Literatura

Manifiesto de economistas aterrados

Tras la profunda decepción que supuso para mí la lectura del aclamado ¡Indignaos!, me dirigí hacia este manifiesto con clara reticencia, suponiendo que me encontraría con algo muy similar: apenas 60 páginas de diatribas circulares que poco aportan al lector.Afortunadamente, aunque este Manifiesto de economistas aterrados tiene algo que común con el librillo de Hessel, ganan las diferencias.

Manifiesto de economistas aterradosLa fundamental es el tema, ya que se centra en economía, en concreto en las falsas creencias que se dan por ciertas pero que no tienen base real. Esto se hace sin darle muchas explicaciones a conceptos básicos, con lo cual podría resultar complejo para alguien que no esté muy al día en teoría económica.

Pero es que además, tras cada capítulo, aparecen unas recomendaciones con medidas sencillas con las que comenzar a cambiar la situación. Aunque algunas propuestas son discutibles, no se puede negar que han tratado de aunar la teoría con la práctica.

En definitiva, un librillo corto que se lee en un suspiro y que resulta interesante.

Me despido con esta entrada rápida porque este calor me está afectando al cerebro.

Namaste.

Actualidad, Económica

Valoración de deuda pública: el rating.

Recientemente ha saltado la noticia sobre la rebaja que ha hecho la agencia Moody´s respecto a la deuda pública española (de AAA a Aa1). Pero, ¿qué significa esto?

  • ¿Qué es el rating?

Es la valoración crediticia de una agencia de calificación sobre la capacidad y la disposición de un emisor a cumplir puntualmente los pagos derivados del instrumento. Básicamente es la capacidad de pago que tiene el país en concreto.

  • ¿Cómo se elabora?

La empresa Moody´s recoge información, pero además permanentemente realiza un seguimiento de la entidad para modificar el rating si fuera necesario.

  • ¿Qué significa?

Es una previsión o un indicador del riesgo de pérdida por incumplimiento del Estado o del emisor, lo cual incluye no sólo la falta de pago, sino también el retraso o el pago parcial.

  • Clasificación

Respecto al largo plazo, las calificaciones van desde la AAA, que significa la calidad crediticia excepcional, hasta la C, que es la mora en sus obligaciones y una baja posibilidad de recuperar los valores.

Además del orden que acabo de mencionar (AAA, Aa, A, Baa, Ba… etc), las calificaciones también son modificables mediante los números 1, 2 y 3, para reflejar una posición relativa dentro de una misma categoría (el 1, es, por tanto, el que representa la mejor posición relativa).

En el corto plazo la calificación varía siendo P-1, P-2 y P-3.

  • ¿Por qué tiene relación con el precio de las emisiones?

Al tratarse de una valoración externa e independiente del riesgo futuro de impago por parte del emisor, los ratings suelen tener una relación directa con el precio de las emisiones. Así, a medida que la calificación empeora, el Estado soporta una mayor prima de riesgo en sus emisiones.

Ejemplo: Alemania tiene un rating de AAA, mientras que España Aa1. Los inversores estarán dispuestos a comprar valores a Alemania, puesto que son más seguros. Para que España pueda vender los suyos, tiene que compensar con una mayor remuneración.

Espero que os haya resultado útil la información.

Namaste.

Actualidad, Cultura, Económica

Noticias veraniegas

Aunque lo parezca, no, no estoy de vacaciones. Mirando los blogs que sigo, me he dado cuenta de que la mayoría están de viaje, quitando unos pocos que mantienen su constancia actualizando. Así que dejaré de ponerme verde de envidia y contaré lo que quería deciros hoy.

Traigo buenas noticias (y mira que es raro). Desgraciadamente no se trata de una bajada de las temperaturas (cuánto echo de menos dormir con manta) sino de un breve remix de noticias que me apetecía comentar hoy.

Y ahí van:

En el apartado económico, nos encontramos con que nuestro sistema financiero no es tan malo como lo pintaban. En un estudio realizado al 95% de las entidades financieras españolas, sólo han arrojado malos resultados 5 de ellas. Quizá parezca demasiado si lo comparamos con el resto de Europa: mientras que aquí tenemos 5 suspensos, en Grecia sólo tienen uno, al igual que en Alemania.

