Autor, Fosse, Literatura

Trilogía, Jon Fosse

Admito que el nombre de Jon Fosse sólo me sonaba por haberle visto de soslayo en la portada de varios libros de la editorial De Conatus. Fue después de ser galardonado con el Nobel cuando presté atención y me informé sobre su obra para leerlo.

Como era nuevo para mí escogí este libro, uno de los más cortos del autor, para añadir en mi lista de Navidad. Así Trilogía (De Conatus, 2023) llegó a mis estantes y me comprometí conmigo misma a leerlo en cuanto tuviera ocasión y a no dejarlo pasar demasiado.

Trilogía narra la historia de Asle y Alida, dos jóvenes que abandonan su pueblo para comenzar su vida en una nueva ciudad. Alida está embarazada y buscan refugio entre posadas de la ciudad. ¿Os recuerda a algo? Fosse retoma la historia más famosa de una familia en huida para reflexionar sobre la realidad en choque con el amor e intimidad de la joven pareja, de cómo los obstáculos, pequeños y grandes, socaban e influyen en la relación de amor entre la pareja.

En la música de Asle oyó el canto de su padre Aslak, y oye su propia vida y su propio futuro y sabe lo que sabe y entonces está presente en su propio futuro y sabe lo que sabe y entonces está presente en su propio futuro y todo está abierto y todo es difícil, pero ahí está la canción, una canción que debe ser lo que llaman amor.

Página 19

En la contraportada aseveran que para Fosse escribir es un poco para rezar, y desde fuera puede parecer extraña la comparación, pero cuando lees esta novela te das cuenta de lo acertado del símil. Y es que las estructuras son fluyentes, las frases no terminan, se reducen al mínimo los puntos y aparte y apenas hay cortes en la narración.

Fosse renuncia hasta a los signos de interrogación, a los diálogos y a cualquier otro signo estilístico en pro de ganar ritmo como si de una canción o una letanía se tratase. Ayuda también las analepsis que se intercalan con la acción en tiempo presente. El propósito es mantener el ritmo y la fluidez de la historia, la concatenación de palabras sin interrupciones o saltos paren la lectura.

Siente que tiene frío, y tiene calor, y todo todo está vacío y cierra los ojos y simplemente sigue adelante y oye voces y gritos y alboroto y ya nada existe, sólo existirá el vuelo, ni alegría, ni tristeza, ya solo queda el vuelo, ese vuelo que es él, ese vuelo que es Alida, piensa.

Página 114

Esto genera la sensación incómoda para el lector de que no debe pararse hasta que no lo haga el autor, además de exigirle una concentración exhaustiva desde el primer momento, para no perderse nada y saber qué, cuándo y cómo.

Divide Fosse el texto en tres partes, por lo que he leído escritas en momentos temporales independientes pero que finalmente formaron parte de la misma novela al encontrar unión en su trama.

No se trata de una lectura al uso, y no os la recomiendo si buscáis algo para pasar el rato. Pide y exige desde la primera página y si le sigues el ritmo te deja sin aliento. Eso sí, una vez pasadas las primeras complejidades, Trilogía brilla como una historia sencilla enmarcada en un estilo excepcional.

Me parece una forma muy buena de empezar a conocer al autor, 160 páginas de demostración de cómo su voz y estilo son muy personales: cruel pero tierna, realista pero trascendente.

Te gustará si te gustóEl desierto de los tártaros, Dino Buzzati (por esa aparente sencillez de la historia que esconde profundidad).
Pros– Estilo personal, que fluye de principio a fin.
Contras– Exige concentración y la ausencia de puntos y aparte hace difícil interrumpir la lectura.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (100)

Llegamos a un número redondo y me pregunto si alguien por aquí recuerda el por qué del nombre IMM, In My Mailbox hace demasiados años y que hoy en día se ha reconvertido en Book haul.

Pienso también si debería cambiarle el nombre por algo en castellano o si, a estas alturas, a alguien le importa.

En fin, libros nuevos. ¿Empezamos?

