Dicker, Literatura

La verdad sobre el caso Harry Quebert, Joël Dicker

Muchos de los que me conocéis seguramente estéis arqueando una ceja al ver en este blog el título de esta novela, y sé que muchos otros lo hicisteis el día que visteis que lo estaba leyendo, cuando lo publiqué en Instagram.

Quizá cada vez son menos comunes los best-sellers por estos lares, pero de vez en cuando me gusta asomar mi nariz a esos títulos siempre situados en la lista de máximas ventas (generalmente cuando ya se ha pasado la moda) y ver si a mí también me convencerían.

La verdad sobre el caso Harry Quebert es la primera novela de un suizo de esos que me dan mucho asco, esto es: un chaval más joven que yo que publica una novela y se forra con ella. Eso da un poquito de envidia y muchas ganas de venir aquí a contar que ese libro es la releche. Lo siento, pero no va a pasar.

la-verdad-sobre-el-caso-harry-quebertComo buena novela de suspense que se precie, desde el primer momento sabemos que ha habido una desaparición, en este caso la de una joven quinceañera en un pueblo apartado de Estados Unidos. El misterio queda en suspenso 30 años, momento en el que se encuentra el cadáver y se retoma la búsqueda del asesino de la muchacha.

Este corte temporal permite a Dicker situar la historia en tres momentos distintos: en 1975, momento de desaparición de la chica y en 2008, cuando se encuentra el cadáver. Aprovecha además para incluir una tercera situación: las conversaciones entre escritores sobre el proceso de escritura, que suelen ser capítulos muy cortos (apenas uno o dos párrafos) y dan preludio al resto de las dos acciones.

Y es que la muchacha mantenía una relación sentimental con Harry Quebert, afamado escritor y a la postre el que da los consejos a su amigo, otro escritor que quiere sacar a la luz la verdad ayudando así a Quebert a salir del atolladero. Efectivamente: su amigo no es el depravado que vende la policía y los periódicos, y por supuesto no ha matado a Nola Kellergan porque ellos vivían una verdadera historia de amor.

A mí es que este tipos de amores prohibidos me aburren soberanamente y ya si incluyen conversaciones como ésta…

– Callémonos y estrécheme en sus brazos… Me parece tan inteligente, tan apuesto, tan elegante.

– No puedo, Nola….

– ¿Por qué? Si de verdad le gusto, ¡no me rechace!

– Me encantas. Pero eres una niña.

– ¡No soy una niña!

– Nola… Lo nuestro es imposible.

– ¿Por qué es tan malo conmigo? ¡Ya no puedo ni hablarle!

– Nola, yo…

– Déjeme. Déjeme y cállese. Cállese o le diré a todos que es un pervertido. ¡Váyase con su novia! Fue ella la que me dijo que estaban juntos. ¡Lo sé todo! ¡Lo sé todo y le odio, Harry! ¡Váyase! ¡Váyase!

Página 232

Pues efectivamente, entiendo que alguien metiera a la insufrible niñata en el maletero de su coche y la hiciera desaparecer.

Lo peor de este tipo de diálogos no son las frases arquetípicas y sin sentido, sino la repetición: quizá la primera vez podemos pasarlo desapercibido, pero a la octava estamos mirando cómo comprar un arma de fuego en este país. Y a la decimosexta nuestro vecino ha llamado a la policía alterado por nuestros gritos de MUERTE Y DESTRUCCIÓN.

Claro, si pensamos que La verdad sobre el caso Harry Quebert es un tochazo de setecientas páginas tiene que abundar el relleno, pero por si fuera poco al leer un diálogo de ese calibre, hay que ofrecer poca información y repetirla cuanto se pueda. Para esto lo mejor es el corta y pega, que tenemos lectores GILIPOLLAS que no se han quedado con la copla.

