Autor, Literatura, Sánchez Piñol

La piel fría, Albert Sánchez Piñol


Hace ya mucho tiempo (probablemente cuando vivía en Madrid) anoté este título en mi libreta, animada por algún fragmento de los que se estilaba poner en los vagones del metro con objeto de animar a la lectura de los viajeros.

Se quedó, como muchos otros, sepultado entre libros, retrasado además porque no disponía de ejemplar que me juzgara desde su estante. La casualidad hizo que me topara con él en la biblioteca, y posteriormente sin buscarlo lo encontré en una librería de viejo en Urueña, la Villa del Libro, lo cual me acabó por convencer que era el momento de acercarme a esta historia de la cual, reconozco, no conocía ni siquiera la trama.

El protagonista es un hombre que llega a una isla aislada de la civilización con objeto de comenzar su trabajo de meteorólogo. A pesar de haber recibido la información de relevar a su antiguo compañero, la primera sorpresa será darse cuenta de que no hay a quien relevar y la única persona que se encuentra en la isla no parece demasiado colaborador.

Lo mejor vendrá después, porque caída la noche se dará cuenta de que las dos únicas construcciones de la isla son atacadas por unos seres que salen del mar.

Este planteamiento y el ritmo endiablado de la acción consigue que no puedas parar de leer. ¿Quiénes son esos seres y qué quieren?

Nunca estamos infinitamente lejos de aquellos a quienes odiamos. Por la misma razón, pues, podríamos creer que nunca estaremos absolutamente cerca de aquellos a quienes amamos.

Página 9

La consecuencia, como podréis imaginar, es que no es posible dejar el libro a medias, mientras el lector es testigo de las estrategias e intentos del protagonista por repeler el ataque de los monstruos.

Hay ocasiones en que negociamos nuestro futuro con el pasado.

Página 27

Como resultado, una historia vertiginosa, no carente de reflexiones sobre qué distingue a los humanos de otras razas, además de componentes morales y éticos.

Mi descripción no es fiable. Eso es lo que yo podía ver. Pero el paisaje que un hombre ve ojos afuera, acostumbra a ser el reflejo de lo que esconde, ojos adentro.

Página 26

El problema de este tipo de historias es la culminación, cómo terminar una historia que, como otras de terror o de miedo, sólo parece tener dos soluciones, y quizá esto es lo que desequilibra la historia, tanto las repeticiones que alargan una trama de la que tampoco se puede pedir más, hasta el final que es de complicada resolución.

Veo que hay una versión en cine de la que algunos lectores hablan bien. Lo desconocía.

En definitiva, una lectura no del todo redonda pero que me alegro haber hecho para conocer a un autor que tenía pendiente desde hace demasiado tiempo.

Te gustará si te gustó Fin, David Monteagudo.
Pros– Original, vertiginoso. Muy entretenido.
Contras– Exceso de repeticiones. Difícil de terminar.

Namaste.


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1 comentario en “La piel fría, Albert Sánchez Piñol”

  1. He vuelto a hojearlo después de tu reseña, porque hace años que lo leí y no recordaba ya todos los detalles. Y sí, es cierto, se trata de una historia que captura muy bien la atención (¿qué ocurrirá en la página siguiente?) y que deja un final… sin final. Lovecraft y también Conrad tuvieron que estar rondando en espíritu al autor mientras lo escribía.

    Gracias y namasté.

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