IMM, Literatura

IMM (44)

El mes de junio los lectores estamos de fiesta, una fiesta caracterizada por el calor, el Retiro lleno de gente y los libros por doquier. Armada de mi sempiterna lista (en este caso, con los libros que quería adquirir ya decididos), me acerqué a la Feria del Libro de Madrid. Seguramente muchos de vosotros ya lo habréis visto por las redes sociales. Aquí tengo el botín que me hice en la Feria más una nueva incorporación:

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  • La tierra que pisamos, Jesús Carrasco. Desde la publicación de Intemperie quería leer al autor pero nunca sacaba hueco para hacerlo. Ésta es su segunda novela y también la ponen por las nubes. Aproveché que el autor se encontraba firmando para hacerme con su firma y conversar un poco con él. Siempre me da rabia ver autores destacados sin fila y otros personajillos con filas de cien personas, pero fin, la feria es así.
  • El guitarrista, Luis Landero. Tengo apuntado en mi libreta Juegos de la edad tardía desde hace muchos años. Sin embargo, por recomendación e insistencia de Bartleby acabamos acercándonos a la caseta donde se encontraba el autor y fue éste el título escogido. Si no me gusta le echaré la culpa a él, huelga decir.
  • Cartas a Milena, Kafka. He sido muy cansina con este libro (quizá hasta demasiado, ¿no Atram? :S), hasta llegar el punto de la NECESIDAD de hacerme con él. Di vueltas y vueltas hasta que encontré la caseta de Alianza. Fui tan convencida a la caseta diciendo el nombre que una pareja de ancianos se dieron codazos entre sí mientras ojeaba el título. Nunca sabré si también lo compraron.
  • Estrómboli, Jon Bilbao. Uno de esos libros que enamoran por la portada y después atraen por todos y cada uno de los comentarios positivos que hay por Internet. Dudaba si hacerme con él o no, pero casualmente el día que me acerqué se encontraba firmando el autor. Llegué por los pelos pero pude hacerme con él. Tengo muchas ganas de empezarlo. Edita Impedimenta.
  • Crimen y castigo, Fiódor Dostoievski. Cuando en el verano de 2001 leí esta novela era mi primera incursión con el genial autor ruso. Para más inri lo hice con una de esas ediciones sacadas de la biblioteca que se van desmontando en cada página, con traducciones dudosas y que por la fecha de edición podría haber sido mi padre. Llevo enamorada de las ediciones de Austral mucho tiempo, peeero, unas porque las prefiero en inglés, otras porque ya las he leído, no me he hecho con ningún ejemplar. Cuando vi que publicaban este título, decidí que tenía que hacerme con él. En Internet me fijé que la fecha de publicación era posterior, así que me llevé una grata sorpresa al ver que ya lo tenían disponible para su compra en su caseta.
  • Cosecha, Jim Crace. La caseta de Hoja de Lata es una de esas que quisieras llevarte a casa. Tuve en la mano Tea Rooms, de Luisa Carnés a consecuencia de la reseña de Atram pero el que venía en mi lista es éste. Como fue la última caseta en la que compré y mi tarjeta ya echaba humo decidí contenerme y no llevarme los dos. Sobre Cosecha, sólo diré que he leído la reseña de Babelia en diagonal, pero con la mención de Faulkner me basta y me sobra.
  • Manual de mujeres de la limpieza, Lucia Berlin. Cuando ves un título en todos los sitios, en todas las redes sociales, en todas las reseñas y aún así no te convence, lo acabas ignorando. Ahora bien, si de repente distintas personas te dicen la misma frase “El título es malo, la portada feísima, pero aún así tienes que leerlo”, me sale un movimiento de cuello por la coincidencia y el convencimiento de que algo ha de haber en un libro que causa tantas pasiones. No tenía pensado comprarlo, la verdad.
  • Un amor que destruye ciudades, Eileen Chang. Envío de los amigos de Libros del Asteroide. Me lo encontré en el buzón el lunes siguiente a la Feria, cuando aún no había tenido tiempo de colocar los libros que acababa de comprar. Ya lo he leído así que pronto tendréis la reseña por aquí.