Tras conversaciones con testigos y tratar de seguir la pista sobre lo que ocurrió en el verano del 75 (algo muy de Pretty Little Liars, en ese verano ha pasado más que en Madrid la última década), Marcus Goldman consigue convertirse en un personaje que hemos visto repetido en multitud de ocasiones en series, libros malos y sobre todo películas de los sábados de Antena 3, lo cual incluye el muy original momento en el que va a ver a un testigo y le dice al sirviente que tiene que ir al baño y se escaquea del baño para echar un vistazo. ¡No puede ser! ¡Qué original! ¡Esto va a marcar un antes y un después en la literatura! ¡Ya verás cuando se entere Dan Brown!

Por supuesto, la investigación se ve aderezada de amenazas y anónimos, intentos de incendio y mucha hostilidad (¡quién lo iba a decir!). Venga, ¿que le queman el coche? ¡Confeti!

La sensación creciente que tengo cuando leo este tipo de libros es la de la producción en cadena, el darse cuenta de que se trata siempre la misma historia, que no brilla por ningún lado, con personajes intercambiables y con una trama similar que promete thriller y tensión y sólo da tedio y un poco de pena. La misma que me dan los calificativos que le han prodigado por aquí y allá los críticos literarios de medio mundo diciendo cosas como ésta:

La sorpresa de la rentrée, el libro que no podemos soltar después de horas de lectura cautivante…. Recuerda a Philip Roth. Jonathan Franzen o Woody Allen.

Marie-Françoise Leclère, Le Point.

Vamos a ver, señora Leclère, ¿qué le ha hecho Philip Roth para aseverar algo así?

Historias sin alma, personajes que no vas a recordar, situaciones que has visto con pocas variantes unas dos o tres mil veces en cualquier sitio, una de esas novelas que dice poco a pesar de tener escritas muchas palabras en ellas.

Probablemente lo mejor sean los inicios de capítulos, donde Goldman y su mentor reflexionan sobre el proceso de escritura y donde dejan momentos como este:

En esta sociedad, Marcus, los hombres a los que más admiramos son los que ponen en pie rascacielos, puentes e imperios. Pero en realidad, los más nombres y admirables son aquéllos capaces de poner en pie el amor. Porque es la mayor y más difícil de las empresas.

Página 281

La verdad es que si lo llego a saber podría haber empezado un juego alcohólico mientras lo leía, habría sido más entretenido, fijo.

– ¿Quiere que le lleve, sargento?

– Ni hablar.

– Conduce usted muy despacio.

– Conduzco con prudencia.

– Este coche es una basura, sargento.

– Es un vehículo de la policía estatal. Un poco de respeto, por favor.

– Entonces es una basura estatal. ¿Y si ponemos algo de música?

Página 475

¡CHUPITO!

Y con esto he escupido toda la bilis que me ha hecho generar el dichoso libro en sus 700 páginas. ¡Qué descanso! Ya sabéis, lectores: la bilis, como la basura, mejor fuera.

FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • Las reflexiones sobre la escritura que dan comienzo a los capítulos.

Contras

  • Situaciones absurdas e increíbles.

  • La inclusión de diálogos de este calibre debería de ser un atenuante para la aplicación del artículo 138 del Código Penal.

Namaste.

Autor, Eco, Literatura

El cementerio de Praga, Umberto Eco.

Y aquí está la reseña de El cementerio de Praga. Creo que me ha quedado larguísima para mi costumbre, pero quería dejar claras unas cuantas cosas.

 

Desde el inicio sabemos que hay tres narradores: Simonini, un capitán garibaldino, el abate Dalla Piccola y el autodefinido Narrador. Este último se dedica a leer por encima del hombro el diario de Simonini, que de vez en cuando interrumpe Dalla Piccola.

 

Al inicio yo misma reconocía al Eco que me encandiló con El péndulo de Foucault así como la inclusión de un tema que también aparece en La misteriosa llama de la reina Loana. Por lo que lo comencé con esperanza, sonriendo por las similitudes, impaciente por saber qué iba a leer a continuación.

