Fitzgerald, Literatura

La flor azul, Penelope Fitzgerald

¡Aquí estoy de nuevo! ¿Pensabais que me había marchado de vacaciones? ¡Pues no! La realidad es otra: estas semanas estoy leyendo mucho pero lo que no me apetece demasiado es sentarme a escribir reseñas, pero ya va siendo hora, ¡que se me acumulan los libros de los que os quiero hablar!

la-flor-azulEl libro que os traigo hoy es La flor azul, de Penelope Fitzgerald. Si sois habituales por aquí, os habréis dado cuenta de la frecuente aparición de la británica, y es cierto que desde que la Editorial Impedimenta comenzó a publicarla, no hago más que leer los libros que van sacando. Desde La librería, pasando por El inicio de la primavera e Inocencia. Éste es el que me quedaba por leer.

La novela comienza el día de la colada, el momento en el que Jacob Dietmahler llega con su compañero de estudios a la casa de éste. Jacob conoce a partir de ese momento a la familia Hardenberg, con el barón a la cabeza. Aunque inicialmente parece que él es el protagonista, el verdadero personaje principal es Friedrich Von Hardenberg, escritor romántico que queda prendado de Sophie, una joven de cabellos oscuros.

Y es que Fritz existió, por lo que tenemos una biografía novelada, en la que el centro de la historia es La flor azul, el símbolo central del romanticismo, mencionada en la novela desde que conoce a su amada.

Al igual que en sus otras novelas, Fitzgerald despliega una historia aparentemente sencilla para ahondar en temas de la propia sociedad: su forma de vida, los cambios del gobierno, la diferencia entre clases sociales… etc, siempre con el hilo de conexión del poeta Novalis. Más oscura que otras de sus novelas, más recia y amarga, La flor azul es una novela de la que me es difícil contar algo, porque lo que más me ha sugerido han sido sensaciones. El saber, mientras pasaba sus páginas, que esta autora cada vez me gusta más, por el modo que tiene de organizar la historia, de colocar cada capítulo donde tiene que ir para cerrarlo y que todo tenga sentido: que aquél detalle del inicio del libro case a la perfección con el final de la historia.

Como ya he comentado en otras ocasiones, la autora despliega una prosa precisa y elegante a la vez, con lo que con pocas palabras nos envuelve y nos traslada a la Alemania de la época de Novalis.

Cabe incluso, la sátira y los toques humorísticos, donde destaca el personaje de Sidonie.

—¡La ropa! Todavía hace demasiado frío como para desnudarse por la noche. Yo no me desnudo por la noche, ni siquiera en verano, desde hace por lo menos doce años.

—¡Y has tenido ocho hijos! —exclamó Sidonie—. ¡Líbreme Dios de un matrimonio como el tuyo!

Sin embargo, quizá esta novela sea la más oscura de todas las que he leído hasta este momento, ¿quizá por ser la última que escribió? Quién sabe.

Mención aparte merecen los postfacios de las novelas de Fitzgerald. En este caso corre a manos de Terence Dooley, que ayuda a revisar aspectos que podamos haber pasado por alto y analiza los puntos más importantes de la historia.

En definitiva, os recomiendo leer La flor azul, y más aún: si no conocéis a Penelope Fitzgerald os aconsejo escoger cualquiera de sus novelas y comenzar a sumergiros en su universo. Personalmente, y esto no es algo que me suceda con frecuencia, cada vez que termino de leerla, me digo a mí misma: tienes que releer este libro.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • Cómo nos trasporta la autora a la historia.
  • Edición impecable de Impedimenta. Mención de honor al postfacio.
Contras
  • La portada, que no es mi preferida. 😉

Namaste.

Autor, Literatura, Willans

¡Abajo el colejio!, Geoffrey Willans y Ronald Searle

Como ya os adelanté en el último In My Mailbox, este librito fue una de las últimas adquisiciones.

Animada por lo corto que era, me adentré para descubrir qué ofrece este peculiar manual de instrucciones.

