Autor, Literatura, Tolstoi

Guerra y paz, Liev Tolstói

No voy a ser tan osada como para tratar de hacer una reseña de un libro de este calibre, tranquilos.

Mi pretensión es, tan solo, sacar unas pequeñas notas de la lectura de un libro de 1800 páginas que me ha acompañado durante dos años y con el que he pasado distintas fases. Quizá os anime a poneros a leer este clásico universal. O quizá no. Entiendo que un libro de esta magnitud no es para todos. Pero si tenéis curiosidad o si este título está en vuestra lista de pendientes, os paso mis notas:

1.- Leed una buena edición. La mía es la de Austral, con la nueva traducción de Lydia Kúper. Me consta que hay ediciones absolutamente espantosas con traducciones de hace 50 años. Evitadlas. Hablan muy bien de la nueva de Alba, que además tiene dos tomos y es bastante más grande que la que yo tengo. No la he podido ojear pero seguro que la letra es el doble de grande y resultará más cómoda su lectura.

2.- Paciencia. Hay algunos lectores que dicen que se les ha hecho corto, que sabían muy bien quién era quién. Pues mira, a mí no me ha pasado. Para los personajes, no sólo ayuda tener una lista al final (como la tiene mi edición y la mayor parte de las ediciones modernas), sino que he tirado de libreta para hacerme un árbol genealógico e ir añadiendo elementos diferenciadores de cada personajes, porque si no, simplemente estaba perdida. No son los mismo Nikolái y Andréi, claro que no. Pero hasta que se le coge el truco los Rostov son los Kuraguin que son los mismos que los Bolkonski. El único que se salva es Pierre que no tiene nada que ver con nadie. Bien por él.

3.- Conocer un poco de la historia en la que se sitúa la trama ayuda mucho para saber de qué estamos hablando. La acción se sitúa en el siglo XIX, en el contexto de las guerras napoleónicas. Aunque al principio Rusia y Francia son aliados, después las cosas cambian y se enfrentan en el campo de batalla. Luego llegará la batalla de Austerlitz, el avance y retroceso de los franceses…. total, que si no sabes por dónde van los tiros lo más fácil es que te encalles en una historia que parece, en muchas ocasiones, un libro de historia.

4.- Más paciencia. 1800 páginas dan para tanto que Tolstói nos haga un análisis muy completo del avance de las tropas napoleónicas en los que detalla el campo de batalla y la estrategia militar, extendiéndose 400 páginas. Pero es que además la cantidad de temas en los que se detiene son tantos y tan variados (políticos, sociales, económicos… etc) que a veces uno puede sentirse abrumado por la novela total que es Guerra y paz.

5.- Ojo con el libro II. De repente, a mí no me preguntéis por qué, aquí no pasa absolutamente nada. Será la calma chicha de la paz o querrá enseñarnos qué es el aburrimiento. (Nota: me hago cargo, he vivido una pandemia). En este punto lo abandoné unos cuantos meses. No hagáis como yo que luego es mucho más complicado volver a retomarlo.

6.- Comprad más post-it. La historia es enorme. El talento de Tolstói ya sabemos que también. Así que de repente se descuelga de un capítulo más lento con fragmentos como este:

Y como en el reloj, cuyo complicado movimiento de incontables ruedas y ejes no produce más que el deslizamiento imperceptible y regular de la aguja que indica el tiempo, el resultado de todos los complicados movimientos humanos de aquellos ciento sesenta mil rusos y franceses – con todas sus pasiones, deseos, arrepentimientos, humillaciones, sufrimientos, exaltaciones de orgullo, de miedo y entusiasmo – vino a ser tan sólo la pérdida de la batalla de Austerlitz, llamada la batalla de los tres Emperadores: es decir, un lento desplazamiento de la aguja de la historia universal sobre la esfera de la historia de la humanidad.

Página 373

O bien, después, apunta lo siguiente:

Mataron a Luis XVI porque ellos decían que había perdido el honor, que era un criminal – pensó de pronto-. Y desde su punto de vista tenían razón, lo mismo que la tenían quienes murieron por él como mártires y quienes después hicieron de él un santo. Más tarde, dieron muerte a Robespierre porque era un déspota. ¿Quién tiene entonces razón? ¿Quién es el culpable? Nadie. Vive mientras tengas vida, mañana morirás, lo mismo que yo, hace una hora, podría haber muerto. ¿Vale, pues, la pena atormentarse, cuando la vida no es más que un segundo en comparación con la eternidad?

