Literatura, Muy recomendable

El viaje del profesor Caritat


En mi carrera hay asignaturas que la generalidad de la clase considera poco útiles o incluso inservibles… en el caso del que hablaré hoy, se trataba de “Filosofía del derecho”, que tiene poco que ver con aquéllo de “empollarse la Ley”, porque no se estudia ningún artículo, y eso, para mucha gente de mi clase suponía poco menos que perder el tiempo.

 

 

A mí me gustaba… y además de ella saqué este libro, que ya es mucho más de lo que puedo decir de otros tostones. En aquél entonces leí un par de capítulos, y hace poco el título me vino a la cabeza y lo saqué de la biblioteca.

 

 

El viaje del profesor Caritat o Las desventuras de la razón es una fábula moral, que mezcla varias teorías filosóficas con determinadas formas de Estado.

 

 

Epi lector Nicholas Caritat es un filósofo e historiador especializado en el Siglo de las Luces, que vive en Militaria. Por razones relacionadas con el propio nombre del país, acaba en la prisión. Una minoría contraría al poder militar le consigue sacar de allí con una misión: viajar para encontrar el mejor de los mundos posibles.

 

 

De esta forma, Caritat llega a Utilitaria. El país de los seguidores de Jeremy Bentham es un país ordenado, pero también es el estado del cálculo puro… y como muestra, un botón:

 

 

Se dice que algunos consideran que la justicia ha de ser ciega. Eso es falso. La justicia debe ser sorda, sorda a las dudas que debilitarían su mismísima existencia.

 

 

Posteriormente, el profesor Caritat charla con el juez tras contemplar un caso en el que se condena a cinco personas. Éste es un fragmento del diálogo:

 

 

– ¿Está usted diciendo que si fueran inocentes estas cinco personas tendrían que ser sacrificadas por el bien público?- preguntó Nicholas.

– Su lenguaje es muy colorista, profesor- digo el juez-. Personalmente yo no utilizo palabras como sacrificio. De hecho, es un concepto apenas conocido en Utilitaria. Es una metáfora religiosa, heredada del pasado, poco apropiada para nuestras circunstancias. Prefiero las metáforas económicas o comerciales. Digamos que lo que hemos presenciado hoy es un trueque.

Nicholas insistió, dado que el problema seguía inquietándole:

– Pero suponga -le dijo al juez- que un periodista ve a un hombre en el tejado de una prisión declarando que es inocente. ¿Debería investigar o darse media vuelta?

– ¡Oh!, ¡darse media vuelta!- dijo el juez Tantamount-. Ignorarle. Recibo muchas cartas de gente que está en prisión y dice haber sido condenada injustamente. Me temo que van directas a la basura.


 

Posteriormente, Caritat viaja a Comunitaria, un país en el que la sociedad está organizada en etnias y religiones, donde la persona queda definida exclusivamente por la clase a la que pertenece.

 

 

Llama la atención las conversaciones que tiene Caritat con múltiples filósofos, como Voltaire, Locke y otros. Os dejo una que tiene con Condorcet.

 

    – ¿Quién puede asegurarme- le exigió Condorcet a Nicholas con tristeza- que no llegará un día en que la totalidad de nuestro propio país sufra tal destino? (refiriéndose a la decadencia– Nadie- contestó Nicholas-. Simplemente tenemos que hallar una forma de no considerar el pasado demasiado desalentador ni el futuro demasiado alentador. 


Y manteniendo que el pasado es una casa en la que habitar y hacer reformas, y no un montón de ruinas sobre las que reconstruir, Nicholas se hundió en un profundo sueño.

 

 

Más tarde, Caritat pasa por Proletaria, y después llega a Libertas.

 

 

En resumen, el libro es una mezcla de varias teorías, pero que consigue crear algo diferente al unirlas con sarcasmo, inteligencia… y lo que es más importante y le da tanto valor a la novela: humor.

 

 

Os la recomiendo encarecidamente. Es una novela que aporta algo más, que nos hace pensar, reflexionar y volver a pensar. Al fin y al cabo eso es lo que nos distingue de los animales, ¿no?

 

 

¿Y vosotros, por qué no me recomendáis un libro?

 

 

 

 

FICHA:


Te gustará si te gustó
  • El mundo de Sofía, de Jostein Gaarder.
Pros
  • La mezcla entre sabiduría y humor que irradia la novela.
  • Amena y entretenida.
Contras
  • El desarrollo de los primeros países es más completo que el de los últimos.

 

 

Namaste.

6 comentarios en “El viaje del profesor Caritat”

  1. Así filosofando sólo se me ocurre el de «Génesis», pues discute sobre «quién es más humano», si un humano o una máquina que puede pensar y aprender igual que un humano, solo que con cables en lugar de neuronas.
    Pero de filosofía no he leído nada aún, así como para criticar y recomendar 😦

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  2. Uuffff!!! Libros de fondo filosófico hay muchos y muy buenos… «El mundo de Sofía» es quizás el más conocido… Cuando me interesé por Platón leí fragmentos de «Filosofía para principiantes: de Platón hasta hace rato» de Rius y estaba interesante (sobre todo por el humor que gastaba) y «El Banquete» (de Platón). Creo que te leiste «Rebelión en la granja» ¿no?.. En fin, hay muchos y muy buenos (Ahhh!! «Discurso del método» de Descartes también me gusto…)

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  3. Otro libro que también posee un diálogo filosófico es «El árbol de la ciencia», de Pío Baroja. Recuerdo que había una parte en el libro que era una conversación entre dos personajes, aunque hace bastante tiempo que me lo leí y temo no poder ser más concreto. Al menos, sí he podido darte la referencia del libro

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  4. Isi: apuntado queda. ¡¡Anímate con la filosofía!!

    JL: bueno, yo no calificaría a «Rebelión en la granja como filosófico». Vaya filósofo que nos has salido… ¿Los leiste enteros? ¿fueron de lectura obligatoria en clase?

    Domingo: ese libro lo leí… recuerdo que no me gustó demasiado, pero no sé si fue porque me pilló en un mal momento o que lo leí muy deprisa… quizá merezca la pena una relectura.

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  5. Lo de «El árbol de la ciencia», seguro que te refieres a las conversaciones entre Andrés Hurtado y su tío Iturrioz… A mí me pareció un libro pesado, pero creo que si me lo leyera hoy por hoy me parecería mejor libro.

    Laura, en esta ocasión no estoy contigo.. creo que «Rebelión en la granja» esconde un trasfondo filosófico apreciable. Con frases como “Cambiar una ortodoxia por otra no supone necesariamente un progreso” se atisba un fondo político impulsado por la sátira destrozadora hacia el sistema comunista. Además, en este mundo animal se intenta concienciar de que los ideales de Marx no pasan de ser una utopía y no podrán ser establecidos jamás en la sociedad.

    La utopía del «todos somos iguales», el mundo de los líderes tácitos, el abuso del poder, el alcance de la ignoracia ante los ilustrados amenazados, el establecimiento de la política… son temas que se tratan en el libro y que preocuparon a Platón, Sócrates… y, por supuesto, Marx…

    No me los he leído enteros, ni siquiera sé lo que ocupan, porque me pasaban los capítulos por fotocopias… solo puedo hablar de la temática y de la idea que transmiten…

    Un abrazo (si Ford lo permite..)

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