Autor, Carrère, Carrère, Literatura

Limónov, Emmanuel Carrère

He empezado el año 2022 con la mejor historia que me podía echar a la cara: Carrère y un ruso con pinta de rockero de los 80, personaje de ficción que parece mentira que haya vivido en la misma época que los demás mortales.

La verdad que tenía expectativas muy altas en cuanto a esta lectura, ya que es uno de los títulos más significativos del francés, pero claro, tras Una novela rusa y El adversario pensaba que no iba a poder estar a la altura de la última, que seguramente no me obsesionaría tanto como aquélla. Qué bien que me estuviera equivocada.

Limónov, nacido en 1943 en Dzerzhinsk, a 300 kilómetros de Moscú, nació para ser hijo de su padre: un chequista cualquiera dentro de un organización del Gobierno con muchas ramas y departamentos. Limónov, teniendo en cuenta de dónde venía, tenía todas las papeletas para ser un Don Nadie.

Pobre Kadik. Pobre Eduard. No tiene veinte años y ya está acabado. Maleante fallido, poeta fracasado, abocado a una vida de mierda en el ojete del mundo (…). ¿Acaso no es mejor morir vivo que vivir muerto?

Página 61

Sin embargo, no fue así. Su tesón, su talento y su ambición le sacaron del agujero en el que nació, para acabar siendo de todo: poeta, vagabundo, maleante, sirviente en Nueva York, y hasta el cabeza de una organización fascista en pleno principios de siglo XXI.

Tengo la impresión de haber escrito ya esta escena. En una ficción hay que elegir: el héroe puede tocar fondo una vez, incluso es recomendable, pero la segunda es excesiva, la repetición acecha. En la realidad, pienso que ha tocado fondo varias veces, varias veces se ha visto caído en el suelo, verdaderamente desesperado, realmente privado de recursos y – admiro este rasgo suyo – siempre se ha rehecho, siempre ha salido adelante.

Página 161

Como en las historias anteriores, Càrrere se hace el amo de la autoficción, incluyendo capítulos de su propia biografía y el estudio relacionado con este libro alternando con los capítulos en los que narra la absolutamente apabullante historia de Limónov. Nos sitúa en el momento que le tocó vivir a nuestro particular héroe, y como buen conocedor de Rusia incluye aspectos del contexto político y cultural.

Según los historiadores más serios (Robert Conquest, Alec Nove, mi madre) los alemanes mataron a veinte millones de rusos durante los cuatro años de guerra, y el propio gobierno mató a otros veinte millones durante los veinticinco años de gobierno de Stalin. Estas dos cifran son aproximadas, hay que recortar un poco los grupos que abarcan, pero lo importante para la historia que relato es que la primera cifra acunó la infancia y la adolescencia de Eduard, y que se las apañó para sortear la segunda porque, a pesar de su gusto por la rebelión (…) sigue siendo el hijo de un chequista subalterno.

Página 81

Carrère consigue lo de siempre: que nos obsesionemos. Que pensemos en el libro, que queramos llegar a casa a seguir con él, que empecemos a leer 20 páginas y acabemos con 100, que entre encender Netflix y ponernos a leer, optemos siempre por la segunda opción. ¿Cómo? Con una capacidad enorme de trasladarnos sus propios sentimientos: la búsqueda de una historia increíble y el modo de narrarla, donde a pesar de que desde el primer momento sabemos cómo acaba nos dé igual y sólo nos centremos en cómo se llega a esa situación.

El mayor cumplido que puede hacer a alguien es decir que sabe dónde está.

Página 362

No sé si es casualidad o si es que en enero, animada por los propósitos del nuevo año me parece que acierto más. Pero vaya, saber que la primera novela de este 2022 va a acabar directamente en las mejores lecturas me encanta.

Anotadlo, lectores. Es genial.

FICHA:

Te gustará si te gustó El adversario, Emmanuel Carrère.
La poeta y el asesinoSimon Worrall.
Pros – La mezcla entre la historia y la autoficción de Carrère.
– Envolvente, obsesiva.
Contras – Acapara toda la atención.

Namaste.

Autor, Carrère, Literatura

El adversario, Emmanuel Carrère

El adversario entró en mi lista recomendado por Miguel Ángel Hernández. También Llucia Ramis lo mencionó cuando le pregunté. Posteriormente muchos otros se sumaban a la pasión por este libro de Carrère, siempre con comentarios elogiosos, y además se incluía como destacada dentro del género de no ficción. Estaba claro que después de Una novela rusa tenía que leer este libro.

El-adversarioColar una lectura tan corta como esta es bien sencillo, y lo cierto es que tenía muchas ganas, pero tuve que esperar a encontrar el momento perfecto para tener tiempo de enfrascarme al 100% en su lectura.

