Autor, Literatura, Némirovsky

Suite francesa, Irène Némirovsky


Tenía apuntado el nombre de la autora, Irène Némirovsky, desde hace tiempo inmemorial. Cuando me acerqué a comprar uno de sus libros dudé de si debía leer primero El baile o este que os traigo hoy. Os seré sincera: fue la extensión lo que me hizo decantarme por Suite francesa. Ante la duda, siempre escojo el libro más largo.

Suite francesaDecidí empezarlo un poco por casualidad, con esa sensación de que ya le tocaba y animada por las buenas críticas que había leído de muchos lectores, así como los comentarios que recibí por redes sociales cuando mostré que lo estaba leyendo. Me dio la impresión de que Némirovsky tiene una opinión unánime por parte de los lectores.

Como podréis imaginar, iba con las expectativas altas. Haber conocido a tantísima gente que lo recomendaba mucho me predispuso a pensar de que era una obra fantástica y mi sensación permanente es que es muy diferente de lo que imaginaba que era.

Suite francesa narra diferentes historias de la vida de los franceses durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial. Familias, personas, parejas que tienen que movilizarse por miedo a la represión del invasor, que un día deciden recoger sus bártulos y abandonar la ciudad para intentar acceder a España, Portugal o huir de Europa.

También es la historia de los que se quedan: de aquéllos que tienen que convivir con el enemigo y han de adaptarse a su nueva situación, muchos de los cuales acaban alejando oficiales del Ejército nazi en su propia casa. En resumen: los personajes de Suite francesa son los antihéroes, aquéllos que normalmente no aparecen en las historias de esta época.

Todos los que lo rodeaban, la gente, su familia, sus amigos, le inspiraban sentimientos de vergüenza y de furia.  Los había visto en las carreteras, a ellos y a otros por el estilo, se acordaba de los coches llenos de oficiales que huían con sus preciosas maletas amarillas y sus pintarrajeadas mujeres; de los funcionarios que abandonaban sus puestos; de los políticos que, presas del pánico, dejaban un rastro de carpetas y documentos secretos a su paso; de las chicas que, después de haber llorado como convenía el día del Armisticio, ahora se consolaban con los alemanes. «Y pensar que nadie lo sarbá que alrededor de todo esto se urdirá tal maraña de mentiras que aún acabarán convirtiéndolo en una página gloriosa de la historia de Francia. Removerán cielo y tierra para sacar a la luz actos de sacrificio, de heroísmo… ¡Con lo que yo he visto, Dios mío! Puertas cerradas a las que se llamaba en vano para pedir un vaso de agua, refugiados saqueando casas… Y en todas partes, en lo más alto y lo más bajo, el caos, la cobardía, la vanidad, la ignorancia… ¡Ah, qué grandes somos!

Página 193

A partir de un elenco variado de personajes Némirovsky va tejiendo historias, algunas independientes, otras entrelazadas, que tienen como telón de fondo la Francia ocupada. Y una de las claves de esta novela es precisamente esto: los personajes normales y corrientes que hacen lo necesario para sobrevivir, y precisamente por eso cometen actos necios, cobardes y egoístas. El olor de la supervivencia.

Por ello, muchos son acusados de colaboracionistas. Un capítulo esencial lo dedica la autora a las mujeres que hacían compañía a los soldados nazis, apostando por un bando que creían ganador.

El estilo de Némirovsky es brillante, poético pero crudo, siendo capaz de añadir descripciones y también reflexiones y párrafos como éste:

La certeza de mi libertad interior -respondió Maurice tras un instante de reflexión-, que es un bien precioso e inalterable, y de que conservarlo o perderlo sólo depende de mí. De que las pasiones llevadas hasta el extremo, como ahora, acaban por apagarse. De que lo que ha tenido un comienzo tendrá un final. En una palabra, de que las catástrofes pasan y hay que procurar no pasar antes que ellas, eso es todo. Así que lo primero es vivir: Primum vivere. Día a día. Vivir, esperar, confiar.

Página 221

Sin embargo, las expectativas han estado, en toda la lectura, por encima de lo que leía. Esperaba una obra maestra y me he encontrado una buena novela, pero a medio hacer. Creo que se nota bastante que la autora no tuvo tiempo a revisar y corregir la trama, no existen puntos álgidos ni puntos de inflexión y la historia acaba resultando bastante plana.

La verdad es que quiero puntualizar lo importante del epílogo, donde se incluyen cartas y fragmentos de diarios de Némirovsky, y así conocemos lo que le ocurre a ella: el miedo por ser judía, los intentos de zafarse de la maquinaria nacionalsocialista, pero también los borradores y planes que tenía de los personajes, su intención de continuar escribiendo por un lado u otro.

En definitiva, una buena lectura, pero sinceramente, esperaba otra cosa. ¿Decepcionada? Sí. ¿Arrepentida? No.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • La creación de personajes antihéroes.
  • El epílogo es parte fundamental de la lectura.
Contras
  • Esperaba mucho más.

Namaste.

8 comentarios en “Suite francesa, Irène Némirovsky”

  1. A mí me pone un poco mal a gusto esta escritora. Por una parte la Suite es una maravilla, son historias perfectamente fotografiadas de la sociedad francesa durante la ocupación nazi (e increíblemente visionarias, porque fueron escritas “en directo” ) y por otra parte sus artículos en revistas colaboracionistas y antisemitas, su novela David Golder me la hacen difícil de captar….Judía vergonzosa, renegada….En la época, era quizás humano, hay que sobrevivir.

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    1. ¿Se puede ser visionaria cuando estás viéndolo por la ventana? Precisamente creo lo contrario: describió perfectamente su día a día. Lo que no es nada sencillo es hacerlo bien.

      Bueno, las personas somos muy complejas, creo que hoy en día es difícil analizar y juzgar a alguien de un tiempo remoto. Además a alguien que se encuentra a medias en todo o que no se incluye en ninguna categoría, pero por otra parte me parece más interesante y más real que los escritores que fueron prácticamente héroes o del todo villanos.

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  2. La leí hace mucho tiempo y me gustó mucho. Como dices, es un fresco de lo que estaba sucediendo en Francia retransmitido casi en directo. Para evitar decepciones, creo que lo mejor es abordar esta novela como lo que es: ni más ni menos que el intento inacabado de mostrar un fresco de personajes y situaciones comunes en una época muy complicada y desde una perspectiva que trata de no dividir entre buenos y malos. Asumir que la novela está incompleta es fundamental, porque no se puede valorar en conjunto como una historia con principio y final.

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    1. Tengo que reconocer que no sabía que la novela no estaba acabada. Por otra parte y como decía más arriba, cuando tienes expectativas no sé quitármelas de la cabeza cuando empiezo a leer.

      Por eso menciono que el epílogo es fundamental, ayuda a ver todo en perspectiva y a conocer la vida de la autora.

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