Nigel Molesworth es un alumno del colegio San Custodio, un lugar maléfico en el que vive interno. Su intención a la hora de escribir este libro es, como bien indica desde el primer momento:

Ofrecer información pribilegiada sobre colejios, empollones, chibatos, canallas, direztores, criquet, guarros, habusones, padres, profesores, artistas del hengaño, malas llerbas en jeneral, bromitas de dormitorio y desastres diversos.

Si transcurrido este primer párrafo el lector no sale despavorido por las faltas de ortografía, es que puede seguir leyendo. Y es que, aunque todos sabemos que son intencionadas, uno no puede evitar que le salten a los ojos.

Además de párrafos descriptivos de la fauna escolar (como los distintos profesores o sus compañeros de colegio), se incluyen ilustraciones que muestran con pelos y señales los puntos a los que se refiere nuestro protagonista, lo cual no hace sino más llamativo y satírico cada uno de sus opiniones y consejos. Y es que, aunque a primeras podamos pensar que para un adulto queda muy lejos el período escolar, nos podemos sentir muy identificados con sus ideas:

La única estrategia contra un profesor de matematicas es poner cara muy conzentrada. Mira el libro hintensamente con la frente harrugada como si te pusiera furioso no saber la respuesta. Al mismo tienpo ráscate la cabeza con la punta del lápiz. Después de 5 minutos esta hestrategia deja de ser segura. Entonces sacudes de la mesa todos los pellegos y cosas que te hallan caido de la cabeza y levantas la mano.

¿Quién no ha evitado el contacto visual con un profesor cuando pregunta la respuesta en clase?

A través de un humor muy inglés y empleando esa sátira que les caracteriza, Nigel avanza en su análisis, soltando perlas con gran parte de verdad, como estas dos que os traigo aquí:

La historia enpezó mal y desde entonces ha ido a peor

Nadie a descubierto la forma para escaparse de la historia por que la historia está en todas partes. ¡Nos rodea! Ademas cuando ves a la banda de sinverguenzas y canallas de mi clase te preguntas si dentro de poco la historia no va a ser peor que nunca.

A pesar de tratarse de un clásico de la literatura ilustrada del siglo XX, no conocía este título. Lo cierto es que es perfecto para momentos en los que uno no tiene tiempo para leer algo más sesudo, o simplemente para pasar un buen rato y soltar carcajadas por doquier. El libro posee la inteligencia necesaria como para analizar el comportamiento de los adultos desde el punto de vista del niño sin perder ese toque simplista que es necesario para un libro como éste.

FICHA:

Te gustará si te gustó
  • Psiquiatras, psicólogos y otros enfermos. Rodrigo Muñoz Avia.
Pros
  • El satírico humor inglés.
  • Lo apropiado de las ilustraciones.
Contras
  • Da la impresión de que a la mitad del libro pierde un poco.

Felices lecturas.

Namaste.

Actualidad, Literaria

Mircea Cărtărescu visita Madrid

Como ya nos adelantaran los amigos de Impedimenta en la reunión a la que asistí hace poco, Mircea Cărtărescu visitaba Madrid, para lo cual habían organizado dos días de actos en los que podíamos disfrutar de la presencia del autor rumano.

Si el miércoles la cita era en la librería La Central, como comentan por aquí, ayer jueves la cita se trasladó a la Librería Rafael Alberti, un lugar muy propicio para este tipo de eventos. Con mi agenda marcada en día y hora para asistir a la cita, llegué a la librería justo en el momento en el que escaseaban las sillas, tal era la expectación del evento.

La sala de la Librería Rafael Alberti, abarrotada
La sala de la Librería Rafael Alberti, abarrotada

El inicio de la velada corrió a cargo de Enrique Redel, editor de Impedimenta. Me he dado cuenta de que siempre que puede recalca que Cărtărescu es uno de los mejores autores que ha publicado, lo cual, teniendo en cuenta el nivel de la editorial, ya hace una idea de la fijación de Enrique por él. Si además tenemos en cuenta que lo comparó con grandes de la literatura como Borges o Cortázar, está claro que la publicación de la obra de Cărtărescu en la editorial no es casual.  Enrique confesó que publicará todo lo que pueda de él (¡hurra!).