Página 462

7.- Saltaos páginas (si queréis). Vengo a romper una lanza a favor de leer en diagonal o, directamente, de saltarse páginas. Con el tiempo me he dado cuenta de que Pennac tenía razón. Y sinceramente, quedan otras tropecientas páginas por leer, no os preocupéis si queréis saltaros una descripción de un bosque ruso.

8.- Disfrutad paladeando de una lectura eterna. Cada vez soy menos amiga de los retos o las lecturas conjuntas, porque, sobre todo para lecturas como esta, no les hace justicia. Se tiene a valorar algo más por la rapidez o cantidad que por la calidad. Guerra y paz te demuestra la visión global de un autor que se ganó el pódium indiscutible de la literatura rusa, y eso se aprecia en reflexiones, comentarios o descripciones que plagan toda la novela. Como este:

Entre las incontables subdivisiones que se pueden hacer de los fenómenos de la vida, cabe separarlas en todas aquellas en las que predomina el contenido y aquellas en las que prevalece la forma.

Página 1028

9.- Intentadlo, dejad repostar la lectura, retomadlo. Pero tratar de leerla. Creo que Guerra y paz no es para todos los lectores, pero para los lectores de la literatura universal, es uno de esos libros que se quedan en la retina por el tipo de novela total que es, por lo enorme de todo lo que nos cuenta Tolstói.

Basta con admitir que algo amenaza la tranquilidad pública y todo acto resulta justificado.

Página 1280

10.- Sonreíd. Esto esto es literatura de la buena.

La razón humana no puede comprender el conjunto de las causas que originan cada fenómeno, pero la necesidad de conocerlas es inherente a la naturaleza del hombre. Y la razón humana, sin ahondar en la infinitud y complejidad de las condiciones del fenómeno, cada una de las cuentas, por separado, puede concebirse como causa del mismo, se acoge a la primera semejanza, que suele ser la más intelegible y dice: ésta es la causa.

Página 1423

Espero que estos consejos os sean útiles y os animéis a leerlo.

Namaste.

Autor, Literatura, Turguénev

Padres e hijos, Ivan S. Turguénev

De entre los escritores rusos, tenía pendiente leer a Turguénev. Tanto que lleva bastante tiempo en mi lista de pendientes que lo incluí en mi listado de 30 libros.

Me decidí a comprar esta edición en tapa dura de Alba, que están empezando a ser una necesidad a la hora de escoger edición para leer a los grandes clásicos.

Para que no lo conozcáis os diré que Padres e hijos es la novela más importante de Turguénev. Publicada en 1862, narra el conflicto generacional entre los recién graduados en la universidad, Arkadi y Bazárov, y sus padres.

Los jóvenes regresan a casa después de varios años sin ver a sus familias. Allí se encuentran con algo muy diferente a lo que están acostumbrados a ver en la ciudad: un sistema feudal con los campesinos, pensamientos considerados antiguos en relación con la concepción de la vida y de la ética; y mucha pobreza.

Bazárov es la personificación del nihilismo, es el escepticismo hecho persona, que duda de todo cuanto le rodea:

– Arkadi nos estaba contando que no reconoce usted ninguna autoridad, que no cree en ella.

– Y, ¿por qué voy a reconocerla? Y, ¿en qué voy a creer? Si me demuestran un hecho, lo acepto, y ya está.

Página 50

Arkadi es un joven mucho más cándido que se ve forzado por su impetuoso amigo a tomar comportamientos bajo los que parece cohibido. El desprecio con el que trata Bazárov a su familia, como choque con su nueva visión del mundo, no lo vemos en Arkadi, alguien más cercano y respetuoso con sus padres.

La llegada de ambos marca un antes y un después y revoluciona la casa de ambos: la de los Kirsárov, el padre y el tío de Arkadi y la de los afligidos padres de Bazárov, que sufren primero la ausencia del hijo y después su desprecio.

Aprovechando que están por la zona, los jóvenes visitan a una mujer interesante, viuda de un tipo rico que ha heredado sus propiedades, una mujer que, inevitablemente, será el centro de atracción de los jóvenes:

La tranquilidad es, con todo, lo mejor del mundo. Su tranquilidad no fue alterada, pero se entristeció y vertió algunas lágrimas sin saber ella misma por qué, pero no fue por la ofensa recibida. No se sentía agraviada: más bien se sentía culpable. Bajo el efecto de distintos sentimientos confusos, de la conciencia de la vida que se nos escapa, del deseo de novedad, se había empujado a llegar hasta cierto límite, a echar un vistazo tras él: y lo que vio al otro lado no era un abismo, sino el vacío… O el escándalo.

