Autor, Literatura, Perec

El secuestro, Georges Perec

Tras leer La vida instrucciones de uso, tenía claro que debía regresar a Perec para conocer más de su obra.

Y aunque con dudas, más bien animada por lo original de la composición de este libro, ha sido El secuestro (Anagrama, 2020) la novela con la que he vuelto a él.

El título nos adelanta la trama: hay una ausencia derivada de la autoexigencia del autor, ya sabéis, cosas de pertenecer al grupo Oulipo: ¿por qué no prescindir de la vocal más utilizada? Perec lo hace en francés con la e, de ahí que en francés el título fuera La disparition, pero en español se optó por adaptar la traducción y hacerlo con nuestra vocal más común: la a.

El resultado es muy, muy peculiar. Porque a pesar de la complejidad formal Perec consigue sacar ese punto humorístico que le caracteriza:

Murió el primo por un chorizo, el sobrino por un bollo, el vecino por un corrusco, un tipo por un mendrugo.

Página 18

Y también esa visión inteligente de lo que le rodea, ese tipo de descripciones de la realidad que es capaz de plasmar con muy pocas palabras:

Por poco lo consigue, pero lo perdió todo, menos el tormento de un deseo no cumplido y el disgusto de un conocimiento escurridizo.

Página 26

Lo peculiar de esta historia es a la vez lo bueno u lo malo. Si analizamos la trama, ninguna pega, mantiene todos los elementos propios de un misterio planteado desde la primera página. El problema es que la lectura se hace extraña. Hay algo desafinado, a destiempo, incómodo, que complica el asunto para el lector.

Y es que no es natural, ni fluido, no surge de forma normal, porque debido a la restricción formal no puede hacerlo. Y eso es a la vez lo mejor y lo peor de este libro.

Los días se transforman en soles, las semanas en meses, la aurora en el rosicler. Todo para continuar con la ausencia de la vocal.

El cristo que se montó fue gordísimo. El muerto circuló de institución en institución.

Página 91

Por ende, todo es forzado, y como tal, tras leer varias páginas uno se siente cansado, con el cerebro reseteado, como si la complejidad para leer la historia se hubiera multiplicado por cinco. No me quiero ni imaginar el proceso de escritura.

Así, el resultado es meritorio, por el continuo trabajo de búsqueda de sinónimos y opciones tanto para el autor como para los traductores, por lo que sugiere y por todo el trabajo que lleva detrás.

Evidentemente, la restricción formal le hace tener que recurrir a otras originales opciones para dar a entender de lo que habla, como en este fragmento con menciones literarias:

Tom M., quien se encontró con Estelle, dijo «Si mi novelón sobre los dolores de los tuberculosos no estuviese escrito en el momento que nos conocimos Estelle y yo, Hens Costorp no hubiese coincidido con Clodette C. en su clínico de reposo.

Página 185

Decían otros lectores que esta historia está bien como experimento, pero que no funciona como novela al uso. Quizá porque no se trata de una novela al uso, claro.

Autor, Literatura, Perec

La vida instrucciones de uso, Georges Perec

Hace ya tiempo el nombre de Perec me sobrevolaba de vez en cuando. Sin embargo, la cantidad de títulos y autores pendientes lo sepultaron en algún lugar de mi memoria, hasta que Javier Peña con su podcast Grandes Infelices, le dedicó un episodio y lo trajo de vuelta.

Con esas, acabé comprando La vida instrucciones de uso (Compactos de Anagrama edición 50 aniversario, 2019) y esperé el mejor momento para afrontar este tocho.

No sin dudas, y recabando información de lectores que ya lo habían leído, acabé decidiendo que mis vacaciones serían un buen momento para leer esta historia, puesto que tendría bastante tiempo para leer.

La vida instrucciones de uso es la historia de los vecinos de un edificio, los del número 11 de la calle Simon-Crubellier de París. Imaginemos un edificio al que se le ha quitado la fachada, donde el lector-espectador puede ver las estancias y de ahí conocer a los habitantes.

Ahora en el pequeño saloncito queda lo que queda cuando no queda nada: por ejemplo, moscas, o prospectos que han echado los estudiantes por debajo de todas las puertas y que son propaganda de un nuevo dentífrico o prometen un descuento de veinticinco céntimos a quien compre tres paquetes de un detergente (…)

Página 46

La descripción es el punto de partida para explicarnos quién es su morador, bien en el presente, bien en el pasado, ya que además de los actuales habitantes, también hay saltos temporales que nos llevan a los primeros moradores del edificio.

