¿Y ellos qué opinan?

Y ellos, ¿qué opinan? (XVII): Javier Marías

Javier Marías (Madrid, 1951):  no necesita presentación. Junto a Muñoz Molina es uno de los grandes de las letras españolas. Incluso se le ha considerado el mejor escritor en español vivo. Ha sido profesor en Oxford, es traductor y ocupa una de las plazas de la Real Academia Española. Eterno candidato al Nobel, entre su obras destaca Tu rostro mañana, Todas las almas o Mañana en la batalla piensa en mí. Por aquí también ha pasado Los enamoramientos. Su última novela se titula Así empieza lo malo (2014).

1.- ¿Cuál es el último libro que has leído?

El gatopardo, de Lampedusa.

Anotado varias veces en mi libreta y quién sabe si por distintos motivos. Una de esas obras que siempre figuran como indispensables. De hecho la tengo en casa, en una preciosa edición de Edhasa.

2.- Un libro que nos recomiendas.

El espejo del mar, Conrad.

Esperaba El corazón de las tinieblas, más bien. O quizá Lord Jim. En cualquier caso, Conrad es uno de esos autores que nunca he leído, así que poco os puedo comentar. Si queréis saber más de él, os dejo lo que opina el propio Marías.

3.- Un autor por el que sientas fijación.

Giusseppe Tomasi di Lampedusa.

¿En serio? No me tomes el pelo, Marías. ¿Y no mencionas a Shakespeare? ¡Pero si esta respuesta estaba contestada de antemano! Quizá por el pin que luce en su chaqueta, quizá por haber sido profesor en Oxford, o por haber titulado alguna de sus obras como los versos del inglés, esperaba Shakespeare. Pero no.

Y vosotros, ¿habéis leído El gatopardo? ¿Qué os parece Conrad? ¿Os habéis animado a leer a Marías?

Namaste.

 

Autor, Literatura, Marías

Tu rostro mañana (I): Fiebre y Lanza, Javier Marías

Javier Marías, un autor al que regresar siempre. Porque cuando lees Mañana en la batalla piensa en mí, o Los enamoramientos sabes que es este, Tu rostro mañana, su título más famoso, es el que hay que leer, al que hay que llegar. Un libro que adquirí hace ya bastante tiempo en una edición de Alfaguara donde viene recogida la trilogía completa.

Un propósito: leer Fiebre y lanza (la primera parte de la trilogía) en este año 2013.

La idea general que me trasladaban todos, y que yo tenía interiorizada de fábrica era la de Ten paciencia. Es un libro denso. Cuál fue mi sorpresa cuando al empezar el libro la impresión general que me dio era que parecía liviano, resultando ameno y entretenido. Las páginas pasaban raudas y veloces, y tenía que comprobar de vez en cuando que sí, que se trataba Tu rostro mañana y el autor era Javier Marías. Sí, era el libro denso del que todo el mundo me avisaba.

Como siempre, la trama es lo de menos. Eso ya lo sabemos cuando leemos a Marías. Esta en concreto nos ofrece como protagonista a un español en Londres (cómo no), un profesor universitario (cómo no again) que nos desvela parte de su intimidad, de un lado, reflejada en su vida familiar que deja atrás, y de otro, su parte intelectual, su frecuente reflexión sobre temas variados con sus colegas ingleses.

Pero es además un libro que embauca y que analiza, y que al tiempo envuelve y arropa. Como una manta en invierno, da calidez pero también enfoca, arroja luz sobre diversos temas: sobre la soledad y la comunicación, sobre nuestros miedos; en general, sobre el ser humano. Como muestra os dejo dos citas:

Necio en sentido estricto: ignorante y que no sabe lo que podía o debía saber, es decir, que ignora a conciencia y con voluntad de ignorar.

 Hay personas que simplemente resultan ser imposibles, y lo único sabio es apartarse de ellas y mantenerlas lejos, y no existir para ellas.