 

Y lo que viene después es una historia sobre conspiraciones, revueltas populares y engaños enmarcada en la Italia garibaldina y en la Francia de Napoléon III. Aquí el autor expone todo su conocimiento y su potencial, dando datos, incluyendo personajes reales y tramas históricas. Como ya dije en aquélla entrada sobre Eco, el autor sabe muchas cosas: si quiere contarte la forma de hacer la pólvora de la época, va y te la cuenta. Si quiere mencionar calles y callejuelas del París de entonces, lo hace.

 

Hay montones de fragmentos o frases que me han gustado, como por ejemplo ésta:

 

Me estaba diciendo que ese hombre seguía el camino equivocado: no puedes crear nunca un peligro con mil caras, el peligro tiene que tener sólo una; si no, la gente se distrae. Si quieres denunciar a los judíos, habla de los judíos, pero deja en paz a los irlandeses, a los príncipes napolitanos, a los generales piamonteses, a los patriotas polacos y a los nihilistas rusos. Demasiada carne en el asador.

 

Pero… a partir de aquí comienzan todas las pegas que le he encontrado a la novela: lo primero, la cantidad de personajes que aparecen y desaparecen, los numerosos saltos temporales que confunden al lector. Desde el principio traté hace una línea temporal sobre cada cosa que iba pasando, pero me fue totalmente imposible seguir con ello. Bien es cierto que al final el autor nos ofrece un cuadro relacionando cada episodio con la época en la que se habla y la trama en sí, pero apenas sirve para clarificar nada.

 

 

Portada de "El cementerio de Praga" de Umberto Eco.
Portada de "El cementerio de Praga" de Umberto Eco.

Básicamente, el mayor fallo que le veo es que no hay una trama clara. No hay algo que te anime a seguir, a conocer qué pasará después. Parece que simplemente, van ocurriendo cosas, pero sin orden ni concierto, parece una enumeración de cosas, puestas una detrás de otra pero sin gracia alguna. Dan ganas de dejar el libro a la mitad, así os lo digo. He tenido dos sentimientos encontrados: de un lado la ilusión de que todo tendría relación, de que pasaría algo que cambiaría la percepción del libro (un final redondo, un argumento que simplicara la historia, ¡algo!), de otra, el sufrimiento. Me gusta Eco, he disfrutado mucho con sus novelas. Pero ha llegado el momento en el que por ejemplo, estaba viendo una serie y me decía a mí misma: «Debería leer un poco». (debería, y no me apetece) y lo peor es que yo misma miraba de reojo el libro y pensaba «Uf. Casi mejor me veo otro episodio.»

 

Sufrir por continuar un libro es una de las peores cosas que le pueden pasar al lector. Y eso me ha ocurrido a mí. Me daba igual qué pasara, me daba igual si un personaje era el mismo que doscientas páginas antes. Quería acabarlo a toda costa. Más por amor propio y por esa ilusión de que no, Eco no podía ser así, tendría que haber ideado algo para dejarnos a gusto con el final.

 

Así que os digo, que la novela es una cadena de despropósitos: de temas manidos como la masonería, los jesuitas y las conspiraciones (que además, parecen reutilizados de El péndulo de Foucault) y lo peor, sin duda, los saltos temporales, que impiden seguir la novela.

 

Es compleja, ardua, requiere toda la atención del lector, y aun así no es seguro que sepamos qué hace quién y dónde y cuándo.

 

He llegado a pensar que la culpa era mía, por ir espaciando la lectura al alternarlo con otra novela que tengo a medias, pero cuando intenté leerlo de corrido fue peor: no me daba tiempo a asimilar lo que me contaba Eco, no sabía qué había pasado entre medias y eso me generaba confusión.

 

Mi conclusión no es, como he leído por ahí, que Eco está sobrevalorado, sino que ha perdido la chispa. Ya me pareció cuando leí La misteriosa llama de la reina Loana, que podía haber escrito una novela mejor con ese punto de vista del que parte, pero es que El cementerio de Praga es directamente decepcionante.