Y vosotros, ¿habéis comprado algo en la Feria del Libro de Madrid? ¿También cotilleáis qué compran los demás? ¿Vuestro entorno cercano os llama locos cuando llegáis con las bolsas? ¿No os ponéis un poco enfermos al ver las colas inmensas de cualquier personajillo de medio pelo? ¡El año que viene más!

Mientras tanto, a pesar del calor (o gracias a él), sigamos leyendo.

Namaste.

Autor, Dostoievski, Literatura

El jugador, Fiodor Dostoievski

Cuando los compañeros del Café Literario comentaron la posibilidad de leer este libro conjuntamente, no lo dudé. No sólo porque llevaba mucho tiempo en mi lista de pendientes sino porque el autor ruso me gusta mucho, y tras leer sus novelas más famosas y largas (Crimen y castigo, Los hermanos Karamazov y El idiota), ésta parecía la mejor opción para continuar leyéndole.

el-jugador-webComo os comenté en el anterior IMM, cuando acudí a la librería no sabía qué edición escoger, pero me decidí por esta de Sexto Piso por su buena apariencia, la tapa dura y la calidad de las páginas. Suponía un par de euros más pero creo que mereció la pena.

La intrahistoria de esta novela nos dice que Dostoievski escribió El jugador en 26 días, los que necesitaba para entregar la obra a su editor según el contrato que había firmado. ¡Menos de un mes!

En ella el autor utiliza su propia experiencia personal con el juego para recrear a Alexéi Ivánovich, un joven de carácter inestable enamorado hasta la médula y que vive entre los vaivenes de la alegría y la desgracia más absoluta.

Sin embargo, el inicio comienza con una trama mucho más mundana: el nerviosismo de una familia por que se muera una tía que promete dejar en herencia cantidades imponentes de dinero. La tía en cuestión, que nos regala diálogos y sarcasmo a raudales, decide plantarse en la casa de su futuro heredero y hacer que todo salte por los aires gastándose su dinero en el casino. Ésto, y la relación tóxica entre Alexéi y Polina conforman dos de los temas fundamentales de la novela.

Y a ésta, pensé, esperaban ver en la tumba, enterrada y dejándoles la herencia. ¡Ésta nos entierra a nosotros y a todo el hotel!

Página 87

Por lado, el tema del dinero se plasma en diferentes personajes: la avaricia en la familia del general ruso, la ausencia de escrúpulos con tal de obtener alguna migaja, en conclusión: la ejemplificación de una sociedad en la que cuanto más tienes más vales. Por otro, el amor, en sus vertientes positiva y negativa; el amor interesado y ficticio y el amor incondicional que fomentan la autodestrucción en un personaje de por sí desequilibrado.

Ambos temas confluyen al final de la historia, que cuenta con un tono autobiográfico claro, donde se destapa la desesperación de Alexéi y su huida hacia delante.

El estilo, en este caso, omite muchas de las reflexiones típicas de Dostoievski que podemos encontrar en sus novelas largas, para ganar en dinamismo incluyendo diálogos y escasas descripciones. Los capítulos son cortos y animan a seguir leyendo, además de medir bien la organización de la trama para conferir a la historia un trato homogéneo que consigue que queramos seguir leyendo más.

Me ha parecido una historia curiosa, porque reconozco al autor que me encantó con otras obras, pero al mismo tiempo me ha sorprendido en otros aspectos, en cómo consigue condensar todo en una novela que no pasa de las 200 páginas. ¡Alta literatura condensada en píldoras, donde no sobra nada! Si dudabais si leer al autor ruso porque os echaban para atrás sus novelas más largas, esta es una opción perfecta.

FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • Cómo condensa los temas y los reúne al final.

