Literatura

La analfabeta, Agota Kristof

¿Cómo puede titularse un relato autobiográfico de un escritor como La analfabeta? ¿Qué nos estamos perdiendo?

Efectivamente, Kristof se declara analfabeta, a pesar de haber aprendido a leer a los cuatro años. La explicación es que ser analfabeta le viene sobrevenido, al abandonar su Hungría natal por una Suiza en la que se habla un idioma totalmente desconocido para ella: el francés.

Leo. Es como una enfermedad. Leo todo lo que cae en mis manos, bajo los ojos: diarios, libros escolares, carteles, pedazos de papel encontrados por la calle, recetas de cocina, libros infantiles. Cualquier cosa impresa. Tengo cuatro años.

Página 23

En este cortísimo relato Kristof nos habla de su vida de una forma muy esquemática, a través de capítulos escuetos donde narra parte de lo que vivió: su infancia, la familia, la huída de Hungría y sus inicios como escritora, cuando con la nueva lengua consigue escribir y publicar.

¿Cómo habría sido mi vida si no hubiera dejado mi país? Más dura, más pobre, pero también menos solitaria, menos rota; quizá feliz.

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Si habéis leído previamente Claus y Lucas encontraréis muchos de los elementos que podemos apreciar en su novela: una infancia difícil en un período donde el país ha sido invadido por un ejército extranjero (sea alemán o ruso), la rutina en una ciudad fronteriza, la guerra. También el dolor y la soledad del refugiado, la añoranza de lo que pudo ser y no fue.

Queda claro que las páginas de la genial novela vienen totalmente marcadas por sus recuerdos. Y que la vida de Kristof no dista tanto de la de los gemelos.

Leer a esta autora, sea del tema que sea, es adentrarse en un mundo crudo y directo, sin subterfugios ni redundancias; donde a la verdad se la mira a la cara aunque duela.

La vida de Kristof duele, y no puede ser de otro modo, ya que comparte cicatrices con una tierra europea llena de sangre en un momento histórico, además, plagado de lágrimas y sufrimiento.

FICHA:

Te gustará si te gustó Claus y Lucas, Agota Kristof.
Pros – Interesante y directo.
– Ayuda a comprender a la autora y sus temáticas.
Contras – Muy corto.
– Habría venido bien alguna información biográfica adicional.

Namaste.

Autor, Literatura, Mitford

Nobles y rebeldes, Jessica Mitford

Tras el fiasco con Olvidado Rey Gudú, del que os conté en mi última entrada, necesitaba un revulsivo. Mirando en mi estantería la respuesta fue clara: Nobles y rebeldes, de Jessica Mitford. Una apuesta segura. Un ejemplar que había comprado en la Feria del Libro del Madrid y que esperaba su turno para sacarme del atolladero.

Y es que desde que leí Trifulca a la vista, de Nancy Mitford, quedé fascinada por la familia Mitford. Por lo exageradamente absurdo de que lo que nos contaban los biógrafos pudiera ser cierto. De cómo aquélla frase hecha de que la realidad supera la ficción se quedaba corta.

Nobles-y-rebeldes-sellos¿Cómo una hija de miembro de la Cámara de los Lores podía convertirse en fiel seguidora de Hitler? ¿Cómo otra de ellas acabó en la Guerra Civil española? ¿Qué tipo de relación podía mantener esa familia, mientras la hermana mayor se dedicaba a novelar todas estas situaciones absurdas? Fascinante.

Así las cosas, empecé la lectura con ganas de dejarme atrapar, y vaya si lo conseguí. Desde la primera línea Jessica nos incluye como testigos de su realidad familiar, de los problemas y las diversiones, de todo lo que les acontece a esta particular familia inglesa.

En una ocasión en la que un empleado del censo le preguntó a Debo (Deborah, la hermana pequeña, y recientemente fallecida) de cuántos miembros se componía la familia, ella contestó con malos modos: “Tres gigantes, tres enanas y un bruto”. Los gigantes eran Nancy, Diana y Unity, todas excepcionalmente altas; las enanas, Pam, Debo y yo; y el bruto, el pobre Tudemio (Tom, el único varón).