Página 154

Padres e hijos es una novela muy interesante, que nos muestra de forma directa y realista el estilo de vida de una época que moriría con el inicio de la Revolución. Frente a las super descripciones de Dostoievski y Tolstói, y su número de páginas en ocasiones exagerado, Turgúenev cuenta la historia que quiere contar sin detenerse en romantizar la vida ni de unos ni de otros. Radiografía el choque se va a materializar en breve y señala los aspectos más relevantes de dos mundos condenados a enfrentarse.

La variedad de temáticas, que incluye desde las reflexiones filosóficas, económicas y políticas, con temas comunes como la familia, el amor o la amistad se equilibran durante toda la novela de forma alterna. Es una mezcla interesante y sorpresiva, que cambia en la mitad de la historia ahondando en los personajes, retratándoles a esos padres y a esos hijos que se acercan al abismo.

El hecho de que con esta novela se ganara tantos enemigos de uno y otro bando hace pensar que Turguénev dio en el clavo en su visión de ambos grupos.

A vosotros, lectores, os recomiendo leerlo. Para mí, todo un descubrimiento que va de cabeza a la lista de lo mejor de 2021.

FICHA:

Te gustará si te gustó Corazón de perro, Mijáil Bulgákov.
El idiota, Fiódor Dostoievski.
Pros – La diversidad de temas que trata y cómo radiografía con ellos una sociedad a punto de cambiar.
– Edición sin mácula.
Contras – No haberla leído antes.

Namaste.

Autor, Literatura

Memorias de la casa muerta, Fiódor Dostoievski

Lo confieso: compré este libro por error. Sí, habéis leído bien: por error.

Mi idea era adquirir Memorias del subsuelo, del mismo autor. Pero ya sabéis: dos libros que empiezan por la misma palabra, un maremágnum de libros del autor, no llevar el título anotado… todo eso hizo que al final lo comprara. La verdad es que no me di cuenta de mi error hasta que lo tuve en la lista de pendientes, cuando alguien habló de Memorias del subsuelo y pude comprobar que el título se había cambiado. Claro, yo estaba convencida en que el título se modificó solo.

En fin, a lo que iba. Memorias de la casa muerta es la narración en primera persona del tiempo que pasó Dostoievski en Siberia. Una vez condenado a trabajos forzados, se le traslada al desierto ruso a cumplir su pena.

El inicio del libro se corresponde con su llegada a la estepa, con ese interminable viaje que acaba en una muralla de nieve y piedra. Enfrentado a su cambio de situación, Dostoievski es un extraño, un aristócrata que ha cambiado su condición de adinerado por la de preso. Como tal, es visto por los demás presidiarios con desconfianza, un personaje ajeno a su realidad, un opresor, alguien que había pasado de tener un sirviente que le preparara el té a tener que verse en una situación límite: una cárcel rusa. Ahí es nada.

Ese genio que demuestra en cada una de sus novelas lo aplica, cómo no, a su día a día: en este libro se narra el análisis de cada uno de los que se encontraban a su alrededor, cómo podía diseccionar su mente con sólo fijarse en gestos, miradas o formas de hablar. Es sorprendente la forma en la que para él todos estos aspectos sean meridianos, claros y lógicos, algo tan fácil como describir el color de una fruta. Además, en su narración abundan las descripciones de las tradiciones, costumbres y situaciones que se veían en el campo: cómo la masa social determinaba quién formaba parte del grupo y quién no, algo igual de importante que alimentarse. Y aunque a priori él se encontrara en una situación de desventaja (a fin de cuentas él pasó de leer tranquilamente en el calor de un samovar a tratar de aprender a cortar leña con brutal sistema de destajo) me ha fascinado el modo de pasar esa teoría, ese análisis de cada compañero a la práctica: es decir, no es que sea inteligente y simplemente lo plasme en sus novelas, sino que va más allá. Dostoievski utilizó esa intuición para marcar estrategias, para granjearse amistades, a fin de cuentas para hacer su vida en el campo más llevadera. Digo que me ha fascinado porque es difícil, porque una cosa es la teoría (hablar de otro, plantear hipótesis, razonar argumentos) y otra bien distinta es aplicar todas esas fórmulas a la vida diaria de cada uno, a diseccionar las fortalezas y debilidades de cada cual con el objeto de ser pragmático, de valorar el peso de cada persona en el el propio destino.

