Autor, Literatura, Tevis

El hombre que cayó a la Tierra, Walter Tevis

El autor de la aclamada Gambito de dama me sorprendió gratamente en un registro que poco tiene que ver con la afamada historia de ajedrez, y fue Sinsonte (Impedimenta, 2022) el que me hizo anotar a este autor en cualquiera de sus formatos.

Así que sabiendo poco de la historia me hice con El hombre que cayó a la tierra (Alfaguara, 2023) en cuanto me enteré de su publicación, y debido a mi lento ritmo de lecturas en comparación con el ritmo de las compras, he llegado a comprar El buscavidas (Impedimenta, 2025) mientras tanto.

Y es que con ambos antecedentes, la realidad es que no sabía bien qué me iba a encontrar en una novela que de lo que trata, precisamente, es adelantado en el título.

Llega un hombre a la Tierra, a la nuestra, a la que damos por sentado. Es un tipo extraño, muy inteligente, que tiene un plan. Por de pronto diré que quiere montar una empresa que le provea de los recursos necesarios para regresar a su planeta.

He tenido miedo a todo en cada momento que he pasado en este planeta, en este monstruoso, bello y aterrador planeta, con todos sus extraños animales y su agua abundante, y todos sus seres humanos.

Página 229

Del resto, no revelaré más, os remito a la novela. Sólo adelantar que como en Sinsonte, esto es el punto de partida para analizar la situación y situarla en un plano ético-moral. Como siempre, Tevis te deja pensando a la historia, se sitúa en un punto de ciencia-ficción que utiliza como punto de partida para reflexionar sobre determinados aspectos humanos, y siempre, siempre, te deja con ganas de más. Alegra darse cuenta de que no le sobra ni una frase en un mundo de libros inflados sin necesidad.

No puedo sino recomendar a este autor y seguir los pasos del resto de su obra que quede por publicar.

FICHA:

Te gustará si te gustó Sinsonte, Walter Tevis.
Pros– Invita a reflexionar.
Contras– Menos emocional que Sinsonte.

Namaste.

Literatura

Feliz Día del Libro

Decimos los lectores que no necesitamos este día, porque no es necesario que nos recuerden la importancia de la lectura en nuestro día a día, que da igual tener una efeméride que lo recuerde, ya que los libros forman parte de nuestra rutina igual que lo hace comer o dormir.

Lo cual no significa, claro, que podamos disfrutar de un día como hoy, en el que tomarnos algo más de tiempo para leer, compartir lecturas, comprar o regalar libros.

Feliz Día. Sigamos, hoy también, leyendo.

Autor, Literatura, Reyes

Miseria, Dolores Reyes

La continuación de la afamada Cometierra (Sigilo, 2022), que tantos comentarios ha recibido a favor y en contra (no en vano se ha abierto un debate en Argentina por su obligatoriedad en la escuela porque se considera demasiado violenta) comparte mucho de lo que nos ha ofrecido la autora en su novela previa, no sólo a la protagonista sino también parte de la acción y el ritmo de aquélla.

En esta ocasión Cometierra ha huido de su localidad natal para comenzar una nueva vida junto con su hermano y su cuñada Miseria, que se encuentra embarazada.

Nosotros vinimos a perdernos, pero se nos fue la mano. Ni entre nosotros nos podemos encontrar.

Página 88

En la nueva ubicación tratan de olvidar los hechos de los que nos contaron en la primera parte, pero como imagináis, no lo consiguen del todo. Las desaparecidas siguen estando y Cometierra se ve obligada a continuar dando información a los preocupados familiares.

El problema es que en este ambiente que no conoce los riesgos de seguir comiendo tierra son nuevos y los tres tendrán que enfrentarse con enemigos nuevos, que se encuentran agazapados en las sombras.

Dicen que la magia existe, pero en él miré a la magia de frente y después lloré.

Página 159

El resultado es una novela muy parecida a su antecesora: con capítulos cortos y un ritmo rápido, compartimos los miedos de Miseria, por su bebé, y los de Cometierra, que trata de huir de las desaparecidas pero no lo consigue tanto como le gustaría.

Tengo la sensación de que a Dolores Reyes le han quitado el márketing y la fama que le han dado de más a Mariana Enríquez. Hay algo de dura verdad en sus letras, algo de odio en su escritura, algo de arriesgado en cada frase que aporta una enorme potencia de la que carece su compatriota.

Como si solo hubiera hueco para una escritora de calidad argentina y ya estuviera asignado, como si Reyes llegara tarde a una carrera donde, me temo, no la invitaron.

En definitiva, yo pienso estar muy atenta a Dolores Reyes. Os recomiendo que vosotros hagáis lo mismo.

FICHA:

Te gustará si te gustó Cometierra, Dolores Reyes.
Pros– Buen ritmo y potencia.
– Tiene buen trabajo de edición que se agradece: mo le sobra ni una página.
Contras– Te deja con ganas de más.

Namaste.

Autor, Literatura, Wodin

Mi madre era de Mariúpol, Natascha Wodin

Mi madre era de Mariúpol, Natascha Wodin (Libros del Asteroide, 2019) sigue la estela de los hijos que, por medio de la autoficción, tratan de obtener información sobre el pasado de sus familiares, como ya lo hemos visto con Mi padre alemán, de Ricardo Dudda, o Salir de la noche, de Mario Calabresi, un género en el que parece que la editorial ha encontrado un gran filón por mezclar dos de los temas más de moda: la historia familiar con el estilo de la autoficción.

Nastacha Wodin, alemana de nacimiento pero de ascendencia ucraniana, y alejada del pasado familiar, comienza a interesarse por los sucesos que llevaron a parte de su familia de Ucrania a Alemania, estudiando las bifurcaciones de sus tíos y primos y llegando hasta sus bisabuelos maternos, empresarios italianos que acabaron exportando carbón en una tierra llena de oportunidades.

