Autor, Literatura, Ozick, Roy

El río sin descanso, Roy y El chal, Ozick

Penúltima entrada hablando de libros de 2024, en este caso de dos muy distintos entre sí de dos autoras muy potentes. ¡Empecemos!

El río sin descanso de Gabrielle Roy (Hoja de Lata, 2023) lo compré por dos cosas: la primera, por la preciosa edición conmemorativa del décimo aniversario de la editorial Hoja de Lata, un libro que (admito) había pasado desapercibido cuando lo publicaron pero que destacó en mi visita a la librería con esta nueva edición. La segunda, una temática y localización de las que no había leído nunca: el pueblo inuit y su estilo de vida.

No conocía a Gabrielle Roy y resulta que es una de esas autoras claves de su país, lectura obligatoria en Canadá y referente como escritora en francés del siglo XX en aquél país.

Lo maravilloso de la lectura, no es nada nuevo, es que nos acerca a lugares y situaciones desconocidas, en este caso para mí es el río Koksoak y sus habitantes, con todo lo que implica, la compleja relación entre hombre blanco e inuit, el cambio para muchos inuits al abandonar su tradicional estilo de vida para acceder a mayor bienestar, presionados por un Gobierno que les anima a alejarse de sus tierras, pero a la vez, la sensación de desprotección y soledad que les genera sentirse al margen, en una sociedad que no entienden bajo unas reglas nuevas.

El estilo de Roy es sencillo, directo pero muy descriptivo, se centra en el paisaje pero también en los sentimientos de un grupo de personas que ven cómo su vida va a cambiar radicalmente. La combinación es equilibrada, bien lograda, sin caer en exageraciones ni en sentimentalismos, con ese toque a clásico que se palpa por el modo que tiene de acercarse a los temas que trata.

El segundo libro que os traigo hoy es El chal de Cynthia Ozick, una novelita corta o relato largo, como lo queráis ver, que tiene con referente a un chal que acompaña a una mujer, Rosa, prisionera en campo de concentración. No diré más, pero con esos datos creo que ya os podéis imaginar el tipo de historia que relata la autora: breve y dura, incómodas, triste y desasosegante.

Desde el primer momento sabemos qué se puede esperar de este tipo de historias, vaticinamos lo que va a suceder y aunque acertemos lo complejo es generar todo lo anterior en una novelita de apenas cien páginas y con tres personajes. Lo hace Ozick con la puntería certera de dar donde duele, de molestar al lector que plácidamente se encuentra en un sillón cómodo de su hogar.

No me ha parecido redonda porque creo que se pierde en consideraciones posteriores cuando la acción se traslada a un momento posterior, donde Rosa rememora la situación, y eso me ha parecido que le hace perder fuerza al resto de la historia. Si bien en conjunto es uno de estos ejemplos de que la buena literatura no necesita grandes fuegos de artificio ni una acción estrepitosa, sino que con buen hacer del autor se puede conseguir una historia que ya les gustaría a muchos de los que se consideran escritores.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (103)

He vuelto a la Feria del Libro de Madrid. El último día, pero por la puerta grande.

¿Queréis ver mis compras? ¡Empezamos!

  • En el lado salvaje, Tiffany McDaniel (Hoja de Lata, 2024). Estoy deseando leer el tercer libro de McDaniel, la autora de Betty y El verano que lo derritió todo. Estoy esperando el momento perfecto para empezarlo. El envío corre a cargo de los amigos de Hoja de Lata. Reseña aquí.
  • Vivir con nuestros muertos, Delphine Horvilleur (Libros del Asteroide, 2022). Un título que tenía en el punto de mira desde hace bastante pero que no me he decidido a comprar hasta ahora. Reseña aquí.
  • Lo que queda de nuestras vidas, Zeruya Shalev (Siruela, 2019). Recomendado hace mucho, me atrae lo distinto del tema (la vida en kibutz) contada por una de las más destacadas autoras israelíes contemporáneas.
  • Tarántula, Eduardo Halfon (Libros del Asteroide, 2024). El último título del autor guatemalteco, del que he leído casi todo: El boxeador polaco, Monasterio, Canción, Duelo, Un hijo cualquiera, Biblioteca bizarra y Signor Hoffman. Evidentemente iba a caer este. Reseña.
  • Las propiedades de la sed, Marianne Wiggins (Libros del Asteroide, 2024). Otro libro recién sacado de la imprenta de una de las épocas que más me atraen: la Segunda Guerra Mundial.
  • Trieste, Dasa Drndic (Automática editorial, 2015). Recomendado por aquí y por allá desde hace mucho tiempo, la editorial ha reeditado el libro para que todos podamos seguir disfrutando de este título del que tengo unas altas expectativas.
  • Los que escuchan, Diego Sánchez Aguilar (Candaya, 2023). Desconocido para mí, el autor estaba firmándolo y decidí llevármelo.
  • Caballo sea la noche, Alejandro Morellón (Candaya, 2019). Me han recomendado este autor bastantes veces pero nunca me había acercado a una de sus historias. Esta es la que más recomiendan. Reseña.

