Autor, Hernández, Literatura

El dolor de los demás, Miguel Ángel Hernández

El dolor de los demás comienza con una de esas frases que se te enquistan en la piel:

Hace veinte años, una Nochebuena, mi mejor amigo mató a su hermana y se tiró por un barranco.

Página 16

La frase es poderosa por ser contundente. Pero además, lo es porque sabemos que es real, que lo que hay detrás no es ficción: el mejor amigo de Miguel Ángel, Nicolás, mató a su hermana Rosi tras cenar en Nochebuena con su familia. 20 años después Hernández decide investigar un hecho que le marcó tanto como adolescente, y para ello mantendrá conversaciones con las personas que conocieron el caso, revisará las noticias publicadas sobre el suceso y tratará de localizar el expediente, de 1995, antes de que el mundo fuese totalmente informatizado y organizado en Internet.

El-dolordeLa narración se fragmenta en dos partes: de un lado, capítulos en segunda persona del singular, en el tiempo real de 1995. Por otro, la investigación posterior, en primera persona, que incluye las rutinas y actividades del autor mientras va consiguiendo información y va desenterrando sus recuerdos.

Así, desde el punto de vista del chaval sobrepasado por la situación, el autor nos hace partícipes de una situación dura, de la incomprensión y del estado de shock del Miguel Ángel del pasado. Los momentos de incertidumbre y dudas, para después ir comprendiendo la magnitud del caso.

Además, podemos conocer la reflexión sobre los recuerdos que le quedan de ese momento, el presente y su día a día y la inevitable comparación con el chico de 18 años, sus pensamientos, sus ilusiones, y sobre todo la forma de enfrentarse a un suceso brutal y traumático.

Decían en la presentación del libro, a la que tuve la ocasión de asistir, que este libro no se lee, se bebe. Tenían razón. El libro atrapa, desde una doble vertiente: la de la investigación, la de conocer qué sucedió más allá de la primera frase de la historia, pero también de una forma íntima, acercarse a la vida de uno mismo de otra época, al dolor y a la sorpresa, pero también a la nostalgia, la memoria y el pasado. Es interesante porque al conectar al pasado incluye muchos temas y reflexiona sobre su modo de ver la vida, sobre el modo que tenemos en valorar a las personas, sobre lo que nos parece principal y accesorio, sobre cómo el lugar en el que nos encontramos nos hace mirar la realidad con un cristal diferente.

El dolor de los demás es un libro que nos plantea muchas cosas, pero que también nos hace reflexionar, nos pone en la piel del amigo que acaba de escuchar la frase inicial, nos hace pensar en nosotros mismos, en los que nos rodean, en cómo asimilar determinadas cosas:

¿Podemos recordar con cariño a quien ha cometido el peor de los crímenes? ¿Es legítimo hacerlo después de haber comprendido la parte del otro? ¿Podemos amar sin perdonar? ¿Es posible llevar flores a la tumba de un asesino?

Página 295

Hay libros que hablan por sí mismos: palabra que les dedicamos es estéril comparado con un texto poderoso, sugerente e inteligente. Este es un buen ejemplo.

En cada uno de los recuerdos, también, siempre, la mancha de la noche en que sucedió la tragedia, la oscuridad del crimen, como un cuchillo, cortando el flujo de la memoria. Un denso mur de niebla en el que se proyectaban imágenes, como sombras chinescas, mezclándose con lo sucedido, adquiriendo la textura sombría del dolor, la perplejidad del instante en que Nicolás dejó de se rmi amigo y se convirtió en un ser monstruoso.

Página 99

FICHA:

Te gustará si te gusta

  • Las posesiones, Llucía Ramis.

  • Una novela rusa, Emmanuel Carrère.

Pros

  • La fuerza del texto.
  • Cómo se van incluyendo y sugiriendo diversos temas y reflexiones.

Contras

  • El uso de la segunda persona del singular, que aunque es efectivo, a mí no me gusta nada.

Namaste.

Aniversario, Literatura

Noveno aniversario

Hace nueve años abrí El blog de Lahierbaroja.

Nueve.

Si echamos la vista atrás, ¿qué cosas han cambiado desde hace nueve años? Muchas, ¿verdad?

