Literatura

IMM (107)

Primeras compras de 2025. Ya no prometo portarme bien por que para qué nos vamos a engañar a estas alturas.

¿Me acompañáis?

  • Minimosca, Gustavo Faverón Patriau (Candaya, 2024). Tras Vivir abajo, antes de terminarlo decidí que si 2024 tenía un libro de este autor, en 2025 haría lo propio con este, que parece que aunque no sea la continuación sí comparte algunas de las temáticas y personajes del primero. Tengo muchas ganas de leerlo pero creo que esperaré a la primavera para que no se me junte demasiado con la lectura que terminé en diciembre.
  • Babar, colección completa (Blackie Books, 2022). Este libro forma parte de mi infancia. Quizá sea uno de esos que recuerdo con ternura, de haber leído en la biblioteca de mi pueblo, sentada en un banquito, obnubilada por las ilustraciones de este simpático elefante. La edición de Blackie Books me ha animado a hacerme con él. 2025 tenía que ser el año, claro.
  • Europa Central, William T. Vollmann (Random House, 2017). Una de las personas que más me influyen a la hora de anotar libros es David M. Copé, editor y lector a quien no le pierdo los pasos en Instagram. En una de sus stories, se alegró del rescate de la editorial Pálido Fuego a Vollmann, de quien aclamaba como uno de los mejores escritores vivos, a la altura de obras como Solenoide de Cartarescu, Contraluz de Pynchon o Vivir abajo de Faverón Patriau. Recién leído esto último sonó como una señal para mí, que no conocía a este autor, que ni siquiera me sonaba por referencias, así que en mi aplicación de segunda mano de confianza encontré este ejemplar a un precio aceptable y lo compré.
  • Orbital, Samantha Harvey (Anagrama, 2025). El último premio Booker acaba de aterrizar en español con una preciosa portada de la editorial, pero también le acompañan opiniones diversas de quienes lo han leído: mientras unos dicen que es bueno otros comentan que no es para tanto. Tenía mis dudas pero finalmente decidí comprarlo para leerlo en cuanto tenga ocasión.
  • El buscavidas, Walter Tevis (Impedimenta, 2025). Admito que no debería haber comprado este libro. Y es que a pesar de que Tevis es el autor de la maravillosa Sinsonte tengo otro título en casa, El hombre que cayó a la Tierra (Alfaguara, 2023) que podría haber leído antes de hacerme con otro. ¿Me gusta el autor? Sí, pero comprar indiscriminadamente la obra de un escritor al que sólo has leído en una ocasión no parece una buena idea.
  • Los chicos de la Nickel, Colson Whitehead (Debolsillo, 2024). Uno de esos libros que se dejan pasar pero de los que se duda después. Se habla maravillas de esta novela, añadido al hecho de que el autor ha recibido en dos ocasiones el Premio Pulitzer acabó decantando la balanza de su compra en esta edición de bolsillo.
  • El doble, Fiódor Dostoievski (Alba, 2024). Regalo de San Valentín, un acierto de un autor al que debo volver cuanto antes en una edición de esas que hay que tener en el estante.
  • Yoga, Emmanuel Carrère (Anagrama, 2021). Otro regalo 🙂 Autor habitual por aquí, este es uno de los libros que me quedaba por leer del francés. Mientras le toca turno para ser leído, os dejo por aquí las reseñas de El adversarioUna novela rusa. LimónovDe vidas ajenas, El estrecho de Bering y El bigote.
  • Mi marido, Maud Ventura (Nórdica, 2025). Galardonada con el Premio a Primera Novela en Francia, esta historia está recibiendo muy buenas críticas. Tiene una pinta genial y lo colaré cuanto antes. El envío corre a cargo de Nórdica.

Contadme, ¿coincidimos en alguno? ¿Cuál os llama la atención?

¡Hasta el siguiente post!