 

La narración recuerda en muchas ocasiones a lo que plantea en el libro: una conversación, quizá con otra persona o quizá con uno mismo, pero una conversación en la que se empieza un tema y se van derivando otros que atraen nuestra atención, un elenco de hilos que salen de la madeja de la conversación cómoda, del tiempo dedicado a ella, de esa preciosa sensación de saber con qué tema se empieza a hablar y desconocer con cuál se acaba.

Y para redondear la jugada, los giros con el inglés, los paralelismos entre las lenguas y las diferencias entre ambas. No me refiero solamente a aquél viejo truco de los juegos de palabras, sino a por qué utilizamos una palabra y no otra, y los matices de cada sinónimo y de cada adjetivo.

Recuerdo que este mismo autor analizaba una frase en uno de sus libros. Una frase que utilizamos a menudo pero de la que nunca me había parado a pensar. Es Me voy a ir yendo. Marías se sorprendía por la utilización del verbo ir en tres conjugaciones distintas. Y en los matices de ir añadiendo cada uno de ellos, de esa graduación entre:

  Me voy <<<<<<< Me voy a ir <<<<<<<<  Me voy a ir yendo.

Esto y mucho más ofrece la novela que os traigo hoy. Y eso es Marías, un interesantísimo autor con el que disfrutar y paladear cada uno de sus párrafos, que pone mucho cuidado en cada una de sus palabras, midiéndolas y reflexionándolas, algo que parecía olvidado en este mundo de mensajes por dispositivos tecnológicos, en este mundo en el que se abusa de las palabras coloquiales, en el que pocos se preocupan por cómo decir las cosas.

Para terminar, Marías acaba la novela derivando el tema al espionaje, una parte que se me ha hecho, esta vez sí, más densa. Pero que por contra me ha influenciado para comenzar a leer Homenaje a Cataluña, de Orwell. Qué mayor alegría que empezar un libro porque otro te ha llevado hasta él.

En definitiva, leer a Marías es un placer. El placer de ir comprobando cómo juega con las palabras, envolviendo las ideas y creando sensaciones. Lo hace porque sabe, porque entiende. Qué leches, porque puede. Alardea. Y señores míos, en un mundo en el que la mayoría literaria parece venida desde la misma fábrica de China, esto es genialidad pura.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • El modo en el que utiliza el lenguaje.
Contras
  • El final se me ha hecho un poco más pesado.

    No sé si fue una buena idea comprar esta edición. Pesa demasiado.

 Namaste.

IMM, Literatura

IMM (16)

Regreso con (algunas…) de las nuevas adquisiciones. Los libros que os traigo hoy son los siguientes:

Algunas de las nuevas adquisiciones: Marías, Oé, Mendoza y Grandes

  • Tu rostro mañana, Javier Marías. Una edición que recoge las tres partes de la novela más conocida de Marías (y también, por lo que sé, de la más compleja). Lo cierto es que no tenía pensado comprarla, pero me gustó la edición, el hecho de tener las tres partes en un mismo tomo. Aunque el precio no era lo que se dice barato, tampoco es que fuera excesivamente caro, así que me convenció y lo compré. Lo complicado será ahora determinar cuándo es el momento de empezarlo.

  • Cuadernos de Hiroshima, Kenzaburo Oé. Recomendado por Oesido, lo anoté en la libreta en su día y casualmente me topé con él. Éste sí que lo leeré antes, tengo curiosidad por leerlo y además me viene de perlas para el reto de Meribélgica. ¿O es que soy la única que lee siempre libros de los mismos meridianos?
  • La verdad sobre el caso Savolta, Eduardo Mendoza. Aunque Sin noticias de Gurb es un libro muy famoso de este autor, me da la impresión que La verdad sobre el caso Savolta es el más aclamado de la obra de Mendoza. Como sea, y porque veo comentarios por todos los sitios ensalzándolo, no dudé en pedirlo prestado cuando vi que @Castillodnaipes lo tenía.
  • El lector de Julio Verne, Almudena Grandes. El segundo tomo de Episodios de una guerra interminable y el último libro de la madrileña (sí, lo sé, estaréis cansados de verlo por todos los sitios, que para eso es uno de los más vendidos), cortesía de Tusquets. Ya lo he terminado así que en breve os daré mi opinión.