 

Y no me gusta tener que hacer esta reseña, porque Eco es un gran escritor, pero no puedo otra cosa que decir mi verdadera opinión. En anobii he visto que la mayoría de las personas le dan grandes puntuaciones, lo cual me ha sorprendido. Pero por otro lado, también hay grandes críticas, como la de Javier.

 

Tres cuestiones:

 

1.- Leí en twitter que alguien comentaba que leer a Eco es de listos (algo así como “el snob se sorprenderá de que El cementerio de Praga esté entre los más vendidos). Mi pregunta es: ¿Eco es para listos? ¿Desde cuándo? ¿Por qué? Y otra cosa, ¿el hecho de que esté entre los más vendidos ya es indicativo de que la novela es buena? ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?

 

2.- ¿Alguien me sabe decir por qué en las novelas de Eco siempre aparecen ilustraciones? Vale que en algunas son necesarias, pero creo yo que pierden el sentido cuando mientras que Eco describe a un personaje en la página 240, la ilustración sale en la 245… ¿o me lo parece a mí?

 

3.- A los que habéis leído el libro. ¿Soy yo o es que el autor  se excusa en la nota aclaratoria del final? ¿Está afirmando que el libro es una completa confusión? Os dejo un fragmento:

 

El Narrador se da cuenta de que, en la trama bastante caótica de los diarios aquí reproducidos (con todos esos (…) flashbacks), el lector podría no lograr remontarse al desarrollo lineal de los hechos, desde el nacimiento de Simonino hasta el final de sus diarios. (…)

 

Al Narrador, si hemos de ser francos, a menudo le ha costado orientarse, pero considera que un lector como Dios manda podría pasar por alto estas sutilezas y disfrutar igualmente de la historia. En el caso, de todas maneras, de un lector excesivamente puntilloso, o no fulmíneo en su comprensión, aquí hay una tabla que aclara las relacione (…).

 

¿Y encima se atreve a llamarme puntillosa?

 

FICHA:

 

Te gustará si te gustó
  • La misteriosa llama de la reina Loana. Umberto Eco.
Pros
  • Las primeras páginas, que guardan algo de la magia narrativa del autor.
  • La gran ambientación histórica.
Contras
  • La ingente cantidad de saltos temporales.
  • La ausencia de una trama clara a lo largo de toda la novela.
Recomendaciones
  • Si no habéis leído nada del italiano, empezad con otro. Corréis el riesgo de pensar que todas sus novelas son como esta, y nada más lejos de la realidad.

 

Namaste.

 

Balance de 2010, Literatura

Balance de 2010: recomendaciones y joyas

Y ahora la parte buena, lo que os prometí. He decidido dividir los libros que me han gustado en dos grupos bien diferenciados.

 

Entretenimiento al 100%:

 

 

 

  • El asedio. Arturo Pérez-Reverte. Desde mi punto de vista, la novela más completa del cartaginés. Muchos la tachan de pretenciosa, pero a mí me ha parecido una buena mezcla entre novela histórica, personajes tipo Alatriste y misterio. Merece la pena.

 

 

 

 

  • El violinista de Mauthausen. Andrés Pérez-Domínguez. Aunque es el libro más triste de todos los que figuran en este apartado, me gustó, me sorprendió y aunque tiene alguna escena un poco increíble, es entretenido.

 

  • Ni de Eva ni de Adán, Amélie Nothomb. Un libro ameno, curioso, diferente y que aporta algo más, una visión de la realidad diferente, de un mundo ajeno al occidental. Como ya comenté, Nothomb pasa a mi lista de autores bienaventurados.

 

  • Sin noticias de Gurb. Eduardo Mendoza. Novela hilarante donde las haya, donde Mendoza une la ciencia ficción con un humor muy particular que me encantó. Un libro que engancha y divierte. ¿Qué más se puede pedir?

 

 

Joyas o lo mejor que he leído en 2010:

 

Pero si tuviera que escoger lo mejor de lo mejor, lo que más me ha impactado, los libros que más me han gustado porque fueron algo más y los que se quedarán en mi retina son:

 

  • El Pentateuco de Isaac. Angel Wagenstein. La mejor novela que he leído este año. Soprendente, irónico, fantástico. Todo un descubrimiento que no me cansaré de recomendar.

