Desde el inicio sabemos que la autobiografía de Philip Roth no será una biografía común. Si lo habitual sería encontrarnos con una historia ordenada cronológicamente, según el devenir de los acontecimientos que van ocurriendo, en Los hechos, Roth utiliza el pasado como conexión con el presente, especificando lo que sucedió pero siempre poniéndolo en relación con el manera en que afectó a su vida en el momento de escribir el libro.
De este modo podemos conocer cómo Roth, criado en una familia judía y marcado por la relación con su padre, se abre a la vida con un fuerte carácter que le hace ser independiente desde una muy temprana edad (apenas 17 años) para huir de un hogar en el que se siente oprimido.
Su paso por la universidad, su enamoramiento de una mujer que no le da más que problemas se conectan con el inicio de su obra, para así comprender la relación entre los estados de ánimo del escritor con el resultado de una novela. Sus motivos, sus preocupaciones, sus referencias se explican en gran modo por las circunstancias que le acontecieron.
Cualquiera que se haya sentido atraído por Roth alguna vez, o que haya leído alguna de sus novelas se sentirá interesado por saber cómo su vida ha influido en la obra del autor, de acercarse al escritor que está al otro lado de las páginas sin el velo de la ficción. En mi caso, que aún no me he iniciado con Roth, me sirve para saber qué me voy a encontrar, por qué es cómo es: Roth no es sino un autor complicado, complejo, que incluso su autobiografía tiene un estilo vivaz y tupido, rico y variado.
Inevitable es ponerse en su pellejo. También lo es reflexionar sobre cómo la realidad supera a la ficción: ¿cómo una persona con tanto carácter consigue ser utilizado por una mujer durante tanto tiempo? Difícil cuestión. Lo que sí que consigue la autobiografía de Roth es que el que está al otro lado se ponga en sus zapatos, que siente la liberación cuando finalmente consigue el divorcio de su mujer, que se sienta identificado con sus pensamientos y reflexiones sobre el pasado.
Porque lo rico de la autobiografía de Roth es todo lo que le acompaña: su modo de contar las cosas, de razonarlas, de motivarlas y su inteligencia a la hora de diseccionar los acontecimientos. Toda su sabiduría la pone al servicio de las anécdotas y recuerdos que nos va contando. Filosofa y recuerda y ambas cosas son el motor fundamental de su autobiografía.
Acabar el libro, además, leyendo un comentario que se deja a sí mismo sobre el texto ya es para sorprenderse, para sonreír al ver su propia crítica.
Como siempre a la hora de hablar de Seix Barral, el texto se ve reforzado por una impecable edición.
FICHA:
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Namaste.
Mi caso es justo el opuesto. conozco bien la obra y por ese mismo motivo me interesa la vida del autor, de la que sólo conozco pequeños destellos.
Siempre me gusta conocer algo de quien me hace disfrutar con sus letras. Me parece una buenísima opción esta que nos traes hoy.
Gracias
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Roth es un autor que me gusta pero como en muchos casos, supongo que leer su autobiografía ayudará mucho a entender su obra. Incluiré este libro a mi lista de lecturas «ahora mismo no sé qué leer». Un saludo.
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Antes de leer este lbri tendrdía que leer alguno de sus libros, y siempre ue me gustaran. He probafo a Joseph Roth, y me gusta, pero a Philip; todavía no.
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Hola:
Me dan ganas de volver con Roth. Me gusta mucho y hace bastante que no leo nada de él.
Quizás este.
saludos
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Yo sólo he leído una obra del autor, Némesis, y lo cierto es que no me dejó muy impresionada. Me gustó, pero sin alharacas.
Las biografías suelen tener hechos curiosos e interesantes sobre el autor, pero leer un libro entero sobre la vida de un personaje, aunque me interese mucho, me suelen resultar pesadas.
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Me encanta Roth es uno de mis preferidos. Creo que toda su obra es en el fondo autobiográfica. Siempre el padre judío autoritario, el hijo algo rebelde. Le recomendé a mi hijo de 18 años Indignación y aunque no es un gran lector la disfrutó, le llegó. Y qué decir de Pastoral Americana, obra maestra, o El complot contra América.
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