Sin embargo, a pesar de las carencias, el frío, la mala alimentación y la soledad, no pierde la esperanza ni el valor, aunque vea mermadas sus fuerzas es capaz de decirse:

¡El hombre sobrevive! El hombre es un ser que se acostumbra a todo; ésa es, pienso su mejor definición.

En el apartado de los peros, tengo uno, y grande: se hace pesado. Sin embargo no creo que se haga lento por la historia que narra, más bien tengo la impresión que es debido a la traducción: la abundancia de frases complejas, la utilización de vocabulario desfasado o la escasa organización de la información son algunos de los puntos que abundan en este libro.

Me quedo con las ganas de traeros aquí un fragmento en el que narra cómo el mayor afecto que recibía era de un perro que vivía entre los barracones, pero no encuentro la página. 😦

En fin, poco más que añadir que no se haya dicho ya, y es que

Dostoievski es el mejor conocer del alma humana de todos los tiempos.

No lo digo yo. Lo dice Stefan Zweig.

FICHA:

 

Te gustará si te gustó
  • Rusos + trabajos forzados = ¿Vida y destino, Vasili Grossman? Supongo, pero como no lo he leído aún…
Pros
  • Ahondar en la personalidad y el carácter de un autor al que conocemos mayoritariamente por sus ficciones.
Contras
  • Hacia la mitad del libro se hace pesado y cuesta seguir.

Namaste.

Libros de Lost, Literatura, Los Indispensables

Indispensable IV: Los hermanos Karamazov, Fiodor Dostoievski

Esta es la historia de la turbulenta relación entre padre e hijos.

Fiodor Pavlovitch Karamazov es un viejo libertino que pasa su vida disfrutando de varios placeres: mujeres, alcohol y derivados. Se trata de un hedonista empedernido, que se despreocupó de sus hijos.

El patriarca tiene tres hijos legítimos y uno ilegítimo. Son los siguientes:

  • Dmitri: el primogénito, hijo de su primera esposa. Se trata de un hombre irascible que se encuentra en una lucha perpetua con su padre; en primer lugar por motivo de la herencia de su madre, y en segundo, por el amor de una mujer. Dmitri es honesto y sincero, pero también irracional y voluble.
  • Iván: el primer hijo de su segunda esposa. Es inteligente y culto, lo cual le origina un claro desprecio hacia la gente que le rodea.
  • Alexei: el segundo hijo de su segunda esposa. Es bondadoso, comprensivo y siempre está dispuesto a ayudar a sus hermanos y a actuar como mediador con su padre. Escenifica el personaje bueno, el héroe de la novela.
  • Smérdiakov. Es el hijo ilegítimo de Fiodor Pavlovitch, trabaja como sirviente de éste. Siente admiración por Iván y se muestra huraño y alejado de los demás.

Europa durmiendo la siesta junto a "Los hermanos Karamazov"

En este contexto, Dostoievski plantea la historia: de un lado, describe el odio de los hijos por su padre (con excepción de quizás, Alexei, puesto que en la novela no se hace hincapié en este hecho, sin embargo, por determinados comentarios del personaje se podría decir que debido a su fuerte moral cristiana reprimió el verdadero sentimiento hacia su padre) desde distintos puntos de vista: el de Dmitri, por un problema de dinero y una lucha por la mujer que quiere; el de Iván, como objeto de desprecio y rechazo, y el de Smérdiakov, que ve a Fiodor Pavlovitch como  a un amo.

Sin embargo, el autor no se queda ahí, y confronta a los personajes principales en conversaciones sobre religión, política y moral. Así, presenta a Iván como el personaje ateo y racional, a Alexei como un bondadoso monje cristiano, a Dmitri como la representación de Rusia en su modo de actuar y a Fiodor Pavlovitch como el representante del libre albedrío. Este último se manifiesta del siguiente modo en el inicio de la novela:

¿Lo oyen ustedes?-exclamó Fiodor Pavlovitch mirando al padre José- Ahí tiene usted la respuesta a su exclamación. (…) Esa mujer “de mala vida” es tal vez más santa que todos ustedes, señores religiosos, que viven entregados a Dios. (…) Sí, señores monjes. Ustedes, porque hacen vida conventual y comen coles, se consideran sabios. También comen gobios, uno diario, y creen que con estos pescados comprarán a Dios.

Posteriormente, discutirá con Alexei sobre la existencia de Dios:

¡Hum! Debe de ser Iván quien tiene razón. Señor, ¡cuando uno piensa en la cantidad de fe y de energía que esta quimera ha costado al hombre, sin compensación alguna, desde hace miles de años! ¿Quién se burla así de la humanidad?