 

  • El castillo. Franz Kafka. Para fanáticos del checo. Puro Kafka.

 

 

  • Los libros arden mal. Manuel Rivas. Mi primera incursión en la obra del gallego no pudo salir mejor parada: una novela con un estilo muy particular, que en algunos momentos se hace un poco cuesta arriba pero que merece la pena.

 

 

  • Maus, Art Spiegelman. La novela gráfica que me encandiló hace poco. Para releer una y mil veces.

 

  • Expiación. Ian McEwan. La sorpresa, lo inesperado. Un estilo clásico, una trama elaborada y unos personajes inolvidables. McEwan, sé bienvenido.

 

  • El Palestino, Antonio Salas. Por el libro en sí y por lo interesante que me pareció su autor en la entrevista que publiqué hace poco. Un acercamiento a la realidad. Totalmente recomendable.

Esto es todo por hoy. Espero que lo paséis genial y que 2011 sea un año inolvidable, con muchas lecturas, nuevos autores y descubrimientos y que sigamos leyéndonos y compartiendo libros y recomendaciones.

Namaste.

 

Autor, King, Literatura

Stephen King

Hace tiempo, durante la época dorada de este escritor, me aficioné a leer sus libros según llegaban nuevos a la biblioteca que frecuento.

El primer libro que leí de este autor fue Carrie. Me encantó, me pareció inquietante, emocionante y totalmente sorprendente.

Aquélla edición que leí venía acompañada de una serie de relatos cortos agrupados con el título El umbral de la noche. Me gustaron pero no tanto como una novela larga.

Al poco tiempo, todavía con el buen sabor en la boca de la primera novela, me metí de lleno en El pasillo de la muerte (la versión cinematográfica fue La milla verde, así como el nombre de la novela en inglés). De repente el tema no tenía nada que ver con Carrie: un condenado a muerte en una prisión. Me encantó, me encandiló. Al mismo tiempo me pareció misericordiosa y cruel. Posteriormente vi la película. Como todas, es una mera simplificación de lo que acontece en el libro. No está mal del todo pero siempre es mejor la novela.

Por aquél entonces tenía la costumbre de leer un libro al año de King. Así que el siguiente libro fue La tienda, de la que ya hablé en otro post. Este libro lleva prácticamente toda la vida en mi casa. Fue un regalo de mi madre a Coala allá por el año 93. Se lo leyó mi madre. Después se lo leyó Niebla espesa. Surgió el cachondeo de que yo me lo leería antes que el propietario. Parecía que no, puesto que yo por aquélla época tenía 8 años… Pero Coala fue postergando el libro a un mes y otro y otro… al final, huelga decir que yo me lo leí antes. Y creo que Coala lo ha empezado tres veces y no lo ha acabado ninguno. Que me corrija si me confundo.

También me gustó mucho, me pareció más cruel y más despiadado que los demás. Y también más original. Aunque bien es cierto que el principio puede hacerse un poco pesado, después te atrapa y no puedes parar de leer… hasta el final, que no me acabó de gustar.

Por último, leí Un saco de huesos y aunque me gustó, no alcanzó el nivel de sus otras novelas, pero bueno, fue una lectura entretenida, amena y rapidita. Lo justo para mantener el aprobado en una escala del uno al diez.

Hasta aquí la época buena de mi relación con Stephen King. Las cosas cambiaron cuando más tarde leí Buick 8. Un coche perverso y Todo es eventual.

La primera es, con todas las letras, un bodrio. La historia no hay por donde se coja, la trama no se sostiene, ni hay realidad ni hay intriga, es todo una chorrada muy grande, como si el autor tuviera que cumplir plazos de entrega y le hubiera preguntado a su hijo qué quería leer.

