Autor, Keilson, Literatura

La muerte del adversario, Hans Keilson

La muerte del adversario se podría calificar como una mezcla de dos géneros: la novela, puesto que los actos que nos cuenta son ficticios, y el ensayo, ya que intercala la trama con una gran cantidad de argumentación respecto a un tema en concreto.

 

Portada de "La muerte del adversario", de Hans Keilson
Portada de "La muerte del adversario", de Hans Keilson

Encuadrada en un época sin determinar, sin dar nombres, pero claramente identificable, en la que existen dos grupos de enemigos, Keilson parte de esta base con el objeto de argumentar, utilizando a uno de los personajes como vórtice central de la visión del enfrentamiento y la opresión de un Estado totalitario, además de la exclusión de un grupo social.

 

El libro navega entre un maremágnum de argumentos y reflexiones, pero además aporta el anecdotario de lo pequeño, de cómo se hace patente ese odio en los actos diarios, como la expulsión de un niño de un juego infantil o el prejuicio que se refleja en los ojos de las personas.

 

Tras mantener durante una gran parte del libro un tono estable que combina los dos aspectos ya mencionados, llega un momento, allá cuando estamos acostumbrados al estilo del autor, en el que Keilson nos sorprende incluyendo un desgarrador capítulo lleno de crueldad que ejemplifica la teoría de la que nos ilustraba con anterioridad.

 

Este quiebro sorprende al lector en la medida en que lleva leyendo 250 páginas de un libro, uno más racional, más cabal, aunque lo que se estuviera tratando de un tema tan complejo como es el odio y la enemistad que conlleva. Es curioso, porque mientras que el estilo del autor es aséptico y racional, lo cual consigue evitar los juicios de valor sobre el tema que está tratando, en el giro inesperado abandona cualquier atisbo de racionalidad y encara la escena desde la mayor de las crueldades. Para ello no necesita ahondar en los detalles, sino simplemente aportar pinceladas que ya se encargará la mente del lector de rellenar, lo cual consigue precisamente el efecto que buscaba: que el lector arrugue la cara, que aparte la mirada de las líneas, a las que indefectiblemente, se encuentra unido y atrapado por el hilo que ha lanzado el escritor.

 

En definitiva, un libro peculiar, que requiere su tiempo puesto que hay que aportarle toda nuestra atención y concentración. Para pensar y reflexionar, que sugiere mucho más de lo que cuenta.

 

Me quedo con un ejemplar lleno de notas en las que destacan montones de fragmentos.

La decisión de ir descubriéndolos la dejo en aquél que lee estas letras. Pero yo que tú no me lo pensaba: cómpralo.

 

Te gustará si te gustó
Pros
  • La mezcla entre novela y ensayo.
Contras
  • El inicio, hasta que se coge el ritmo, se hace lento.

 

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (11)

Os traigo hoy unos pocos libros que tengo desde hace un tiempo pero que se me pasó enseñaros por aquéllo de la falta de tiempo.

Son los siguientes:

¡Libros, libros!
¡Libros, libros!
  • Dios en persona, de Marc-Antoine Mathieu. Una novela gráfica que parte desde el planteamiento de que Dios venga a la Tierra. ¿Cómo reaccionarán unos y otros? ¿Qué ocurrirá con él? Ya os contaré lo que me ha parecido…
  • El arte de volar, de Antonio Altarriba y Kim. Al igual que el anterior, préstamo de Pedro. Guau. No digo más.
  • Vive como puedas, de Joaquín Berges. Pasó algo similar con el de Yoshimoto, que no lo conocía de nada pero de repente en unos pocos días lo vi en diferentes sitios. Qué casualidad, ¿no?

Pues bien, ahora os propongo una pequeña encuesta. ¿Qué libro os gustaría que empezara a leer en cuanto termine el que tengo entre manos? Podéis votar una de estas propuestas, dos de las que os he enseñado hoy y tres del IMM anterior.

  • Recuerdos de un callejón sin salida, de Banana Yoshimoto.
  • Vive como puedas, de Joaquín Berges.
  • Las batallas perdidas, de Eudora Welty.
  • El inicio de la primavera, de Penelope Fitzgerald.
  • La muerte del adversario, de Hans Keilson.

Namaste.

IMM

IMM (10)

Vuelvo con un IMM cargadito, por aquéllo de ir dejando las cosas pendientes… así que aquí están, todos de golpe:

Adquisiciones de Impedimenta
Adquisiciones de Impedimenta

 

    • Las batallas perdidas, Eudora Welty. Una autora a la que llevaba tiempo siguiéndole la pista, y a la que por fin podré leer. En mi mente estaba La hija del optimista, la obra por la que ganó el Pulitzer, pero después pensé que quizá sería mejor dejar la guinda para el final. Estoy deseando empezarlo.

 

 

    • El inicio de la primavera, Penelope Fitzgerald. La autora de La librería nos lleva a Moscú para contarnos una historia de cambios. No sé más, que quiero llevarme la sorpresa según vaya leyendo.

 

    • Las señoritas de escasos medios, Muriel Spark. He leído buenas críticas de esta novela (desgraciadamente no sé dónde) y tenía ganas por probar. Y aquí está.

 

¡Libros, libros!
¡Libros, libros!

 

    • Punto omega, de Don Delillo. EL libro. Con mayúsculas. Porque después de que @gancedo hablara tan bien de él, me decidí a leerlo en un breve período. Así que lo busqué y lo encontré. No sé por qué esperaba un libro mucho más grueso.

 

    • La ofensa, Ricardo Menéndez Salmón. Un autor del que mucha gente ha hablado en un corto período de tiempo y que tengo curiosidad por conocer. No sé si es la mejor opción para empezar a leerle, porque he visto reseñado alguna vez su otra novela La luz es más antigua que el amor. Por algún motivo desconocido, no quería leer ese. (Y ahora me doy cuenta de que Bartleby lo leyó y no le gustó demasiado)

 

    • El hombre del traje gris, Sloan Wilson. Es la novela que estoy leyendo actualmente. Y sí, seguro que a vosotros os ha venido a la cabeza la canción de Sabina. Poco hay que añadir sobre la trama si escucháis la canción.

 

 

    • Una habitación en Holanda, Pierre Bergouniox. Algo similar al anterior me pasó con éste. Holanda y Descartes en una misma frase. Me apetecía un libro diferente a las novelas al uso que suelo leer.

 

Y vosotros, ¿habéis leído alguno de ellos? ¿Qué os parecieron?

 

Esto es todo por el momento. Prometo volver con una reseña, que tengo varias pendientes.

 

Pasad un estupendo fin de semana.

Namaste.