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (99)

Tras los regalos navideños, os presento la primera compra de libros de este 2024. En su mayoría, títulos que llevan mucho en mi lista de pendientes pero que no tenía en casa y con los que me he acabado haciendo:

  • Contraluz, Thomas Pynchon (Tusquets,  ). Si lleváis tiempo por aquí quizá recordéis el único libro que he leído del autor, La subasta del lote 49, un extraño libro de difícil clasificación. Los que entienden dicen que este título es una muy buena opción para seguir leyendo al autor y yo me he fiado de su criterio.
  • Dos crímenes, Jorge Ibargüengoitia (Machado libros, 2024). No lo conocía, me topé con él en la librería y como me gustó mucho Las muertas decidí comprarlo. Ahora veo que además han sacado una edición mucho más bonita que la mía. Qué rabia. Reseña aquí.
  • El mal de Portnoy, Philip Roth (Debolsillo, 2008). Otro título pendiente de un autor al que no he leído nunca. Bueno, sí que he leído pero su autobiografía Los hechos pero nada más de su obra. Voy al revés.
  • El pájaro pintado, Jerzy Kosinski (Debolsillo, 2011). Recomendado por Jan de Trotalibros, lleva en mi radar un tiempo pero era el típico libro del que acabo postergando la lectura.

  • Humo, Turguénev (Alba editorial, 2018) Del autor he leído Padres e hijos y creo que esta será una buena oportunidad para seguir leyéndole. No es tan largo como el anterior.
  • Suave es la noche, F. Scott Fitzgerald (Debolsillo, 2015). Tengo ganas de regresar al autor para ver si me reconcilio con él tras la lectura de El gran Gatsby. En primer lugar porque ya dudo de mi lectura, porque lo leí en inglés y no sé si capté todo lo que quiso el autor. Así que escojo este para probar de nuevo con el autor.
  • Poesía completa, Emily Dickinson Brontë (Alba, 2018). Bien sabéis que no soy lectora de poesía, pero los que sí saben de poesía recomiendan a Dickinson para iniciarse en el género. Y como me he encontrado con esta edición tan bonita y soy de las que hacen caso a las recomendaciones, se vino para casa. Y ahora, en casa, me doy cuenta de que las poesía son de Brontë y no de Dickinson. No, no me había dado cuenta.
  • El hombre en busca de sentido, Victor Frankl (Herder, 2015). Recomendado por todos los sitios, un testimonio de campo de concentración de esos en los que siempre, siempre acabo cayendo. Reseña aquí.

Y vosotros, ¿habéis comprado algún libro en 2024?

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (98)

Aquí las nuevas incorporaciones de diciembre y enero, pocas compras (¡bien!) y regalos bajo el árbol así que todo perfecto.