Y vosotros, ¿habéis leído alguno de ellos? ¿Qué os parecieron?

Namaste.

P.D. O hay que leer más o comprar menos. ¿De qué sirve que todos esos pendientes que tenemos anotados los compremos si luego no tenemos tiempo de leerlos?

(Oye, que además de hacer bonito en la estantería es una sensación magnífica la de mirar el lomo y tratar de imaginarse qué hay al otro lado)

Vamos, que el que no se consuela es porque no quiere.

Balance de 2011, Literatura

Balance de 2011 (III): lo mejor.

Llega el momento de la tercera y última parte del resumen de 2011.

Me alegra poder decir que este año ha sido muy bueno en cuanto a las lecturas que más me han gustado, y eso implica en que me ha sido difícil elegir cuáles debían de quedar fuera de esta lista.

Para facilitar la tarea, voy a dividir lo que más me ha gustado en dos: unos, los que son entretenidos, y me han gustado y los otros son los que más me han gustado de todos (en ambos casos, el orden no implica jerarquía).

Entretenimiento y algo más.

 

  • Tokio blues. Norwegian Wood. Haruki Murakami. Bastante comenté ya en aquélla entrada. Pues bien, si Murakami no me convenció en otras ocasiones, en esta historia de melancolía y amor sí que lo hizo. De momento el libro que más me ha gustado de lo poco que he leído de él.

  • Recuerdos de un callejón sin salida. Banana Yoshimoto. Una completa desconocida que llegó a mis manos por casualidad, y que con su melancolía y delicadeza me convenció completamente con estos relatos que nos ofrece en esta edición.

La maravillosa vida breve de Oscar Wao. Junot Díaz. Uno para desengrasar. Más frívolo que los que figuran aquí, más superficial, más nerd. Una novela que figuraba desde hace mucho entre mi lista de pendientes y que por fin leí en 2011.

Una temporada para silbar. Iván Doig. Una tierna historia que tiene como protagonista a una familia estadounidense al contratar a una nueva doncella.

Cuatro hermanas. Jetta Carleton. Otra preciosa novela de Libros del Asteroide, en este caso la visión de una familia cuyos componentes tienen mucho que contar. He dudado si ponerla en el otro apartado. Muy recomendable.

Vive como puedas. Joaquín Berges. Otro descubrimiento: en este caso se trata de una historia muy divertida pero que al mismo tiempo tiene mucho de real. La mezcla resulta interesante:

El infierno de los jemeres rojos. Denise Affonço. Muy duro. No sé si me dieron más miedo los brutales actos que se cometieron o que se aconteciera en la década de los setenta. Hace cuatro días.

Joyas o lo que mejor he leído en 2011

 

    • El ruletista. Mircea Cartarescu. Todo un descubrimiento, este autor que no conocía de nada. Y de repente llega y con un librito de apenas ochenta páginas me hace pasar un mal rato, me incomoda y me estresa.

 

    • Momentos estelares de la humanidad. Stefan Zweig. El primer libro que leo del austríaco y doy fe de que no será el último. Su pulcro estilo y su mezcla entre historia y novela son dos rasgos suficientes como para decidirse a leerle. Y por qué no, con este libro.

 

    • Plenilunio. Antonio Muñoz Molina. Ya era hora. Sí, ya era hora de que leyera un libro de Muñoz Molina. Salí encantada, por ese estilo, por el modo de encadenar las frases. Lo que otros lo hacen difícil, él lo hace fácil. Si tuviera que compararle con su contemporáneo Marías, diría que Marías sale perdiendo. Pero bien es cierto que me queda mucho por leer de ambos. ¿Alguna sugerencia?