Recapitulemos: Nancy, la mayor de todas, novelista y satírica con su familia, de amigos variopintos a tenor de la opinión de la familia; Pamela, amante del campo y de los caballos; Thomas, el hermano que se hablaba con todos; Diana, un bellezón casada con un heredero de la familia Guinness; Unity, amiga y enemiga de Jessica y Deborah, la menor.

Y es que la autora nos narra cada una de las fases que un niño siente en la infancia, como por ejemplo, los juegos que inventaba con Unity, con la que estaba más unida, su relación con los hermanos mayores o los comentarios de sus padres.

Mi edad era demasiado cercana a las de Gorgo (apelativo de Unity) y Debo para que pudiera surgir una amistad cómoda entre nosotras: en la lucha feroz y competitiva por hacernos mayores, nos interponíamos horriblemente en el camino de las demás.

(…)

Pero Diana contaba con las cualidades necesarias para ser mi hermana favorita.

Cada uno de los acontecimientos familiares son analizados por la niña despierta que es Jessica, si bien muchos de los datos se suprimen con objeto de continuar con sus recuerdos, algo que es de agradecer: la autora se queda en alguna de las cosas que le ocurrieron, que vio y que sucedieron en su familia, por tanto es absolutamente subjetiva. De este modo, en ocasiones nos cuenta las consecuencias de los actos de sus hermanas pero sin especificar cuáles fueron las causas, algo que hace más creíble la narración de una niña que no tiene por qué enterarse de todo.

Además, los años que se mencionan son puramente orientativos, para no perdernos, pero no figura cada uno de los detalles (por ejemplo, no se detiene en la publicación de cada una de las novelas de Nancy), todo ello lleno, de un lado, de la inocencia de la niñez, que reproduce lo que le comentaban, y por otro de sarcasmo y sátira propio de la rebelde Decca.

Uno de los momentos importantes es el viaje de Unity a Alemania, de lo cual nos cuenta lo siguiente:

Corría el año del ascenso al poder de Hitler. La intención de Gorgo, según anunció, era irse a Alemania, aprender alemán y conocer al Führer. La oposición de mis padres fue mucho más débil de lo que habría cabido esperar. Quizá mi madre no fuera capaz de contemplar con mucha ilusión la perspectiva de otra temporada social londinense de diademas falsas y ratas amaestradas correteando por salones de baile. Permitieron a Gorgo que se fuera.

Al cabo de seis meses, cuando volvió a casa para una breve visita, había logrado ya sus dos objetivos: hablaba un alemán bastante fluido y había conocido no sólo a Hitler sino también a Himmler, Goering, Goebbles y otros líderes nazis.

Su llegada a la adolescencia permite diferenciar las dos partes en el libro: es en este punto cuando la familia se disgrega. Mientras que algunas de sus hermanas se han casado y viven independientemente, otras pasan largas temporadas fuera de la casa familiar. Poco después Jessica conoce a Esmond Romilly, su primo y amor platónico. A partir de este punto la narración cambia de manera importante, centrándose en la realidad que le espera con su marido: desde el modo con el que conseguir dinero hasta los viajes en busca de un pasaporte para España.

Es precisamente esta parte más real, adulta y por tanto, menos mágica. Las noticias que le llegan de su familia son fraccionadas y espaciadas y el centro de su existencia es su vida con Romilly. Sin duda esta parte es más lenta y pierde el empaque de la primera mitad, pero como siempre es necesaria para entender la vida de Jessica y de su familia, su adhesión al comunismo y su nueva vida.

En definitiva, es un delicioso relato de la extraordinaria vida de una de las hermanas Mitford, de su relación con su familia y que no ha hecho más que incrementar mi fascinación por la familia. Así que, si no se me cruza una novela de Nancy por el camino, el siguiente libro de mi lista es Las hermanas Mitford, la biografía de Annick Le Floc´hmoan (Editorial Circe) que me hace ojitos y que me promete sacarme del apuro en el caso de que me vuelva la apatía lectora.

Siempre reconforta saber que en nuestras estanterías disponemos de tablas de salvación de todo tipo. Aunque, paradójicamente algunas de esas tablas nos salven de otros libros desacertados.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • Lo fascinante que es que todo sea real y no una invención. Si lo hubiera visto antes en una película no lo habría creído.
  • La portada. Perfecta fotografía de Decca que recoge todo lo que la niña es y cómo pensará de adulta.
Contras
  • La segunda mitad del relato pierde empaque. Es lógico, pero me gustó mucho más la primera parte.

