Literatura

Balance de 2016 (III): joyas.

Este año ha sido muy pero que muy sencillo decidir qué ha sido lo mejor que he leído en 2016. Han destacado tanto de entre los demás que justo antes de terminarlos, sabía que iban a aparecer aquí.

  • Entre dos mundos, Upton Sinclair. La apasionante vida de Lanny Budd en el periodo de entreguerras es una de esas historias que atraen, enganchan y entretienen, uno de esos descubrimientos por los que das gracias al haberte topado con una joya de este calibre que para terminar de alegrarlo, se trata de una saga, así que tengo diversión para rato.
  • Manual de mujeres de la limpieza, Lucia Berlin. Prometía muchísimo, ha aparecido en todas y cada una de las listas de los mejores libros publicados en este año, y no se equivocaban. Ácida, molesta, inteligente, dura y sincera, Berlin nos ofrece unos relatos de esos en los que uno se reconcilia con el mundo editorial y con las novedad.
  • La cartuja de Parma, Stendhal. Una novela exigente, muy completa, estéticamente perfecta, que además ha compartido muchos momentos a mi lado. Uno de esos libros que simplemente pensando en él, me acordaré de qué hacía cuando lo leía.
  • Breve historia de siete asesinatos, Marlon James. El último Premio Booker es un rompecabezas situado en Jamaica que nos acerca al intento de asesinato de Bob Marley. Es distinto, complejo e irreverente y muy recomendable.

Mi última petición de este 2016 que se acaba: escoged uno de estos cuatro libros y leedlo. Sólo por eso habrá merecido seguir un año más escribiendo por aquí.

Ahora, es el momento de disfrutar.

Namaste.

Autor, Literatura, Stendhal

La cartuja de Parma, Stendhal

Hablar de un libro como éste da un poco de vértigo: obra influyente, muy conocida y una de las novelas más importantes de la literatura en francés. ¿Qué tiene que decir de un libro como éste una lectora y bloguera cualquiera, teniendo en cuenta que los mayores expertos, entre los que se encuentra Balzac, ya la han analizado y desmenuzado? Pues simple y llanamente mi propia experiencia al leerlo.

la-cartuja-de-parmaTras leer Rojo y negro, parece obligada acometer la lectura de esta historia. Tanto, que lo adquirí poco tiempo después (hace una cantidad tan grande de años que omitiré para que nadie me tache de acumuladora de libros). En fin: llegado el verano, aproveché para seguir la tradición y escoger un tocho para leer. Tocó este. Así, lo paseé por la geografía española, de playa en playa, de isla en isla, de piscina en piscina, siempre en mi bolso. Lo saqué en el aeropuerto, lo llené de arena, vi cómo unos lectores franceses se daban codazos al leer el título, se mojó con las gotas del Océano, hasta doblé sus páginas. (¡Yo, que soy pulcra con mis libros, al ver que no me quedaban más post-it y que el libro no era demasiado salvable!)

La cartuja de Parma tiene muchas cosas curiosas. En primer lugar, el título. ¿Es un juego por parte del autor titular el libro como un edificio que sólo se menciona en el última página? Pongamos que sí.

El protagonista de la historia es Fabricio del Dongo, un joven italiano que tiene su futuro marcado por el ingreso en la iglesia. Acompañaremos a Fabricio a través de cada una de sus aventuras y desventuras que le llevarán del campo de batalla a la cárcel, entre otras muchas. Sin embargo, para mí la verdadera importancia en cuanto a la acción de la trama la tiene su tía, la genial Duquesa Sanseverina, que maneja personas, políticas y diálogos para conseguir lo que necesita, siendo Fabricio en muchas ocasiones mero sujeto pasivo de las intrigas de su tía.

Mujer fuerte, con las ideas claras, que maneja la situación en cada momento y que se adapta a los cambios propios de la época, la duquesa es la verdadera artífice de los cambios en la vida de Fabricio, la que con ambición, perseverancia y un derroche constante de inteligencia controla las situaciones para salir lo mayor beneficiada de ellas.

– Y, ¿qué habría que hacer para que la señora duquesa no se ausentara?

– Algo de lo que usted no es capaz -replicó la duquesa con el acento de la ironía más amarga y del desprecio menos disimulado.

Página 296

Digo situaciones porque en La cartuja de Parma caben muchos cambios en la vida de los personajes, imperando además, el realismo en el enfoque de los últimos años del dominio napoléonico en el continente. De esta forma, la política, la posición social y las conspiraciones para ganar poder están a la orden del día. Los reuniones sociales y los rumores que se generan, la pérdida de poder de una familia o el casamiento de un heredero son sólo algunas de las cosas que nos encontramos en la novela. Mención obligada es la presunta asistencia de Fabricio a la batalla de Waterloo.

Lo explica mucho mejor que yo Luis Landero en este artículo del que extraemos éste párrafo:

Corre hacia todas partes entre el humo y el polvo buscando su regimiento de húsares, oye el estruendo y la lejana gritería, estorba el cortejo del mariscal Ney, pasa a su lado Napoleón y no lo reconoce, ve sangre, muerte, campos que se ondulan por los impactos de la artillería, ve el triunfo y la derrota y, en fin, ve todo y no ve nada. Estuvo allí, en efecto, pero no sabría contar otra cosa que el asombro de no haber conseguido encontrar Waterloo en Waterloo.