La cuestión se encuentra en que si lo valoramos en términos relativos, las entidades financieras españolas se han mostrado dispuestas a mostrar sus cuentas, mientras que en el resto de Europa apenas la mitad de ellas han sido analizadas.

Ésto ha repercutido en el resultado del IBEX de hoy.

¿Por qué? Pensaréis. Lo peor para un mercado es la incertidumbre. Si las cosas van mal, los inversores saben qué hacer, igual pasa si las cosas van bien. Pero cuando no se sabe… ¿qué hacer? La falta de información siempre es una mala consejera.

En el apartado de buenas noticias en general, podemos comprobar que eso de tratar de timar al consumidor queda muy pero que muy mal, por mucho que seas una empresa solvente como Toshiba.

A ver almas de cántaro: entiendo que te pille por sorpresa que España ganara la Eurocopa. Pero sabiendo que partía como favorita en el Mundial y teniendo en cuenta que hay dinero de por medio, o hacéis las cosas bien o no las hagáis. Que sí, que sé que vende genial eso de «si gana La Roja tú también ganas», pero es que hay que ser chapucero…

Y en la cultura, qué decir de la noticia del día.

¿Os pensábais que era de Rául? Ja.

Namaste.

Económica, Literatura

Freakonomics. Steven Levitt y Stephen J. Dubner.

Lo primero de todo: aunque su nombre diga lo contrario, no es ni un libro para freaks ni un libro sobre economía.

 

¿Qué es, entonces Freakonomics? Es un libro sobre el mundo, en concreto sobre el análisis de la realidad, que más que economía tiene sentido común. Es cierto que se incluyen algunos términos económicos, pero están usados tangencialmente.

 

Naranja disfrada de manzanaAsí, se comienza a hablar sobre hacer trampas y se tocan distintos temas: el sumo, las notas de un instituto, y como hilo conductor se usa los incentivos personales de cada uno. Luego cambian de tema y te cuentan una breve historia sobre los inicios del Ku Klux Klan. Como podéis suponer, algunos temas más interesantes que otros pero todos muy reales y bien explicados.

 

El libro está organizado en 6 capítulos. Delante de cada uno de ellos se incluye un pedazo de un artículo que habla sobre el economista del libro. Un tipo que dicen que es poco convencional pero muy listo. Llegado a un punto, estos pedazos sobran. Llegado a otro incluso cabrean al lector:

 

En otras palabras, no hay nada en su aspecto o actitud que sugiera un lanzallamas.

 

Guau. Como el tipo tiene la pinta de un empollón concluye que no es un revolucionario. ¿No se supone que este libro trata sobre analizar la realidad y no quedarse en la superficie?

 

En fin. Posteriormente el lector puede encontrar más análisis, algunos bien hilados y otros cogidos con pinzas. Incluso se pueden encontrar párrafos de este estilo:

 

Las probabilidades de recibir un castigo no eran tan bajas -fue una época de auge de un sistema judicial liberal y el movimiento a favor de los derechos del delincuente- que cometer un delito sencillamente no resultaba difícil.

 

Moc. Error. Se supone que nos están contando que en un determinado momento había poca probabilidad de acabar en prisión. No hay que confundir esta probabilidad con la de cometer un delito. No nos engañemos: cometer un delito es fácil. (Es fácil ser tentado por hacerse rico rápidamente, por ejemplo). Lo que no es tan fácil es evitar la consecuencia jurídica de dicho delito. Esto es, este párrafo está mal. Lo que era fácil era cometer un delito y que el sistema no te castigara por ello.

 

Aunque en general el libro es entretenido y se puede leer de una sentada, hay cosas que no hay quien trague:

 

El que se cuela hoy en el metro fácilmente podría estar buscado mañana por el asesinato de ayer.

 

Toma. Para qué decir más. Pues no sé en qué mundo vivirá esta gente, pero veo una diferencia enorme entre no pagar en el metro y matar a una persona. Si la segunda parte de la frase fuera «realizar pequeños hurtos en alguna tienda», no criticaría la frase. Pero no. Venga hombre.