  • La bendición de la tierra y El círculo se ha cerrado, Knut Hamsun (Nórdica, 2017 y 2015, respectivamente). De mi obsesión de Hamsun, tras leer Hambre, me convencí que tenía que hacerme con el resto de su obra, que en su mayoría publica Nórdica (tengo buenas noticias, este año editan Pan y en 2025 su versión de Hambre!). Escogí dos suyos porque uno no era suficiente.
  • Corrección, Thomas Bernhard (Alianza, 1983). Autor que tengo pendiente desde hace mucho, he decidido empezar con este que parece que es más asequible.
  • El chal, Cynthia Ozick (Lumen, 2016). Anotado desde hace mucho en mi libreta pero complicado de encontrar, al fin me hago con un librito que tengo muchas ganas de leer. Reseña aquí.

Con esto debería estar más que servida hasta las novedades de septiembre.

Pero bueno, tampoco vayamos a exagerar, que comprar libros es una afición diferente a leerlos 😉

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (101)

Libros nuevos, el olor fantástico de las páginas nuevas.

¿Comenzamos?

  • Los ensayos, Montaigne (Acantilado, 2007). Llegado el mes de abril y coincidiendo con mi cumpleaños, me hago siempre un autorregalo, y últimamente están siendo los libros en estuche que publica Acantilado. Son todos libros especiales, más de fondo de la biblioteca que libros que vas a leer mañana, la verdad. Este era uno de los que me quedaban pendientes.
  • El proceso, Franz Kafka (Nórdica, 2024). Con motivo del centenario del fallecimiento de Kafka muchas editoriales se han animado a sacar nuevas ediciones de sus obras. Leí El proceso hace un par de décadas, me quedó marcado hasta subirlo al podium de los libros de mi vida, de ahí que pensara en esta edición para su relectura. El envío corre a cargo de la editorial, ¡mil gracias!
  • El entenado, Juan José Saer (Rayo Verde, 2013) De un tiempo a esta parte allá donde ponía la mirada había un comentario o recomendación de una novela de Saer, un argentino del que jamás había oído hablar ni tenía referencia alguna. Pregunté y me recomendaron este título, así que lo compré con la intención de leerlo dentro de poco. Reseña aquí.
  • Sinceramente suyo, Shúrik, Liudmila Ulítskaya (Anagrama, 2024). Caigo irremediablemente, lo sé. Porque en casa tengo Una carpa bajo el cielo sin leer y aún así soy capaz de comprar otro libro de la misma autora. Impulsos, imagino.
  • Melancolía de la resistencia, László Krasznahorkai (Acantilado, 2001). Fue en El café de Mendel donde oí por primera vez recomendar este autor húngaro, del que primero busqué Al Norte la montaña, al Sur el lago, al Oeste el camino, al Este el río, un título que aún no me he aprendido de un autor que, incluso en la misma caseta de la editorial les sonaba a chino (!). Como este segundo estaba descatalogado y la Melancolía dicen que también es una buena historia para comenzar a leerle, lo he comprado para, por fin, leer a un autor que aparece siempre en la lista del Nobel.
  • Niebla, Miguel de Unamuno (Austral, 2011). Uno de esos títulos que te recomiendan hace mucho, que anotas en tu libreta y te olvidas. Clásico entre los clásicos españoles con unanimidad en la crítica. No sé por qué pero jamás lo llegué a leer ni a comprar. Ahora era el momento.
  • Tú eres la tarea, Franz Kafka (Acantilado, 2024). Una colección de aforismos del más famoso de los praguenses para conmemorar el aniversario de su fallecimiento. No podía faltar en mi estantería.
  • Las voces de Quimera (Montesinos. 2024). Recopilación de entrevistas con autores incluidos en la revista Quimera. Una buena forma de conocer la visión de los escritores que leemos. El envío corre a cargo de la editorial.
  • Dictadores, Frank Dikötter (Acantilado 2023). A estas alturas a nadie le pillará de sorpresa mi interés por los periodos históricos plagados de dictadores. Este ensayo trata de acercarse a las figuras más representativas del culto a la personalidad del siglo XX, con un apartado con cada uno ellos, de Mao a Duvalier, de Hitler a Ceausescu. 8 figuras históricas para conocer mejor.
  • Poesía, Anne Sexton (Lumen, 2024). Ando encantada por la publicación de este libro, que recupera la obra de Sexton y que llevo queriendo leer hace mucho tiempo.