 

    • El arte de volar. Antonio Altarriba y Kim. Si tuviera que escoger la novela gráfica que más me ha gustado, sería ésta. Por lo brutal de la historia y porque además es cierta y nos pilla muy cerca. Con permiso de Asterios Polyp es la novela gráfica que más me ha gustado.

 

    • La ofensa. Ricardo Menéndez Salmón. Lo trágico, la guerra, la incertidumbre… estos temas se tratan en la novela utilizando un estilo que roza lo poético, con una elección muy cuidada de las palabras. Para releerla, sin duda alguna.

 

    • El inicio de la primavera. Penelope Fitzgerald. A Fitzgerald ya la conocía por La librería, pero esta novela me aportó mucho más. Por la forma: el impecable estilo de la autora. Por el fondo: una compleja novela que encara diversos aspectos del Moscú de principios del siglo XX. Redonda.

 

    • El siglo de las luces. Alejo Carpentier. La Revolución Francesa desde el otro lado del Atlántico. Una novela superlativa.

 

    • Los enamoramientos. Javier Marías. Cuando leí que Marías hablaba de asesinatos en su última novela, me extrañó. Por supuesto, se equivocaban. La muerte la utiliza como punto de partida para hablar del amor y de la ausencia. El autor tiene su propio estilo: si te gusta, es una apuesta segura. Si no, mejor pasa a otra cosa.

 

  • Las partículas elementales. Michel Houellebecq. Un autor del que mucho se ha dicho y al que leí, por primera vez en 2011. Un acercamiento acertado. Una novela que tiene de todo. Es muy inteligente este francés.

 

Y vosotros, ¿cuáles son los libros que más os gustaron de 2011? ¿Tenéis alguno para recomendarme?

 

Esto es todo por el momento. En breve, más reseñas de libros que leí en 2011 pero que no me dió tiempo a reseñar.

¡Feliz 2012 a todos! (y si es el fin del mundo, que nos pille leyendo) 🙂

Namaste.

Autor, Literatura, Marías

Los enamoramientos, Javier Marías

Si algo sabemos de twitter es que, además de surgir ideas muy interesantes (como el reto 10×10) hace incrementar nuestra lista de deseos. El libro que os traigo hoy no pensaba leerlo, pero fue al ver que @Gancedo lo estaba leyendo cuando atrajo mi atención.

 

"Los enamoramientos", Javier Marías
"Los enamoramientos", Javier Marías

 

Los amigos de Popular Libros me lo enviaron y así y todo, aquí está la reseña.

 

Lo primero que me llamó la atención de esta novela es que su personaje protagonista fuera una mujer. Tanto Todas las almas como Mañana en la batalla piensa en mí tiene como eje a un hombre, así que quién sabe por qué había asociado a Marías como a un autor que prefiere los protagonistas masculinos y que, por ello, seguiría en esa línea.

 

Otra cosa que me sorprendió fue que durante las primeras páginas me riera tanto ante las situaciones que se dan o las conversaciones que tienen unos con los otros. Os dejo como ejemplo el siguiente fragmento:

 

“¿Tú crees que con este pantalón mil rayas y mocasines marrones con borla, ya sabes, a modo de adorno, van bien unos calcetines de rombos?”

Me guardaba de decirle que me horrorizaban los calcetines de rombos, los pantalones mil rayas y los mocasines marrones con borla, porque eso lo habría preocupado en exceso y la conversación se habría eternizado.

“¿De qué colores son los rombos?, le preguntaba.

“Marrones y naranja. Pero también los tengo rojos y azules, y verdes y beige, ¿qué te parece?”

“Mejor marrones y azules, tal como me has dicho que vas·, le contestaba.

“Esa mezcla no la tengo. ¿Crees que debería salir a comprármela?”

Me daba una miaja de pena, aunque me irritara mucho que se permitiera hacerme estas consultas como si yo fuera su previuda o su madre, y el sujeto fuera fatuo respecto a sus escritos, que la crítica alababa y a mí me parecían tontainas. Pero no quería enviarlo a buscar por la ciudad más calcetines ignominiosos que tampoco iban a arreglarle nada.