El adversario es una historia real que bien pareciera una película americana de las que pasan los sábados por la tarde en Antena 3: la historia comienza con el incendio de una casa cualquiera donde vivía una familia de cuatro miembros. En la tragedia el único que sobrevive es el padre, médico investigador en la OMS, recto padre de familia. La verdad comienza a hacer aguas cuando se tira del hilo y todo son callejones sin salida. En primer lugar al corroborar que los tres fallecidos estaban ya muertos cuando se originó el incendio. Pero además porque con un par de llamadas telefónicas se demuestra que  Jean-Claude Romand jamás había trabajado en la OMS y que ni siquiera era médico.

Entonces, ¿quién era ese tipo? ¿Por qué todo su círculo había sido engañado durante más de 18 años?

Carrère se topa con la noticia en la prensa y decide investigar, poniéndose en contacto con amigos de Romand y con el mismísimo asesino, tratando de conocer cuál era la motivación para actuar de este modo.

Lo que consigue es todo una suerte de thriller de no ficción donde el lector no puede parar de sorprenderse ante una historia tan surrealista que no puede ser verdad. Pero lo es, y detrás de las mentiras y sus estafas queda la muerte de dos niños y de tres adultos, la apropiación de dinero de familiares y una vida llena de falsedad.

Carrère articula toda su investigación con el avance en la narración de la historia dando saltos temporales: en el inicio conocemos el final de la historia y poco a poco vamos adentrándonos, al igual que lo hace el autor, en una historia extraña, surrealista e indescriptible.

Es inevitable pegarse a las páginas, continuar leyendo, intentar asimilar que esa situación ha existido y no es la invención de un escritor fantasioso. También cabe reflexionar: ¿me podría pasar algo así a mí? ¿Alguna de las personas de mi alrededor podría proyectar una vida que no existe? ¿Puede ser que alguien que yo conozca viva en un universo de mentiras en el que todo lo que dice es falso, donde ni siquiera llegó a terminar una carrera, que no trabaje donde dice y se mantenga así años y años? ¿Qué se le pasa por la cabeza en todo este tiempo? ¿Cómo se puede dormir bien por la noche una persona con una vida así?

Una lectura súper interesante que os recomiendo leer en cuanto tengáis ocasión.

FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • Interesante, potente y absolutamente surrealista.
  • Que sea tan corto le da más potencia a la historia.

Contras

  • Se trata de una lectura que acapara y obnubila.

Namaste.

Autor, Carrère, Literatura

Una novela rusa, Emmanuel Carrère

Este libro me lo recomendó Miguel Ángel Hernández y esperaba en la estantería desde hace un año.

Historia que engancha: la de un internado en un psiquiátrico ruso tras la Segunda Guerra Mundial que permanece allí 50 años, sin que ni su familia ni su país conozca nada de su supervivencia a la contienda. Surrealista la situación, insólita la historia de un equipo de televisión que acude a la remota ciudad a tirar del hilo en la historia, a conocer por qué estuvo tanto tiempo allí y cómo fue posible que no remitieran ningún tipo de información a su país de origen. Interesante desde la primera página, atrae por un estilo directo del autor, adornado con saltos temporales y detalles personales que hacen la historia más compacta.

Aunque podría parecer que la historia principal es la del soldado, conforme vamos avanzando narra sus situaciones personales que le rodeaban en esos momentos: la relación amorosa con Sophie, que varía entre el amor más profundo y una preocupante indiferencia, hasta su historia familiar, que incluye a un abuelo georgiano que desaparece de París al ser acusado de colaboracionista tras la ocupación nazi. Carrère incluye muchos temas, equilibrándolos, ofreciendo una visión global de su relación con la historia que quiere documentar: los viajes y quiénes conoce allí, su proceso de aprendizaje o profundización del ruso, ligado con temas más literarios, como su recuerdo de los libros que ha escrito, o el proceso de creación que daría lugar a este libro.

Una novela rusa tiene poco de lo que vaticina el título del libro, no se trata de una novela, más bien de una historia de no ficción aderezada por componentes autobiográficos, un acercamiento al francés en el que se incluye como parte fundamental tanto la trama de la historia que investiga como él mismo como investigado y personaje principal. La mezcla es interesante, poderosa, envolvente. Si lo que primero nos atrae es la historia del soldado y todas las implicaciones que conlleva (la empatía, la incesante duda de cómo pudo ocurrir), el resto de temas que podrían parecer accesorios consiguen que veamos diversas facetas del escritor igualmente interesantes, olvidando en muchos casos de que el tema principal no es la vida de Càrrere.

Entiendo por qué Miguel Ángel Hernández mencione al autor, también Llucia Ramis, dado que tanto El dolor de los demás como Las posesiones beben mucho de la influencia del francés, de la búsqueda del equilibrio entre lo narrado y lo vivido, de este género extraño que es la autoficción.

FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • La mezcla de la historia que estudia y la propia del autor.

Contras

  • Hacia la mitad de libro se me hizo algo pesado cuando el autor cuenta varios temas de su vida.

Namaste.