Y vosotros, decidme, ¿habéis comprado muchos libros últimamente?

Namaste.

Autor, Berest, Literatura

La postal, Anne Berest

Fue Ignacio quien puso en mi radar esta historia, La postal (Lumen, 2022) que compré en la Feria del Libro de Madrid y me propuse leer este año.

Dicho y hecho. Aproveché Semana Santa para adentrarme en la historia de la mujer de la portada, para conocer los secretos de esa muchacha sonriente que nos mira desde otro tiempo.

Todo comienza en 2003, cuando la madre de Anne Berest se recibe una postal sin remitente, con tan sólo cuatro nombres como texto:

Ephraïm
Emma
Noémi
Jacques

Este es el punto de partida para Anne Berest: ¿quién y por qué ha enviado esa postal? ¿Quiénes son esos nombres que aparecen en el reverso de una postal turística cualquiera?

La postal queda guardada en un cajón y un tiempo después la propia Berest comenzará una investigación para tratar de saber qué motivos podía tener alguien para remitir una postal sin ninguna otra palabra y para saber por qué se envía mucho tiempo después de cuando fue escrita.

Sin embargo, la historia comienza mucho más atrás: porque esos cuatro nombres son familiares y corresponden a los padres y los hermanos de la abuela de Anne Berest, asesinados en el Holocausto.

Conoceremos la vida de Ephraïm y Emma, su matrimonio y sus mudanzas que les llevan de Polonia a Lituania y de allí a Palestina, tratando de evitar un mundo en ebullición con el punto de diana los judíos. Más tarde la llegada de los hijos: Myriam, la mayor y abuela de la autora, Noémi y Jacques, y su mudanza a Francia, donde el padre organiza una empresa y consiguen asentarse.

Este es el contenido de la primera parte de La postal, la vida de la familia de Berest, cómo consigue sobrevivir Myriam y qué les ocurre a sus padres y hermanos desde que salen de su hogar. En la segunda parte se ahonda en la investigación de Anne Berest por medio, cómo no, de la autoficción.

El problema de esta historia es la segunda parte.

En ella Berest investiga, viaja y pregunta a todos aquellos que pudieron conocer a sus bisabuelos y a los hermanos de su abuela. Utiliza la documentación que ha ido recabando Lélia, la madre de Anne Berest, como punto de partida para conocer los detalles: dónde vivían, en qué trabajaban o estudiaron y en qué fechas, con objetivo final saber quién pudo enviar la postal en aquél lejano 2003.

El problema de esta historia, y de otras con las que me he topado tanto en formato podcast como en libros, es que son tramposas, esto es, esconden parte de la información clave que sí conocen los investigadores para organizar la historia como si no tuvieran ese dato. La causa es clara, tratar de conseguir enganchar al lector con lo complejo del proceso, haciéndole partícipe en el juego de llenar los huecos de información desconocida.

Digo tramposa porque conscientemente Berest omite datos que nos habrían llevado a concluir, por pura lógica, el resultado al que quieren llegar de manera más elaborada. Y ese recurso, me temo, desmerece el resto de la historia, porque la sensación de haber alargado de más una historia que podría haberse narrado en menos páginas es siempre cuestionable.