Intervino posteriormente Ignacio Vidal-Folch, que describió de la forma más concisa y exacta posible Lulu: turbadora. Plagada de referencias literarias, su intervención me hizo apuntar autores como Whitman o Conrad, además de destacar y analizar los puntos comunes de la obra del autor: esos mundos oníricos, las múltiples referencias al subsuelo o a la decadencia por medio de edificios abandonados.

Llegó el momento de escuchar al autor y lo pudimos hacer gracias a Marian Ochoa de Eribe , traductora de su obra. Así pudimos conocer algo de su vida, como su pasado como poeta:

Durante diez años sólo vivía por la poesía, pero a los 25 años cambié a la prosa. Sentía que había cosas que no podía decir con poesia, que se quedaba corta, como una chaqueta que queda estrecha.

Y de repente escribió Nostalgia (recientemente publicado, donde se incluyen relatos como El ruletista). Del tirón. Esto comentó sobre la obra:

Lo escribí en el orden en que aparece en la edición, para impresionar a unos amigos. Fue posteriormente cuando me di cuenta de que existía un patrón común, de que (esas historias cortas) formaban parte de un todo. Eso sí, reconozco que REM es cinco veces mejor que el resto de las historias.

Sobre su modo de escribir, destaco algo que nos impresionó a los más de 50 asistentes:

Escribo a mano y no borro nunca. No lo podría hacer de otra manera. No tacho. Todo es improvisado, sin estructura o plan. Simplemente leo las dos páginas que he escrito anteriormente y continúo. Si no me gusta lo que he escrito lo tiro.

Cărtărescu demostró ser un autor cercano, poético y complejo, con un pasado que refleja, coscientemente o no en muchas de sus novelas. Todo un placer escucharle escoger las palabras, utilizar metáforas en cualquiera de sus frases y conocer un poco más el pasado y presente que está experimentando en Rumanía.

Desde aquí, gracias a la Editorial Impedimenta por organizar esta tarde tan interesante, y a los amigos de Ábrete sésamo por la fotografía.

A vosotros no os voy a repetir que leáis alguna de sus obras. Esta vez no.

Pasad un buen fin de semana.

Namaste.

Actualidad, Literaria

Quedada bloguera con la Editorial Impedimenta

Con motivo de la celebración del quinto aniversario de la Editorial Impedimenta, la semana pasada tuve el placer de reunirme junto con otros blogueros y compañeros de páginas web literarias, a una reunión que habían organizado con objeto de ser partícipes de un lado, de la especial fecha y de otro, de comentar los libros que tienen programados para este año.

 Impedimenta

La reunión tuvo lugar en Lfont Tea Mountain, un precioso espacio en el que compartir té, café y galletas mientras hablábamos de libros.

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Los anfitriones fueron Enrique Redel y Pilar Adón, editor y traductora de Impedimenta, respectivamente. Nos recibieron muy calurosamente, contentos de ponernos cara y con ganas de compartir opiniones. Comenzaron comentando brevemente la situación de la blogosfera y de la prensa tradicional. Tanto Enrique como Pilar coincidían en que hoy en día los críticos de los periódicos en ocasiones ni leían lo que les enviaban. De hecho llegaron a contar una anédocta al respecto: en una ocasión recibieron la llamada de uno de los críticos pidiendo un libro. Cuando la editorial comentó que les mandaban las novedades siempre, la respuesta del crítico fue contundente: a él no le había llegado, así que alguna otra persona de la redacción se lo había llevado a casa.

Según ellos, aprecian mucha más pasión cuando se trata de los blogueros, además de que, como comentaron, encuentran algunos detalles en nuestras reseñas que no ven en las columnas de los periódicos (por ejemplo, una mala traducción). Respecto a la pasión, me parece claro: nosotros nos dedicamos unas pocas horas a esto de reseñar; es una afición, algo con lo que disfrutar. De otro modo no lo haríamos. Si dedicáramos las 8 horas del día al tema se diluiría ese placer, sería un trabajo, se transformaría en algo distinto. Cuando sólo tienes tiempo de leer unos minutos al día (media hora, una hora, quince minutos), valoras mucho ese tiempo, es TU tiempo, una valiosa joya con la que disfrutas. Y como tal se ha de notar en la novela.

