Tras los últimos traspiés literarios me he replanteado la situación y he decidido plantar cara al Plan Infinito. Para ello, he seleccionado 5 autores que siempre he querido leer pero que por un motivo u otro han ido perdiendo posiciones a la hora de ponerme con ellos.
Son los siguientes:
- Antonio Muñoz Molina. He oído buenas críticas pero no he leído nada de él. ¿Cuál me recomendáis?
- Charles Dickens. Hace mucho leí Historia de dos ciudades. Me encantó y quiero seguir leyendo algo de él. El problema es que tiene mucho y a priori muy bueno, así que no me decido por leer David Copperfield, Oliver Twist o Grandes esperanzas.
- Mario Vargas Llosa. Tras los últimos comentarios y vuestra inestimable ayuda, he reunido varias recomendaciones: La fiesta del chivo, Travesuras de una niña mala, La guerra del fin del mundo, Pantaleón y las visitadoras, La tía Julia y el escribidor y La ciudad y los perros.
Gracias Carol, R., Chantal, Bookworm, Goizeder y Oesido.
- Javier Marías. Sólo he leído Mañana en la batalla piensa en mí. Lo recuerdo como un buen libro, sobre todo en cuanto al estilo, porque la verdad es que la trama la tengo un poco olvidada. ¿Con qué continuar? ¿Corazón tan blanco? ¿Tu rostro mañana? ¿Todas las almas?
- Alexander Solzhenitsyn. Me parece un autor interesante. Además tengo por casa Por el bien de la causa y El primer círculo, aunque no sé si debería empezar por Archipiélago Gulag o si el orden es indiferente.
Mi teoría es que dentro del Plan Infinito hay categorías diversas. Algunos llegan y en poco tiempo los leemos. Pero otros… se pueden tirar meses y años sin que nos pongamos a ello. No sé si funcionará pero de momento esta medida me parece una buena idea.
Namaste.

El libro se divide en capítulos que se caracterizan por cambiar de narrador según lees uno u otro. El primer personaje que cuenta el inicio de la historia es Gabriel Betteredge, un mayordomo inglés cuya particular Biblia es el libro Robinson Crusoe (¡Qué grande, qué forma de comparar todos los sucesos con su libro predilecto!), que nos pone en situación: una acomodada familia que espera celebrar el cumpleaños de la hija.