Como os adelanté en el IMM (78), este cómic lo compré tras ver, un poco más obsesivamente de lo habitual, Cortar por la línea de puntos, la serie de Netflix basada en las historias de Zerocalcare, autor italiano al que ni siquiera había oído mencionar.
Como en la serie de televisión, el propio dibujante es el protagonista del cómic. Así, en Olvida mi nombre (Reservoir Dogs, 2019) narra la historia de la abuela de Zero. El fallecimiento de ésta pondrá negro sobre blanco determinados aspectos de la vida de su familia que el dibujante desconoce.
Como es habitual, en su recorrido a los orígenes familiares contará con la ayuda de su inseparable y peculiar amigo Secco, que podría pasar por un alter ego friki al margen de casi todo (excepto de los helados), pero que posee una sabiduría que es capaz de demostrar cuando menos se espera.
Zerocalcare en sus historias incluye siempre una parte biográfica, añadiendo un componente generacional y de crítica con la sociedad y el momento histórico que le tocó vivir, que como a mí, es la generación millennial. Golpeados por la crisis inmobiliaria de 2008, en sus viñetas se cuelan siempre trabajos mal remunerados, expectativas defraudadas y jóvenes sobrecualificados que se buscan la vida como pueden. Le acompaña siempre un armadillo, representación de su conciencia:
Asimismo, la música, el cine o la televisión y en general cualquier referencia cultural (desde un Mundial de fútbol hasta el último disco de un grupo de rock) son utilizados no sólo para situarnos temporalmente sino con la importancia que merecen: lo queramos o no, somos hijos de nuestro tiempo, y lo queramos o no, por mucho que tengamos un examen importante o una situación política difícil también vivimos en la emoción o el sentimiento general de la sociedad en la que pertenecemos.
El estilo de Zerocalcare en cuanto a sus viñetas es siempre en blanco y negro, con contadas excepciones. De trazo sencillo y con figuras que en ocasiones parecen esbozos trazados de forma rápida, el italiano consigue mantener la atención de lector saltando de un tema a otro, alternando momentos temporales y narrando lo grande (los problemas familiares y el dolor que guardan) con lo pequeño (reformar una casa, o el día a día con sus amigos). Esta combinación es un estrategia inteligente dado que nunca sabemos por dónde va a seguir, la curiosidad por conocer lo que verdaderamente hay debajo de lo que nos cuenta o ahondar un poco más en los problemas que le rondan la cabeza.
Al fin vuelvo a leer cómics, algo que tenía bastante olvidado desde hace tiempo. El próximo será La estrategia del armadillo, del mismo autor, que era imposible de localizar pero que al fin se ha reimpreso. Si os apetece un cómic interesante para una tarde lluviosa como la de hoy, este es muy recomendable. Y si no sabéis qué ver en Netflix, echadle un ojo a la serie y me contáis.
FICHA:
Te gustará si te gustó | – Asterios Polyp, David Mazzicchelli. |
Pros | – Cómo enlaza temas grandes con otros pequeños. – La radiografía de la generación millennial. |
Contras | – Dan ganas de leerlo seguido, no deja margen para otra lectura. |
Namaste.
2 comentarios en “Olvida mi nombre, Zerocalcare”