  • El barco de Teseo, Doug Dorst y J. J. Abrams (Duomo, 2023). La revolución editorial vino en octubre de la mano de un libro publicado en Estados Unidos hace una década pero que al fin podeos encontrar en español. Una loa a las buenas ediciones para un título casi de coleccionista, en el que se incluyen desde postales a fotografías, para meternos de lleno en la historia de S. pero también en la de Eric y Jen, lectores que como nosotros están leyendo la historia y nos dejan sus impresiones en notas. Ha causado tanto furor que ahora mismo está agotado.
  • Trilogía, Jon Fosse (DeConatus, 2023). Muchas ganas tengo de leer por fin al último Premio Nobel. Lo haré con este libro. Cae en breve. Reseña.
  • El sentido de un final, Julian Barnes (Compactos Anagrama, 2012). Tras La única historia sabía que este título iba a ser el siguiente y de ahí a mis lista para los Reyes y a recibirlo como regalo. Perfecto para un viaje. Reseña.
  • La Regenta, Leopoldo Alas Clarín (Alba, 2022) Eterno pendiente que llevo queriendo leer desde hace mucho pero del que no disponía un ejemplar. Me da algo de vértigo, no os lo voy a negar, quizá por eso lo he añadido en los propósitos, para tratar de no escabullirme con su lectura. Veremos.
  • Ágape se paga, William Gaddis (Sexto Piso, 2008). Dicen que cuando lees a Gaddis ya no hay vuelta atrás. Puede ser, porque tras Gótico carpintero he comprado Los reconocimientos y además he pedido este título, mucho más corto (algo que era sencillo, la verdad, que el otro son 1300 páginas…). Reseña.
  • Manual de Saint-Germain-des-Près, Boris Vian (Gallo Nero). Una particular guía del barrio de Saint-Germain-des-Près de la mano del inclasificable Boris Vian, un escritor al que nunca me canso de leer.
  • 1948, Yoram Kaniuk (Libros del Asteroide, 2013). ¿No os pasa que anotáis un título y más tarde queda sepultado por otros y queda relegado en un segundo plano? Eso me ha ocurrido con este que nos cuenta el testimonio de un hombre que sirvió en el Ejército durante la guerra de independencia israelí y que 60 años después rememora sus recuerdos.
  • Libre, Lea Ypi (Anagrama, 2023). Testimonios de la Albania soviética que se está recomendando de forma unánime. Últimamente todo lo soviético me tira así que no pude evitar comprarlo en mi última visita a Moito Conto.
  • Los nuestros, Luis Harss (Alfaguara, 2012). Uno de los títulos que se mencionan en Aquellos años del boom, de Xavi Ayén, de donde voy sacando títulos para leer e ir ahondando en ese momento tan relevante para la literatura.
  • Las pequeñas virtudes, Natalia Ginzburg (Acantilado). En este caso comprado para releerlo, ya que la primera vez fue hace una década en un libro de la biblioteca, y no quería que faltara este magnífico libro en mis estantes.
  • Mi padre y su museo, Marina Tsvietáieva (Acantilado). De la autora he leído ya Mi madre y la música, y me pareció que este título se complementaba a la perfección con el anterior. Tengo también los Diarios de la Revolución de 1917 para optar uno u otro. Reseña.

Y vosotros, ¿habéis recibido muchos libros de regalo?

Namaste.

Autor, Literatura

Oblómov, Iván A. Goncharov

Decía por redes que parece que hay una satisfacción doble al leer al los escritores rusos en invierno. Tenía en mi radar este título pendiente desde hace mucho y acabé decidiendo que diciembre era buen momento.

Al ser mi primer libro del autor, no sabía qué me iba a encontrar, la verdad. Ni el tono ni la temática.

Ahora lo sé: el oblomovismo.

Oblómov (Alba, 1999) es nuestro héroe, quien le da nombre a la obra: un personaje tranquilo y pensador que ha decidido que como mejor se está es en casa. No me digáis que es mal plan.

Había perdido el hábito de moverse, de vivir, de ver gente, de hacer algo.

Página 83

Oblómov es la personificación del no hacer nada, del buscar excusas, del conformismo. A pesar de que tiene una finca heredada de la que se tendría que encargar, y que en teoría tiene planes para su modernización y gestión, piensa que mejor mañana. Él mismo nos lo deja claro desde el principio:

Los cambios, aunque sean beneficiosos, introducen alternaciones, exigen cuidados, ocasionan preocupaciones, inquietudes, no lo dejan a uno tranquilo, le obligan bien a vender, bien a escribir, a moverse en una palabra. ¡No era cosa de broma!

Página 174

En contraposición tenemos a su fiel amigo Shtolz, un alemán dinámico y ambicioso que está siempre en movimiento, interesado por el viaje, los negocios y todo lo que ocurre más allá de las puertas del hogar.

Ambos personajes funcionan como contrapeso, ya que Shtolz pretende ayudar a Oblómov a abandonar su rutina con objeto bien de que le acompañe en sus viajes o bien en comenzar a tomar las riendas de la gestión de la finca.

Toda la vida estaba marcada por una somnolencia tranquila e indolente (…) O no entendía esta vida o no sirve para nada.