En estos nueve años me ha dado tiempo a mudarme dos veces, a cambiar de ocupación más de cuatro, a hacer incontables exámenes… y sobre todo, me ha dado tiempo a leer muchos libros (siempre menos de los que desearía, eso sí), a publicar entradas y a asistir a eventos literarios, a comprar libros y a disfrutar la literatura, a conocer otros lectores que me han enseñado mucho, a querer seguir leyendo.

Sin embargo, algo que no ha cambiado es mi pequeño rinconcito de Internet, el lugar en el que, desde hace nueve años comento con vosotros los libros que leo. Un espacio que en muchas ocasiones desatiendo, pero que siempre me espera paciente a que regrese.

Hoy es mi noveno aniversario. No soy la misma lectora de hace nueve años, tampoco la misma persona, pero tanto aquélla como esta nueva versión de mí os agradecen que sigáis al otro lado de la pantalla.

Sigamos leyendo.

Namaste.

Autor, Literatura, Schrobsdorff

Tú no eres como otras madres, Angelika Schrobsdorff

Aunque no lo he previsto ni organizado, en las últimas semanas he leído muchas autoras. Una de ellas ha sido Angelika Schrobsdorff, autora de Tú no eres como otras madres, una historia que acaparó la atención de lectores y crítica el año pasado. Mi ritmo lector no me da como para adelantar lecturas así que esta tuvo que esperar hasta ahora.

Tú-no-eres-como-las-otras-madresPor si no conocéis este libro o si no tenéis referencias, os diré que se trata de una historia basada en la vida de la madre de la protagonista. Esto es, tiene un contenido en teoría real, con anécdotas y situaciones que han vivido ambas. La madre de Angela es criada en una familia judía marcada por la muerte de su hermano. Adelantada a su tiempo, Else trata de huir del ambiente opresivo de su hogar casándose con un artista gentil, para abandonarse después al mundo de las fiestas y el desenfreno. Posteriormente, acabará teniendo tres hijos de tres hombres diferentes, tanto en su carácter, como en su procedencia y forma de vivir.

Así, recorremos la vida de esta peculiar madre en un momento agitado y convulso en Europa. La fractura de la sociedad alemana tras la llegada de Hitler al poder y la consiguiente guerra hará que la joven se mude hasta Bulgaria, donde vivirá con sus dos hijas pequeñas durante una temporada.

Al principio estaba aturdida, incapaz de concebir un pensamiento claro, de llegar a un sentimiento unívoco. Parecía un pájaro que, habiendo escapado por los pelos de las fauces del gato, se queda inmóvil y paralizado por el sobresalto en vez de servirse de sus alas. Sentía el dolor como un sordo rumor y sabía que en el instante en que despertara del pasmo la agitaría la furia de los tormentos. Deseaba no despertar ya nunca, no tener que pensar nunca en lo que su marido y sus amigas le habían hecho, no verse enfrentada nunca a las consecuencias que de ahí se derivaban.

Páginas 85-86

Cuando un libro es tan aclamado como éste, cuando se han escuchado tantas críticas y comentarios positivos, es inevitable esperar algo más que cuando uno no tiene referencias. En mi caso, la expectativa era muy alta, se trataba poco menos que el libro del año 2015. Lo habéis imaginado: a partir de aquí vienen las pegas. A veces dudo si soy demasiado pejiguera, si saco punta a todo o si soy más exigente. Dicho lo cual, no me han acabado de convencer determinadas cosas. La primera, el cambio de narrador de primera a tercera persona, que genera párrafos y situaciones extrañas, como en el siguiente fragmento:

– Pero a ti también te quiero -dije, un poco turbada porque nunca se lo había dicho y porque me pareció zalamero.

– Eso espero, hija -dijo él-, sí, eso espero… -y, tras un rato-: Espero que me sigas queriendo venga lo que venga.

Se trasladaron a un sórdido piso de planta baja de la ulitsa Musala, una calle diminuta con cuatro casas avejentadas.

Bettina lo inspeccionó con la mirada y se encogió de hombros. Angelika frunció el ceño y preguntó cuánto tiempo tendrían que vivir en aquel sitio.

Página 363

No sé qué se le ha podido pasar por la cabeza a la autora para considerar que una era buena idea utilizar la tercera persona en una historia autobiográfica. No lo entiendo. Si a alguien se le ocurre algún argumento que me lo explique.

