Balance de 2010, Literatura

Balance de 2010: antirecomendaciones y decepciones

Como cada año, llega el momento de hacer balance, de hacer resumen de lo que ha dado de sí el 2010 en cuanto a las lecturas. He decidido, como ya lo hice el año pasado, quedarme solamente con los títulos que destacan, ya sean por buenos o por malos.

Empecemos por la parte mala.

 

Abandonados y/o malos:

 

  • El fuego, Katherine Neville. Directamente no lo pude terminar, aunque tengo que decir a mi favor que aguanté hasta la mitad del libro. Poco nuevo os puedo contar que no dijera en su entrada, donde ya me quedé a gusto despellejando este malísimo libro. Lo único que me quedó claro es que es muy improbable que vuelva a leer algo de Neville.

 

  • Fin, David Monteagudo. Tras tantos comentarios buenos por parte de la crítica y del público, me decidí a leer este libro. Sin duda, el peor de los que aquí figuran: personajes malos, diálogos espantosos, trama absurda…
  • De todo lo visible e invisible. Lucía Etxebarría. Aunque en un determinado momento me llegó a enganchar un poco (porque por lo menos trama tiene), el hecho de que los personajes me cayeran fatal influyó: mujeres histéricas que sufren por amor… no me gusta nada. Esta autora queda oficialmente desterrada de mis futuras lecturas.

 

  • Maldito karma. David Safier. Se prometían risas y entretenimiento. Yo sólo encontré diálogos estúpidos, una trama simplona y un final increíble.

 

Decepciones:

 

De estos libros esperaba algo más. Bien porque había escuchado buenas críticas o por mi propia percepción del libro.

 

  • En el camino, Jack Kerouac. La generación beat no me dice nada. Me parecen simplones, fracasados y sin sustancia (me refiero a profundidad, porque de la otra andan sobrados). Un aburrimiento, un viaje sinsentido que me cansó muchísimo.

 

  • La soledad de los números primos. Paolo Giordano. El libro empezó bien. Dos personajes solos que nos van contando sus vidas. Pero a partir de la mitad del libro, la cosa decae. La trama se va paralizando poco a poco y llega un momento en el que se desinfla. Me dio la sensación de que lo vendieron muy bien. Esperaba más.

 

  • Lolita, Vladimir Nabokov. Quizá este libro es que el menos se merece estar en este apartado de los tres que he puesto, pero como ya os comenté me sentí algo estafada. Y el libro me pareció muy pesado. No lo recomendaría a cualquiera, vamos. Y por supuesto no es para nada como me lo esperaba.

 

Quizá a algunos os parezca una tontería, pero yo también procuro recordar los libros de los que habláis mal, para cuando en el caso de que me tropiece con ellos, los evite. Así que, ¿cuáles han sido vuestras decepciones de 2010?

 

Namaste.

 

P.D. Aprovecho para recordaros que ya se ha iniciado el período de votación del concurso de Libros y Literatura. Tan sólo hay que inscribirse y votar. ¡Suerte para los participantes!

 

Libros basura, Literatura

Fin, David Monteagudo

 

Comencé a leer este libro por un simple motivo: necesitaba un libro con el título de tres caracteres para el Reto. De los que estuve viendo con tres caracteres, este parecía el mejor, ya que tanto la crítica como muchos lectores lo habían calificado como un gran descubrimiento.

 

La trama es la siguiente: un grupo de cuarentones se reúnen 25 años después en una cabaña de la montaña para rememorar aquél momento. Desde el principio, sabemos que hay un secreto que todos tratan de encubrir.

A partir de ahí comienza una historia medio de ciencia ficción medio “análisis de las generaciones” donde destacan varios personajes: de un lado están la mayoría, que son estúpidos, banales e inaguantables (los hombres, calvos, fanfarrones y perdedores, las mujeres, gordas, superficiales y amargadas), donde las excepciones son dos: una escort que es guapa, lista, joven y superdelgada y un gay que aunque está solo en la vida, es el único medio inteligente y soportable. Vamos, que los personajes parecen sacados de la serie española Los Serrano, con Belén Rueda al frente en el papel de la escort.

 

Los diálogos son repetitivos, manidos y vacíos como una película mala en la que el lector es capaz de prever lo que se va a decir a continuación. La trama es cortada y pegada de una de las mejores novelas de una escritora que me gusta mucho. En cuanto vi el principio de ésto, ya fue todo previsible.

El estilo de Monteagudo es tan de estar por casa, tan televisivo, que incluso incluye alguna de las frases de José Mota. Quizá lo mejor de esto sea que por esa misma razón, es muy fácil leer una página tras otra.

 

Y luego está el final. O no me enteré o no tiene ningún tipo de sentido, parece que el escritor no tenía ideas de cómo acabar la trama pantanosa donde se había metido y lo solucionó como bien pudo, de una forma rápida, sin sentido y que no complace a nadie.

