Leyendo el periódico me encuentro con un artículo sobre la piratería de libros en Perú.
Por lo que me ha comentado JL, no es nuevo, de hecho cuando Gabriel García Márquez publicó Memoria de mis putas tristes, ya se vendía en este mercado negro. Yo desconocía por completo el tema.
Lo que más me extraña del asunto es, por un lado, que no sean libros electrónicos (lo cual, desde mi punto de vista es más fácil que traficar con libros en papel, aunque sólo sea por el volumen de los libros), por otro, veo normal que resultando tan caros como nos dice el artículo (aunque de esto podrá dar luz al asunto R.) que la gente llegue a ser cliente. Que lo sean también los estudiantes de la facultad de Derecho me parece una mera anécdota. Al fin y al cabo los libros de carreras concretas son más caros, y seguramente tendrán que comprar muchos libros obligatoriamente.
Otro tema del que no para de hablarse es el de la tauromaquia. Bien es cierto que desde hace un tiempo había voces contrarias a la fiesta, pero ahora, con el debate en el Parlamento catalán y con Esperanza Aguirre de por medio, salta de nuevo a la palestra.
No sé qué opinaréis del tema, pero me ha parecido interesante una opinión de un antiguo profesor mío, Pablo de Lora.
Paralelamente, el ex-torero Joselito ha comentado lo siguiente.
Desde mi punto de vista, hay dos cosas claras: que es una costumbre y que genera mucho dinero. Pero también hay otra cosa clara, que quieras que no, estás matando a un animal porque sí, o por estética, como quieras decirlo. Amparar esta costumbre en el término cultura se puede hacer, pero para mí es incorrecto. De esa forma también se incluirían otras costumbres (como en Roma, la lucha entre un esclavo y un león, y en la Edad Media, la quema en la hoguera de la gente). ¿Que pasa, que simplemente por ser costumbre no se pueden cambiar las cosas? En cualquier caso, y como en todo negocio que se preste hay muchos intereses en juego, y mucho dinero de por medio, lo cual a fin de cuentas significa que las cosas seguirán como están.
En fin, que cada uno opine lo que quiera. No quiero que esto se convierta en un mensaje partidista porque si no, acabaría echándole la culpa a los marxistas del hambre en África, y eso ya lo hacen otros por mí. (Jajaja, no he podido evitar incluir esto)
Esto es todo por hoy. En breve más reseñas de libros.
Namaste.