Los flashback o las referencias hay que hacerlas y hacerlas bien. Esto es, si comienzo con «eso lo aprendí después cuando estuve viviendo en XXX», no me puedo pasar todo el rato mencionándolo. Cansa y no aporta nada. Entre otras cosas, genera una reiteración con el efecto de conseguir que el lector se encuentre atascado. La sensación se acrecienta si tenemos en cuenta de que se trata de un libro de más de 500 páginas. Al menos yo he tenido la sensación de no avanzar en determinadas partes.

Un punto negativo bastante importante, al menos para mí, es el excesivo celo en un estilo demasiado barroco, demasiado trabajado, con abundancia de adjetivos y ornamentación. Juzgad por vosotros mismos:

Sería más fácil para mí y más eficaz para la historia si pudiera afirmar que Else presintió la catástrofe y se dejó caer a la vida antes de que ésta la dejara caer a ella; que en cierto modo vivió su canto de cisne. Pero no fue así, o en cualquier caso no al principio, en el año 1932; tal vez sí más tarde, cuando pese a sus desesperados intentos de mantenerse en su ceguera y de engañarse hasta la inconsciencia tuvo esporádicos momentos de clarividencia ineludible que, como dolores fantasma, seguían prolongando su efecto durante las dilatadas fases de obnubilación.

Página 207

Sé que soy la excepción dentro de comentarios muy elogiosos entre los que se incluyen la definición de obra maestra (Andrés Trapiello, en este artículo) o que destacan el ambiente que recrea la autora (Devoradora de Libros, aquí). En mi caso, no es para tanto. Sí, considero que es una historia que está bien, que narra una vida atípica e interesante en un momento muy complicado de la historia europea, pero teniendo en cuenta el bombo y platillo que se le dio, esperaba un libro mucho más redondo. Sin embargo, me he encontrado una historia que como entretenimiento está bien, pero a la que, desde mi punto de vista, no se le puede exigir más. Tú no eres como otras madres es el típico libro que rescataría de entre los libros top ventas, pero que jamás incluiría como indispensable.

En este caso, como en otras ocasiones, las altas expectativas lo traicionan. Y qué queréis que os diga, para conocer de verdad la historia y el día a día de la Europa del Siglo XX, ya tengo a Lanny Budd.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • La historia fascinante de la madre de Schrobsdorff.
Contras
  • El cambio entre narrador en primera y tercera persona.
  • Excesiva demostración estilística.
  • Las altas expectativas arruinan un libro entretenido.

Namaste.

 

Autor, Ferrante, Literatura

Las deudas del cuerpo, Elena Ferrante

Tras remontar la crisis lectora, necesitaba apuntalar la sensación de vuelta a los libros sin meterme de lleno en un libro largo, denso o complejo. Así que decidí que era el momento de volver a leer Elena Ferrante. Con su tetralogía a medias parecía el mejor modo de volver a la senda lectora.

Las-deudas-del-cuerpoEl tercer libro de la saga Dos amigas se centra en la vida adulta de ambas, la carrera como escritora de Lenù y la vida tras el matrimonio fallido de Lila.

No es fácil que os cuente algo nuevo de Las deudas del cuerpo tras las reseñas de La amiga estupenda y Un mal nombre, porque en esencia se mantienen los rasgos característicos de la historia.

La narradora es, de nuevo Elena Greco, la aplicada de las dos amigas, que estudiará en la universidad y acabará convirtiéndose en escritora. Lila es su amiga de la infancia, distanciada ahora no sólo por residir en ciudades diferentes sino por un paso del tiempo que, inexorablemente, lleva a ambas por caminos separados.

De nuevo: el ambiente, el choque entre una época de miseria y el inicio de una pujanza económica que conseguirá cambiar la vida de muchas familias napolitanas. También, el paso del tiempo, la visión adulta de la realidad frente al idealismo de lo que se imaginaban. Tenemos a una Elena adulta que regresa a visitar su ciudad natal y que es más crítica con su familia, con los vecinos y consigo misma.