 

Pensando lo que he sentido al leer este libro es una cosa: vergüenza ajena. Vergüenza de que un escritor pueda escribir así, y lo que es peor, que alguien le publique esta novela y le dé esperanzas de escribir más en un futuro. Vergüenza de que un grupo de teóricamente expertos, digan que Fin es de lo mejor que se ha publicado últimamente. Vergüenza que se dedique tanto dinero, tantas campañas de publicidad y tanto tiempo en promocionar un libro que no vale ni el papel sobre el que está impreso.

 

En muchos de los artículos que he leído se ponía de relieve el valor que tiene el publicar la primera novela por una persona ajena al mundo de la literatura, como lo es el escritor, y muchos artículos destacan que tiene cuarenta años y que trabaja en una fábrica de cartón. ¿Y? (decía este blog), y me uno a su opinión. ¿Y qué? ¿Como es su primera novela y trabaja en una fábrica ya tiene que ser mejor que otros escritores que se dedican puramente a ello? ¿Le da más valor a su escrito? ¿Merece más compasión por mi parte que la bazofia de libro de Katherine Neville?

 

Desde mi punto de vista, no. O no al menos si sólo tenemos en cuenta el aspecto literario. ¿Que es complicado que te publiquen una novela? Sí. ¿Que tiene mérito escribir una a los cuarenta y conseguir éxito? Sí. Pero, ¿significa por eso que per se la novela ya tiene más valor que otras? Pues para mí, no. Y por eso está en la categoría de libros basura, junto a El fuego.

 

Así que mi consejo es que no lo leáis, que no lo regaléis, que ni siquiera penséis en leerlo. Es simplemente una tomadura de pelo.

 

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • Se lee rápido, así que la tortura no es demasiado larga.
Contras
  • El estilo del lector. Los diálogos.
  • La trama y el final.

Namaste.

Libros basura, Literatura

El fuego, Katherine Neville.

Hoy os traigo mi primer abandono de este año.

Conocí a la autora con El ocho, una novela que mezclaba la Revolución Francesa con el mundo actual creando una atmósfera de intriga y misterio. Un best-seller puro y duro con el que pasé momentos entretenidos.

Posteriormente leí El círculo mágico, un libro que no me apasionó pero que al menos me pareció ameno. El argumento era más flojo, había alguna cosa cogida con pinzas, pero bueno, pasaba la criba.

Y ahora me toca lo que me ha parecido El fuego.

La historia es la misma que la de El ocho: hay un ajedrez que da un gran poder a cualquiera que junte todas sus piezas.

Esta segunda parte sigue el sistema de la división temporal: de un lado tenemos una parte de la acción situada en el Marruecos de 1822, y de otro, la protagonista en la época actual.

A partir de aquí os voy a comentar las razones por las que no me ha gustado:

1. Las comparaciones propias de las películas de la tarde de los sábados de Antena 3. Como muestra, un botón:

Créeme, este tipo está tan cañón que el humo le sale por la nariz. Y por el humo se sabe dónde está el fuego.

O la siguiente:

Las ideas también me bullían bastante, pero en lugar de aclarar nada en mi caldero mental, el hervor únicamente parecía haberlas cuajado en una masa informe en el fondo de la olla.

2. Los personajes, simples, planos, prácticamente sin formar. Eso y que a alguno directamente no lo aguantaba.

3. La parte marroquí se hace muy densa, pesada y aburrida. Pasan pocas cosas y las que pasan se ven venir de lejos.

4. Los misterios, las adivinanzas y otros tipo de descubrimientos que van dando pistas son todos cogidos por pinzas, prácticamente irreales, increíbles. Absurdos. ¿Quién se cree que en un restaurante tenga que estar una persona 24 horas/día para que no se apague el fuego de la lumbre? ¿Conocéis a alguien que se dedique a eso? ¿Y que la comida salga mala si no se hace de ese modo?

5. Las recursos fáciles: mencionar que un personaje terciario perdió a un ser querido en el 11S no deja de ser una técnica muy simple para atraer la atención del lector. Fácil y mala. Desgraciadamente los yankees recurren demasiado a este tipo de técnicas.

Llegados a este punto, me reía por no llorar, iba saltando algunos párrafos, pero me tomaba la novela como lo que creía que era: algo que te da risa, poco serio. Albergaba la esperanza de que la emoción, la intriga o algo parecido empezara en algún momento del libro.

Sin embargo, esa sensación se desvaneció cuando leí las ideas políticas de un personaje vasco-afrancesado que sale en la novela. Me explico: cada cual que tenga las ideas que quiera. Si un libro serio plantea determinadas ideas, no hay problema. Pero hay por cosas por las que no paso. No paso porque un libro de estas características, en el que la autora ni siquiera ha sido capaz de desarrollar una historia con sentido, intriga y acción, planee como únicas y válidas determinadas ideas políticas. Desde mi punto de vista, la autora se mete en camisas de once varas con el único fin de hacerse la interesante y la culta, la conocedora de todas las realidades políticas de los países del mundo, como buena estadounidense que es.