Cuando un lector se da cuenta de que después de 500 páginas 150 (o quizá 200), sobran, es inevitable que afecte en la percepción del libro. Y eso es lo que me ha ocurrido a mí, una sensación agridulce de haber sido engañada, de haberme hecho perder el tiempo por conocer quién había enviado una postal que, evidentemente, no había mil opciones entre las que investigar sino solo dos.

Por lo demás, no es un mal libro, está narrado con un estilo delicado y elegante y aprovecha Berest para reflexionar sobre la identidad y la memoria, sobre el legado y la pertenencia judía, una comunidad obligada a tratar de pasar desapercibida.

FICHA:

Te gustará si te gustóLos exportados, Sonia Devillers.
Pros – La primera parte de la historia.
– Las reflexiones sobre la memoria y la identidad.
Contras– La autora es tramposa y recurre a omitir información para extender las páginas de la segunda parte.

Namaste.

Literatura

Recopilación de otras lecturas otoñales

Antes de que termine el año quería dejaros por aquí unas mini opiniones de otros libros que no me ha dado tiempo a reseñar pero de los que no quería pasar para hacer un breve comentario.

  • Corre, Conejo, John Updike (Maxi Tusquets, 2015). Nunca había leído a Updike y me animé al saber que le habían dado 2 premios Pulitzer. Escogí este título para mi viaje a Egipto, que es el primero de su famosa serie de Conejo, donde el protagonista es un tipo que huye de las convenciones, harto de su rutina y su día a día. ¿Recordáis la leyenda del padre de familia que sale a comprar tabaco y nunca regresa? Pues eso mismo. Una buena novela que sin embargo no me ha llegado, que me ha resultado aburrida y reiterativa.
  • Tokio Redux, David Peace (Hoja de Lata, 2021). La tercera parte de la trilogía de la ocupación con la que he empezado por recomendación de Marta. A pesar de que la ambientación es fabulosa, no he sentido conexión con la historia en ningún momento. Estuve tentada hasta de abandonarla. No es para nada un mal libro pero no ha sido para mí.
  • El plagio, Daniel Jiménez (Pepitas Editorial, 2022). La historia del padre de Jiménez, a quien le roban la idea del programa de televisión El juego de la oca y las implicaciones, mentales y económicas, que tuvo para su familia. Un testimonio duro y crudo de una historia nada conocida por el gran público.
  • El Gorila y el Pájaro, Zack McDermott (Big Sur, 2023). El Gorila es el propio McDermott, el Pájaro, su madre. Esta es la historia de la esquizofrenia que sufre y de cómo afecta a su madre. No será mala serie televisiva pero como libro deja bastante que desear.
  • Señor Kafka, Bohumil Hrabal (Nórdica, 2023). Mi primer acercamiento al checo ha sido a través de sus cuentos, que se centran en el día a día de los trabajadores en el entorno de la URSS: los sinsentidos, la opresión y la aceptación de lo anterior.
  • La promesa, Silvina Ocampo (Lumen, 2023). La recién reeditada novela de la poeta argentina es la historia de la vida de una mujer que ha caído por la borda de un barco. En el agua rememora su pasado de la mano de personas que le van viniendo a la mente. Fragmentada y onírica, recuerda a Bombal si esta hubiera sido más realista.
  • Fuera de lugar, Jesús Artacho (Elvo Editorial, 2023). Regreso al amigo Jesús con su último libro publicado, que en esta ocasión es de relatos. Mantiene temáticas afines a El rayo que nos parta pero también juega con otro tipo de longitudes y temas.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (97)

Octubre me pilló con fructíferas visitas a las librerías. Tipos Infames y Antonio Machado fueron mi objetivo y de allí salí cargada de libros.

En noviembre y para compensar, he comprado lo mínimo, tratando de aminorar la lista de pendientes o bien pensando en el periodo navideño donde, seguramente más títulos se añadan a mis estantes.