En cuanto al estilo de Ferrante, el lector termina con una sensación de ingravidez que le provoca seguir leyendo hasta que termine la historia. También el reconocimiento de cierto olor a culebrón, jugando con dejar la historia a medias para continuar leyendo, además de una excesiva edición del texto que consigue un texto demasiado pulido, demasiado cuadriculado, demasiado fabricado.

Sea como sea, a mí me ha venido genial para continuar leyendo, para tomar algo de aire antes de encarar historias que exigen más, novelas más duras y menos amables. Diría también que Las deudas del cuerpo me ha gustado más de los tres que he leído hasta ahora, quizá porque las historias infantiles acaban resultando simplonas, y quizá porque la historia gana al encontrarse en la edad adulta. O puede ser que lo haya cogido con más ganas, que me haya durado menos y por eso tenga esa sensación, qué sé yo.

En cualquier caso, la fórmula Ferrante tiene éxito. Porque nos mete de lleno en el entorno napolitano, nos contagia de los sentimientos de los personajes, y a fin de cuentas, juega con la nostalgia, el recuerdo de un pasado que no volverá, el cambio que han supuesto estas últimas décadas en cualquier habitante escogido al azar. (¿No es eso lo que funciona ahora? ¿Utilizar la nostalgia para ganar lectores o espectadores?) La autora sabe narrar. Y narra una historia que no deja de ser sencilla, humana, común. No tiene ínfulas de gran escritora, no trata de apabullar con un estilo forzado y presuntuoso. Narra algo muy fácilmente donde otros se han atascado, donde otros describen caricaturas y no personajes, donde otros se quedan en la superficie.

Para mí, en este caso, es suficiente.

FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  •  Vas a leer 15 páginas y acabas leyendo 150. Perfecto para crisis lectoras.
  • Se agradece el listado del inicio donde aparecen las familias principales y secundarias, madres, padres e hijos.

Contras

  • Si no los lees seguidos pierdes detalles.

  • Si los lees seguidos la saga se acaba pronto.

Namaste.

Autor, Cabrera Infante, Literatura

Tres tristes tigres, Guillermo Cabrera Infante

Anoté este título hace tanto tiempo que me da vergüenza reconocer cuánto. Después lo compré. Lo dejé en el estante y hace unos tres o cuatros intenté leerlo. Llegué a leer unas cien páginas, hasta que me estanqué y decidí devolverlo a su sitio.

Coincidiendo este año con la conmemoración de los 50 años de su publicación, lo incluí en mi propósito de lecturas.

Hasta aquí lo fácil. El resto no lo es tanto.

La trama, si es que se puede considerar como tal, trata de la vida de La Habana: la que conforman los distintos personajes que coinciden en sus noches y en sus garitos, los que tienen relaciones entre sí por negocios, por música, por ocio o por amor. El hilo es más complicado de seguir, más bien recuerda a uno de esos poliedros en los que mirabas por un ojo y veías un conjunto de luces, colores y destellos, donde detrás había una imagen, un conjunto multicolor de luces, líneas y movimientos circulares, todo ello en un ojo que parecía torpe y lento a la hora de captar los matices.

¡Los matices, digo! El ojo de esta lectora se ha sentido prácticamente ciego ante la propuesta caleidoscópica del autor, ante los colores, los brillos y los personajes, todo adornado con saltos circunstanciales, adjetivos sin límites y muchos otros recursos estilísticos; en definitiva, un derroche de estilo que deja a cualquiera picueto.

– ¿Qué te parece Bach a sesenta? -me dice.

– ¿Cómo?- le digo.

– Bach, Juan Sebastián, el barroco marido fornicante de la reveladora Ana Magdalena, el padre contrapuntísticoo de su armonioso hijo Carl Friedrich Emmanuel, el ciego de Bonn, el sordo de Lepanto, el manco maravilloso, el autor de ese manual de todo preso espiritual, El Arte de la Fuga -me dice-. ¿Qué diría el viejo Bacho si supiera que su música viaja por el Malecón de La Habana, en el trópico, a sesenta y cinco kilómetros por hora? ¿El tempo a que viaja sonando el bajo continuo? ¿O el espacio, la distancia hasta donde llegaron sus ondas sonoras organizadas?

– No sé. No había pensado- y de veras que nunca lo pensé, ni antes ni ahora.