Tras tomar un té y unas cuantas galletas, cortesía de Manuel, comenzamos a charlar sobre las novedades que la editorial publicará en 2013: Los habitantes del bosque, de Thomas Hardy, del que sólo pudieron recomendarnos muy encarecidamente su lectura; ¡Abajo el colejio!, de Geoffrey Willans y Ronald Searle, una sátira de la visión de un niño de sus años escolares o el para mí desconocido El abrigo de Proust, de Lorenza Foschini, una historia de no ficción en la que por casualidad, un magnate parisino consigue entrar en el círculo de la familia de Proust.

Además de un pequeño adelanto de los nuevos títulos que publicarán de otros autores, como Stella Gibbons, Elizabeth Bowen o Penelope Fitzgerald.

Lo que nos quedó claro fue el entusiasmo con el que ambos hablaban de los libros que publican, su mutuo asombro porque un determinado título o autor no estuvieran publicados previamente al castellano. Además, descubrimos muchos títulos que no hicieron más que ampliar nuestra lista de libros pendientes. Uno de ellos fue El mes más cruel, un compendio de cuentos de la propia Pilar Adón.

Una tarde muy interesante, en la que pudimos hablar de muchas cosas y además compartir gustos y lecturas. Y además con té y galletas, ¡qué más se puede pedir!

Gracias a Impedimenta por organizar una quedada tan interesante y a Manuel por recibirnos tan acogedoramente en su tienda.

Toca seguir leyendo.

Namaste.

¿Y ellos qué opinan?

Y ellos, ¿qué opinan? (VII): Enrique Redel

Enrique Redel (Madrid, 1971): comenzó como editor de varias editoriales independientes madrileñas, para dar el salto en 2008 con una nueva editorial independiente: Impedimenta. Desde entonces, la editorial se ha consagrado como un referente, por su recuperación de clásicos modernos y su cuidada edición. En 2008 Impedimenta fue galardonada con el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial. Ahí es nada.

1.- ¿Cuál es el último libro que has leído? 

Radicales libres, de Michael Brooks (editado por Ariel). Se trata de un libro apasionante sobre el espíritu mohicano, loco y aventurero de los científicos modernos, que contrasta con la idea moderna del científico ordenado, adocenado y racional que nos ha impuesto el propio establishment. Realmente divertido y apasionante. Lo recomiendo.

Se refiere a este libro y aunque he de reconocer que no lo conocía y que la ciencia no me apasiona, tiene muy buena pinta.

2.- Un libro que nos recomiendas.

De una editorial que no es la mía: Mason & Dixon, de Thomas Pynchon (Tusquets). Una novela divertidísima, posmoderna, juguetona, que narra la vida de Charles Mason y Jeremiah Dixon, el astrónomo y agrimensor ingleses que, en plena era de las guerras anglofrancesas del XVIII, son enviados a Inglaterra para trazar una línea entre Maryland y Pennsylvania (conocida desde entonces como la Línea Mason-Dixon), que finalmente sirve de frontera entre el norte y el sur de los Estados Unidos. Una delicia para leer y releer.

De Impedimenta, El pequeño salvaje, de T. C. Boyle, una pequeña nouvelle que narra la vida de Victor de Aveyron, el niño salvaje encontrado a principios del XIX en un bosque del sur de Francia, y que es «adoptado» por un pedagogo, Jean Itard, que intenta insuflar en él algo de «humanidad». Se trata de la misma historia que adaptó al cine François Truffaut en los años setenta. Apasionante, conmovedora, altamente recomendable.

Ay, Pynchon Pynchon. Un autor que sale por todos los lados, blogs, televisión, conversaciones de ascensor… mires donde mires allí está él. Y además, ocurre con él que todos los que lo han leído sufren un apasionamiento exacerbado hacia el autor. Me puede la curiosidad, pero por un motivo u otro no lo tengo entre los próximos autores a leer. Espero que los del Café Literario no anden por aquí porque lo mismo me lapidan.
En cuanto a El pequeño salvaje, se refiere a esta. No os asustéis porque no haya mencionado a Cartarescu. El motivo es claro: se le ha pasado. ¿A que sí, Enrique? ¿A que ibas a mencionar Nostalgia? ¿O Lulu? ¿O El ruletista 😉

3.- Un autor por el que sientas fijación.