Namaste.

IMM, Literatura

IMM (32)

Ha pasado ya mucho tiempo desde el último IMM. Sin embargo, y debido a que he sido una buena chica y me abstengo de comprar libros, os traigo el siguiente lote de libros que acaban de llegar a mi estantería:

IMM 32

¿Qué me quieres, amor?, Manuel Rivas. Adquisición gratuita debido al expurgo de una de las bibliotecas que frecuento (sí, qué pasa, frecuento más de una). Junto con el libro de Lobo Antunes me llamaron la atención lo suficiente como para llevármelos a casa. Es cierto que uno de los relatos que se incluyen en esta obra, La lengua de las mariposas, ya lo conozco. Supongo que muchos de vosotros también habréis visto en más de una ocasión la película homónima.

Del color de la leche, Nell Leyshon. Préstamo y descubrimiento de las manos de Pedro. Un libro del que sabía poco, que me acerqué con desconfianza… y no digo más. En breve la reseña.

La línea invisible del horizonte, Joaquín Berges. El último libro del escritor zaragozano. Gracias a Tusquets.

No entres tan deprisa…, António Lobo Antunes. Creo que fue en el Café Literario donde leí por primera vez el nombre de este autor. Lo vi en el montón del expurgo y se vino para casa.

Todo lo que hay, James Salter. Cómo son las cosas. Salter es uno de esos autores que he oído recomendar mil veces. Comentándolo con Pedro, fue él quien decidió comprar uno de sus títulos para probar. Después me lo prestó. Creo que voy a tener que pasarle mi lista de pendientes para ver si me va resolviendo la jugada.

Charles Dickens, Claire Tomalin. Ganado en el sorteo de Cargada de libros. La suerte me sonríe y pude hacerme con este título tan apetitoso de la que se considera la mejor biografía del británico. ¡Gracias Laura!

Esto es todo por el momento. Ojalá mantenga mi propósito de no adquirir más libros pero vistas las novedades de septiembre no puedo asegurar nada (un nuevo Marías, un nuevo Cărtărescu…).

Mientras tanto, disfrutad de vuestras lecturas, que ya huelen a otoño. ¿O son mis ganas?

Namaste.

Autor, Literatura

Los hechos. Autobiografía de un novelista. Roth

Desde el inicio sabemos que la autobiografía de Philip Roth no será una biografía común. Si lo habitual sería encontrarnos con una historia ordenada cronológicamente, según el devenir de los acontecimientos que van ocurriendo, en Los hechos, Roth utiliza el pasado como conexión con el presente, especificando lo que sucedió pero siempre poniéndolo en relación con el manera en que afectó a su vida en el momento de escribir el libro.

Portada de "Los hechos", de Roth.De este modo podemos conocer cómo Roth, criado en una familia judía y marcado por la relación con su padre, se abre a la vida con un fuerte carácter que le hace ser independiente desde una muy temprana edad (apenas 17 años) para huir de un hogar en el que se siente oprimido.

Su paso por la universidad, su enamoramiento de una mujer que no le da más que problemas se conectan con el inicio de su obra, para así comprender la relación entre los estados de ánimo del escritor con el resultado de una novela. Sus motivos, sus preocupaciones, sus referencias se explican en gran modo por las circunstancias que le acontecieron.

Cualquiera que se haya sentido atraído por Roth alguna vez, o que haya leído alguna de sus novelas se sentirá interesado por saber cómo su vida ha influido en la obra del autor, de acercarse al escritor que está al otro lado de las páginas sin el velo de la ficción. En mi caso, que aún no me he iniciado con Roth, me sirve para saber qué me voy a encontrar, por qué es cómo es: Roth no es sino un autor complicado, complejo, que incluso su autobiografía tiene un estilo vivaz y tupido, rico y variado.

