Autor, Literatura, Nothomb

Viaje de invierno, Amélie Nothomb

Tras un parón debido fundamentalmente a la Semana Santa (y a mi escasa capacidad de planificación, para qué nos vamos a engañar), os traigo una de las últimas novedades de la editorial Anagrama.

La última novela de Amélie Nothomb comienza de este modo:

Cuando paso por el control de seguridad de los aeropuertos, me pongo nervioso, como todo el mundo. Nunca me ha ocurrido que el dichoso bip no se dispare. Por eso siempre me toca el premio completo, unas manos masculinas sobándome de pies a cabeza. Un día no pude evitar decirles: “¿De verdad creen que quiero hacer estallar el avión?

Mala idea: me obligaron a desnudarme. Esta gente no tiene sentido del humor.

Hoy paso por el control de seguridad y me pongo nervioso. Sé que el dichoso bip va a dispararse y que las manos masculinas van a sobarme de pies a cabeza. Pero esta vez sí voy a hacer estallar el avión de las 13.30.

De esta forma tan peculiar comienza esta breve historia. Enseguida nos preguntamos: ¿pero por qué? ¿Qué motivos pueden llevar a una persona normal y corriente a estrellar un avión? ¿Acaso es un terrorista?

Viaje de invierno, Amélie Nothomb
Viaje de invierno, Amélie Nothomb

Pronto Nothomb nos da los motivos por los que Zoilo, un filólogo cualquiera, decide de un día para otro realizar un atentado. Y ese motivo no es otro sino el amor que encuentra cuando, por casualidad, conoce a Astrolabio, una chica que convive con una novelista peculiar que se interpondrá entre la relación de ambos.

El problema surge cuando Zoilo se da cuenta que no puede deshacer ese triángulo que forman las dos compañeras de piso y él. Así, la autora crea una novela entretenida e irreverente, excéntrica como todas las que publica, con muchos guiños irónicos y de humor y alusiones a sí misma.

Pero es que además la novela es un claro ejemplo de lo políticamente incorrecto. Zoilo pone todo su ser en conseguir a la persona que ama, y ante la conciencia de que es inalcanzable, vierte todo su malestar y sus verdaderos pensamientos en la tercera persona. De este modo expone sin tapujos lo que cree y siente, independientemente de que su apreciación sea o no justa.

Lo que verdaderamente destaca en la obra de la belga son los personajes: aunque no se nos den demasiados datos, son personas reales, que piensan, dudan y yerran. Esto, junto con una prosa ágil, hacen de esta novela un libro fantástico para evadirse de la realidad, para pasar un buen rato y tomar aire antes de comenzar un libro más denso.

Seguramente a los seguidores de Nothomb os gusten más sus novelas autobiográficas, pero os recomiendo que le deis una oportunidad a esta.

Y es que al final una cosa queda clara: que la belga es adictiva. Leer sus novelas es como comer bombones: siempre quieres más.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • El estilo de la autora. Su excentricidad.
Contras
  • Me llamó la atención que el protagonista fuera un hombre. Quizá es que me pega menos siendo ella la autora.

Namaste.

Autor, Literatura, Nothomb

Ni de Eva ni de Adán, Amélie Nothomb.

Tenía muchas ganas de leer este libro en concreto de Nothom: de un lado porque me sirve como libro para el RETO y de otro porque he leído muy buenas críticas. Entre ellas las de: Jesús, Isi y Elwen.

Ni de Eva ni de Adán, Amélie Nothomb

Si en Estupor y temblores la autora belga nos contaba sus periplos en una enorme empresa nipona, en este caso nos narra la situación que vivió anteriormente: su romance con un muchacho japonés que conoce al darle clases de francés.

 

Los contrastes entre culturas, la diferente visión que se tiene del mundo en uno y otro caso son algunos de los temas que Nothom trata, pero desde un punto de vista sincero, jocoso y divertido.

 

 

Encontramos un ejemplo de la diferencia de culturas en el siguiente fragmento:

 

La señora esperó a que se restableciera el silencio para declarar con una sonrisa:

– ¿Por qué te esfuerzas tanto en parecer distinguida cuando con un rostro tan expresivo nunca serás una dama?

 

Es esta forma de narrar la que invita al lector a continuar leyendo, a internarse en un relato hilarante, y en muchos casos surrealista. Sin embargo, ese ápice de humor enmascara situaciones muy reales, en las que nos vemos envueltos con frecuencia.

 

¿Por qué no podía librarme de la convicción de estar siendo vigilada por una cámara? La impresión de ojo invisible me acompañaba. Le hice muecas al techo, y luego a las paredes: no ocurrió nada. El enemigo era astuto y fingía no inmutarse ante mi mala conducta. Cuidado.

 

 

Que la autora es un personaje singular ya lo sabíamos, habida cuenta de las situaciones estrafalarias que ella misma provoca. Esto, junto con la facilidad que tiene de hacer que lector de un lado, se ría de la situación, y de otro, la entienda, es lo que hace de esta pequeña novela autobiográfica un gran modo de pasar el tiempo y una forma perfecta de mantener un paréntesis entre novelas más largas y serias.

 

Con este libro, Nothomb me ha convencido. Quizá sea porque en el fondo me veo identificada con ella, quizá porque me lo paso muy bien leyendo sus historias…  Soy consciente de que a partir de ahora procuraré leer todos y cada uno de sus libros. Qué se le va a hacer… 🙂

 

FICHA:

 

Te gustará si te gustó
Pros
  • El estilo de la autora: ameno, jocoso y divertido.
  • La fantástica edición de Compactos de Anagrama: ¡rojo!
Contras
  • Quizás el final. Aunque considero que no podría terminar de mejor forma.

 

 

Namaste.

