Hace mucho me propuse reseñaros de una vez por todas el título que da nombre a este blog. Sin embargo, me contradigo y vengo hoy con una novela de Boris Vian pero que no es La hierba roja.
La espuma de los días (Alianza, 1993, esta edición reimpresión 2017) es quizá la novela más conocida de Boris Vian, entre otras cosas porque ha sido adaptada al cine. Seguro conocéis a la protagonista, Audrey Tautou, actriz famosa por la mítica Amèlie.
Como muchas de las historias del francés tiene un planteamiento relativamente sencillo, en este caso, la relación de una pareja. A lo anterior añade un elemento extraño ya que ella enferma debido a que le crece un nenúfar en el estómago.
La trama se adereza con otras tantas situaciones raras, motivadas por un peregrinaje del protagonista para salvar a su mujer. Así conocerá personajes variopintos que le llevará a tener diálogos absurdos y delirantes como el siguiente:
-¿Cuánto le debo?
Página 148
-Es muy caro -dijo el comerciante-. Deberían matarme a golpes y largarse sin pagar…
– ¡Oh, no! – dijo Colin- Estoy demasiado cansado.
Como muchas de las historias del francés, es una historia de difícil clasificación. En esta ocasión podríamos decir que narra una historia de amor, pero con las consabidas situaciones raras, diálogos delirantes y comentarios imprevisibles.
Si por algo se caracteriza Vian es por la originalidad: nunca sabes qué va a hacer posteriormente, por dónde va a salir o qué va a suceder más adelante. Sus novelas son cualquier cosa menos previsibles.
Casi siempre estaba de buen humor; el resto del tiempo, dormía. Dejó vaciarse la bañera practicando un agujero en el fondo. El suelo del cuarto de baño, de baldosas de gres cerámico color amarillo claro, hacía una suave pendiente que orientaba el agua hacia un orificio situado exactamente sobre la mesa del despacho del inquilino que habitaba el piso de abajo.
Página 11
Leer a Vian es siempre una experiencia porque cuente lo que cuente lo va a hacer a su manera y esta siempre es distinta, original y extraña, muy extraña.
Alise miró a Colin con ternura. Colin eran tan buen chico que se veía cómo sus pensamientos azules y malva se agitaban en las venas de sus manos.
Página 69
Pero qué bonito, qué preciosa es la originalidad, no tener que recurrir a situaciones manidas ni repetidas, poder optar por otro tipo de trama sin perder además el toque poético, onírico y referencial que siempre posee Vian.
Ay Boris, qué placer leerte siempre.
FICHA:
| Te gustará si te gustó | – Vercoquin y el plancton, Boris Vian.. |
| Pros | – Original, sorprendente. – Los diálogos. |
| Contras | – Siempre deja un regusto agridulce. |
Namaste.