James Joyce, del que se cumple ahora el aniversario de su muerte. Su Ulises me marcó la adolescencia y ha marcado mi vida.

Palabras mayores. Una: Ulises, por lo magna de la obra y la complejidad de la lectura. La otra, adolescencia. ¿Es que lo leyó en la adolescencia? ¡Como si fuera asunto baladí! Complicadísima hazaña, que aunque yo lo tratara de leer como adolescente sólo llegué a la mitad. Y desde entonces, aquí me veis, asustándome de esa novela cada vez que se menciona.

Y vosotros, ¿coincidís con Enrique Redel? ¿Habéis leído a Pynchon? ¿Os gustó el Ulises?

Namaste.

Autor, Cartarescu, Literatura

Lulu, Mircea Cartarescu.

La novela de Cartarescu tiene como protagonista a Victor, un  escritor adolescente que sueña con convertirse en un autor bohemio que, gracias a su soledad, o bien por ella, escribirá La Obra que pase a la posteridad.

Portada de "Lulu", de Mircea Cartarescu.
Portada de "Lulu", de Mircea Cartarescu.

La narración se sitúa 17 años después de que tengan lugar los acontecimientos. El Victor adulto rememora la época en la que, junto con otros muchachos, se marcha de campamento a un lugar alejado de su vida cotidiana. Se ve obligado a soportar a los demás, más preocupados por pasarlo bien y conocer gente que en leer a Kafka.

Cartarescu despliega un estilo plagado de descripciones y con escasos diálogos para narrarnos la historia del viaje interior del personaje, su modo de ver la vida, su percepción de la realidad, y, por encima de todo ello, el enfrentamiento entre la razón y los sentidos.

Cuando un autor pone todo su ser en una historia, se nota. Este es el caso de Lulu. Cartarescu pone todo su interior, se deja parte de su alma en describir la soledad que sufre el protagonista, además de los sentimientos encontrados de la adolescencia: la búsqueda de la identidad, la necesidad de integrarse en un grupo o el miedo al rechazo.

Y en el centro de la amalgama de todo lo anterior, está Lulu, un personaje misterioso que aparece y desaparece en toda la obra pero que se mantiene como figura central, como si pasara lo que pasase, Lulu estuviera enmedio, vigilando, presente.

Quizá esta novela rasgue el interior del lector porque todos hemos sido adolescentes y hemos pasado la época que describe. O quizá sea por el estilo barroco del autor, la descripción exacta de los acontecimientos, la nublina onírica que envuelve todo el relato.

Lo cierto es que Lulu es una experiencia, no sólo por leer el libro, sino que el lector encuentra que es diferente comparado con el que era antes de empezar la novela. Es una sensación extraña, de desazón, de que se ha metido en nuestra intimidad y nos la ha mostrado sin compasión.

Es una sensación muy extraña. Hasta la mitad del libro pensaba que no me convencía, que no me estaba gustando, que no acababa de ver lo que quería transmitir el autor. Pero cuando lo terminé, me entraron ganas de reír y llorar a la vez: de reír, al comprobar que la historia era mucho más de lo que parecía en un principio. De llorar al ver éso que estaba contando podría ser un reflejo de mí misma. Atracción y repulsión al mismo tiempo.

Lo mejor es que, si ya me gustó El ruletista, esta novela me parece cien veces mejor.

Así que desde aquí no puedo hacer otra cosa sino aclamar: ¡que le den de una vez el Pulitzer, el Nobel o algo, leñe!

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • El estilo del autor: sus descripciones, el mundo que crea… todo él.
  • Otra magnífica edición de Impedimenta. Otro fantástico descubrimiento. ¿Qué leches hacíamos cuando no existía?
Contras
  • El inicio es complejo: cuesta cogerle el hilo.
  • Evitad leer la contraportada. A día de hoy dudo si la decisión de cambiar el título de la obra es acertada o no. Inicialmente pensé que no, ahora mi opinión varía. Aviso: el título original da más información.

Namaste.

Balance de 2011

Balance de 2011 (I): abandonos.