En cuanto al compendio de relatos, es más de lo mismo. Deja al lector con mala leche, y sin ganas de leer más. Fue entonces cuando pensé que a King se le había ido la magia. De tanto explotar la temática de la barrera entre el esoterismo y la ciencia-ficción, se había quemado. No pasa nada, hace falta reciclarse y punto. No se puede sacar un superventas todos los años durante dos décadas.

Desde entonces, no he vuelto a leer un libro suyo.  Sé que ha sacado nuevas novelas, pero cuando veo su nombre en la portada pienso que ya he tenido suficiente, que no me sorprenderá, que lo único que hará será modificar un recuerdo que tengo de él que no es malo del todo, puesto que he pasado buenos momentos leyendo sus novelas. Así que ahora le ignoro.

¿Leeré algo suyo en el futuro? La respuesta ha de ser sí. Creo que El resplandor puede ganar mucho en novela (aunque ya conozcamos la historia por la versión de Kubrick, me parece que tengo algo pendiente), además de que Varego me ha recomendado Christie y está convenientemente apuntado en mi Plan Infinito.

Y vosotros, ¿habéis leído algo de Stephen King? ¿Os gustó?

Namaste.

Intriga, Literatura

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina

Tras la primera parte de Millenium, que me dejó un buen sabor de boca, comencé ilusionada la segunda parte de la trilogía.

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolinaLo que te puedes encontrar aquí (aparte de un tochazo del tamaño de un ladrillo) es una investigación sobre la trata de blancas en Suecia.

El libro comienza centrándose en Lisbeth Salander, conocemos un poco más de ella, qué hace y dónde está. Este inicio da dinamismo a la historia, puesto que a fin de cuentas no es que supiéramos mucho de ella tras leer el primer tomo.

Después, comienza el verdadero tema: la trata de blancas. Un poco después, el autor se centra en Mikael Blomkvist y ahí es cuando la novela transcurre más despacio, hasta llegar a un punto en el que piensas que le sobran páginas, que hay mucha paja de por medio.

Esa es la sensación que he tenido en, al menos, 250 páginas. El protagonista trata de investigar si Salander es culpable de asesinar a varias personas. Pero vamos, que no consigue información. Más bien bebe café y come sándwiches como si no hubiera mañana.

Otra cosa que me exasperó es que me pareció que se trata al lector como si fuera imbécil. Me explico. No hace falta que cada vez que salga un personaje me digas en qué trabaja, cómo es físicamente o cualquier cosa que me hayas dicho ya. Si ya lo has contado, ya lo he leído. Además, hay montones de referencias muy básicas en la primera parte de Millenium (pero estúpidas, en plan Mikael Blomkvist, el periodista).

La última cosa que no me ha gustado ha sido el final. De un lado, es un mero punto y aparte. Estás obligado a leer la tercera parte porque ese final no es más que un fin de capítulo. De otro, el supuesto misterio es previsible (o al menos eso me parece a mí). Quizá el problema fue que tras leer la primera parte, vi la adaptación cinematográfica. Craso error. En apenas un segundo me soltaron un spoiler en toda la cara, lo cual me ha predispuesto a imaginarme algo que ha acabado pasando (aparte en acordarme en la familia del director, guionista y productor).

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • Entretiene y engancha, al menos durante un rato.
Contras
  • Sobran 250 páginas.
  • El final es previsible y es tan abierto que necesitas continuar con la saga.

Namaste.

Autor, Giordano, Literatura, Paolo

La soledad de los números primos, Paolo Giordano.

Este libro lo he visto reseñado en varios blogs, uno de ellos, el de Vero (digo uno de ellos porque sé que muchos de vosotros ya lo habéis leído y que lo comentasteis en Bibliolandia).

Al final, me lo regalaron por mi cumpleaños y hoy lo he terminado.Versión inglesa del libro

Edición del libro en castellanoComo es un libro tan famoso imagino que ya sabéis de qué trata: los protagonistas son dos jóvenes aislados de los demás, diferentes al resto del mundo por trágicas razones, que comienzan una relación de amistad.