  • Tiempo de silencio, Luis Martín Santos (Seix Barral, 2024). Hace muchos, muchos años, diría que 20, que leí y compré una edición de esta novela de esas que por entonces daban con los periódicos. Llevo queriendo releerla mucho tiempo, pero sentía que necesitaba una edición acorde con mis recuerdos de este novelón que ha sido bastante olvidado. Seix Barral, coincidiendo con el centenario, ha hecho esto posible. Tengo muchas ganas de la relectura pero os mentiría si os dijera que no tengo un puntito de miedo ante la posible decepción. Este es uno de los libros de mi vida. Reseña aquí.
  • Las tribulaciones del estudiante Torless, Albert Musil (Seix Barral, 2002). El libro que quería leer, sinceramente, es El hombre sin atributos, el famoso tocho parodiado hasta en las Celebrities de Muchachada Nui, pero soy consciente de que sus más de mil páginas no son el libro adecuado para empezar con el autor. Dicen de esta novelita que está a la altura. Anotado en mi libreta, R. me lo regaló. Todo un acierto, ¡gracias! Reseña aquí.
  • El artista del hambre, Franz Kafka (Nórdica, 2024). El centenario de Kafka promete reediciones de absolutamente todo, ya lo habréis empezado a notar en los estantes de las librerías. Tenía este pendiente y los amigos de Nórdica me lo han enviado a casa. Es ilustrado y aquí tenéis la reseña.
  • Doctor No, Percival Everett (De Conatus, 2024). Ya habéis visto por aquí Los árboles. Esta compra es una de esas que sabes que no vas a leer el libro pronto pero aún así la edición, el autor y la historia te hace que te lo lleves. No he podido resistirme.
  • Dinero en el bolsillo, Asta Olivia Nordenhof (Sexto Piso, 2024). Partimos de la historia real de crucero que sale ardiendo, provocando uno de las catástrofes más duras de la historia de Suecia. Este es el primero de una saga dedicada al tema. Envío de Sexto Piso. Reseña.
  • El Ministerio del Dolor, Dubravka Ugresic (Impedimenta, 2024). No hago más que agrandar mi biblioteca con libros de la croata mientras que sólo he leído El Museo de la Rendición Incondicional. Imagínate, no avanzo.
  • Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero (II) (Alfaguara, 2023). Tras leer La Nieve del Almirante no me quería quedar con el resto de historias de Maqroll. No he leído ni la segunda pero por mi experiencia a veces las ediciones desaparecen y luego no hay modo de hacerte con una, de ahí que lo comprara en la menor ocasión.
  • Un sí menor y un no mayor, George Grosz (Capitán Swing, 2011). La historia de un pintor de entreguerras que me interesó desde que vi sus cuadros expresionistas. Después conocí de la existencia de este libro, de ahí a mi libreta y luego a mis estantes.
  • Granito Gris, Lewis Grassic Gibbon (Trotalibros, 2024). La tercera parte de la trilogía escocesa de Gibbon de la que aún no he leído nada. Lo que no podía dejar era la trilogía a medias y R. lo sabía, de ahí su regalo. De este año no pasa que lea la primera parte.
  • Ángulo de reposo, Wallace Stegner (Libros del Asteroide, 2009). De Stegner he leído En lugar seguro. Este es el título que más recomendado del autor. Uno de esos grandes autores que publicaba la editorial en sus inicios. Tengo muchas, muchas ganas de leerlo.

Muchas gracias a Nórdica y Sexto Piso por los envíos y a R. por sus regalos librescos constantes.

Y vosotros, decidme, ¿habéis comprado muchos libros?

Namaste.

Autor, Everett, Literatura

Los árboles, Percival Everett

Los árboles (DeConatus, 2023) ha sido un título muy nombrado por dos motivos: ser finalista del Booker 2022 y recibir curiosos comentarios.

Llego a él tras terminar un libro diametralmente opuesto: mientras que El palacio azul de los ingenieros belgas de Fulgencio Argüelles, una novela sin diálogos ni puntos y aparte, en Los árboles todo son diálogos. Curiosa la cosa.

Los árboles tiene como trama una situación violenta y surrealista (la aparición de dos cadáveres en una situación incomprensible: un blanco y un negro que parece que se han pegado el uno al otro hasta morir, el negro está desfigurado y tiene en sus manos los testículos arrancados del blanco).

Digo surrealista porque esa escena de crimen que simplemente podría justificarse como un asesinato un tanto extraño, se transforma en otra cosa cuando se añade a la circunstancia la desaparición del cadáver del hombre negro.

Lo anterior es la justificación para hablar del tema importante que quiere Everett: el racismo y los asesinatos de Estados Unidos, las injusticias de décadas de blancos que acusan a negros de cosas que no han hecho y la violencia continua: palizas, violencia, vejaciones, violaciones y acusaciones en falso.

 -¿Ha visto o ha tenido noticia de algún forastero en el pueblo? (…)

  -No es la pregunta -dijo- La muerte nunca es forastera. Por eso le tenemos miedo.

