El autor chileno es uno de los autores frecuentes por estos lares. Por aquí ha pasado Bonsái, el ensayo No leer y la más destacada de sus novelas, Poeta chileno.
Esta que os traigo hoy, publicada también por Anagrama en 2023, esperó su turno en el estante hasta que lo escogí en un momento destacado para mí, cuando yo misma me he convertido en madre.
Literatura infantil (Anagrama, 2023) es uno de esos libros que se sitúan en el difícil terreno entre autobiografía y ficción, ese subgénero que plaga hoy en día los estantes de las librerías, exitoso porque quizá conectamos más con quien creemos que nos narra sus circunstancias.
El tema es la relación paterno filial, tanto de la relación con el padre, como la posterior que tiene con su hijo.
El nacimiento de un hijo anuncia un amplio futuro del que no seremos totalmente parte.
Página 15
Así comienza el libro, dividido por número que corresponden al número de días que cumple su hijo, donde incluye cortas reflexiones de todo tipo sobre su conversión en padre, además de comentarios sobre la literatura.
La literatura le ha cedido a la autoayuda casi todo el espacio reflexivo que la paternidad requiere.
Página 17
Son páginas tiernas, de descubrimiento, tanto del recién nacido como del hombre convertido en padre.
Los apellidos son prosa, los nombres poesía.
Página 36
Hacia la mitad del libro el texto vira hacia la simetría y nos narra la relación con su padre, citando la obligatoria Carta al padre de Kafka en varias ocasiones y centrándose en la visión sentimental con un padre serio y recio, contrastando con la relación que hemos visto que tiene con su hijo, mucho más cercana e informal. Destaca un capítulo de la importancia del fútbol en la relación con su progenitor, el único momento en el que a un hombre se le permitía mostrar sus sentimientos, y cómo esa conexión con el deporte rey le sigue llevando a los tiempos pretéritos que compartió con él.
Olvidamos justo la parte de la infancia que luego observamos en nuestros hijos; son ellos quienes nos recuerdan que hemos olvidado, y entonces despunta una nueva forma de incertidumbre.
Página 85
El tercer bloque incluye dos cuentos que nada tienen que ver con lo anterior y que tratan sobre la relación de amistad de dos niños, esta es la parte que menos me ha gustado y creo que podría funcionar de forma independiente como una nouvelle o añadiéndola en una edición independiente de relatos.
El tono de Zambra no es nuevo si venís de Poeta chileno: tierno, duro en ocasiones pero también cálido, sencillo pero real, el tipo de tono que no resulta impostado sino que se nos acerca de una forma verdadera. Leer a Zambra me recuerda a echarte una manta por encima cuando no tienes frío pero que agradeces porque te tienes más cálido, más cómodo, más casa.
Mención aparte le quiero dedicar a las reflexiones y definiciones sobre la literatura, que creo que engloban a la perfección el sentimiento lector:
Nadie te ha explicado la literatura y ojalá nadie te la explique nunca. La lectura silenciosa es en cierto modo una conquista; quienes leemos en silencio y en soledad aprendemos, justamente a estar solos, o mejor dicho reconquistamos una soledad menos agresiva, una soledad vaciada de angustia; nos sentimos poblados, multiplicados, acompañados mientras leemos en silenciosa soledad sonora. Pero eso vas a descubrirlo por ti mismo dentro de unos años, yo lo sé. Vas a decidir por ti mismo si te sigue interesando la forma de conocimiento tan extraña, tan específica, tan difícil de describir que permite la literatura.
Página 60
En resumen, una muy buena lectura que gustará a los lectores de Zambra pero también a quienes buscan una lectura tierna y a la vez de calidad.
FICHA:
| Te gustará si te gustó | – Duelo, Eduardo Halfon. – Un hijo cualquiera, Eduardo Halfon. |
| Pros | – Tierno y cálido sin caer en la exageración. |
| Contras | – Los relatos carecen de unidad con el resto del libro. |
Namaste.



