Eventos, Literatura

Crónica de la Oda a Tolstói

El pasado sábado en Madrid tuvo lugar la Tercera Edición de Voces Rusas que organiza Macarena Berjano de Cuna Literaria, en este caso un evento en torno al gran escritor ruso. Oda-a-Tolstói_Voces-Rusas_CUNA_baja-724x1024

El acto contó con la presencia de Selma Ancira, traductora de la obra de Tolstói y gran conocedora de su biografía, así como con representantes de las editoriales que han publicado la obra en español: Reino de Cordelia, AcantiladoNórdica Libros.

Además de la lectura de fragmentos de sus obras por parte de lectores participantes en el acto, pudimos conocer más la peculiar vida del gran escritor ruso. El acto se completó con varias piezas escénicas interpretadas por la actriz Ksenia Guinea.

El momento culmen llegó de la mano de dos elementos audiovisuales: el primero, un audio en el que pudimos escuchar a Tolstói narrar un cuento que le escribió a uno de sus nietos. El segundo, un pequeño documental en el que, como de un reality se tratara pudimos ver a Tolstói en acción: caminando con su mujer, acudiendo a un evento o incluso subiéndose con agilidad a un caballo (¡madre mía, menudo salto con los 80 años que tenía entonces!)

IMG_20191130_183711Desde que vi por redes esta particular propuesta, sabía que no podía perder esta Oda a Tolstói. Por su originalidad, creatividad y lo interesante de un encuentro así, que permite acercarnos a la vida y obra del autor de la mano de dos expertas.

Para mí, como profana del autor pero amante de la literatura rusa, tener la posibilidad de que Macarena y Selma nos introduzcan a su obra ha sido un privilegio. Por un lado porque te anima y te acerca a uno de esos gigantes que dan respeto, con los que un lector se puede sentir perdido (como es mi caso). Conocer que más allá de las grandes obras Anna Karenina y Guerra y paz hay un elenco de obras que aunque sean más pequeñas (si nos centramos en su extensión), nos acercan a la filosofía y a la visión de Tolstói sobre Rusia y las relaciones humanas.

Me acerca al autor, del que sólo había leído Anna Karenina, y me ha hecho ponerme Oda-a-Tolstoi-Fragmentolas pilas para volver a leerle (sí, tengo a medias Guerra y paz y me da la sensación de que va para largo), pero además he descubierto otras obras más allá de La muerte de Ivan Ilich y me ha permitido conocer algo más su visión del mundo, además de interesarme por estos dos libros que compré en el evento: La felicidad conyugal y Confesiones.

Me alegra también encontrar lectores apasionados por un autor, personas que continúan honrando y venerando a un escritor ajeno a nuestra época, de otro tiempo y cultura. Me reconcilia saber que hay vida más allá de las modas literarias y los súper ventas.

O simplemente sonrío al saber que somos muchos los que, como en la anécdota del conde, buscamos la rama verde.