  • El personaje de Alexéi, que no tiene desperdicio.

Contras

  • Echo de menos las reflexiones de sus novelas largas.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (39): libros y más

Os traigo las últimas adquisiciones de este año, muchas de las cuales llevan ya semanas en mis estanterías (algunas incluso ya las he leído), sorprendida en parte por encontrarnos ya ante el último mes del 2015. En fin, el tiempo pasa cada vez más rápido.

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De izquierda a derecha:

  • La vuelta del torno, Henry James. Se trata de la famosa novela de James, Otra vuelta de tuerca que ha sido traducida de nuevo y ha recibido un título distinto. No he leído la versión antigua, pero comparando los textos que me pasó Libros del Asteroide se nota el trabajo que le han dado para ser precisos y conseguir el tono de James.

  • La trama nupcial, Jeffrey Eugenides. Tras leer Middlesex, decidí comprar otra de sus novelas. Quizá no sea la mejor, de hecho hay personas que me han recomendado Las vírgenes suicidas, pero como seguramente también acabaré leyéndola, pues empiezo por esta y vamos tanteando.

  • Aquellos años del boom, Xavi Ayén. No sé dónde lo vi recomendado, pero me apetecía conocer un poco más la intrahistoria de los escritores del boom hispanoamericano, así que esta parece ser una buena opción. Edita RBA y es un tochazo de muy señor mío.

  • El jugador, Fiódor Dostoievski. Quería leerlo desde hace tiempo, pero después me decanté por El idiota, así cuando lo propusieron como lectura conjunta en el Café Literario, decidí que era el momento. De entre las ediciones que tuve en la mano escogí esta, no por las ilustraciones en sí, sino porque la edición está mucho más cuidada, las tapas son duras y Sexto Piso siempre es sinónimo de buen hacer. Y total, por dos euros de diferencia, pues escojo la edición más bonita.

  • Crematorio, Rafael Chirbes. La noticia de su muerte supuso el toque de atención que me faltaba para leerle. Desde hacía tiempo me llegaban noticias de su calidad, recomendaciones variadas, pero como no se puede estar a todo, siempre lo posponía. Total, que en una visita a la librería vi que estaba en Compactos y como me gustan mucho lo escogí. También lo he leído.

  • Entre dos mundos, Upton Sinclair. Pintaza de este libro de Hoja de Lata, que además de tener una portada preciosa, promete mucho. Es otro tochazo pero quiero leerlo pronto. Gracias a Hoja de Lata por el envío.

Por último, enseñaros mi última adquisición:

Kindle

Efectivamente, soy la orgullosa propietaria de un Kindle Paperwhite que, tengo que reconocer, todavía no sé usar muy bien. Por de pronto parece cómodo, ligero y además promete buenas lecturas… ¿cuál creéis que debería ser la primera de todas?

Y respecto al resto… ¿habéis leído alguno de los libros que os traigo? ¿Conocíais a Chirbes? ¿He hecho bien escogiendo La trama nupcial? ¿Alguien sabe cómo sincronizar Goodreads con el Kindle?

Gracias a las editoriales Libros del Asteroide y Hoja de Lata por los envíos, y a @castillodnaipes por el regalazo. Tú sí que sabes.

Namaste.

Autor, Dostoievski, Literatura

El idiota, Fiódor Dostoievski

Tras leer Crimen y castigo y Los hermanos Karamazov (esto es, hundida hasta la médula en el universo de Dostoievski) una no puede sino quedarse con ganas de más. De ahí que, junto con Bartleby, compañero infatigable de lecturas y recomendaciones y autor además de un magnífico libro de relatos llamado El rayo que nos parta, decidimos seleccionar una de sus novelas para leerla conjuntamente. La duda se mantuvo entre El jugador (200 páginas) y El idiota (800). Ganó la segunda. Quizá por su longitud, quizá por la curiosidad de Jesús, o quizá porque Pedro ya me había alabado en demasía este título.