Paradojas que bien podrían considerarse chistes, inteligencia disfrazada de crueldad, ridiculización de las principales características del carácter italiano, reducciones al absurdo y muchas, muchas descripciones.

– La ley es terminante -añadió-; es evidente que su hermano no se ha herido él mismo, como cuenta, cayéndose de una escalera en el momento en que metía en la mano una navaja abierta.

Página 247

Por supuesto, también se incluyen otras situaciones personales e íntimas, reflexiones sobre el amor y el destino, o la incertidumbre sobre el futuro propia de la juventud del protagonista. Os dejo dos ejemplos en páginas consecutivas:

Si no se puede creer en la astrología -prosiguió, tratando de aturdirse-; si esta ciencia es, como las tres cuartas partes de las demás ciencias no matemáticas, una reunión de tontos entusiastas y de hipócritas listos y pagados por aquellos a quienes sirven, ¿a qué se debe que yo piense tan a menudo y con emoción en una circunstancia fatal?

Página 198

Esta denuncia desnaturalizada fue el origen de mi vida actual; puedo detestarla, puedo despreciarla, pero al fin y al cabo ha cambiado mi destino. (…) ¡Dónde estaría yo ahora si la duquesa tuviera el alma de su hermano el marqués del Dongo!

Página 199

La cartuja de Parma es un libro exigente, largo, con muchas descripciones y con una trama que se acelera y desacelera a conveniencia. Por este motivo, mi recomendación es que si os apetece empezarlo os arméis de paciencia y lo vayáis leyendo poco a poco. En muchos capítulos queremos continuar leyendo, pero en otros la acción prácticamente desaparece.

Si os soy sincera en ocasiones me parecía que estaba intentando cruzar un pantano oscuro y tenebroso montada en una tabla en la que apenas cabía por completo, pensando en que jamás llegaría al otro extremo, que si no encallaba en un recodo conseguiría de alguna forma que me atacara algún monstruoso animal acuático. Sin embargo, poco a poco y capítulo a capítulo iba avanzando hacia aquélla cartuja de la que se habla en el título. Ésa que promete la última página.

Y llegué, más o menos ilesa, más o menos mojada, con las extremidades más o menos completas; y me quedó esa sensación de poso que se queda con los grandes libros, la de la profundidad de lo leído, la variedad de temas y la magistral pluma de un autor que escribió esta obra maestra en unas pocas semanas. Y sé, que al igual que con El conde de Montecristo, es el tipo de libros que van calando más y más según pasa el tiempo. El tipo de libros que hacen al lector, los cimientos que sujetan una estructura donde se fijan las bases de la buena literatura.

FICHA:

Te gustará si te gusta

Pros

  • La formación de los personajes, en especial la duquesa.
  • El equilibrio entre estilo del autor/variedad de temáticas.

Contras

  • La acción es lenta y el libro bastante largo.

  • El final precipitado como consecuencia de decisión del editor para reducir el número de páginas.

Namaste.

Autor, Carpentier, Literatura

El siglo de las luces, Alejo Carpentier

La historia de Victor Hugues, un francés que emprende el viaje a la colonia con el objetivo de informar de las novedades relacionadas con la Revolución Francesa, es la historia de un Siglo que se considera la puerta hacia la luz tras mucho tiempo de oscuridad.

 

"El siglo de las luces", Carpentier
"El siglo de las luces", Carpentier

 

El cambio, la consecución de derechos y en definitiva, la libertad, son la base de los sueños de prosperidad de los personajes, que ven el momento como la oportunidad de resolver todos sus problemas. Sin embargo, además de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, la Revolución de 1789 también trae la guillotina, la lucha por el poder, la crueldad o el asesinato brutalmente discriminado.

 

Todo esto y mucho más nos podemos encontrar en la principal obra de Alejo Carpentier, una visión desde el otro lado del Atlántico de los cambios que se efectuaron en Francia y que se expandieron hacia el Oeste.

 

Sin duda, si tuviera que definir esta novela con una sola palabra escogería la palabra superlativa. Porque es así el modo del magnífico despliegue que utiliza el cubano en toda la obra: no sólo en las descripciones, sino en general en la forma de contarnos lo que va pasando. Una forma quizá algo barroca, que prácticamente suprime los diálogos (y cuando existen éstos son siempre indirectos), que va y viene, muchas veces sin ser lineal, otras olvidándose de personajes para que aparezcan después, casi como un mar enfurecido donde vemos las mareas ir y venir, pero sin tener una línea aparente.

 

Y que esta novela sea superlativa implica, además, que en determinados momentos hay que tomársela con un poco de calma, que es necesario saborearla y que al terminarla, el lector tiene la conciencia de que antes o después, tendrá que releerla. Porque señoras y señores, ésta es una de esas novelas que hay que leer antes o después, una de las insustituibles. Indispensable.

 
FICHA:

Te gustará si te gustó
  • Rojo y negro, Stendhal.
Pros
  • Lo superlativo de la calidad de la novela. Todo es a lo grande.
Contras
  • En ocasiones se hace pesado.
  • Evitad leedla en verano. Apuntadla para octubre.
Reto 50 libros
  • Número 35. Año de publicación: 1962.
  • Progreso: 3/50.

 
Namaste.

 

P.D. Tengo decenas de páginas marcadas en mi libro, y cualquiera de ellas podrían haber sido citadas aquí. Sin embargo, he preferido que os sorprendáis al toparos con alguno de esos fragmentos. Son fantásticos.