El autor, además, nos deja perlas como los siguientes fragmentos:

Así fue como Maximov se quedó en casa de Gruchengka en calidad de parásito.

De una conversación de la viuda Khokhlakov con Alexei:

¡Hace un siglo que no lo veo! ¡Una semana entera! ¡Ah! Sé que vino usted hace cuatro días, el miércoles pasado. Ahora va usted a ver a Lise. Estoy segura de que habrá entrado de puntillas para que yo no le oyese. ¡Si supiera usted lo contenta que estoy por ella, mi querido Alexei Fiodorovitch! Esto es lo principal, pero ya hablaremos de eso después. Le confío enteramente a mi Lise. Desaparecido el starets Zósimo, que descanse en paz, usted es para mí un asceta, aunque le sienta muy bien su nueva ropa. ¿Cómo ha podido encontrar un sastre tan bueno en nuestra localidad? Ya hablaremos de esto después; es un asunto sin importancia. Perdóneme que me permita llamarlo de vez en cuando Aliocha. A una vieja como yo, todo se le puede consentir.

De una reflexión de Alexei:

No desprecia a nadie, pero tampoco confía en nadie. Y yo me digo que si no confía, desprecia.

En resumen, es un libro fantástico, maravilloso, que merece la pena leer. Quizá sea el mejor de Dostoievski, o quizá no (para eso habrá que leerlos todos, digo yo). Lo que sí que os puedo adelantar es que al tener más personajes que Crimen y castigo, se hace más ameno y dinámico. Tiene pasajes únicos, como El gran inquisidor, del Libro V. Es cierto que es largo, pero precisamente por eso hay que tomárselo con calma, leer poco a poco y asimilar lo que va sucediendo.

Una recomendación: apuntad en un papel el nombre de los personajes. Pensaréis que es una tontería, sin embargo, cuando empiezan los diminutivos, apelativos cariñosos y demás, no se entiende quién es quién (por ejemplo, Dmitri es a la vez Mitia, Mitienka y Dmitri Fiodorovitch Karamazov)

Relación con Lost (CUIDADO SPOILERS)

El libro aparece en la segunda temporada, cuando Locke se lo entrega a Ben (en aquél momento aún conservaba el sobrenombre de Henry Gayle).

Conforme fui avanzando en las páginas de la novela, comencé a pensar en la relación que tenían los personajes con sus padres. Cuál fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que se podía establecer un paralelismo entre los hijos de Fiodor Pavlovitch y los personajes de la serie.

En Lost, conocemos varias relaciones con sus padres:

  • Jack-Christian. Jack me recordó a Iván. Ambos son inteligentes, universitarios, racionales y desprecian a su progenitor. Sin embargo, este desprecio se basa en su parecido con su padre (al fin y al cabo, Jack acaba siendo médico y alcohólico).
  • Ben-Roger. Enseguida Ben me recordó a Smérdiakov. Éste es un personaje misterioso, que calla más de lo que dice y que siembra la duda con aquél con el que habla. (Clavaditos, ¿verdad?) Pero además, Smérdiakov es epiléptico (como lo era Dostoievski) y Ben, ya en la tercera temporada, sabemos que tiene un tumor.
  • Hugo-padre de Hugo. Hugo es el personaje más bondadoso de la serie. Desde mi punto de vista, su padre es un interesado que le abandonó cuando era pequeño y que volvió al hogar al enterarse de que había sido agraciado con un importante premio de la lotería. Sin embargo, no parece que Hugo le rechace. Se puede asemejar a Alexei.
  • Locke y su padre. Inevitablemente ha de recordarme a Alexei, por su donación de riñón, por su bondad hacia él. Sin embargo, después del accidente (aún hoy recuerdo esa escena), John Locke se frustra, se obsesiona y cambia hacia un temperamento más parecido a Dmitri.

Una de las cosas que pensé después es la relación de hermanastros que existen en la serie. Tenemos dos: Jack y Claire y Daniel Faraday y Penny. No sé si casualmente (porque eso sería aventurar demasiado) es que todos ellos comparten padre y no madre. Pero quizá eso sea divagar demasiado… ¬¬

FICHA:

Te gustará si te gustó
  • Crimen y castigo, Fiodor Dostoievski.
Pros
  • La complejidad y realismo de sus personajes.
  • El autor, su forma de desarrollar la trama y de acceder a la mente humana.
Contras
  • Algunos capítulos son largos, densos y aportan poco a la trama.
Referencias de Lost
  • John Locke le presta el libro a Ben cuando es retenido en el Cisne.

Namaste.