Bazar

Diálogos lectores

Hay muchos tipos de personas con las que tener conversaciones sobre libros. Aquí os adjunto un breve compendio.

Individuo 1 o amigos que crees que te conocen pero resulta que no te conocen nada de nada.

Sujeto 1:Te tienes que leer El Código da Vinci.

Lahierbaroja:¿Está bien o qué?

Sujeto 1:A mí no me gustó demasiado, pero a tí, fijo que te encanta.

Conclusión: No. No me gustó y no volveré a leer a ese autor. Es malo simplificar la realidad tanto como para creer que porque me gustó La hierba roja, me gustará cualquier libro que incluya el rojo en el título. No deja de ser estúpido, ¿no? Pues eso hiciste tú.

Individuo 2 o personas que abusan de los adjetivos.

Día 1:

Lahierbaroja: ¿Qué estás leyendo?

Sujeto 2: Este. Es buenísimo, de lo mejorcito que he leído últimamente.

Lahierbaroja: ¿De qué va?

Sujeto 2: De una madre y una hija y… es buenísimo, maravilloso, espléndido. ¡Tienes que leerlo!

Sujeto 3: ¿Y tú qué lees?

Lahierbaroja: Uno de Roberto Bolaño.

Sujeto 3: Anda, dicen que escribe muy bien.

Sujeto 2: ¿Quién es ese?

Día 2 con otro libro:

Sujeto 2: Mira este: es buenísimo, fantástico, buah, ¡la leche! ¡Tienes que leerlo!

Lahierbaroja: Mmm… y… ¿cuál es?

Sujeto 2: El último de Dan Brown.

Lahierbaroja: Ah. Vale.

Consejo: querido sujeto 2: no insistas. Ha quedado comprobado que tenemos gustos lectores distintos. No hay problema, tú lees lo tuyo y yo lo mío. No hace falta que todo el mundo opine igual. Eso sí, lo que no me gusta es que me insistas y me repitas que lea los libros que tú lees, quedando claro, creo yo, que a mí ese tipo de lectura no me gusta nada. ¿No te das cuenta? Yo no te doy el coñazo con lo que yo leo, cada uno que haga lo que le de la gana, pero encima no me hagas pensar que pierdo el tiempo leyendo a Bolaño. No seas pesado.

Individuo 4 o «¿para qué hacerlo yo si puedes hacerlo tú por mí?» (I parte)

Sujeto 4: Oye, Lahierbaroja, me podías bajar este libro a la biblioteca, ya que vas de paso.

Lahierbaroja: Vale. ¿Quieres que te traiga alguno?

Sujeto 4: No sé… pero uno que no me haya leído ya.

Lahierbaroja: ¿Se supone que tengo que llevar la cuenta de lo que has leído tú y de lo que he leído yo?

Sujeto 5 (que aparecerá más abajo): Y de lo que he leído yo.

Sujeto 4: Venga, si sabemos que tienes buena memoria.

Conclusión: Lahierbaroja acaba yendo a la biblioteca y saca los libros para el Sujeto 4, unas veces con más acierto y otras con menos (veáse Las benévolas), pero al final el sujeto 4 tiene razón. Lahierbaroja puede acordarse de lo que ha leído el sujeto 4. El sujeto 5 será a continuación sujeto de estudio.

Individuo 5 o «¿para qué hacerlo yo si puedes hacerlo tú por mí?» (II parte)

Sujeto 5: Quiero leerme el libro ese del que hablaste tan bien el otro día.

Lahierbaroja: ¿Ah sí? ¿Cuál?

Sujeto 5: No sé cómo se llama, pero lo pusiste por las nubes.

Lahierbaroja: ¿Cuál era el autor?

Sujeto 5: Pues no sé, no me acuerdo.

Lahierbaroja: Pero algo sabrás de la reseña, ¿no? ¿De qué iba?

Sujeto 5: No sé, pero te había gustado mucho.

Lahierbaroja: (Al borde de la desesperación y mirando al sujeto 5 con odio) ¿La publiqué el otro día? Puede que sea Estupor y temblores.

Sujeto 5: No, esa no es. Es de hace bastante.

Lahierbaroja: ¿El autor era hombre o mujer?

Sujeto 5: Qué mala memoria tienes, ya te comenté que me lo quería leer. ¡Tenías que haber estado atenta para retener qué libro era!

Consejo: Por favor, sujeto 5, apúntalo en un papel, o mételo en anobii que sé que tienes. Y si, por un casual te olvidas del nombre del libro o del autor… ¡por lo menos retén algo sobre la trama! Sé que no vas a hacerlo. Eres un caso perdido.

EDICIÓN: no, jamás supe a qué libro se refería el sujeto 5. Y mucho me temo que él tampoco.

Individuo 6 o modos de evitar dejar a medias un libro.

Sujeto 6: Tienes que leerte Canción de Fuego y Hielo.

Lahierbaroja: Dicen que está muy bien. ¿A tí te gustó?

Sujeto 6: No me lo he leído, lo que pasa es que me lo han recomendado, y por si no me gusta, mejor te lees tú y si ves que me puede gustar lo leo yo después.

Lahierbaroja: ¿Me estás tratando como a un filtro?

Sujeto 6: Pues sí. Aciertas lo que me va a gustar. Así no tengo que perder el tiempo leyendo algo que quizá dejaré a medias. Creo que te lo regalaré y así te lo acabarás leyendo.

Lahierbaroja: Imbécil.

Consejo: sé que tienes poco tiempo, pero léelos tú. Ya tengo una lista en mi Plan Infinito demasiado larga como para ir incluyendo más libros. Por cierto, quizá algún día no te sirva lo de regalarme libros para obligarme a leerlos…

Esto es todo por hoy. Pasad un feliz domingo.

Namaste.