– Yo sí-me dice-. He pensado que esa música, que ese sutil concierto grueso- y deja un espacio vacío de sus frases dramáticas pedantes para que lo llene la música- fue creado para oírse en Weimar, en el siglo XVIII, en un palacio alemán, en la sala de música, barroca, a la luz de candelabros, en una quietud no sólo física sino también histórica: una música para la eternidad, es decir, para la corte ducal.

Página 320

La demostración de estilo de Cabrera Infante es una de esas que te sobrecogen por lo absolutamente sobrenatural del uso de cada una de las palabras, líneas, espacios y recovecos de la página. Como si el cubano hubiera apostado a revolver las entrañas del lector con cada uno de los aspectos que le ofrecían la página en blanco. Y cuando digo cada uno, es cada uno. Tomemos, por ejemplo, la página 65, que tras varios párrafos conteniendo el aliento, llegamos a ésto:

Tres-tristes-tigres

Lo que queda claro es que está todo inventado: si te sorprende la edición de La casa de hojas y las originales ideas de Danielewski, con Tres tristes tigres te das cuenta de que Cabrera Infante ya había hecho eso mismo cincuenta años antes.

Y el dueño se achicó, si es que podía hacerlo todavía y

fue el hombre increíblemente encogido, pulgarcito

o meñique, el genio de la botella al revés y

se fue haciendo más y más chico,

pequeño, pequeñito, chirriquitico

hasta que desapareció por

un agujero de ratones al

fondo-fondo-fondo,

un hoyo que

empezaba

con

o

Página 227

Además, desde el punto de vista de la trama, uno se da cuenta de que Breve historia de siete asesinatos, de Marlon James, no es tan original como pretendía, porque bebe de la influencia de esta novela, del uso de un lenguaje de la calle y de la noche, de los personajes que se ganan la vida como buenamente pueden, de esa urdimbre de personajes de callejón y mugre.

Para mí ha sido una lectura que he disfrutado pero que también he sufrido, un libro al que recurrir dentro de un tiempo, uno de esos títulos que son difíciles de recomendar porque la lectura es exigente. Al mismo tiempo me reafirmo al pensar que, como ya le dije a alguna amiga bloguera, hay que leer más gente muerta.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • El derroche estilístico en cada página.
  • La maraña de personajes y subtramas.
Contras
  • Novela exigente con la que es fácil perder el hilo.
  • Requiere concentración y tiempo. No es para todo el mundo.

Namaste.

Autor, Gómez Bárcena, Literatura

Kanada, Juan Gómez Bárcena

Dicen que uno ha de escribir sobre lo que sabe. Es lógico, aunque también peligroso. Por un lado, de lo que sabemos tenemos más información, encarar la historia puede resultar más fácil, y además controlamos el tema, lo cual nos puede ayudar a organizar la trama. Sin embargo, es cierto que los que también conocen esa temática nos pillarán antes en falta cuando lean algo raro, algún detalle de la historia que no se corresponda o cuando chirríe algo.

KanadaLuego hay otra gente que la regla general se la salta. Y eso está muy bien. Nos ofrecen temáticas y perspectivas distintas. Personas que deciden arriesgarse, contar un tema que les resulta ajeno, quizá por las posibilidades que les ofrece para la trama, o quizá porque les va surgiendo mayor rango de temática con los que avanzar.

Una tiene sus prejuicios. Por eso, cuando vi la fecha de nacimiento de este autor, pensé que la temática me sería común. Evidentemente sigo con mi regla de no leer la sinopsis, si no me habría dado cuenta de mi error.

Probablemente Gómez Bárcena sea un suicida. Un pirado. Un saltador sin paracaídas. De otra forma no se entiende que se dedique a situar una historia tan lejos tanto en tiempo como en espacio de lo que (aparentemente) más conoce. Tan lejos del hoy, de la problemática actual.

Pero lo más inaudito no es esto. Es la cara de gilipollas sorprendido que se le queda al lector, ante tamaña obra de despliegue, de demostración de fuerza y estilo, que consigue desde la primera página que dejemos de parpadear, que abramos la boca, que cabeceemos como un pez fuera del agua.

Kanada es una de esas historias que le dan la vuelta a muchas cosas, que comienza donde otras acaban: al finalizar la Segunda Guerra Mundial. El protagonista decide volver a su casa, la que recordaba como hogar, pero que ahora se ha trasformado en una ruina un poco distinta. Exactamente igual que él: superviviente de una guerra letal, que le ha quitado la familia y los recuerdos. Allí tratará de recomponerse.