  • Las cartas del boom (Alfaguara, 2023). Sigo con mi interés por este periodo de la historia de la literatura. Aunque he leído Aquellos años del boom, de Xavi Ayén, qué mejor que acudir a las cartas de los protagonistas para conocerlo desde dentro.
  • La maldición de Hill House, Shirley Jackson (Minúscula, 2019). No he leído a la estadounidense, a pesar de que R. dice que hemos visto la versión televisiva hace poco. Llevará razón, pero no lo recuerdo.
  • Mortal y rosa, Francisco Umbral (Alianza, 2011). Un pendiente desde hace mucho,
    mucho tiempo que por fin pude conseguir y que todo el mundo lo clama como una joya maestra triste y dolorosa. Creo que caerá en breve. Aquí la reseña.
  • Los exportados, Sonia Devillers (Impedimenta, 2023). La frase con la que la editorial está promocionando este libro no me dejó indiferente: ¿cambiar judíos por cerdos? A veces me siento tentada a pensar que ya conozco todas las historias del Holocausto pero siempre, siempre, me equivoco. Reseña.
  • Cuentos escogidos, Shirley Jackson (Minúscula, 2015). Al igual que el anterior lo anoté tras escuchar el podcast de Grandes infelices, en el que se le dedicaba un episodio a la autora. Hasta ahora sólo he leído La lotería.
  • Mircea Cartarescu. El hacedor de insomnios, José Carlos Rodrigo Breto (Ediciones del Subsuelo, 2023). El escritor José Carlos, también conocido por su perfil de Instagram (@literatura_instantanea), ha publicado este ensayo en el que analiza la obra del genial rumano. He leído las dos partes de la trilogía Cegador y creo que es una buena forma de analizar y fijarse en todos los temas que nos sugiere Cartarescu.
  • Mi padre alemán, Ricardo Dudda (Libros del Asteroide, 2023). Uno de no ficción, de nuevo sobre alemanes, en el que Dudda nos acerca a su padre, un prusiano que acabó emigrando a España, lo acabo de terminar así que enseguida os cuento más.
  • La promesa, Silvina Ocampo (Lumen, 2023). En 2023 Lumen celebra el centenario del nacimiento de la argentina con la publicación de toda su obra. Esta es su única novela. ¡Gracias por el envío! Aquí la reseña.
  • Fuera de lugar, Jesús Artacho (Elvo editorial, 2023). El amigo Jesús acaba de publicar este conjunto de relatos. Tras haber leído sus Diarios y El rayo que nos parta, su recopilatorio anterior, tenía ganas de volver a leerle.
  • Tribulaciones de Maqroll el Gaviero I, Álvaro Mutis (Alfaguara, 2023). Qué alegría me llevé cuando me enteré de que Alfaguara iba a publicar los dos tomos de las aventuras del Gaviero. Llevaba mucho tiempo con ganas de leerlas pero estaban descatalogados, qué genial ha sido la lectura de La Nieve del Almirante y qué bien saber que me esperan más historias.
  • El plagio, Daniel Jiménez (Pepitas Editorial, 2022). Me llamó la atención por el tema que trataba, un hombre a quien los productores de televisión le roban lo que más tarde fue un programa millonario: el famoso juego de la oca que se emitía en España en los 90. Jiménez nos cuenta las consecuencias que tuvo este hecho y cómo marcó a su familia.

¡Sigamos leyendo!

Namaste.

Arendt, Autor, Literatura

Eichmann en Jerusalén, Hannah Arendt

Os traigo hoy un ensayo muy conocido de la famosa filósofa Hannah Arendt: Eichmann en Jerusalén (Lumen).

Anoté su título en la Universidad, siendo uno de esos libros que se mencionan siempre en varias asignaturas de Derecho, sobre todo en relación a la ética y la filosofía.

Seguro que lo conocéis, pero por si acaso os resumo brevemente de qué estamos hablando: tras la Segunda Guerra Mundial muchos de los jefes del partido nazi huyen a Suramérica. Uno de ellos fue Adolf Eichmann, encargado de organizar la deportación de los judíos al este. En 1960 es capturado por el MOSSAD en Argentina y se le traslada a Israel para juzgarle.

Hannah Arendt asiste al juicio y deja por escrito no sólo lo que sucedió en las maratonianas jornadas del proceso sino que también reflexiona sobre el Holocausto, el modo carácter de Eichmann y sobre los pormenores éticos, judiciales y procesales en sí.

Desde el principio Arendt deja clara su postura al respecto. Mientras que la opinión pública y el Fiscal presentan a Eichmann como un monstruo que disfrutaba con la muerte de millones de judíos, Arendt plantea la expresión la banalidad del mal, esto es, que en situaciones totalitarias los individuos actúan según las reglas establecidas sin pararse a reflexionar las implicaciones de sus actos.