 

 

Desde mi punto de vista, muchas de las cosas que se incluyen son de perogrullo. El que crea que un intermediario como un banco o una agencia de viajes no saca dinero es o muy ingenuo o directamente un pardillo. Determinadas cosas que se explican en este libro son de sentido común. Pero aún así se trata al lector como si éste no tuviera ni idea de nada de lo que le están contando.

 

Sin embargo, sí que es cierto que muchas otras las desconocía, además de ser un libro rápido de leer y facilito para leer con estos calores sin que se te recaliente la cabeza. Es un libro para leer separando lo que vale de lo que no.

 

Ahora, no merece la pena comprarlo.

 

FICHA:

Te gustará si te gustó
  • Los libros que mezclan la autoayuda y la demostración de que el escritor es un gran intelectual y el lector un imbécil.
Pros
  • Entretenido y de fácil lectura.
Contras
  • La repetición de muchas de las teorías que se dicen en todos los capítulos del libro. (Me ha recordado a ese programa que emiten en la Sexta sobre investigación de crímenes, en el que se pasan medio programa repitiendo lo que dijeron al principio).
  • El enfoque estadounidense de todos los temas. Parece que el resto del mundo no existe.

 

 

Esto es todo por hoy. No sé si me alegro más porque haya ganado España o porque haya perdido un equipo de taekwondo llamado Holanda.

 

 

Namaste.

Economía, Historia económica

Antecedentes del taylorismo.

Cambio de tercio hablando del taylorismo. Empecemos por el principio, por la situación en la que se encontraba el mundo antes del cambio económico radical de Taylor y Ford.

En el siglo XIX los patrones se hallaban en la continua búsqueda de obreros hábiles y disciplinados. La realidad era que el obrero de oficio, conocedor de los secretos del gremio, además de ser ineludibles para la manufactura. Es decir, los patronos se encontraban ante la situación de que había pocos obreros cualificados, por los que se veían obligados a desplazarse a los lugares en los que se encontraba la mano de obra. Lo cierto es que al guardarse los conocimientos del oficio en el patrimonio familiar, la transmisión se realizaba vía descendencia. Ésto proporcionaba a dichos trabajadores un monopolio, por el que podían exigir al patrón más paga, y al ser un escaso número de trabajadores, los patrones poco podían hacer si querían sustituirlos por otros.

De esta forma, a finales del siglo XIX el trabajo se concebía como el obstáculo fundamental para el desarrollo del capital: había pocos trabajadores, no sustituibles que además se organizaban en instituciones que garantizaban algún tipo de cualidad (como la AFL, American Federation of Labor, en Estados Unidos).

Por ejemplo, para la producción de cigarrillos se exigía un sello, sin el cual se considera a los que no disponían de tal certificado como “positivamente peligrosos” o bien “cigarrillos de la muerte”.

La AFL podía llegar incluso a la coacción mediante la violencia para imponer sus medidas, como ilustra el siguiente ejemplo: en Chicago había un sindicato de carreteros de carbón y también una asociación de comerciantes de dicho producto. Para no acabar en una guerra que abaratara los precios del producto, terminaron por firmar un convenio secreto que estipulaba que la asociación se comprometía a no emplear otros carreteros que los sindicados. De esa forma llegaron a un monopolio. Los comerciantes independientes no encontraron carreteros independientes, y si existía alguno, los sindicados “por amor al respeto y a la disciplina”, le rompían brazos y piernas.

De esta forma, el empresario de la época buscaba alguna técnica que le permitiera pagar menos a los trabajadores y por tanto, ahorrar en costes.