Si se piensa con detenimiento es tan asombroso el milagro de la lectura. Contemplar un dibujo que no es diferente de los desconchados de una pared o de una procesión de hormigas y vislumbrar en un solo relámpago de lucidez un significado, una idea. Encadenar una reata de signos y armar con ellos un sentido que puede entretenernos o aburrirnos, conmovernos o hacernos desgraciados.

Página 25

Kanada es una novela difícil de definir, difícil de clasificar. Dura. Una lectura de las que te golpean en el corazón y en la boca del estómago, del extraño tipo que quieres releer en cuanto la terminas. Una historia relativamente corta que sorprende por el estilo del autor, por la temática y por la sangrante desesperanza contenida en cada línea.

Kanada es una de esas historias que te reconcilian con la buena literatura, con el perjuicio de que mejor voy a lo seguro y leo algún clásico, con el buen hacer y con el talento que poseen autores contemporáneos que no conocemos, en este caso, Gómez Bárcena que escribe con una fuerza y crudeza desorbitada.

También el planeta en que vives es insignificante, apenas una mota de polvo en el universo, y qué fácil es contener en él la humanidad entera. Tu despacho es en relación a la Tierra más grande que la Tierra en relación al resto del cosmos. Por qué no habrían de caber entonces tus aspiraciones en este cuarto, tan grande o tan pequeño como cualquier otro mundo.

Página 88

Kanada es un libro para recomendar, un libro de esos con los que es una alegría toparse. Así que, amigos de Sexto Piso, gracias por publicarlo, gracias por descubrírmelo y gracias por enviármelo a casa. Va directo a las mejores lecturas de este año. Los buenos libros se merecen muchos lectores, y éste es uno de ellos.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • El estilo del autor: pulcro y duro.
  • Los temas que van surgiendo y las reflexiones del protagonista.
Contras
  • Tardé algunas páginas hasta entrar del todo en la historia.

Namaste.

Autor, Literatura, Vonnegut

Matadero cinco, Kurt Vonnegut

Matadero-cincoHace tres años que este título pasó a mis estanterías, en una edición de periódico que compré de segunda mano.

Desde hace tres años este título esperaba turno, pacientemente.

Desde hace tres años, mi libro ha visto cómo otros que llegaban más tarde se colaban en la lista y eran leídos mucho antes que él.

Por suerte, los libros no juzgan. Tan sólo esperan. Y éste decidí que ya había esperado lo suficiente.

Matadero cinco empieza de la siguiente forma:

Todo esto sucedió, más o menos.

Página 15

Y el autor no miente. Porque la historia narra el bombardeo de Dresde, la ciudad alemana que fue bombardeada en 1945. Además, Vonnegut escribe con conocimiento de causa, dado que él se encontraba en la ciudad ese día.

Para ello, el autor se desdobla, como narrador y como personaje secundario que aparece en determinados momentos de la historia. ya que el protagonista es Billy Pilgrim, al que conocemos en el segundo capítulo:

Oíd:

Billy Pilgrim ha volado fuera del tiempo.

Billy se ha acostado siendo un viejo viudo y se ha despertado el día de su boda.

Página 41

Sin embargo, el autor dos páginas antes ya nos ha adelantado cómo empieza y cómo termina la historia. Podéis comprobarlo, como hice yo. Realmente eso da igual, porque en las buenas historias lo verdaderamente importante es el camino. Y en este hay multitud de saltos temporales, donde conoceremos la vida de Pilgrim, cómo acaba en el ejército y qué hacía tanto antes como después.

No es fácil contar el argumento de la historia, quizá desgranar detalles le quitaría el impacto de la sorpresa, de lo que está por llegar. Dicen por ahí que se trata de una novela antibelicista, pero más bien yo diría que se trata de una historia donde el tiempo es polvo, y aun así ese polvo es lo único que tenemos los humanos: un grano de polvo en el que hacemos una vida.

El bombardeo y la guerra son utilizados por Vonnegut, a mi entender, para poner en relieve lo pequeños que somos si nos comparamos con un universo gigante (que también ocupa su parte en la historia) y de un tiempo inexorable que trascurre sin que podamos detenerlo.