Mención aparte tiene la estructura de la novela. Como seguro muchos ya sabéis, para contarnos la historia Perec se vale el movimiento del caballo para ir saltando de habitación en habitación. Así, el edificio tiene una estructura de una cuadrícula de 10×10, lo que le permite saltar por todas las casillas una vez (con sola una excepción en la que repite).

La cosa no queda ahí. Y es que como miembro destacado del grupo Oulipo, Perec consideró esta historia como un rompecabezas, y como tal se autoexigió que se incluyeran determinadas temáticas, listados o sensaciones en cada estancia. La cosa es compleja y o me voy a extender, para más información, aquí.

Esto es, en cada salto saltamos de espacio geográfico, protagonista y, generalmente, momento temporal, y de ahí las listas, sensaciones y referencias.

Más allá de lo complejo que tuvo que ser dar forma a todo lo anterior, me quiero detener en lo que nos cuenta. El principal protagonista de esta novela coral es Bartlebooth, un rico inglés que dedica su vida a un curioso propósito que relaciona viajes alrededor del mundo, acuarelas y puzzles:

Imaginemos a un hombre cuya riqueza solo se puede comparar con su indiferencia por todo lo que la riqueza suele permitir y cuyo deseo, mucho más orgulloso, estriba en querer abarcar, describir, agotar, no la totalidad del mundo -proyecto que se destruye con solo enunciarse-, sino un fragmento constituido del mismo: frente a la inextricable incoherencia del mundo, se tratará entonces de llevar a cabo un programa en su totalidad, sin duda limitado, pero entero, intacto, irreductible.
En otros términos, Bartlebooth decidió un día que toda su existencia quedara organizada en torno a un proyecto cuya necesidad arbitraria tuviera en sí misma su propia finalidad.

Página 147

Las conexiones entre los vecinos las iremos conociendo a medida que las vamos leyendo, y además de ser inevitables (algunas de amistad o enemistad), también les une un hilo conector de lugares comunes y detalles que vemos de unas estancias a otras (por ejemplo, un vecino hace un viaje y otro tiene una postal en su casa de ese mismo lugar).

La cantidad de información que se incluye en esta magnífica historia es increíble: detalles del mobiliario, viajes, historia y arqueología, asesinatos o referencias actuales, arquitectura y geografía. Impresiona que una sola persona haya sido capaz de crear este collage enorme de diferentes cosas, con referencias a temáticas muy diversas con un control de cada una sorprendente y alucinante.

Hace cuarenta años que el afinador de piano viene dos veces al año, en junio y en diciembre, al piso de la señora de Beaumont, y es la quinta que lo hace acompañado de su nieto, que se toma muy en serio su papel de guía, aunque aún no ha cumplido diez años. Pero la última vez volcó una jardinera de dieffenbachia y esta vez la señor Lafuente no lo ha dejado entrar.

Página 434

Os estaréis preguntando: ¿ha sido la mejor opción para leer en un viaje? Definitivamente sí. Por ser una novela larga y con muchas historias cruzadas suceden varias cosas: al principio es complicado retener tanto apellido y referencia. Como suelo hacer, anoté alguna característica de cada uno para que se me quedara en la memoria. La ventaja de tener tiempo a la hora de leerlo es que enseguida aparece de nuevo el personaje y podemos rellenar lagunas. En una situación normal, me temo que al avanzar poco y no enterarme bien habría corrido el riesgo de postergarlo por confusión.

Por suerte, si os echa para atrás la cantidad de nombres y detalles, no os preocupéis que la edición de Anagrama tiene no sólo un mapa de los pisos y estancias a los que va saltando, sino también un glosario con las referencias de nombres, temáticas y personas que se mencionan en cualquier momento, por lo que en caso de duda no hay más que buscar y salir de dudas.

Entonces lo embargaba a veces un sentimiento de tristeza insoportable; pensaba en los demás, en todos aquellos que ya no estaban allí, en todos aquellos a los que se habían tragado la vida o la muerte.

Página 159

Qué libro La vida instrucciones de uso, qué fantástica la sensación, mientras lo estás leyendo, de que va de cabeza a lo mejor de 2023. Pero también qué triste es ese 23 de junio de 1975, cerca de las 20,00.

Qué genial ir avanzando y darte cuenta de que va a formar parte de uno de los libros más destacados, de esos que antes de terminar ya sabes que vas a releer.

Leedlo. Os va a encantar.

FICHA:

Te gustará si te gustó 2666, Roberto Bolaño.
La casa de hojas, Mark Z. Danielewski.
Pros – Cómo hila Perec la historia.
– La cantidad de temáticas, juegos y puzzles que incluye.
Contras – Largo y puede resultar confuso al principio.

Namaste.