Desde ese momento, mi concepción del libro varió. Lo leía enfadada. Y aunque no me gusta abandonar libros, decidí que no merecía la pena continuar con él. Ya había aguantado la mitad, así que mi tiempo vale más que ese librucho.

Así que esta vez lo digo con todas las letras: evitadlo como lo haríais con la peste.

FICHA:

Te gustará si te gustó
  • El laberinto de la rosa, Titania Hardie.
Pros
  • Con mi reseña no tendréis que pasar el mal trago de leerlo.
  • ¡Hola Saúl! (sé que sólo lees el cuadro)
Contras
  • Las descripciones, los personajes y la absurda trama.
  • La traducción se podría mejorar.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM veraniego

Posiblemente la época veraniega es la que más planifico los libros que leeré a continuación. Cuáles, en qué orden, comprarlos o pedirlos prestados…

Por eso, hace varias semanas escribí una entrada con los libros que formarían parte de mis próximas horas de lecturas (como hicisteis muchos de vosotros, por ejemplo, Vero).

Pero al final, por unas cosas u otras, se quedó en el tintero. Ahora la hago de nuevo, porque son varios los que me habéis dejado libros y porque no está de más ser agradecido.

Son los siguientes:

Libros para leer en verano
Libros para leer en verano
  • El fuego, de Katherine Neville. Sí, lo sé, seguro que os acordáis de otra entrada en la que lo enseñé, pero entre unas cosas y otras lo fui dejando… pero ahora es su momento. Como ya he comentado, es la segunda parte de El ocho. Su propietario me dijo que no era demasiado bueno, pero no pasa nada, ¡también tengo derecho a destripar libros! Gracias Chris.
  • El señor de los anillos de J.R.R. Tolkien. La archiconocida historia del Anillo único, que a pesar de haberla visto en el cine, no la he leído. ¿Por qué me aventuré entonces a leer ese libro tan gordo? Pues por una sencilla razón: fui sondeando a cada uno de los conocidos que se han leído la trilogía y TODOS hablan de ella con entusiasmo, así que este es su momento. No os voy a contar más porque será el próximo que reseñe. La edición que podéis ver en la fotografía es una fantástica edición que recoge la saga entera. Gracias Domingo. EDICIÓN: la reseña dedicada al libro, pinchando aquí.
  • El palestino, de Antonio Salas. La última novela de Salas (el famoso periodista que conocimos con Diario de un Skin) se infiltra en una red de terrorismo islámico internacional. Todo un tocho. Me han comentado que está bien, pero que en alguna parte se hace demasiado pesado. Gracias JL.
  • La trilogía de Nueva York, de Paul Auster. Una novela que llevaba queriendo leer desde hace mucho, y que recibió su definitivo impulso cuando se eligió como libro en el Club Cargada de Libros (hace unos cuantos meses). Comentándolo con Niebla Espesa, dio la casualidad de que ella lo había comprado por alguna casualidad o impulso del destino. Insistí, volví a insistir y ella, como no le quedaba otro remedio, (porque me puedo poner muy pero que muy pesada con el tema de los libros), me lo prestó. Gracias Niebla Espesa. EDICIÓN: la reseña, aquí.
  • El violinista de Mauthausen, de Andrés Pérez Domínguez. Isi lo compró en la Feria del Libro  y me invadió la curiosidad de leerlo. Popular Libros ha tenido la gentileza de enviármelo a casa. EDICIÓN: la reseña dedicada al libro, pinchando aquí.

Así que ya sabéis qué libros leeré a corto plazo.

Por último: R., Bartleby, Vero, C.C. Buxter: he tenido problemas a la hora de comentaros. No sé por qué pero no me deja. He tratado enviaros mi comentario por mail pero sólo lo he conseguido en un par de casos.

Namaste.

Actualidad, Literaria

Futuras reseñas

Los exámenes (por fin) llegan a su punto y final. A partir del martes disfrutaré de más tiempo libre, así que… ¿qué mejor que pasarlo con un libro? Tras las Navidades se me han acumulado varios libros, que esperan pacientes que les toque el turno de ser leídos. ¿Cuál será el primero? Vosotros decidís. Ahí van cuatro propuestas.

Los candidatos son los siguientes:

  • El fuego, de Katherine Neville, la segunda parte de El ocho promete tanta intriga y entretenimiento como su predecesora.
  • En el camino, de Jan Kerouac, un clásico del siglo XX.
  • Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson. Sí, soy una de las pocas personas que aún no se ha leído esta novela.
  • En la casa del padre, de J.M. Caballero Bonald. Una de las novelas del poeta jerezano.

Vosotros decidís.

Namaste and good luck.