Como todos los finales de año, es el momento de repasar. De echar la vista atrás y pensar, cuáles han sido los mejores y los peores momentos. Así que, en lo que aquí respecta, toda revisar los libros leídos. A lo largo de esta semana podréis ver por aquí “lo más de lo más”. Lo que más me ha gustado, lo que menos, lo que más recomiendo.

Empezaremos por lo fácil.

 

Abandonos

En este apartado figuran los libros que no he conseguido terminar. Son estos:

  • Los horrores del escalpelo, Daniel Mares. Conseguí leer unas 150 páginas. La historia no pintaba mal, pero el modo de plantearlo era muy farragoso: saltos temporales, lentitud en las descripciones… eso junto con la pésima edición (aunque por fuera se apreciaba un gran cuidado, por dentro la cantidad de errores ortográficos impedía incluso la lectura). Hasta hoy pensaba que lo había reseñado en el blog, pero me acabo de dar cuenta que no. Os dejo la opinión de algunos de mis compañeros para que juzguéis por vosotros mismos. La reseña de Carol, aquí. La de Atram, pinchando aquí.

     

  • Sábado por la noche, domingo por la mañana. Allan Sillitoe. Comenté en su momentoque la entrada me parecía preciosa. Lo era.

    La preciosa portada de Impedimenta del libro de Sillitoe
    La preciosa portada de Impedimenta del libro de Sillitoe

 

El protagonista es un joven obrero que trabaja de sol a sol. Su aburrida vida la trata de endulzar los fines de semana, bebiendo alcohol sin parar en el pub de turno. En ocasiones me recordó a Germinal, por su realidad, por la forma de encarar las descripciones y lo marcado de sus personajes. El problema fue que la trama me pareció débil. No terminaba de arrancar, no pasaba nada, era un libro estanco. La casualidad quiso que Aramys anduviera leyendo el mismo libro. Le pregunté que qué le parecía. También lo dejó. Y creo que ambos a la mitad. Tengo la impresión de que fuerte de la trama venía después, pero me pudo la impaciencia y lo dejé.

 

  • La novela de Genji. Murasaki Shikibu. Ejem. Aquí está. La doy oficialmente por abandonada. Leí prácticamente la mitad de un tirón. Pero después comencé a relegarla al papel del libro secundario, y ya avancé muy poco. Cada vez que lo cogía leía menos y con menos ganas. Le he dado oportunidades, me he sentido mal conmigo misma por verla tanto tiempo en la mesilla. Pero con este párrafo me libero. Lo dejo. Auf, menos mal.

La novela de Genji es una pedazo de historia que nos traslada al Japón del siglo X. Decía Isi que era como teletransportarse y llevaba razón. No sólo por el lugar y la fecha en la que se escribió, sino por el modo que tiene Shikibu en contar la historia. Lo primero que me sorprendió fue lo fácil que se lee y lo digo porque comparado con otras novelas de esa época esta novela fluye bastante. Entonces, ¿por qué la has abandonado?, preguntaréis. Por una mezcla de motivos. Lo primero, hay una ingente cantidad de personajes. La edición de Austral tiene al inicio una relación de todos ellos que ayuda a situarse (pero si lees de más te spoilean y santaspascuas). El problema es que al tratar de compaginar esta novela con otras, se van olvidando quién es quién y eso complica continuar con la lectura. El segundo es la repetición de temas. Si tuviera que buscar un símil (aunque sea a lo bruto), diría que es como un culebrón. ¿Qué tiene un culebrón? Amores, cuernos, odios. Esas tres cosas. Pues La novela de Genji tiene tres ingredientes y se van repitiendo y repitiendo, en otras situaciones y/o circunstancias, pero los mismos temas. Tras un tiempo me di cuenta de que era una repetición de lo anterior. Los personajes iban envejeciendo pero el hilo es el mismo.

Como no quiero que penséis que no merece la pena, os dejo un par de fragmentos que me han gustado mucho:

 

Ignoro todavía tus sentimientos.

¿Cómo se puede sufrir por alguien

a quien no se conoce

ni se ha visto jamás?

O el siguiente:

 

-A merced de los vientos

nos hacemos a la mar sin saber adónde vamos.

Nuestro incierto destino

ponemos hoy en manos de las olas.