“No vale la pena, Cortezo. ¿Por qué no recortas los rombos azules de uno y los marrones de otros y los empalmas? Haz un patchwork, como se dice en español ahora. Una obra de arte del remiendo.

Tardaba en darse cuenta de que estaba bromeando.

“Pero yo no sé hacer eso, María, ni siquiera sé coserme un botón, y además tengo mi cita dentro de una hora y media.”

 

Seguro que muchos os preguntaréis, ¿y de qué trata? Pues esto es bien fácil de contestar (por una vez) porque ya en el primer párrafo leemos:

 

La última vez que vi a Miguel Desvern o Deverne fue también la última vez que lo vio su mujer.

 

El punto de partida de la historia es una muerte, y de ahí el autor desarrolla, fundamentalmente, dos temas en los que se enfrascan los personajes, esto es, la ausencia tras la muerte y el amor.

 

Y aunque en su mayoría la novela nos la cuenta la protagonista en primera persona, el autor despliega su estilo de un modo que se podría asemejar a un río: fluyendo y poco a poco, y esto se refleja en que cuando nos queremos dar cuenta nos está contando su punto de vista otro personaje. Marías hace fácil lo que es complejo.

 

Sin embargo, hacia la mitad del libro el lector tiene la sensación de que este libro tiene similitud con la verborrea que te suelta uno de esos amigos/compañeros pesados cuando ya te han contado todo lo que tenían que contar: se ponen a dar vueltas y vueltas a los mismos asuntos, plantean hipótesis, posibilidades y teorías. Así que llegado a este punto el paciente oyente acaba haciendo lo que todos hacemos: pensar en otra cosa o en su defecto mirar a las musarañas.

 

Así que en conclusión es una novela que está bien, pero desde mi punto de vista es reiterativa. En cualquier caso me reafirma en situar a Marías como un autor fiable en el momento de escoger una lectura, además me ha parecido una lectura mucho más fresca que la de Todas las almas.

 
FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • El modo de enlazar los temas y las reflexiones de estos.

  • La amplia caracterización de los personajes.

Contras

  • La verborrea que despliega la hace reiterativa.

 

P.D. Gracias a la Editorial Alfar he recibido 3 libros que se sumarán a los sorteados, así que cada uno de los cuatro ganadores recibirá ¡2 libros! El viernes, los resultados. ¿Impacientes? 😉

 

Namaste.

Autor, Literatura, Muñoz Molina

Plenilunio, Antonio Muñoz Molina

Este fue el libro que seleccioné de todos los que me recomendasteis.

Portada de "Plenilunio", de Muñoz Molina.
Portada de "Plenilunio", de Muñoz Molina.

Es el primer libro que leo de Muñoz Molina, y la verdad es que ya era hora. (Ya sabéis cómo es el Plan Infinito). (Y ya era hora de que publicara la reseña, que el libro lo leí hace un mes… ¬¬)

 

Lo primero que me extrañó fue que partiera de un asesinato. Por no sé cuáles motivos tenía catalogado a Muñoz Molina como intelectual del tipo de Javier Marías, con sus reflexiones y demás, y que situaría la acción en otro tipo de circunstancias.

 

Con apenas tres personajes, el autor articula una novela muy cuidada que consigue envolver al lector en una atmósfera nebulosa donde crea unos personajes llenos de aristas.

 

Aunque el inicio puede ser algo lento, pronto nos adaptamos al estilo del autor que va fluyendo a lo largo de la novela. No pretende que queramos leer hasta descubrir quién es el asesino, porque realmente esto es secundario. Lo que busca es que sintamos y nos pongamos en el lugar de los personajes, personas con inseguridades y dudas, con soledades y silencios.

 

El método que emplea es el alternar a los personajes protagonistas para que nos vayan contando su visión de la historia. Es este rasgo el que le da dinamismo a la novela e invita a leer con voracidad al lector. Porque sí, antes de la mitad del libro uno ya está obnubilado ante el despliegue de medios de los que el autor hace alarde.