El tiempo no pasaba. Alguien debía de estar manipulando los relojes, y no tan sólo los eléctricos sino también los de cuerda, pues la segundera de mi reloj de pulsera hacía un tic, dejaba transcurrir un año, y finalmente hacía un tac.

Página 37

Mientras lo leía no podía evitar pensar dos cosas: la primera, lo extraño de esta historia que dan ganas de releer, y la segunda: la alegría de saber que en mi estantería tengo libros de esta calidad, aunque los acabe leyendo tres años después.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • La historia de Pilgrim y cómo la cuenta.
  • La inclusión del autor en la trama y el primer capítulo.
Contras
  • Llamadme purista, pero cada vez valoro más las ediciones, y ésta no es precisamente preciosa.
  • El inicio puede despistar un poco.

Namaste.

Bazar, Literatura

Octavo aniversario

Hoy es 23 de mayo y sonrío. 23 de mayo: eso significa que estoy de celebración. ¡Mi octavo aniversario en el blog! Ocho años de entradas, de lecturas, de comentarios. Ocho años hablando de libros, dando la murga con nuevos autores, repitiéndome hasta la saciedad que si tenéis que leer a Bolaño, que si qué hacéis si no habéis leído a Kafka, que si hacedme caso. Ocho años despellejando sin piedad libros que no me han gustado. Ocho años comprando libros, deseando nuevos libros, apuntando nuevos títulos en mi libreta.

Tras ocho años no puedo sino sentirme orgullosa por este espacio, por este pedacito de mí donde pongo por escrito mis sensaciones ante mi afición favorita: la literatura. Este blog es el resultado del proceso: que me siente a escribir, a mascar y reflexionar sobre lo que me ha sugerido un texto, rehacer y cortar, darle forma, revisar, dejar reposar. Entrada a entrada, reseña tras reseña, año tras año.

Continuaré dando la murga, quedáis avisados.

Gracias por seguir acompañándome.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (48)

Hoy os traigo las penúltimas incorporaciones a mis estanterías:

IMM48

  • Fuera de quicio, Karen Joy Fowler. Una novela de la que había oído hablar muy bien y que tenía apuntada en mi libreta desde hace mucho tiempo. Ya lo he leído, y no tiene desperdicio. Os hablaré de él en próximas entradas. Edita Malpaso.
  • Tiene que ser aquí, Maggie O´Farrell. Un descubrimiento, una delicia de lectura, el tipo de libro que regalas y aciertas. Tomad nota porque resulta una buena opción para regalar en el Día del Libro, en el Día de la Madre o en cualquier evento que tengáis próximamente. La reseña, aquí.
  • Prosas reunidas, Wislawa Szymborska. Haced como si supiera pronunciar el apellido de la Premio Nobel de Literatura. Y ojo, porque este es uno de esos libros indispensables. Leer las reseñas y opiniones de una autora como ésta resultan absolutamente hipnóticas. Tener ese libro en la mesilla y saber que no te va a fallar es maravilloso. Tengo muchas ganas de enseñaros alguno de sus fragmentos. ¡Y encima la portada es preciosa!
  • La Revolución Rusa, Richard Pipes. Se cumplen 100 años de la Revolución Rusa, y qué mejor forma que conmemorarlo leyendo un libro sobre el tema. Este es un tochazo. Uno de esos libros que si intentabas aseverar que sabías algo del tema, o de cualquier otra cosa, te callan de un golpe.

Desde aquí, muchas gracias Malpaso y a Libros del Asteroide por los envíos.

¿Habéis leído alguno de estos libros? ¿Los recomendáis?

Namaste.

Del Molino, Literatura

La España vacía, Sergio del Molino

Si el año pasado se habló de un ensayo, fue de éste. Comenzó con un murmullo, comentándose puntualmente en revistas, reseñas y blogs, hasta ir escalando posiciones hasta llegar a colocarse entre los libros más vendidos, los más comentados, los más recomendados. A una lectora que nació y vive en la denominada España vacía este fenómeno no podía resultarle indiferente.

La-España-vacíaAsí que lo compré, y como siempre lo dejé estar y esperé a que llegaran las heladas para comenzar a leerlo, quizá esperando que fuera algo mucho más denso de lo que me he acabado encontrando.