Página 243

La novela es por tanto el desarrollo del héroe (o, en este caso, el no desarrollo), ya que le acompañamos desde su juventud hasta que se convierte en un anciano. La trama se centra en la pulsión interna, en los momentos en los que Oblómov decide poner un cambio en su vida, por diversos factores externos que le impulsan a abandonar su cómodo diván.

A pesar de tratarse de una novela costumbrista en la que la acción es bastante limitada, me ha sorprendido lo entretenida que es durante todas sus partes. La clave la pueden tener los diálogos, que son dinámicos e incluyen un punto de humor y crítica, además, las descripciones están medidas, lo cual aligera el texto. La sensación que me he llevado es que ha habido un trabajo de edición grande para tratar de evitar todo lo superfluo.

Cuando no sabes para qué vives, se vive de cualquier modo, día tras día, te alegras de que haya transcurrido el día, de que haya llegado la noche y en sueños te olvidas de esas aburrida pregunta: ¿para qué he vivido este día, para qué voy a vivir mañana?

Página 306

Oblómov es el claro ejemplo de la maestría de los rusos para describir y analizar el mundo que les rodea con apenas dos personajes. Las reflexiones y temáticas que van surgiendo (desde el paso del tiempo hasta el amor o la familia) son claves para reflejar no sólo la evolución de los personajes, sino toda una época.

En resumen, todo un librazo que me ha sorprendido (esperaba una lectura más densa y aburrida, la verdad) y que ha acabado entre lo más destacado de este 2023 y un modo inmejorable de terminar el año lector.

FICHA:

Te gustará si te gustó Padres e hijos, Iván S. Turguénev.
Pros – La contraposición Oblómov – Shtolz.
– Los diálogos.
Contras – Oblómov que me saca de mis casillas.

Namaste.

Autor, Literatura, Tolstoi

Guerra y paz, Liev Tolstói

No voy a ser tan osada como para tratar de hacer una reseña de un libro de este calibre, tranquilos.

Mi pretensión es, tan solo, sacar unas pequeñas notas de la lectura de un libro de 1800 páginas que me ha acompañado durante dos años y con el que he pasado distintas fases. Quizá os anime a poneros a leer este clásico universal. O quizá no. Entiendo que un libro de esta magnitud no es para todos. Pero si tenéis curiosidad o si este título está en vuestra lista de pendientes, os paso mis notas:

1.- Leed una buena edición. La mía es la de Austral, con la nueva traducción de Lydia Kúper. Me consta que hay ediciones absolutamente espantosas con traducciones de hace 50 años. Evitadlas. Hablan muy bien de la nueva de Alba, que además tiene dos tomos y es bastante más grande que la que yo tengo. No la he podido ojear pero seguro que la letra es el doble de grande y resultará más cómoda su lectura.

2.- Paciencia. Hay algunos lectores que dicen que se les ha hecho corto, que sabían muy bien quién era quién. Pues mira, a mí no me ha pasado. Para los personajes, no sólo ayuda tener una lista al final (como la tiene mi edición y la mayor parte de las ediciones modernas), sino que he tirado de libreta para hacerme un árbol genealógico e ir añadiendo elementos diferenciadores de cada personajes, porque si no, simplemente estaba perdida. No son los mismo Nikolái y Andréi, claro que no. Pero hasta que se le coge el truco los Rostov son los Kuraguin que son los mismos que los Bolkonski. El único que se salva es Pierre que no tiene nada que ver con nadie. Bien por él.

3.- Conocer un poco de la historia en la que se sitúa la trama ayuda mucho para saber de qué estamos hablando. La acción se sitúa en el siglo XIX, en el contexto de las guerras napoleónicas. Aunque al principio Rusia y Francia son aliados, después las cosas cambian y se enfrentan en el campo de batalla. Luego llegará la batalla de Austerlitz, el avance y retroceso de los franceses…. total, que si no sabes por dónde van los tiros lo más fácil es que te encalles en una historia que parece, en muchas ocasiones, un libro de historia.