  • La máquina. A través de la unión del capital y la ciencia, se trata de reducir los costes de fabricación. Asimismo, se busca el fin de aumentar el ritmo de trabajo y de luchar contra la organización obrera. En resumen, la máquina posee diversas virtudes, como son hacer el trabajo más productivo y su conversión en un instrumento de regularización y de sometimiento de los trabajadores.En este contexto, la insubordinación y la indisciplina del obrero siguen siendo el gran problema al que se enfrentan los empresarios.
  • Preferencia por los niños. De un lado, se trata de un obrero más barato (ya que los niños cobraban tres o cuatro veces menos que un adulto), y más aptos para determinados trabajos (por su “finura de dedos”, “la pequeñez de su estatura”). Sin embargo, los verdaderos motivos eran otros: se trataba de una fuerza de trabajo dócil, que garantizaba la continuación de la fuerza de trabajo, ya que de un lado, no se les llamará a filas, y por otro, en los casos de niños huérfanos se encontraban ya acostumbrados a la disciplina (hospicios, orfanatos…) y lo que es más importante, los niños garantizan una gran capacidad de aprendizaje. La Ley de 1841, que limitó el número de horas productivas y que hace obligatoria la asistencia del niño a la escuela cambiará tal situación.
Niños trabajando en una mina

  • El sistema de destajo. Se trata de un tanto alzado en el que el destajista es un subcontratista de mano de obra que con las materias primas y la maquinaria, hace ejecutar los trabajos a él confiados, ya sea en el taller o en la obra del patrón o en su propio domicilio, con la ayuda de obreros pagados por él por día y por pieza sin intervención del patrón.Con este sistema, los patrones ceden funciones a un tercero, que se encargará de la contratación, el pago, la organización del trabajo y de la vigilancia. De esta forma, los empresarios consiguen “utilizar el oficio contra sí mismo”, ya que al emplear a un hombre de oficio para vigilar y controlar el trabajo de los demás, el resto de los obreros no pueden relajarse en su tarea (algo que sí que podían hacer cuando el patrón no vigilaba o lo hacía de manera intermitente).

Sin embargo, la ley de 1848 lo prohíbe, al menos teóricamente. Posteriormente, cuando el desarrollo de las escalas y de los mercados permitan la gran industria, este sistema se verá notablemente deteriorado por ser ineficaz ante el cambio de circunstancias.

Próximamente, más.

Namaste.

Actualidad, Económica

Remix económico

Comenta un amigo cercano la situación de Grecia y la reacción de Francia y Alemania, así que como aún no he terminado Los hermanos Karamazov, me pongo a hablar del tema.

Leo en el periódico la complicada situación en la que se encuentra Renault.

¿Es normal, os preguntaréis? Pues os explico: el sector automovilístico fue uno de los grandes impulsores del crecimiento económico generalizado que se vivía.

Globalización
Foto extraída de:http://alejandrocorreag.wordpress.com

Esto se debe a varias cosas: un producto duradero relativamente caro, varios modelos exclusivos para todo el planeta… eso viene a decir que cuando las cosas van bien este sector va genial, pero cuando las cosas aprietan, como es el caso en el que nos encontramos, es uno de los sectores que más sufre (las familias preferirán llevar el coche al taller que comprarse uno nuevo).

Me ha llamado la atención otro titular: No hay conjura, se llama mercado y especula. (Y rima y todo). Me ha recordado a un libro: La hoguera de las vanidades, de Tom Wolfe. El protagonista de esta novela se autodenomina “Amo del Universo”, un ser que controla grandes cantidades de dinero invirtiendo en Bolsa. Como Rey de Reyes que es, gasta sus cantidades ingentes de dinero en todo tipo de cosas, en su mayoría inservibles. Por un devenir del destino, acaba sucediendo un incidente que hará que toda su vida pasada se irá al traste. Lo primero que me gustó (en el sentido de clara relación con el mundo de a pie), es que el señor vivía por encima de sus posibilidades: no recuerdo cuánto ganaba, pero era una cantidad muy elevada, imaginemos que medio millón de euros. Pagaba una hipoteca de 200.000, un par de coches muy caros, la decoración a la última moda de su casita, y además su mujer vestía con la ropa de los grandes diseñadores. Total, el tío tenía deudas y deudas, como (casi todo) hijo de vecino. Conclusión: No es más rico quien más tiene, sino quien menos gasta.

Esto me lleva a pensar en los grandes directivos que han malgastado el dinero de gran parte de la ciudadanía en proyectos de inversión nada rentables (en estos momentos estoy pensando en el parque temático de El Quijote, en Seseña o en el intento de aeropuerto de Madrid Sur). No olvidemos que el dinero con el que estos señores han estado jugando no era suyo.