Porque quizá como muchos de los que me leéis, al oír demografía uno no puede más que arrugar el gesto y acordarse de aquéllas aburridas clases en el instituto en las que se ofrecían datos, pirámides de población y siestas infinitas. Pues nada que ver con eso.

Quizá el inicio ya es una declaración de intenciones por parte del autor:

Estoy en el extranjero, a punto de comer, y me doy cuenta de que no me han puesto tenedor. Levanto la mano para pedirle uno al camarero, pero entonces me quedo en blanco. ¿Cómo se dice tenedor en francés? ¿O en inglés? ¿O en italiano? (…) Es absurdo no saber cómo se dice tenedor en cualquier lengua europea porque es la misma palabra en casi todas. (…) Se refieren al tenedor con la misma palabra que emplean para llamar a lo que en castellano llamamos horca o forca: ese tridente de madera que los campesinos usaban para levantar la paja o remover la parva. (…) ¿Por qué en castellano usamos una palabra distinta y tan rara?

Página 21

Vaya comienzo extraño para un ensayo, ¿no creéis? Sin embargo, nos deja detalles de lo que nos vamos a encontrar a continuación. Esto es, estilo nada enrevesado, acercamiento a los temas a tratar desde mucha cultura popular (música, cine, literatura) y asuntos que quizá no nos habíamos parado a pensar detenidamente.

Con el primer capítulo ya andaba yo un poco descolocada, ya me incluía entre los que recomendaban La España vacía, su influjo me había atrapado. Iba por las calles de mi pueblo y por las Villas de mi comarca recomendando un libro que no había acabado de leer, hablando de prestarlo a unos y a otros, y sacando el tema en cualquier conversación que pudiera encontrar un receptor con ganas de escuchar. Así hasta terminarlo, leyéndolo con ganas de saber qué iba a preparar del Molino en el siguiente capítulo y enganchándome hasta quedarme tardes enteras leyendo mucho más de lo que tenía previsto.

Hay dos Españas, pero no son las de Machado. Hay una España urbana y europea, indistinguible en todos sus rasgos de cualquier sociedad urbana europea, y una España interior y despoblada, que he llamado la España vacía. La comunicación entre ambas ha sido y es difícil. A menudo, parecen países extranjeros el uno del otro. Y sin embargo, la España urbana no se entiende sin la vacía. (…)

Página 16

Del Molino habla de estas dos Españas desde el conocimiento, desde el que ha vivido y ha comprendido ambas realidades. Lo hace analizando la situación, las causas por las que se llegó a esa brecha (que él denomina El gran trauma) y deteniéndose en las peculiaridades del caso español.

Desde el punto de vista de una habitante de la España vacía, mi sensación es que da voz a aquellos, escasos y dispersos, que seguimos viviendo lejos de las grandes urbes. Cualquiera que se haya sentido ridiculizado por el tono de un periodista o de un documental, esa especie de simplificación que rodea el tema rural, donde el urbanita ofrece su punto de vista superficial y bucólico de la vida de un pueblo, para, a la vez, mirar por encima del hombro a sus habitantes al catalogarnos como culturalmente atrasados o directamente paletos, mientras reclama su visión prefabricada del entorno rural que cuadre con su visión preconcebida.

Al mismo tiempo también la visión del urbanita que es visto como forastero aunque lleve media vida viviendo allí, la España Profunda, lo mítico que sigue en el ADN español (Puerto Hurraco, las Hurdes), la idiosincrasia castellana y los pueblos de 10 habitantes.

Quizá la fractura sea lo suficientemente grande como para no poder remediarlo, pero conocer de dónde venimos, la situación de los otros y por qué estamos donde estamos es un gran paso. Para mí este libro es una lectura obligada para cualquiera que quiera saber un poquito más de este extraño pedazo de tierra en el que vivimos.

FICHA:

Te gustará si te gustan
  • Los ensayos.
  • Las curiosidades del día a día que uno no se ha parado a reflexionar.
Pros
  • Conseguir que un tema árido se convierta en ameno.
  • La inclusión de temas populares de diversos tipos.
Contras
  • Las notas están al final del libro, algo que resulta incómodo.

Namaste.