4.- Más paciencia. 1800 páginas dan para tanto que Tolstói nos haga un análisis muy completo del avance de las tropas napoleónicas en los que detalla el campo de batalla y la estrategia militar, extendiéndose 400 páginas. Pero es que además la cantidad de temas en los que se detiene son tantos y tan variados (políticos, sociales, económicos… etc) que a veces uno puede sentirse abrumado por la novela total que es Guerra y paz.

5.- Ojo con el libro II. De repente, a mí no me preguntéis por qué, aquí no pasa absolutamente nada. Será la calma chicha de la paz o querrá enseñarnos qué es el aburrimiento. (Nota: me hago cargo, he vivido una pandemia). En este punto lo abandoné unos cuantos meses. No hagáis como yo que luego es mucho más complicado volver a retomarlo.

6.- Comprad más post-it. La historia es enorme. El talento de Tolstói ya sabemos que también. Así que de repente se descuelga de un capítulo más lento con fragmentos como este:

Y como en el reloj, cuyo complicado movimiento de incontables ruedas y ejes no produce más que el deslizamiento imperceptible y regular de la aguja que indica el tiempo, el resultado de todos los complicados movimientos humanos de aquellos ciento sesenta mil rusos y franceses – con todas sus pasiones, deseos, arrepentimientos, humillaciones, sufrimientos, exaltaciones de orgullo, de miedo y entusiasmo – vino a ser tan sólo la pérdida de la batalla de Austerlitz, llamada la batalla de los tres Emperadores: es decir, un lento desplazamiento de la aguja de la historia universal sobre la esfera de la historia de la humanidad.

Página 373

O bien, después, apunta lo siguiente:

Mataron a Luis XVI porque ellos decían que había perdido el honor, que era un criminal – pensó de pronto-. Y desde su punto de vista tenían razón, lo mismo que la tenían quienes murieron por él como mártires y quienes después hicieron de él un santo. Más tarde, dieron muerte a Robespierre porque era un déspota. ¿Quién tiene entonces razón? ¿Quién es el culpable? Nadie. Vive mientras tengas vida, mañana morirás, lo mismo que yo, hace una hora, podría haber muerto. ¿Vale, pues, la pena atormentarse, cuando la vida no es más que un segundo en comparación con la eternidad?

Página 462

7.- Saltaos páginas (si queréis). Vengo a romper una lanza a favor de leer en diagonal o, directamente, de saltarse páginas. Con el tiempo me he dado cuenta de que Pennac tenía razón. Y sinceramente, quedan otras tropecientas páginas por leer, no os preocupéis si queréis saltaros una descripción de un bosque ruso.

8.- Disfrutad paladeando de una lectura eterna. Cada vez soy menos amiga de los retos o las lecturas conjuntas, porque, sobre todo para lecturas como esta, no les hace justicia. Se tiende a valorar algo más por la rapidez o cantidad que por la calidad. Guerra y paz te demuestra la visión global de un autor que se ganó el pódium indiscutible de la literatura rusa, y eso se aprecia en reflexiones, comentarios o descripciones que plagan toda la novela. Como este:

Entre las incontables subdivisiones que se pueden hacer de los fenómenos de la vida, cabe separarlas en todas aquellas en las que predomina el contenido y aquellas en las que prevalece la forma.

Página 1028

9.- Intentadlo, dejad repostar la lectura, retomadlo. Pero tratar de leerla. Creo que Guerra y paz no es para todos los lectores, pero para los lectores de la literatura universal, es uno de esos libros que se quedan en la retina por el tipo de novela total que es, por lo enorme de todo lo que nos cuenta Tolstói.

Basta con admitir que algo amenaza la tranquilidad pública y todo acto resulta justificado.

Página 1280

10.- Sonreíd. Esto esto es literatura de la buena.

La razón humana no puede comprender el conjunto de las causas que originan cada fenómeno, pero la necesidad de conocerlas es inherente a la naturaleza del hombre. Y la razón humana, sin ahondar en la infinitud y complejidad de las condiciones del fenómeno, cada una de las cuentas, por separado, puede concebirse como causa del mismo, se acoge a la primera semejanza, que suele ser la más intelegible y dice: ésta es la causa.