Con ello trata de ahondar en la repetida frase que le dijo su madre: Si tú hubieras visto lo que he visto yo… cómo no de alguien nacido en 1920 en una familia aristocrática en medio de la Rusia revolucionaria. Imaginemos, si entre las generaciones ya hay saltos de entendimiento ante los cambios sociopolíticos, pensemos cómo ha de ser gestionar que el mundo que se ha conocido se rompe en pedazos en varias ocasiones: primero cuando su familia pierde los bienes y sirvientes a los que estaban acostumbrados, para acabar con una Guerra Mundial y acabar en un campo de desplazados, o dicho de otro modo, un campo de concentración diferente en el que los alemanes importaban trabajadores para diversas tareas, más allá de su etnia.

El problema principal de este libro es el orden, que creo que se habría solucionado con un mayor trabajo de edición. Wodin comienza el libro dando muchos datos de familiares que complican saber quién es quién, incluso mezclando la familia parterna con la materna, lo que dificulta seguir el hilo, explicando quién hizo qué (deportados, suicidas, enfermos, etc) con lo que nos da una visión general de parte de su familia. Sin embargo, hacia la mitad del libro vuelve sobre sus pasos y narra de nuevo con más detalle la vida de cada uno, con lo que duplica información y reitera datos que había ya dado. Esto se podría haber evitado aligerando la primera parte y ordenando de otro modo la segunda.

Para más inri, en la tercera se centra en su madre y en alguno de sus primos vivos, y debido a eso vuelve a repetir datos, lo cual da la sensación de texto abigarrado y caótico, algo que se podría haber solucionado fácilmente con una revisión global.

Esperaba mucho más de una historia que no me ha disgustado pero que debido a lo anterior me ha dado bastante rabia al darme cuenta que se podría haber contado lo mismo de forma más estructurada sin mucho trabajo adicional.

Una pena.

FICHA:

Te gustará si te gustó Mi padre alemán, Ricardo Dudda.
Pros– Refleja muy bien el cambio social y político de Rusia.
Contras– Libro caótico y sin estructura.

Namaste.

Autor, Literatura, Pérez Galdós

Empezando los Episodios Nacionales de Galdós

Si lleváis un tiempo por aquí me habréis leído en varias ocasiones que para mí Benito Pérez Galdós era uno de esos escritores que estaban en la lista negra de ilegibles por el recuerdo que se me quedó ante una lectura obligatoria, la de Misericordia, que me hizo desterrar al insigne escritor a la antilista.

Pasados muchos, muchos años llevaba un tiempo pensando en que era ya el momento de volver a intentarlo, y si bien es cierto que compré un ejemplar de Fortunata y Jacinta, se me metió en la cabeza comenzar los Episodios Nacionales en 2025, de ahí que me propusiera la modesta labor de leer los dos primeros, Trafalgar y La corte de Carlos IV.

La opinión de lectores más experimentados que yo en el canario era unánime: los Episodios no son libros complejos de leer, sino al contrario, amenos y entretenidos. También desiguales. Además, varios de ellos me animaban a ampliar mi propósito de 2 libros en este año a toda la primera serie.

Por el momento admito que leer uno o dos de ellos es una tarea bastante sencilla, no son libros largos, pero aún así quería dejaros unas notas para quienes estén pensando comenzar esa tarea.

En relación a la edición, además de la de Destino de 2005 que os enseñé, que se compone de 5 tomos con todos los Episodios, tengo en mi haber otra que sacó Espasa en tapa dura, que incluye infografía e información útil sobre temáticas diversas, como la vestimenta de la época o descripciones de los elementos de los barcos. La ventaja es a la vez el inconveniente: que explica detalles pero ralentiza la trama. Más si tenemos en cuenta que algunas de las cosas que explica son bastante básicas.

En fin, todo para deciros que he ido alternando la lectura de ambas porque la edición de Espasa es mucho más manejable que la de Destino, al incluir solo 2 Episodios por tomo.

Atendiendo al contenido en sí, en esta serie acompañamos a Gabriel por sus aventuras, siendo la primera su participación en la batalla de Trafalgar y en la segunda sus intrigas en La corte de Carlos IV.

Ambas comparten el tono general de narrar la época pormenorizadamente. Mientras que Trafalgar tiene más acción, propia de una batalla naval, en el segundo Episodio Galdós se centra en los movimientos políticos de la corte, con Gabriel como ayudante de una condesa que media entre los más altos gerifaltes.

Son historias entretenidas, aunque como buen escritor de folletín se incluyen también comentarios o detalles que no son del interés de un lector contemporáneo, lo que puede llevar en ocasiones a saltarse partes en las que se detalla un traje o un juego de naipes. Recomiendo hacerlo si es vuestro caso, creo que compensa si el propósito es continuar leyendo los Episodios.

No os voy a mentir, he sentido mucho alivio al darme cuenta de que la imagen que yo tenía de lo leído de Galdós nada tiene que ver con lo que me he encontrado en esta ocasión: acción y dinamismo y un retrato fantástico de la sociedad española de la época, además de las reflexiones del canario que ahondan en lo más interno de los personajes, que diría es más parecido a lo que nos encontramos ahora mismo en España que a lo contrario. Llama la atención cómo se puede extraer lo más íntimo del sentir español y que este siga bastante vigente dos siglos después.

En resumen, voy a seguir leyendo estos Episodios. Al menos lo intentaré los meses impares, aunque sé que lo más ambicioso sería leer toda la Primera Serie en este 2025 no sé si es algo realista. Veremos y ya os contaré.

Namaste.