¿Y entonces qué hacemos? ¿”No salvar” a los Bancos? No, esa no es la solución. El mal ya está hecho, y lo que hay que hacer es evitar que en el futuro las cosas se tomen a la ligera: una legislación más firme en determinados aspectos, un control por la Administración, sanciones a los infractores (sea cual sea lo que hayan cometido: corrupción, cohecho, malversación y un largo etcétera).

Tras un rato de divagación me doy cuenta de que al final no he hablado de Grecia…. otro día será.

Aprovecho la coyuntura para comentaros que el ganador de la encuesta es Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson, con 11 votos.

Gracias por vuestros votos y comentarios.

Namaste y feliz fin de exámenes.

Actualidad, Económica, Literaria

Popurrí

Tal y como vaticiné en entradas anteriores, la situación de las entidades financieras deja mucho que desear, por eso no es extraño encontrarse con artículos que refieran la fusión entre cajas, como ha ocurrido entre Caja de Guadalajara y Cajasol. Lo que llama la atención en este caso es que es la primera fusión entre Comunidades Autónomas diferentes, aunque si bien gobernadas por el mismo partido político.

En este periódico leía también algo sobre fútbol. En concreto el Xerez es el equipo más endeudado de primera división. En este caso me quejo de la redacción del titular. En concreto del subtítulo: “El Xerez es el único de `primera´ en Ley Concursal”.

Hasta que no he leído el contenido de la noticia no me he dado cuenta de que se encuentra en un procedimiento concursal. Ya pensaba que “Ley Concursal” era la capital de algún Estado idílico… Lo siento pero no.

Cambiando de asunto, me he apuntado ya al Reto 2010. Esta vez hay que contar caracteres de los libros que uno vaya leyendo. Para más información pinchad aquí.

Y hablando de blogs literarios no me puedo olvidar del concurso que ha organizado Ismael Cruceta en Cajón de historias. Tiene muy pero que muy buena pinta su libro y además para facilitar las cosas ¡lo sortea! ¿Os apuntáis?

Para finalizar, os recuerdo que quedan nueve días para que comience la sexta y última temporada de perdidos, en la que se descubrirá el final de la serie. Frikis y menos frikis andamos impacientes por conocer el final. ¿Qué será? Nadie lo sabe. Lo que sí que intuimos es que hay dos posibilidades: una, que decepcione a todo el mundo. Dos, que pase a la historia de la televisión como la mejor serie jamás creada.

Os dejo el magnífico trailer que ha hecho Cuatro sobre la serie, preludio del final que veremos en la sexta temporada.

Namaste… and good luck.

Actualidad, Económica

El caso de Japón

Como os prometí hablar de economía, cumplo con mi promesa.

Mapa de JapónJapón, la tercera economía del mundo, ha sido objeto de estudio en muchos campos, y la economía es uno de ellos.

Sólo con mencionar la revolución Meiji ya convendréis conmigo en que no se trata de un país cualquiera, porque pasar en pocas décadas de un Estado feudal a una de las economías más importantes del mundo es, cuanto menos, peculiar.

Actualmente, Japón es un país puntero en mercados como el del automóvil, electrónica, transporte…

El motivo es claro: mientras que otras empresas se obcecan en “hacer lo que siempre han hecho” (y si no, que se lo digan a GM), las organizaciones japonesas lo hacen al contrario. Se preguntan qué quieren los consumidores y lo consiguen. Por eso, si os fijáis, los coches japoneses son pequeños, manejables y de ciudad, como es la mayoría de las personas. Por contra, los coches estadounidenses son grandes, consumen más gasolina pero eso sí, son perfectos para desplazarse por el rancho de Texas. Si además miramos el precio ya ni os cuento…

La forma de llegar a esto es clara: la investigación, el desarrollo y la innovación. Si a esto le unimos una estructura organizativa que lo fomenta (“toyotismo”), unos trabajadores motivados y adoctrinados por la empresa… llegamos a una conclusión clara: ¿cómo nos van a llevarse la cuota de mercado?

Sin embargo, y como no todo el monte es orégano, Japón también ha tenido (y tiene) problemas. Centrándonos en los económicos, destacaré los siguientes:

1. Endeudamiento del país.

¿Cómo un país como Japón tiene un endeudamiento del 200%?