En definitiva, esta novela trata de la vida, de los cambios. Contada del modo en el que se hacían entonces las cosas: con el objeto de entretener, de leerlas frente a un público.

Como ya he comentado otras veces, cuando uno lo pasa mal con un libro es mejor dejarlo. Este lleva acosándome muchos meses en mi mesilla, mirándome de reojo. ¡Lleva tanto tiempo que le he puesto un mote a su protagonista!

 

Pensaba comentaros las antirecomendaciones. Pero me he alargado demasiado, así que eso quedará para la siguiente entrada.

 

Namaste.

Autor, Literatura, Spark

Las señoritas de escasos medios, Muriel Spark.

 ¡Hola a todos de nuevo! Tras un paréntesis en el que no he parado de leer pero en el que no he tenido tiempo suficiente como para ponerme a escribir reseñas, vuelvo con la esperanza de recuperar la frecuencia en los posts.

 

Portada de "Las señoritas de escasos medios"
Portada de "Las señoritas de escasos medios"

La novela que os traigo hoy está ambientada en el Londres de la Segunda Guerra Mundial y tiene como protagonistas a un grupo de jóvenes que viven en una residencia.

 

Si miramos con una lupa, fijándonos en todos los detalles, nos encontramos con varios personajes, con características propias y singularidades determinadas. Lo micro son los detalles: cómo ir a la moda en una época complicada, el modo de conocer a pretendientes para marido, su visión del futuro o del pasado…

 

Si, por el contrario, contemplamos el conjunto, se trata de una combinación mucho más compleja que aúna la situación bélica con el modo de aislarse de la tristeza y la soledad; las ganas de sobrevivir con los ánimos diezmados de la escasez, o la perspectiva del pasado y el incierto futuro, la influencia de un momento que supuso un antes y un después en la Historia.

 

Muriel Spark desarrolla una técnica sencilla, en la que de un lado, describe el presente en el club para señoritas y de otro salta temporalmente para mostrarnos algo de lo que ocurre más allá de aquélla época determinada. Con ello consigue dar dinamismo a la novela, mantener con la intriga al lector y conseguir una mayor uniformidad al ver, de un vistazo, quiénes son y cómo serán determinados personajes.

 

Pero Spark no se queda sólo en aparente simplicidad, ya que aunque no existan demasiadas descripciones y sea una novela prácticamente de diálogos, consigue dejar su marca con un rasgo de elegancia que la distingue de otras historias similares. No en vano puede llegar a recordar a Penelope Fitzgerald, autora de La librería, por la sutil mezcla de melancolía y realidad con ironía y sugerentes silencios.

 

Aunque se trate de uno de los referentes de la literatura inglesa de posguerra, a mi entender se trata de una novela de costumbres pura y dura en la que, a pesar de que albergue una doble visión del momento bélico, no se ahonda en la profundidad de los tramas ni de la situación. Es más bien una novela entretenida y elegante, pero sin grandes aspavientos. En cualquier caso, se trata de una lectura agradable y con estilo propio. Y teniendo en cuenta ciertos batacazos recientes, me doy por satisfecha.

 

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • Estilo elegante y delicado.
  • Combina con equilibrio el drama y la ironía.
Contras
  • Podría ahondar más en los personajes y en la trama.

 

Namaste.

Autor, Cartarescu, Literatura

El ruletista, Mircea Cartarescu

Tengo que reconocer que yo, ignorante de mí, no conocía a Cartarescu, uno de los referentes de la literatura rumana. (Diana, no me mates). Sin embargo captó mi atención cuando lo comparaban con autores como Kundera, Borges y Cortázar.

El ruletista, de Mircea CartarescuProcuré abstraerme de el resumen para que me pillara más por sorpresa. Y vaya si lo consiguió.

El ruletista es un cuento de apenas sesenta páginas que tiene como protagonista a hombre aficionado a la ruleta. Eso se presupone, pensaréis, sí. Pero no a cualquier clase de ruleta, sino a la ruleta rusa.

Tras mi desconcierto inicial, me aventuré en una historia en la que el narrador nos cuenta sobre su amigo de la juventud, cómo llega al juego y qué hace en él.