Inevitable es ponerse en su pellejo. También lo es reflexionar sobre cómo la realidad supera a la ficción: ¿cómo una persona con tanto carácter consigue ser utilizado por una mujer durante tanto tiempo? Difícil cuestión. Lo que sí que consigue la autobiografía de Roth es que el que está al otro lado se ponga en sus zapatos, que siente la liberación cuando finalmente consigue el divorcio de su mujer, que se sienta identificado con sus pensamientos y reflexiones sobre el pasado.

Porque lo rico de la autobiografía de Roth es todo lo que le acompaña: su modo de contar las cosas, de razonarlas, de motivarlas y su inteligencia a la hora de diseccionar los acontecimientos. Toda su sabiduría la pone al servicio de las anécdotas y recuerdos que nos va contando. Filosofa y recuerda y ambas cosas son el motor fundamental de su autobiografía.

Acabar el libro, además, leyendo un comentario que se deja a sí mismo sobre el texto ya es para sorprenderse, para sonreír al ver su propia crítica.

Como siempre a la hora de hablar de Seix Barral, el texto se ve reforzado por una impecable edición.

FICHA:

Te gustará si te gusta
  • Conocer a la persona que escribe al otro lado.
  • Roth como novelista.
Pros
  • El estilo del autor.
Contras
  • El estilo del autor, que en ocasiones puede resultar farragoso.
  • Hay que estar atento: la línea temporal no es cronológica.

Namaste.

Literatura

El infierno de los jemeres rojos, Denise Affonço

Conocí este libro de la mano de César, que lo reseñó con gran entusiasmo. Lo apunté en mi libreta y aquí os dejo mi opinión.

El infierno de los jemeres rojos, Denise Affonço.

El infierno de los jemeres rojos es el relato de Denise Affonço, que nos cuenta en primera persona lo que sucedió en el momento en el que los jemeres rojos aparecieron en Camboya, en 1975.

Así, de repente, pasa de trabajar en una Embajada en Phnom Penh a trasladarse forzosamente al campo y trabajar como campesina. Comienzan más de tres años en los que los protagonistas de su día a día serán el hambre, la enfermedad y la barbarie de los captores.

Sin duda, si tuviera que describirlo con una sola palabra sería desgarrador, ya que deja al lector anonadado ante la tortura y la crueldad de los jemeres rojos. Y no sólo por esto, sino por ser consciente de que esta situación se vivió en la década de los setenta, con la comunidad internacional mirando a otro lado y estando aún hoy por celebrar los juicios, a todas luces tardíos e ineficaces (ya que muchos de los causantes, como Pol Pot fallecieron sin pisar la cárcel).

Es el testimonio de una superviviente, al que uno queda enganchado desde el momento en el que comienza a leerlo, aun cuando ya desde el principio se saben algunas de las cosas que ocurrirán después.

El realismo impera en el relato de Affonço, hasta tal punto que aún sufriendo el hecho de que su marido fue asesinado por los jemeres, parece no perdonarle su completa adhesión a la causa comunista, así como el egoísmo de no ceder ante la propuesta de llevar a sus hijos a Francia.

Y esto es algo que me sorprendió: que Affonço no oculte su sentimiento de culpa por no huir de Camboya cuando pudo hacerlo, así como el hecho de responsabilizar a su marido por no ver venir lo que estaba ocurriendo.

Pero es que la autora habla de lo que vivió, y por ello no duda en agradecer a los vietnamitas su ayuda y la liberación de su país. Es su relato, lo que vivió y sintió. Y como tal lo hace de forma sincera y sin tapujos.

Quiero pensar que leyendo este libro contribuimos con nuestro granito de arena particular a poner algo de justicia y de luz ante todo esto. Comúnmente al pensar en genocidio se piensa en el pueblo judío y en el partido nazi. Pero es que desgraciadamente hay mucho más posterior a aquéllo, no sólo en Camboya, sino en otras muchas regiones.

En definitiva, un libro totalmente recomendable. Una historia espeluznante y aterradora pero que no tenemos que olvidar.

FICHA:

Te gustará si te gustó
  • Cisnes salvajes, Jung Chang.
Pros
  • Es prácticamente el único testimonio de una superviviente.
  • El ánimo de vivir que trasmite en cada página.
Contras
  • Que lo que nos cuente Affonço sea real y pasara hace unas pocas décadas.

Namaste.