Página 1423

Espero que estos consejos os sean útiles y os animéis a leerlo.

Namaste.

Autor, Literatura, Turguénev

Padres e hijos, Ivan S. Turguénev

De entre los escritores rusos, tenía pendiente leer a Turguénev. Tanto que lleva bastante tiempo en mi lista de pendientes que lo incluí en mi listado de 30 libros.

Me decidí a comprar esta edición en tapa dura de Alba, que están empezando a ser una necesidad a la hora de escoger edición para leer a los grandes clásicos.

Para que no lo conozcáis os diré que Padres e hijos es la novela más importante de Turguénev. Publicada en 1862, narra el conflicto generacional entre los recién graduados en la universidad, Arkadi y Bazárov, y sus padres.

Los jóvenes regresan a casa después de varios años sin ver a sus familias. Allí se encuentran con algo muy diferente a lo que están acostumbrados a ver en la ciudad: un sistema feudal con los campesinos, pensamientos considerados antiguos en relación con la concepción de la vida y de la ética; y mucha pobreza.

Bazárov es la personificación del nihilismo, es el escepticismo hecho persona, que duda de todo cuanto le rodea:

– Arkadi nos estaba contando que no reconoce usted ninguna autoridad, que no cree en ella.

– Y, ¿por qué voy a reconocerla? Y, ¿en qué voy a creer? Si me demuestran un hecho, lo acepto, y ya está.

Página 50

Arkadi es un joven mucho más cándido que se ve forzado por su impetuoso amigo a tomar comportamientos bajo los que parece cohibido. El desprecio con el que trata Bazárov a su familia, como choque con su nueva visión del mundo, no lo vemos en Arkadi, alguien más cercano y respetuoso con sus padres.

La llegada de ambos marca un antes y un después y revoluciona la casa de ambos: la de los Kirsárov, el padre y el tío de Arkadi y la de los afligidos padres de Bazárov, que sufren primero la ausencia del hijo y después su desprecio.

Aprovechando que están por la zona, los jóvenes visitan a una mujer interesante, viuda de un tipo rico que ha heredado sus propiedades, una mujer que, inevitablemente, será el centro de atracción de los jóvenes:

La tranquilidad es, con todo, lo mejor del mundo. Su tranquilidad no fue alterada, pero se entristeció y vertió algunas lágrimas sin saber ella misma por qué, pero no fue por la ofensa recibida. No se sentía agraviada: más bien se sentía culpable. Bajo el efecto de distintos sentimientos confusos, de la conciencia de la vida que se nos escapa, del deseo de novedad, se había empujado a llegar hasta cierto límite, a echar un vistazo tras él: y lo que vio al otro lado no era un abismo, sino el vacío… O el escándalo.

Página 154

Padres e hijos es una novela muy interesante, que nos muestra de forma directa y realista el estilo de vida de una época que moriría con el inicio de la Revolución. Frente a las super descripciones de Dostoievski y Tolstói, y su número de páginas en ocasiones exagerado, Turgúenev cuenta la historia que quiere contar sin detenerse en romantizar la vida ni de unos ni de otros. Radiografía el choque se va a materializar en breve y señala los aspectos más relevantes de dos mundos condenados a enfrentarse.

La variedad de temáticas, que incluye desde las reflexiones filosóficas, económicas y políticas, con temas comunes como la familia, el amor o la amistad se equilibran durante toda la novela de forma alterna. Es una mezcla interesante y sorpresiva, que cambia en la mitad de la historia ahondando en los personajes, retratándoles a esos padres y a esos hijos que se acercan al abismo.

El hecho de que con esta novela se ganara tantos enemigos de uno y otro bando hace pensar que Turguénev dio en el clavo en su visión de ambos grupos.

A vosotros, lectores, os recomiendo leerlo. Para mí, todo un descubrimiento que va de cabeza a la lista de lo mejor de 2021.