A partir de ahí conocemos cómo han llegado a ser así, y más tarde, su paso de la adolescencia a la edad adulta.

El libro tiene dinámica, es fácil tratar de leer un capítulo y al final acabar leyendo 10, además de que es interesante ir descubriendo el carácter y problemas de los dos personajes.

En fin, es un libro que está bien, que entretiene un rato y que no está mal escrito, pero esperaba bastante más. Lo bueno es que es corto y puede ser una buena lectura como puente entre libros más densos.

Sin embargo, hay una cosa en especial que no me ha gustado: el final. Me ha parecido poco concluyente, un punto y coma más que un punto y aparte. ¿Acaso el autor piensa continuar la historia? No sé, pero no comento más porque lo dejo para que leáis el libro.

Cómpralo ahora pinchando aquí.

FICHA:

Te gustará si te gustó
  • La caja de la mariposa, Sandra Montefiere.
Pros
  • Está bien escrito.
  • Entretiene.
Contras
  • La melancolía y la tristeza que despiden los protagonistas.
  • El final.

Comienza la cuenta atrás…

Namaste.

Actualidad, Literaria, Literatura, No conviene olvidar, Reseñas

Las cenizas de Ángela, Frank McCourt

El autor, ganador de un premio Pulitzer
El autor, ganador de un premio Pulitzer

Hoy me ha sorprendido el anuncio de la muerte de Frank McCourt, y por eso hoy le voy a dedicar mi entrada.

Si no le conocéis, os informo de que es el autor de la célebre novela Las cenizas de Ángela, una historia autobiográfica que se centra en la infancia del autor.

Los recuerdos de McCourt son tristes y crudos. Nació en Irlanda, en el seno de una familia pobre en la que su padre malgastaba su dinero en el alcohol y en la que su madre trataba de mantener a una familia numerosa como podía. La miseria, el hambre, el pesimismo de la situación en la que se encontraban… todo esto y mucho más es capaz de transmitirlo McCourt con una prosa que no busca dar pena; simplemente lo cuenta de una forma realista, sin caer en el victimismo. El libro es duro, porque expone de una forma cercana la realidad que le tocó vivir: las muertes, la pobreza… a mí me encantó.

Posteriormente, el autor publicó la segunda parte, llamada Lo es donde narra las situaciones por las que le llevó la vida

Portada del libro
Portada del libro

a partir de su adolescencia: su emigración a Estados Unidos, sus trabajos itinerantes… también es entretenido, pero no es comparable con la primera parte, quizá porque le falta la inocencia de la infancia que tan bien relata el autor.

En cualquier caso, desde aquí aprovecho para recordar a un escritor que ha sido capaz de doblegar a medio mundo a la melancolía de sus páginas, y aún así recordar el libro con ilusión.

FICHA:


Te gustará si te gustó
  • El hijo del acordeonista, de Bernardo Atxaga
Pros
  • Cautiva e impresiona.
  • Los personajes, reales como la vida misma.
Contras
  • La historia es triste y melancólica.

Qué mejor forma de recordar a un escritor que leyéndole, ¿no creéis?

Namaste.

Literatura, Reseñas

Una sugerencia: Stephen King.

Hace poco alguien mencionó que quería leerse un libro de Dan Brown (en concreto “Ángeles y demonios”) para pasar el rato este verano. Como ese alguien es amigo mío (pongamos por caso que se apellida Crocket) y por tanto no quiero que pase por ese mal rato, desde aquí le voy a recomendar otro libro.

Portada de "La tienda"
Portada de "La tienda"

El libro se llama “La tienda” y es de Stephen King. Ignoro si Crocket ha leído algo de King, lo normal sería que sí (dado al número de bestsellers que ha vendido este hombre, cierto es que ahora apenas escribe, pero en los 90 estaba constantemente en la lista de los más vendidos).

¿Por qué he escogido este libro? Lo primero porque pertenece a su época inicial, cuando sus novelas tenían algo más de misterio y terror: tenía más ideas y éstas eran más frescas. Como muestra, además de “La tienda”, que es de 1976, y “Carrie”, una de sus grandes novelas (llevada después a la gran pantalla), del 74, es obligatorio que cite “El resplandor”, de 1977.

