Al hilo de lo que os comenté en la última entrada, os traigo hoy uno de esos libros que levantan el ánimo lector y nos animan a superar crisis y bloqueos lectores.
En primer lugar, se trata de un libro que habla sobre libros. Eso siempre es un acicate para comenzar un libro. ¿Quién no ha comprado un libro porque en la sinopsis o en el título se mencionen las palabras “libros” o “librería”? No sé si será curiosidad o qué, pero conmigo siempre funciona esa estrategia.
Además, el libro que os traigo hoy es cortito, engancha y es perfecto para una tarde cualquiera de un domingo en el que no tengamos ganas de salir de casa. Se lee en un rato.
Por si fuera poco, narra las conversaciones (sorprendentemente) reales con las que se topan los pacientes libreros cuando entra un cliente por la puerta. Alucina pensar el tipo de comentarios y preguntas surrealistas que hacen las personas que pasan por allí. Cualquiera diría que es todo inventado, pero como dice la manida expresión, la realidad siempre supera la ficción…
CLIENTE: Quiero el libro más pesado que tengan, por favor.
LIBRERO (atónito): ¿Quiere el libro más aburrido?
CLIENTE: No, no, literalmente pesado.
Página 48
Y así, página a página y conversación a conversación el lector se encuentra con que no puede parar de reír de las ocurrencias de la gente.
CLIENTE: Quiero un libro sobre el Apocalipsis para un niño de trece años.
LIBRERO: Pues no sé… ¿qué es lo último que ha leído ese niño?
CLIENTE: Gerónimo Stilton.
Página 139
Cuando uno se da cuenta, el libro ya se ha terminado y en nuestra cara se ha quedado prendada una sonrisa.
Desde aquí, gracias a la Editorial Malpaso por enviármelo… y vosotros atentos porque habrá sorpresas…
Namaste.
Tiene buena pinta, yo quiero leerlo, por fa..prestámeloMa. Un besote.
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No te preocupes, que ya mismo te lo presto 😉
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