Aunque no se diga (y menos en estos días), crisis ha habido muchas, muy variadas y con distintos orígenes. Japón pasó una muy parecida al crack del 29 de Estados Unidos. Sin embargo, el Estado Japonés no dejó que la Bolsa cayera y para ello, invirtió millones de yenes en frenar la caída. Desde entonces, Japón arrastra altos niveles de endeudamiento derivado de aquél hecho. Siempre es mejor endeudarse que dejar que el país se hunda, ¿no creéis?

2. El fenómeno de la deflación.

¿Qué es la deflación?

Es lo contrario de la inflación. Es decir, la inflación supone que los precios aumentan. Para que lo veáis claro, os lo explico con un ejemplo. Hoy la barra de pan vale un euro. Con inflación mañana costará 1,20 € (aunque si fuera un abono de 10 del metro de Madrid pasaría de 7,40 a 9 euros, cómo se nota que la Espe no va en metro…), sin embargo, con la deflación mañana costaría 0,80 €.

¿Por qué es mala la deflación?

Porque disminuye el consumo, y eso hace que se pare la economía. Extrapolemos el ejemplo anterior a todas los productos: me quiero comprar un coche: hoy vale 10.000 euros, pero mañana sé que costará menos… así que lo más racional es esperarse el mayor tiempo posible. Y si todo el mundo se comporta racionalmente, la economía se para.

Además, la deflación es más difícil de frenar, ya que crea un círculo vicioso del que es difícil salir.

3. La peculiar forma de hacer huelga

¿Por qué las huelgas en Japón se basan en la sobreproducción?

Aunque nos pueda parecer incongruente, para los trabajadores es una gran forma de presión. Esto se debe a que en Japón, al tener un territorio pequeño, la existencias han de estar siempre medidas, ya que tratan de reducir sus costes de almacenaje. Para la empresa el hecho de que los trabajadores produzcan el doble significa más mercancías para almacenar, más coste derivado de ello y además, un incremento de los costes de control de calidad.

Por supuesto, si extrapolamos este tipo de huelgas a Europa o a Estados Unidos, la patronal no haría más que dar palmas con las orejas.

Esto es todo por hoy. Gracias por los comentarios, sugerencias y recomendaciones.

Namaste.

Actualidad, Económica

Noticias frescas

Seat ha comentado hace poco que se centrará en producir unos pocos modelos de coches. Aprovechando la crisis (sí, la crisis se puede aprovechar, si no que se lo digan a Mediamarkt), piensa que fabricar sólo tres modelos (Exeo, Ibiza y León) hará que se incrementen sus ventas. ¿En qué se basan para afirmar eso? Simplemente arguyen que hoy por hoy no se encuentra en un buen posicionamiento en el mercado, y de esta forma incrementará su productividad, su calidad de los pocos modelos que lancen al mercado. Pretenden que a nivel europeo cualquiera pueda tener un Seat.

 

El gato de Cheshire, filósofo a la vez que mascota
El gato de Cheshire, filósofo a la vez que mascota

 

¿Se equivocan? Desde mi punto de vista sí. En un mercado como el automovilístico, en el que el producto supone una carga económica considerable, hay que tener mucho cuidado con segmentar demasiado.

 

 

Segmentar significa adaptar el producto a las necesidades de un sector en concreto. En principio no es una mala actividad (pensemos en los productos bajos en calorías, que han generado suculentos beneficios). Sin embargo, el problema es segmentar demasiado. Imaginemos ahora los productos de moda para bebés o los productos para zurdos. Si tenemos en cuenta que la natalidad se encuentra en descenso o bien que muchos consumidores zurdos no están dispuestos a adquirir esos productos debido a su elevado precio, la cosa se complica.

 

En estos momentos de crisis, sería más conveniente centrarse en disminuir el precio. Hoy por hoy (y sin tener en cuenta los nuevos modelos de la empresa india Tata) un automóvil europeo medio rondará los 10.000 euros. Sin embargo, uno similar oriental puede encontrarse por 7.000 euros. La diferencia es grande. Si añadimos el efecto de la crisis, la decisión estratégica de Seat podría ser fatal.