Desde mi punto de vista, después sus ideas se resintieron, y aunque existen excepciones (como “Un saco de huesos” (1998), la mayoría de sus novelas estaban cogidas con pinzas, con ideas rebuscadas, lentas en el desarrollo y de pesadas lectura (véase “Buick 8. Un coche perverso” (2002)).

Además este libro es entretenido, ameno y engancha (así que no seais masoquistas y esperad a que acaben los exámenes), lo podéis encontrar en cualquier biblioteca y aunque es un poco largo, no se hace pesado.

Como último argumento (y soy consciente de que quizá sea el que más pese), Stephen King es un enamorado de Lost (la wikipedia dice que “ha influenciado y colaborado en ella”, lo que no sé es hasta qué punto…).

De nuevo gracias por las visitas, comentarios y sugerencias.

Namaste.

Literatura, Reseñas

De «Millenium» y otros bestsellers

Desde hace un tiempo oigo comentar que qué bien está este libro o qué bueno es éste otro. Casualmente son siempre los mismos: la trilogía de Stieg Larsson, que encabeza la lista de los más vendidos semana tras semana, y “Crepúsculo” con sus secuelas.

Saga de Crepúsculo
Saga de Crepúsculo

De la primera poco tengo que decir: no la he leído. Me debato entre hacerlo o no… porque da la casualidad de que cuando alguien me recomienda encarecidamente un libro me acaba desilusionando… seguro que ya os ha pasado alguna vez.
Animo a los que lo hayan leído a dejar su comentario.

De la segunda sí que tengo opinión. Solamente he leído “Crepúsculo”, pero con un libro de esa saga me es suficiente. No os voy a engañar: entretiene, que es para lo que está hecho el libro. Porque de lo demás es más bien flojo. Los personajes son planos, la historia no da para mucho y la autora es un poco densa… si no sabéis de lo que trata os lo cuento: una chica se enamora de un vampiro(queda lejos de la visión vampírica-filosófica de Stoker o Rice). No es más que eso, una historia muy cinematográfica que ha enganchado (en su mayoría) a chicas adolescentes . Acaban de sacar la película y por lo que tengo entendido ya están rodando la segunda parte. La verdad es que es un filón en cuanto a dinero recaudado… sobre todo teniendo en cuenta lo escasos que andan de ideas en Hollywood (donde además de las versiones de libros, incluida la trilogía Millenium, abundan las secuelas y los remakes: véase Star Trek o Terminator).

Continuando con los libros que me han decepcionado mencionaré “El niño con el pijama de rayas”, de John Boyne. La historia, nada novedosa, superficial y previsible pero aun así ha conseguido que mucha gente (demasiada para mi gusto) lo declare poco menos que indispensable… (vergonzoso).

Afortunadamente, no todos los libros que me recomiendan con fervor me desagradan, y como muestra citaré “La elegancia del erizo”, de Muriel Barbery, un libro llamado a ser best-seller (de hecho ya han planeado rodar la película) que trata de la relación entre una portera de un edificio y una chica de doce años un poco sabelotodo. Desconfío del resultado de la película, y sobre todo porque en el libro abundan las referencias literarias y filosóficas, escasean los diálogos y las acciones trepidantes… os recomiendo leer el libro.

La elegancia del erizo, Muriel Barbery
La elegancia del erizo, Muriel Barbery

Poco más. Os animo a comentar sobre estos y otros libros. Cualquier sugerencia o recomendación será tenida en cuenta.

Desde aquí, un agradecimiento especial a la gente que me ayuda a subir fotografías… sin su ayuda seguiría insultando al ordenador… 😉

Namaste.

EDICIÓN: consulta la reseña de la primera parte de la trilogía de Millenium pinchando aquí.

EDICIÓN: si quieres conocer qué me pareció la segunda parte de Millenium, pincha aquí.