El-idiota-marcaManos a la obra pues. Escogimos la edición Debolsillo. Qué queréis que os diga, me ganaron desde que compré La piedra lunar de Wilkie Collins y me gusta ver sus cantos marrones en mis estanterías.

Comenzamos a leer escollando la primera dificultad: la abundancia de nombres, sobrenombres y apodos rusos que aparecen en las primeras páginas. Secundarios que se relacionan con los que ya son mencionados, apodos que no se parecen al nombre original, profesiones de unos y otros. Nada nuevo, vamos. Personalmente me ayudó mucho un pequeño esquema con los principales.

El príncipe Mishkin es nuestro protagonista, un noble que regresa a San Petersburgo tras haber pasado muchos años en Suiza. Un rico heredero que quiere contactar con una familiar que reside en la capital de Rusia. Un pobre ignorante que no sabe lo que se la que se le viene encima. Mishkin, el arquetipo de la bondad y la amabilidad, el rico heredero que conoce a pocas personas. Un tonto.

¿Qué más podía desear? Un aristócrata, millonario, idiota: todo junto, un marido como ese no se encuentra ni con candil, ni hecho de encargo…

Y es que desde el primer momento cada uno de los personajes quiere al príncipe Mishkin con ellos, ya sea para conseguir un título por medio del matrimonio, para conseguir algo de dinero o para ganar estatus social. Una maraña de intereses rodean a un inocente que se deja llevar por los acontecimientos.

Precisamente en El idiota cabe de todo: desde reflexiones sobre la muerte y la compasión hasta el amor a primera vista, la envidia o la rabia. Una novela compleja, con personajes muy definidos, pero en la que destaca uno: su protagonista. Un personaje claro y meridiano, bueno en demasía pero no por ello irreal, presionado por una sociedad, por un juego en el que no sabe que está metido. Y claro, un triángulo amoroso, una mujer de la que enamorarse a primera vista, otra de la que enamorarse de a poco. Un competidor.

Me ha sorprendido, si lo comparo con las otras dos obras del autor, lo social de esta novela. Esto es, el análisis de la sociedad decadente rusa,  saber que se encuentran en un mundo que llama a su fin, la importancia de las apariencias, es decir, muchos de los aspectos que encontramos en Jane Austen. No he podido evitar imaginarme una conversación entre el príncipe y nuestra querida Catherine.

Pero además, la sensación de que se trata una novela mucho más personal que las otras, que el autor se dejó algo de sí en ella, como si al leer página tras página abandonara algo de la racionalidad y la filosofía que le caracteriza y pasara a algo más íntimo, más humano. No sé si me explico, pero en ocasiones me parecía que añadía capítulos porque quería que estuvieran allí, no como en Crimen y castigo, donde todo parece medido y valorado, donde el ritmo está más estudiado.

Precisamente por eso se me ha hecho lento en algunas partes, me he atascado un poco en ocasiones. Otras fluía mucho más. Pero, en definitiva, leer a un grande es una delicia. Aunque eso sí, si nunca le habéis leído, comenzad por Crimen y castigo.

Un muerto no suele tener edad, ya sabe usted.

FICHA:

Te gustará si te gustó

  • Los hermanos Karamazov, Dostoievski.

Pros

  • El personaje del príncipe.

  • Sorprendente final.

Contras

  • Hay partes que se haces algo pesadas y repetitivas.

  • El análisis de los personajes no es tan profundo como en otras de sus obras.

Namaste.

Autor, Literatura

Memorias de la casa muerta, Fiódor Dostoievski

Lo confieso: compré este libro por error. Sí, habéis leído bien: por error.