Página 125

El uso del tono humorístico y la utilización de ágiles diálogos es todo un acierto, ya que consigue generar una acción dinámica que provoca que una vez empiezas el libro no puedas parar de leer. Una combinación arriesgada pero muy exitosa aunque, por desgracia, torna en repetitiva cuando ya llevamos 2/3 partes de la novela. Quizá aligerando la parte media de la novela hubiera desaparecido esa situación.

Bienvenido a Suministros de Cadáveres Acme de Chicago. Ustedes los matan, nosotros los congelamos.

Página 232

Los árboles es una buena demostración de que lo violento y lo humorístico pueden ser una buena combinación si se trata trabajando cada elemento, comenzando por el humor para acabar ahondando en la raíz del tema. Para ello Everett es directo y crudo y evita añadir descripciones que nos desviarían de sus propósitos.

Un acierto este libro y una delicia la edición de DeConatus.

2024 empieza muy pero que muy bien.

FICHA:

Te gustará si te gustó – La película Jojo Rabbit.
Pros– Original, humorístico y crítico a la vez.
– Los diálogos.
Contras– Reiteración en sus páginas centrales.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (98)

Aquí las nuevas incorporaciones de diciembre y enero, pocas compras (¡bien!) y regalos bajo el árbol así que todo perfecto.

  • El barco de Teseo, Doug Dorst y J. J. Abrams (Duomo, 2023). La revolución editorial vino en octubre de la mano de un libro publicado en Estados Unidos hace una década pero que al fin podeos encontrar en español. Una loa a las buenas ediciones para un título casi de coleccionista, en el que se incluyen desde postales a fotografías, para meternos de lleno en la historia de S. pero también en la de Eric y Jen, lectores que como nosotros están leyendo la historia y nos dejan sus impresiones en notas. Ha causado tanto furor que ahora mismo está agotado.
  • Trilogía, Jon Fosse (DeConatus, 2023). Muchas ganas tengo de leer por fin al último Premio Nobel. Lo haré con este libro. Cae en breve. Reseña.
  • El sentido de un final, Julian Barnes (Compactos Anagrama, 2012). Tras La única historia sabía que este título iba a ser el siguiente y de ahí a mis lista para los Reyes y a recibirlo como regalo. Perfecto para un viaje. Reseña.
  • La Regenta, Leopoldo Alas Clarín (Alba, 2022) Eterno pendiente que llevo queriendo leer desde hace mucho pero del que no disponía un ejemplar. Me da algo de vértigo, no os lo voy a negar, quizá por eso lo he añadido en los propósitos, para tratar de no escabullirme con su lectura. Veremos.
  • Ágape se paga, William Gaddis (Sexto Piso, 2008). Dicen que cuando lees a Gaddis ya no hay vuelta atrás. Puede ser, porque tras Gótico carpintero he comprado Los reconocimientos y además he pedido este título, mucho más corto (algo que era sencillo, la verdad, que el otro son 1300 páginas…). Reseña.
  • Manual de Saint-Germain-des-Près, Boris Vian (Gallo Nero). Una particular guía del barrio de Saint-Germain-des-Près de la mano del inclasificable Boris Vian, un escritor al que nunca me canso de leer.
  • 1948, Yoram Kaniuk (Libros del Asteroide, 2013). ¿No os pasa que anotáis un título y más tarde queda sepultado por otros y queda relegado en un segundo plano? Eso me ha ocurrido con este que nos cuenta el testimonio de un hombre que sirvió en el Ejército durante la guerra de independencia israelí y que 60 años después rememora sus recuerdos.
  • Libre, Lea Ypi (Anagrama, 2023). Testimonios de la Albania soviética que se está recomendando de forma unánime. Últimamente todo lo soviético me tira así que no pude evitar comprarlo en mi última visita a Moito Conto.
  • Los nuestros, Luis Harss (Alfaguara, 2012). Uno de los títulos que se mencionan en Aquellos años del boom, de Xavi Ayén, de donde voy sacando títulos para leer e ir ahondando en ese momento tan relevante para la literatura.
  • Las pequeñas virtudes, Natalia Ginzburg (Acantilado). En este caso comprado para releerlo, ya que la primera vez fue hace una década en un libro de la biblioteca, y no quería que faltara este magnífico libro en mis estantes.
  • Mi padre y su museo, Marina Tsvietáieva (Acantilado). De la autora he leído ya Mi madre y la música, y me pareció que este título se complementaba a la perfección con el anterior. Tengo también los Diarios de la Revolución de 1917 para optar uno u otro. Reseña.

Y vosotros, ¿habéis recibido muchos libros de regalo?

Namaste.