FICHA:

Te gustará si te gustó Corazón de perro, Mijáil Bulgákov.
El idiota, Fiódor Dostoievski.
Pros – La diversidad de temas que trata y cómo radiografía con ellos una sociedad a punto de cambiar.
– Edición sin mácula.
Contras – No haberla leído antes.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (68): el regreso.

31 de agosto. Día Internacional del Blog. Buen momento para volver por aquí y dejaros unas palabras después de tanto, tanto tiempo.

La vuelta a la mal llamada Nueva Normalidad me dejó bastante descolocada. En junio me prodigué poco por aquí y en julio directamente desaparecí. Mis vacaciones coincidieron con un bloqueo lector que me llevó hasta agosto, donde la falta de tiempo me animó a mis pocas ganas de leer para avanzar poco o nada en mis lecturas.

Pero al final, poco a poco, los días se hacen paso y aunque he ido escogiendo lecturas más o menos sencillas que me ayudaran a seguir mi bajo ritmo lector, he podido acabar algún que otro libro que os iré enseñando.

Además, como era de esperar, tenía muchas ganas de pasarme por las librerías. En este caso os traigo el primer pedido que hice, 10 libros, la cifra que suelo comprar cuando me acerco a la Feria del Libro de Madrid. Son los siguientes:

  • El corazón de las tinieblas, Joseph Conrad. La edición la firma la editorial Navona, que ha decidido sacar una línea con los libros ineludibles, los que siempre figuran en la lista de libros atemporales. Justo lo estoy leyendo ahora mismo. Es corto así que espero terminarlo en breve.
  • Nada más real que un cuerpo, Alexandria Marzano-Lesnevich. Recomendación de Diego por Instagram (otro lector enamorado de Libros del Asteroide). Un libro que tenía curiosidad por conocer. Como siempre, no leí la sinopsis antes de comprarlo. Os adelanto que hay un asesinato, el resto lo dejo para la reseña, que ya lo he terminado.
  • Hambruna roja, Anne Applebaum (Debate). Suelo comprar ensayos históricos sobre temas que me interesan. El Holodomor ucraniano es uno de ellos, así que me decidí por este.
  • Mientras agonizo, William Faulkner. A pesar de que ¡Absalón, Absalón! en la estantería desde hace bastante, me tentó esta edición conmemorativa de Anagrama y al final se vino conmigo.
  • Heredarás la tierra, Jane Smiley (Tusquets). He leído un par de libros de esta autora (La edad del desconsuelo y Un amor cualquiera) y ambos me gustaron. Con este título le dieron el Premio Pulitzer así que mis expectativas son muy altas.
  • Viaje a Rusia, Josep Pla (Destino). La pluma lúcida e inteligente de Pla la disfruté en El cuaderno gris, y me apetecía volver a él. Ha pasado demasiado tiempo, lo sé.
  • La piedra de toque, Edith Warton. Esta edición la firma Circulo de Tiza. Y sí, de verdad que este va a caer en breve.
  • Middlemarch, George Eliot (Alba Editorial). Uno de mis eternos pendientes que quiero leer cuanto antes. Libro largo, mítico, de esos que hay que leer y que admito, me avergüenza decir que yo aún no lo he leído.
  • La palabra del mudo, Julio Ramón Ribeyro. Descubrí al autor por el ensayo de Aquellos años del boom, de Xavi Ayén. No lo he leído nunca y tras ver esta edición del 90 aniversario de Seix Barral me animé a escoger este título. No me digáis que la portada no es preciosa.
  • Howards End, E. M. Foster. Lo he visto mucho por redes sociales y todo el mundo habla de él. Tengo curiosidad por conocer su contenido, porque como siempre, no sé de qué trama. Sólo sé que me atrae mucho. Sí, también es bastante largo.

Y vosotros, ¿qué estáis leyendo? ¿Habéis leído alguno de los que traigo?

Felices lecturas.

Namaste.