Mi idea era adquirir Memorias del subsuelo, del mismo autor. Pero ya sabéis: dos libros que empiezan por la misma palabra, un maremágnum de libros del autor, no llevar el título anotado… todo eso hizo que al final lo comprara. La verdad es que no me di cuenta de mi error hasta que lo tuve en la lista de pendientes, cuando alguien habló de Memorias del subsuelo y pude comprobar que el título se había cambiado. Claro, yo estaba convencida en que el título se modificó solo.

En fin, a lo que iba. Memorias de la casa muerta es la narración en primera persona del tiempo que pasó Dostoievski en Siberia. Una vez condenado a trabajos forzados, se le traslada al desierto ruso a cumplir su pena.

El inicio del libro se corresponde con su llegada a la estepa, con ese interminable viaje que acaba en una muralla de nieve y piedra. Enfrentado a su cambio de situación, Dostoievski es un extraño, un aristócrata que ha cambiado su condición de adinerado por la de preso. Como tal, es visto por los demás presidiarios con desconfianza, un personaje ajeno a su realidad, un opresor, alguien que había pasado de tener un sirviente que le preparara el té a tener que verse en una situación límite: una cárcel rusa. Ahí es nada.

Ese genio que demuestra en cada una de sus novelas lo aplica, cómo no, a su día a día: en este libro se narra el análisis de cada uno de los que se encontraban a su alrededor, cómo podía diseccionar su mente con sólo fijarse en gestos, miradas o formas de hablar. Es sorprendente la forma en la que para él todos estos aspectos sean meridianos, claros y lógicos, algo tan fácil como describir el color de una fruta. Además, en su narración abundan las descripciones de las tradiciones, costumbres y situaciones que se veían en el campo: cómo la masa social determinaba quién formaba parte del grupo y quién no, algo igual de importante que alimentarse. Y aunque a priori él se encontrara en una situación de desventaja (a fin de cuentas él pasó de leer tranquilamente en el calor de un samovar a tratar de aprender a cortar leña con brutal sistema de destajo) me ha fascinado el modo de pasar esa teoría, ese análisis de cada compañero a la práctica: es decir, no es que sea inteligente y simplemente lo plasme en sus novelas, sino que va más allá. Dostoievski utilizó esa intuición para marcar estrategias, para granjearse amistades, a fin de cuentas para hacer su vida en el campo más llevadera. Digo que me ha fascinado porque es difícil, porque una cosa es la teoría (hablar de otro, plantear hipótesis, razonar argumentos) y otra bien distinta es aplicar todas esas fórmulas a la vida diaria de cada uno, a diseccionar las fortalezas y debilidades de cada cual con el objeto de ser pragmático, de valorar el peso de cada persona en el el propio destino.

Sin embargo, a pesar de las carencias, el frío, la mala alimentación y la soledad, no pierde la esperanza ni el valor, aunque vea mermadas sus fuerzas es capaz de decirse:

¡El hombre sobrevive! El hombre es un ser que se acostumbra a todo; ésa es, pienso su mejor definición.

En el apartado de los peros, tengo uno, y grande: se hace pesado. Sin embargo no creo que se haga lento por la historia que narra, más bien tengo la impresión que es debido a la traducción: la abundancia de frases complejas, la utilización de vocabulario desfasado o la escasa organización de la información son algunos de los puntos que abundan en este libro.

Me quedo con las ganas de traeros aquí un fragmento en el que narra cómo el mayor afecto que recibía era de un perro que vivía entre los barracones, pero no encuentro la página. 😦

En fin, poco más que añadir que no se haya dicho ya, y es que

Dostoievski es el mejor conocer del alma humana de todos los tiempos.

No lo digo yo. Lo dice Stefan Zweig.

FICHA:

 

Te gustará si te gustó
  • Rusos + trabajos forzados = ¿Vida y destino, Vasili Grossman? Supongo, pero como no lo he leído aún…
Pros
  • Ahondar en la personalidad y el carácter de un autor al que conocemos mayoritariamente por sus ficciones.
Contras
  • Hacia la mitad del libro se hace pesado y cuesta seguir.

Namaste.