 

Y esto es lo que más me ha gustado de Muñoz Molina. Que al contrario que otros muchos, que construyen frases con esfuerzo, que en su conjunto todo queda bien pero es demasiado artificial, el autor escribe como si fuera fácil, como si cualquiera pudiera hacer lo que él hace.

 

Pero es que además el retrato que hace de los tres personajes es tan vívido, tan real, que esas personas podrían existir en la realidad. Y aquí está el quid de la cuestión. Si otras novelas u otros autores presentan personajes apenas esbozados, una especie de caricatura de lo que podría ser en realidad, Muñoz Molina nos da una fotografía. Así que cualquiera es capaz de ir por la calle a buscar la cara que refleja la foto.

 

Entonces, ¿cómo no voy a estar de acuerdo con Ismael cuando lo cataloga de “muy bueno”? ¿O con Isi, que invita a no posponer su lectura?

 

Con esta novela me ha pasado una cosa curiosa. Siempre me planteo a quién se lo recomendaría, sobre todo para hacer la ficha que cierra la entrada. Sin embargo, este es uno de esos libros que lo recomendaría a cualquiera.

 

FICHA:

 

Te gustará si…
  • Te gusta la buena literatura.
  • Quieres disfrutar de un libro.
Pros
  • El estilo del autor.
  • Los personajes que crea.
Contras
  • El inicio, que se me hizo un poco cuesta arriba.

 

 

Namaste.

Autor, Literatura, Marías

Todas las almas, Javier Marías.

Quizá muchos no lo sepáis, pero soy una persona que hace los deberes. Tras la multitud de recomendaciones que recibí en la reseña de los cinco autores que quería leer , me dirigí con mi folio a la biblioteca más cercana. Allí valoré los libros de que disponía (no todos, desgraciadamente) y de ellos escogí este de Javier Marías.

Portada de "Todas las almas"Todas las almas es una novela que trata sobre un profesor universitario que se traslada a Oxford para dar sus clases sobre literatura española. Podría considerarse una novela con algún punto autobiográfico, ya que Marías pasó un par de años como profesor universitario.

Partiendo de este hilo, el autor desarrolla una prosa elegante, con un estilo que envuelve al lector.

Como he dicho, mis obligaciones en la ciudad de Oxford eran mínimas, lo cual me hacía sentirme a menudo como un personaje decorativo. Al ser consciente, sin embargo, de que mi sola presencia difícilmente podría decorar nada, tenía a bien ponerme de vez en cuando la negra toga (preceptiva ya sólo en muy contadas ocasiones) con el objetivo principal de contentar a los numerosos turistas con que solía cruzarme en el trayecto desde mi casa piramidal hasta la Tayloriana y el secundario de sentirme disfrazado y algo más justificado en mi calidad de adorno.

He visto algunas opiniones de otros bloggers (por ejemplo, esta) y comentan como punto negativo que apenas hay trama. Es cierto que no pasan demasiadas cosas, pero creo yo que el tema no es qué se cuenta, sino cómo se cuenta. Y aquí es donde resalta Marías, su forma de exponer la situación, de hacer comparaciones sin resultar barroco. Me gusta su estilo.

Quiero decir como alguien que ya no era de mi presente, como alguien que nos interesó enormemente y dejó de interesarnos o que ya ha muerto, como alguien que fue o a quien un día ya antiguo condenamos a haber sido, tal vez porque ese alguien nos había condenado a nosotros a dejar de ser mucho antes.

 

Desde mi punto de vista, lo que distingue un libro de otro no es la historia, es el estilo. Hoy por hoy, no me importa tanto que no haya mucha trama, lo que quiero es leer algo que se distinga de otro, que sea diferente. Y este libro lo es.

 

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • La elegancia del autor, su estilo, la forma de contarnos la historia.
Contras
  • Da la sensación de que los capítulos no tienen mucha relación entre sí.

Namaste.