Siguiendo esta argumentación, Eichmann era culpable y responsable no por actos de extrema crueldad sino por no oponerse a seguir las directrices de sus superiores, dado que no podía alegar que desconocía lo que ocurría más allá de las deportaciones ni los propios principios del partido en el que militaba y que tanto Hitler como Himmler repetían sin cesar. El argumento de Eichmann era el único al que se podía acoger: que jamás había matado a nadie por su propia mano. Claro que no: su puesto, de alto rango, incluía organizar y gestionar la logística de traslado de los judíos al este. Para el resto de tareas ya existía la pormenorizada estructura nazi.

En este sentido, plantea a Eichmann como un hombrecillo gris, inocuo, que quería ganarse el beneplácito de sus superiores, amigo de muchos judíos (de hecho, trabajó mano a mano con los dirigentes judíos para realizar el listado de movilizaciones, cosa que ha resultado impactante y tenebroso para asimilar a la propia comunidad) y que simplemente trataba de ser lo más eficaz en su tarea para avanzar en el escalafón (no en vano llegó a convertirse en Obersturmbannführer).

Más allá de otros ensayos sobre el modo de articular la llamada Solución Final en la Alemania nazi, en este caso la autora se centra en el proceso administrativo y judicial con el que estaba familiarizado Eichmann y en los datos que se demuestran cómo avanzó en su carrera profesional y cómo fueron evolucionando las órdenes que se recibían según avanzaba la guerra.

Eichmann en Jerusalén es un libro para aquellos que estéis interesados en las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial y a quienes les interesen los recovecos de los ordenamientos jurídicos. Es muy interesante al reflexionar sobre el caso en sí, desde el secuestro, con la consecuente vulneración de la soberanía de Argentina, hasta el proceso judicial donde se muestran las incontables pruebas sobre los procedimientos nazis.

Como es lógico, está además plagado de detalles y análisis de los momentos previos al secuestro en Argentina y de cada una de las declaraciones de los testigos, lo cual en determinados momentos puede resultar demasiado pormenorizado.

¿Lo recomendaría a todo el mundo? Evidentemente no. ¿Es un libro interesante? Mucho.

Namaste.

¿Y ellos qué opinan?, Literatura

Y ellos, ¿qué opinan? (XXXIV): Karina Sainz Borgo

KarinaKarina Sainz Borgo (Caracas, 1982): periodista y novelista. Ha publicado varios libros de periodismo, entre ellos Caracas hip-hop (Caracas, 2007) y Tráfico y Guaire. Es activa en redes sociales y mantiene el blog  Crónicas barbitúricas. Trabaja como periodista especializada en temas culturales para medios digitales como Vozpopuli. Su primera novela es La hija de la española, bestseller internacional que sorprendió en la última Feria del Libro de Frankfurt.

1.- ¿Cuál es el último libro que has leído?

El director, David Jiménez, un libro de periodismo.

El libro al que se refiere es este. La verdad que no lo conozco, ojalá tener más tiempo para leer ensayos de diferentes materias. Tiene muy buena pinta.

2.- Un libro que nos recomiendas.

El cuaderno de dorado de Doris Lessing, Lumen lo acaba de reeditar.

Lessing es para mí una de las eternas autoras pendientes, recuerdo que me la han recomendado en multitud de ocasiones. En 2007 ganó el Nobel de Literatura y ni aún así lo leí. Os dejo por aquí la reseña de Mariano.

3.- Un autor por el que sientas fijación.

J. M. Coetzee.

Uno de los grandes, del que sólo he leído un libro: Desgracia.

Y vosotros, ¿habéis leído algún libro de Lessing? ¿Por cuál debería empezar? ¿Leéis ensayos habitualmente? ¿Por dónde debería seguir con Coetzee?

Namaste.

Autor, Ginzburg, Literatura

Léxico familiar, Natalia Ginzburg

Tras leer Las pequeñas virtudes, tenía una idea bastante clara de lo que me esperaba al volver a leer a Natalia Ginzburg, y debía ser este título, que coincide siendo el más mencionado por los lectores.