Libros de Lost, Literatura, Los Indispensables

Indispensable IV: Los hermanos Karamazov, Fiodor Dostoievski

Esta es la historia de la turbulenta relación entre padre e hijos.

Fiodor Pavlovitch Karamazov es un viejo libertino que pasa su vida disfrutando de varios placeres: mujeres, alcohol y derivados. Se trata de un hedonista empedernido, que se despreocupó de sus hijos.

El patriarca tiene tres hijos legítimos y uno ilegítimo. Son los siguientes:

  • Dmitri: el primogénito, hijo de su primera esposa. Se trata de un hombre irascible que se encuentra en una lucha perpetua con su padre; en primer lugar por motivo de la herencia de su madre, y en segundo, por el amor de una mujer. Dmitri es honesto y sincero, pero también irracional y voluble.
  • Iván: el primer hijo de su segunda esposa. Es inteligente y culto, lo cual le origina un claro desprecio hacia la gente que le rodea.
  • Alexei: el segundo hijo de su segunda esposa. Es bondadoso, comprensivo y siempre está dispuesto a ayudar a sus hermanos y a actuar como mediador con su padre. Escenifica el personaje bueno, el héroe de la novela.
  • Smérdiakov. Es el hijo ilegítimo de Fiodor Pavlovitch, trabaja como sirviente de éste. Siente admiración por Iván y se muestra huraño y alejado de los demás.

Europa durmiendo la siesta junto a "Los hermanos Karamazov"

En este contexto, Dostoievski plantea la historia: de un lado, describe el odio de los hijos por su padre (con excepción de quizás, Alexei, puesto que en la novela no se hace hincapié en este hecho, sin embargo, por determinados comentarios del personaje se podría decir que debido a su fuerte moral cristiana reprimió el verdadero sentimiento hacia su padre) desde distintos puntos de vista: el de Dmitri, por un problema de dinero y una lucha por la mujer que quiere; el de Iván, como objeto de desprecio y rechazo, y el de Smérdiakov, que ve a Fiodor Pavlovitch como  a un amo.

Sin embargo, el autor no se queda ahí, y confronta a los personajes principales en conversaciones sobre religión, política y moral. Así, presenta a Iván como el personaje ateo y racional, a Alexei como un bondadoso monje cristiano, a Dmitri como la representación de Rusia en su modo de actuar y a Fiodor Pavlovitch como el representante del libre albedrío. Este último se manifiesta del siguiente modo en el inicio de la novela:

¿Lo oyen ustedes?-exclamó Fiodor Pavlovitch mirando al padre José- Ahí tiene usted la respuesta a su exclamación. (…) Esa mujer “de mala vida” es tal vez más santa que todos ustedes, señores religiosos, que viven entregados a Dios. (…) Sí, señores monjes. Ustedes, porque hacen vida conventual y comen coles, se consideran sabios. También comen gobios, uno diario, y creen que con estos pescados comprarán a Dios.

Posteriormente, discutirá con Alexei sobre la existencia de Dios:

¡Hum! Debe de ser Iván quien tiene razón. Señor, ¡cuando uno piensa en la cantidad de fe y de energía que esta quimera ha costado al hombre, sin compensación alguna, desde hace miles de años! ¿Quién se burla así de la humanidad?

El autor, además, nos deja perlas como los siguientes fragmentos:

Así fue como Maximov se quedó en casa de Gruchengka en calidad de parásito.

De una conversación de la viuda Khokhlakov con Alexei:

¡Hace un siglo que no lo veo! ¡Una semana entera! ¡Ah! Sé que vino usted hace cuatro días, el miércoles pasado. Ahora va usted a ver a Lise. Estoy segura de que habrá entrado de puntillas para que yo no le oyese. ¡Si supiera usted lo contenta que estoy por ella, mi querido Alexei Fiodorovitch! Esto es lo principal, pero ya hablaremos de eso después. Le confío enteramente a mi Lise. Desaparecido el starets Zósimo, que descanse en paz, usted es para mí un asceta, aunque le sienta muy bien su nueva ropa. ¿Cómo ha podido encontrar un sastre tan bueno en nuestra localidad? Ya hablaremos de esto después; es un asunto sin importancia. Perdóneme que me permita llamarlo de vez en cuando Aliocha. A una vieja como yo, todo se le puede consentir.