 

En otro orden de cosas, ya es habitual encontrarnos con noticias sobre fusiones entre cajas (y lo que nos queda). De todos es sabido que Cajasur se encuentra en una situación complicada. Por esto, está prevista su fusión con Unicaja. Sin embargo el problema será del control, y por tanto, organizativo. Dado que Cajasur se encuentra controlado por la Iglesia Católica, ésta conservaría tan sólo un 7% de representación en sus órganos de gobierno de la nueva sociedad. Si a esto añadimos que la Junta de Andalucía es un accionista relevante de Unicaja, la cosa se dificulta aún más.

 

¿Es lógico que un canónigo disfrute del privilegio de un mandato perpetuo en una entidad que se tambalea? Ciertamente no parece muy lógico. Veremos en qué queda la cosa.

 

Tranquilidad. Próximamente trataré como tema la deflación. :p

 

Esto es todo por hoy. Voy a seguir con La piedra lunar que estoy «un poquito» enganchada.

 

Namaste.

 

 

Actualidad, Económica

El caso de Islandia

Mapa del país
Mapa del país

Hace un tiempo, cuando se vaticinaba la crisis económica, leí un reportaje en El País en el que explicaban el crecimiento económico de Islandia como modelo a seguir, además de hablar de lo bien que se vivía, lo mucho que se cobraba y lo maravilloso que era su Estado. Vamos, que daban ganas de hacer las maletas e irse a Islandia.

Un tiempo después (y os aseguro que no mucho, quizá seis meses), aparecía la noticia de que Islandia se encontraba en la bancarrota. “¿Cómo?- me dije yo- ¡Ahora que ya tengo todo listo para irme!”.

Después, deshice la maleta y me pregunté cómo podía diferir tanto el artículo de aquel periodista que leí y la noticia del hundimiento económico de Islandia.

Ahora os comentaré el caso: Islandia tenía un fuerte crecimiento en los últimos cinco años, basados, mayoritariamente, en el sector energético, de aluminio y financiero. Crecía a un 7% durante el período 2004-2005.

Sin embargo, también tenía muchos desequilibrios. Uno de ellos, era una inflación elevada (en 2004, del 18%) y una fuerte depreciación de su moneda, entre otros.

Viñeta sobre la inflación
Viñeta sobre la inflación

Para más inri, el sistema bancario islandés ha desarrollado durante los últimos años un modelo de negocio insostenible: la privatización total de las principales entidades de su sistema bancario en 2003. Este cambio estructural ha sido el causante de un fuerte crecimiento del endeudamiento público, el desarrollo de una expansión por parte de los bancos en el segmento de préstamos hipotecarios (con tipos de interés más bajos, plazos más largos, refinanciaciones y ampliaciones hipotecarias…), así como un fuerte desarrollo del consumo privado (del que derivó un deterioro de la balanza por cuenta corriente, en su moneda, y por tanto, en la inflación).

Así, el Gobierno decidió rebajar la presión fiscal (tanto de impuestos directos como indirectos). Paralelamente, los salarios crecían: debido a una escasa oferta en el mercado de trabajo, lo cual propició una caída del desempleo, un incremento de la demanda doméstica (debido al aumento de la renta de las familias).(Este último punto es el que nos ofrecía el artículo anteriormente citado).

¿Por qué el problema?

Lo principal es darse cuenta de que, al ser un país de pequeño tamaño y al tratarse de una moneda como la corona islandesa, su economía era un pozo. Vamos, que el agua estaba estancada, ni entraba de fuera ni salía, con lo cual no se podía oxigenar. Siguiendo esta metáfora, si una parte del agua está contaminada, necesariamente contaminará al resto de agua del pozo.

¿Cuál es la solución?

La primera, que abandonen su moneda, incorporándose a la Unión Económica y Monetaria (UEM). Como alternativa, el país debería desplazar la actividad bancaria internacional a otro área.

¿Qué países poseen una estructura similar?

Como países pequeños y que no pertenezcan a la UEM, puedo citar a Suiza y Dinamarca.

Esto es todo por hoy. Podéis seguir votando en la encuesta y hacer comentarios y sugerencias.

Namaste.