Lexico-familiarSin embargo esa idea que tenía en mente distaba bastante de lo que finalmente me acabé encontrando. (Por supuesto, culpa mía por no leer la sinopsis). Mientras que Las pequeñas virtudes es un libro de reflexión y opinión cercano al ensayo, en Léxico familiar nos encontramos con un libro autobiográfico que incluye un recorrido por las historias que le ocurrieron a su familia, así que como podréis imaginar, el tono, la temática y el estilo del libro los hace muy diferentes.

La historia de una familia italiana bien conectada con artistas, políticos, intelectuales y personajes de todo tiempo en la mitad del siglo XX. Como podéis imaginar la llegada del fascismo supondrá un cambio en sus rutinas, pero además abrirá paso a una guerra que les tocará emigrar, sufrir y por la que muchos de ellos pasarán por la cárcel como parte de la resistencia intelectual italiana. Sus cambios, sus relaciones y los omnipresentes padres que se mantienen testigos de la vida de sus hijos son

Lo cierto es que lo que narra y cómo lo narra me ha recordado a la tetralogía de Elena Ferrante, Dos amigas. No sé si esto es más bien por el carácter italiano (dado que la acción de la historia de Ferrante ocurre en un momento temporal posterior), o ha sido simplemente que mi cabeza ha asociado dos historias diferentes de las que he sacado un hilo o un tono similar.

Quizá por eso me he llevado una decepción, porque esperaba la mirada analítica de una Ginzburg que disecciona la realidad me parece interesante y atrayente, que une diversos temas pero me he acabo encontrando una biografía familiar muy novelesca.

Creo que lo habría disfrutado más si me hubiera acercado a él sabiendo qué me podía encontrar (lo sé, el fallo es mío por no leer la sinopsis), y así habría escogido mejor el momento de la lectura… me quedo con una sensación agridulce.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • La interesante vida de la familia Ginzburg.
Contras
  • Esperaba otro tipo de historia, me ha interesado menos que Las pequeñas virtudes.

Namaste.

 

Autor, Ferrante, Literatura

La niña perdida, Elena Ferrante

Sólo era cuestión de tiempo que terminara la saga Dos amigas, la famosa tetralogía de Elena Ferrante.

Sólo quedaba cerrar la historia, conocer la última parte de la vida de Lenù y Lila.

Pocas novedades os voy a poder contar en esta reseña, dado que el cierre de la saga se basa en los temas y lugares comunes de ambas mujeres. En esta ocasión, ya adultas, somos testigos de cómo reconectan y se vuelven a acercar a la amistad que tuvieron. Les une la complejidad de sus vidas, la maternidad, y por supuesto, la tierra.

La-niña-perdida

La niña perdida es el libro que más me ha gustado de estos cuatro quizá por los temas que incluye, quizá porque la madurez les ha sentado muy bien a las dos, pasando de una relación tóxica que mantenían en la infancia a la colaboración entre ambas, ofreciendo ayuda, soporte y comprensión.

Como en los anteriores, las relaciones amorosas juegan un importante peso: los padres de sus hijos, los nuevos amores y el papel que el hombre juega en sus vidas. A la vez, la carrera profesional, el desarrollo de Lenù como escritora, entre otros.

Hay momentos en que aquello que colocamos a los lados de nuestra vida y que parece que le servirá de marco eterno -un imperio, un partido político, una fe, un monumento, o también simplemente las personas que forman parte de nuestra cotidianidad – se desmorona de un modo por completo inesperado, en el preciso instante en que otras mil cosas nos apremian. Así fue esa época.

Página 422

La niña perdida me parece un cierre perfecto para la saga Dos amigas, que incluye los temas más representativos de la saga, y que, obviamente acaba hablando de la tierra común: el regreso al hogar, a un Nápoles cambiado, a un mundo que quedó atrás.

Quizá ahora que HBO se ha animado con una serie de televisión de la saga sea un buen momento para leerla para aquéllos que no la conocéis.

FICHA:

Te gustará si te gustaron

Pros

  •  Vas a leer 15 páginas y acabas leyendo 150. Perfecto para crisis lectoras.
  • Se agradece el listado del inicio donde aparecen las familias principales y secundarias, madres, padres e hijos.

Contras

  • Las expectativas de cada lector puede generar confusión: no es un libro que cambiará vuestra vida, sino uno que entretiene y está bien escrito.
  • Si no los lees seguidos pierdes detalles.

  • Si los lees seguidos la saga se acaba pronto.

Namaste.