De una reflexión de Alexei:

No desprecia a nadie, pero tampoco confía en nadie. Y yo me digo que si no confía, desprecia.

En resumen, es un libro fantástico, maravilloso, que merece la pena leer. Quizá sea el mejor de Dostoievski, o quizá no (para eso habrá que leerlos todos, digo yo). Lo que sí que os puedo adelantar es que al tener más personajes que Crimen y castigo, se hace más ameno y dinámico. Tiene pasajes únicos, como El gran inquisidor, del Libro V. Es cierto que es largo, pero precisamente por eso hay que tomárselo con calma, leer poco a poco y asimilar lo que va sucediendo.

Una recomendación: apuntad en un papel el nombre de los personajes. Pensaréis que es una tontería, sin embargo, cuando empiezan los diminutivos, apelativos cariñosos y demás, no se entiende quién es quién (por ejemplo, Dmitri es a la vez Mitia, Mitienka y Dmitri Fiodorovitch Karamazov)

Relación con Lost (CUIDADO SPOILERS)

El libro aparece en la segunda temporada, cuando Locke se lo entrega a Ben (en aquél momento aún conservaba el sobrenombre de Henry Gayle).

Conforme fui avanzando en las páginas de la novela, comencé a pensar en la relación que tenían los personajes con sus padres. Cuál fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que se podía establecer un paralelismo entre los hijos de Fiodor Pavlovitch y los personajes de la serie.

En Lost, conocemos varias relaciones con sus padres:

  • Jack-Christian. Jack me recordó a Iván. Ambos son inteligentes, universitarios, racionales y desprecian a su progenitor. Sin embargo, este desprecio se basa en su parecido con su padre (al fin y al cabo, Jack acaba siendo médico y alcohólico).
  • Ben-Roger. Enseguida Ben me recordó a Smérdiakov. Éste es un personaje misterioso, que calla más de lo que dice y que siembra la duda con aquél con el que habla. (Clavaditos, ¿verdad?) Pero además, Smérdiakov es epiléptico (como lo era Dostoievski) y Ben, ya en la tercera temporada, sabemos que tiene un tumor.
  • Hugo-padre de Hugo. Hugo es el personaje más bondadoso de la serie. Desde mi punto de vista, su padre es un interesado que le abandonó cuando era pequeño y que volvió al hogar al enterarse de que había sido agraciado con un importante premio de la lotería. Sin embargo, no parece que Hugo le rechace. Se puede asemejar a Alexei.
  • Locke y su padre. Inevitablemente ha de recordarme a Alexei, por su donación de riñón, por su bondad hacia él. Sin embargo, después del accidente (aún hoy recuerdo esa escena), John Locke se frustra, se obsesiona y cambia hacia un temperamento más parecido a Dmitri.

Una de las cosas que pensé después es la relación de hermanastros que existen en la serie. Tenemos dos: Jack y Claire y Daniel Faraday y Penny. No sé si casualmente (porque eso sería aventurar demasiado) es que todos ellos comparten padre y no madre. Pero quizá eso sea divagar demasiado… ¬¬

FICHA:

Te gustará si te gustó
  • Crimen y castigo, Fiodor Dostoievski.
Pros
  • La complejidad y realismo de sus personajes.
  • El autor, su forma de desarrollar la trama y de acceder a la mente humana.
Contras
  • Algunos capítulos son largos, densos y aportan poco a la trama.
Referencias de Lost
  • John Locke le presta el libro a Ben cuando es retenido en el Cisne.

Namaste.