesivamente puntilloso, o no fulmíneo en su comprensión, aquí hay una tabla que aclara las relacione (…).

 

¿Y encima se atreve a llamarme puntillosa?

 

FICHA:

 

Te gustará si te gustó
  • La misteriosa llama de la reina Loana. Umberto Eco.
Pros
  • Las primeras páginas, que guardan algo de la magia narrativa del autor.
  • La gran ambientación histórica.
Contras
  • La ingente cantidad de saltos temporales.
  • La ausencia de una trama clara a lo largo de toda la novela.
Recomendaciones
  • Si no habéis leído nada del italiano, empezad con otro. Corréis el riesgo de pensar que todas sus novelas son como esta, y nada más lejos de la realidad.

 

Namaste.

 

IMM, Literatura, Premios

IMM (5)

Debería tirarme de las orejas. ¿Por qué? Porque estas cosas se hacen en el momento, que si no luego hay tropecientos libros para enseñar y no es plan.

Así que como fui retrasando sistemáticamente el IMM resultado de los regalos navideños, ahora tengo muchos más libros por mostraros.

Lo primero: los regalos.

Ejemplares de Faulkner, Vila-Matas y Levrero
Ejemplares de Faulkner, Vila-Matas y Levrero
  • El ruido y la furia. William Faulkner. No he leído nada del autor, por lo que tenía muchas ganas de tener un libro suyo. Tiene muy buena pinta.

  • El viaje vertical. Enrique Vila-Matas. Me pasa lo mismo que con Faulkner, con la salvedad que tras las buenas críticas de R. no podía evitar ponerlo hace poco, eso sí, en mi Plan Infinito.

  • La trilogía involuntaria. Mario Levrero. Los tres libros en una edición con cajita incluída (y por lo que he visto, la caja es mejor que la que yo tengo de la misma editorial pero de otros títulos).

Gracias a JL y a Jesús. Ya tengo más a mano cumplir mi lista de 50 libros. 🙂

Y ahora, los autoregalos y el libro que me han enviado para este mes los amigos de Popular Libros:

Ejemplares de Rees, Pringle, Eco y Oz.
Ejemplares de Rees, Pringle, Eco y Oz.

  • A puerta cerrada. Laurence Rees. Lo recomendó Molinos en su blog y tenía ganas de leer sobre el tema así que lo compré.

  • El plan maestro. Heather Pringle. ¿Se nota que me intereso por la Segunda Guerra Mundial?

  • La caja negra. Amos Oz. Otro que recomendó Molinos con tan intensidad que no pude por menos que apuntarlo. Luego leí las primeras páginas y me acabó de convencer. Y además en edición Debolsillo, que me encanta.

  • El cementerio de Praga. Umberto Eco. La última novela del italiano que estoy a punto de terminar. Ya os contaré lo que me parece… en fin. No tengo muchas palabras (de momento).

Tengo más libros por enseñar… pero lo voy a dejar para otro día que me faltan algunas fotos… (encima de tarde, desorganizada, hay que ver…)

Así que aprovecho para agradecer a Icíar y a Atram por otorgarme el premio “Blog con estilo”. ¡Gracias chicas! 😀

Premio Blog con estilo

Pronto más reseñas.

Namaste.

Autor, Eco, Literatura

Umberto Eco

Llevaba ya un tiempo deseando hacer una entrada a este autor y la noticia de que publicará una nueva novela me ha venido que ni pintado.

Conocí a Umberto Eco con El nombre de la rosa, su novela más conocida. Poco queda por decir sobre ella: gran ambientación, intriga y un buen desarrollo de la trama que fue adaptada con acierto por la versión cinematográfica que protagonizaba Sean Connery.

Posteriormente decidí volver a leer una novela del italiano y en ese momento le tocó el turno a El péndulo de Foucalt, una novela que en ocasiones se hace un poco cuesta arriba, pero que después se convierte en una extraña historia que parece criticar muchas de las novelas históricas que se publicaron en aquél momento. Es difícil describir esta novela sin contar de más. Básicamente es la típica historia de muchas de las novelas: un grupo de investigadores que tratan de descubrir un secreto. Merece la pena descubrir qué es en el fondo.

Con estos buenos antecedentes, me embarqué en La misteriosa llama de la reina Loana, la que es de momento su última novela. A pesar de que el punto de partida es interesante (un hombre que pierde la memoria y trata de ir recordando su pasado ayudándose de fotografías y libros antiguos), me pareció muy completa pero un poco coja, es decir, se incluían montones de curiosidades, y anécdotas pero parece que la historia del personaje es más bien secundaria.

Pero además, Umberto Eco ha publicado otros muchos trabajos de diversos temas. En este apartado voy a hablar del que conozco: Historia de la fealdad. Un repaso muy completo por las distintas percepciones de la fealdad en el arte en general y que incluye fragmentos de obras literarias. Toda una joya que da gusto leer.

En resumen: me gusta Umberto Eco, no sólo por la capacidad que tiene al desarrollar la trama, sino porque cuando uno lee una novela suya tiene la consciencia de que este autor es muy culto, muy rico, que podría hablar de muchísimas cosas pero que en lugar de eso, las va incluyendo sutilmente, de forma que no cansa al lector con una perorata que no venga a cuento.

Y vosotros, ¿habéis leído algo de Eco? ¿Os gustó?

Namaste.