Pero el verdadero protagonista es el autor, que consigue que el lector sienta en sus propias carnes el nerviosismo, la conciencia de que uno se está jugando la vida. Y lo hace con una forma de describir que nos traslada al lugar y a la hora del juego, la tensión del momento y la expectación de los asistentes. Así, va embriagándonos en una historia donde da importancia a los detalles, hasta el punto de que parece que el lector es capaz de oler, de verse a sí mismo presenciando el espectáculo. ¡Un espectáculo cruel y absurdo!

Bueno, pues yo estuve allí. Yo viajé con Cartarescu a un lugar que nunca había imaginado, a un ambiente extraño y tenso. Así que tengo que quitarle la razón al narrador cuando se lamenta diciendo que:

Querrías sacudir el corazón de lector pero, ¿qué hace él? A las tres terminas tu libro y a las cuatro empiezas con otro, por muy bueno que sea el libro que tú hayas depositado en sus manos.

Es cierto que he terminado el libro. Pero no siempre se puede decir que mereció la pena el viaje, que el lector notó el revólver apuntando a su cabeza.

FICHA:

Te gustará si te gustó
  • El cóctel con un poco de angustia kafkiana, la trama de Kundera y el universo de Auster.
Pros
  • La sensación de nerviosismo y de angustia que llega al lector.
  • El ambiente que atrapa y envuelve.
Contras
  • ¿Contras? ¡Ja!

Namaste.

P.D. ¡Por fin! ¡De una vez me libré de la cadena de despellejes!

Autor, Literatura, Vian

Vercoquin y el plancton, Boris Vian.

Tras unos días de silencio, vuelvo totalmente recuperada de los excesos navideños y decidida de volver a la normalidad.

 

Así que, ¿qué mejor manera que empezar el año con una reseña y más si se trata de un libro de Boris Vian?

 

 

Portada de la primera novela de Boris Vian
Portada de la primera novela de Boris Vian

Hay libros que son muy fáciles que reseñar. Hay otros que es difícil explicar cómo son. Este es del segundo grupo. Y eso es porque es un libro inclasificable, raro, extraño, diferente. Ya en el prólogo el lector se da cuenta de que el autor va a contarnos lo que quiera, siguiendo las normas que él considere necesarias.

 

El inicio de la novela comienza en una surprise party, una especie de bacanal donde existe un importante derroche de alcohol, drogas y sexo. Pero enseguida Vian se manifiesta como un trilero, un tramposo que cambia las reglas según le convenga. Esta es sin duda la parte más alocada, divertida y entretenida del libro.

 

El protagonista es el Mayor, un joven que se enamora de una muchacha a la que decide pedir en matrimonio. Para ello tendrá que visitar a su tío, un funcionario enclaustrado en su oficina. Así, Vian nos traslada al gris mundo de la burocracia y del papeleo. Y como tal nos da su punto de vista, que nada tiene que ver con el de Kafka: Vian se dedica a ridiculizar a cualquiera que forme parte de la maquinaria estatal, haciendo hincapié en su inutilidad. Como muestra un botón:

 

Emmanuel se había pasado tanto rato mirando las musarañas aquella mañana, que las había gastado con los ojos. Había restos de musarañas por todas partes, y sus cadáveres yacían bajo el escritorio de Adolphe Troude, ya de por sí atestado por cuatro toneladas de abonos diversos, guardados en saquitos de lona, pues este encomiable individuo se dedicaba a la agricultura en su huerto de Clamart.

 

En definitiva, Vian derrocha una prosa fresca y sorprendente, donde el límite de las reglas tradicionales sobre la trama no existen. Y por eso sorprende, porque no tiene nada que ver con las novelas al uso, no sabemos por dónde nos va a salir ni cómo va a acabar el asunto. Aunque hacia la mitad del libro se ralentiza la trama, el lector mantiene el interés por conocer el final, que es acorde con el resto de la novela: puro Boris Vian.

 

FICHA:

 

Te gustará si te gustó
  • La importancia de llamarse Ernesto, Oscar Wilde.
Pros
  • El autor, que desde el prólogo sorprende al lector.
  • Lo extraño del libro en sí. Divertido, refrescante. Difícil de olvidar.
Contras
  • Allá por la mitad del libro la trama se ralentiza.

 

Namaste.