Autor, Fitzgerald, Literatura

La librería, Penelope Fitzgerald

Florence Green decide abrir una librería en un pequeño pueblo de la costa inglesa. Para ello, adquiere un edificio en ruinas y comienza a comprar los libros que necesita para poder llevar a cabo su objetivo.

Lo que podría parecer un inicio de negocio como cualquier otro se convierte en una molestia para algunos de los habitantes del pueblo, que harán lo imposible para evitar que la librería salga adelante.

Penelope Fitzgerald desarrolla la novela con una prosa elegante y precisa, con la que consigue envolver al lector y trasladarle a otro tiempo en el que se tenía miedo al diferente y donde los cambios eran, desgraciadamente, mal vistos.

La novela es, además, un alegato a favor de la cultura, de la democratización de esta y de la lucha por el conocimiento, algo que podemos comprobar claramente en fragmentos como el siguiente:

Un buen libro es la preciosa savia del alma de un maestro, embalsada y atesorada intencionadamente para una vida más allá de la vida, y como tal, no hay duda de que debe ser un artículo de primera necesidad.

Además, hay que destacar lo acertado de las descripciones y la sutileza en la composición:

Lo que podía parecer una delicadeza por su parte, normalmente no era más que una forma de evitar líos; lo que parecía simpatía era en realidad el resultado de su instinto para esquivar cualquier problema antes de que éste se originara. Era difícil imaginar lo que supondría hacerse viejo para una persona así. Sus emociones, a base de no ejercitarlas, casi habían desaparecido. Había descubierto que la capacidad para adaptarse resultaba tan adecuada para salirse con la suya como la propia curiosidad.

A diferencia de otras novelas cortas, donde apenas existe profundidad, en La librería la autora consigue estructurar muy bien la trama y crea unos personajes reales y creíbles.

Leyendo algunas reseñas de otros bloggers, como Laura, de Cargada de Libros, le achaca que realmente el tema literario se trata poco en la novela. Es cierto que en ningún momento se hace una relación de los libros que adquiere Florence Green, pero desde mi punto de vista el tema ahonda más en el hecho de vender libros, es decir, en la peligrosidad de leer, saber o informarse de algo diferente al saber oral. Es más bien la cuestión casi medieval de que el que tiene, compra o vende libros es alguien distinto, que puede quizá engañar, quizá pervertir. En fin de cuentas, el miedo a lo desconocido.

De las pocas menciones de libros, destaca la siguiente:

– ¿Qué? ¿Al final va a encargar Lolita?

– Todavía no lo he decidido. He pedido un ejemplar de lectura. Estoy algo desconcertada por lo que han dicho sobre ella los periódicos americanos. Un crítico ha afirmado que su publicación era una mala noticia para el ramo y para los lectores, porque era aburrida, pretenciosa, de lenguaje florido y repulsiva. Pero por otro lado había un artículo de Graham Greene que decía que era una obra maestra.

(INCISO: hay que ver cómo son las casualidades. Justo cuando estaba leyendo Lolita, me encuentro con este fragmento. Próximamente la reseña.).

En definitiva, una novela interesante y amena, con un estilo delicado que sorprende por su estilo,su ironía y el componente de realidad que emana de ella. Totalmente recomendable.

FICHA:

Te gustará si te gustó
  • Sentido y sensibilidad, Jane Austen.
  • La importancia de llamarse Ernesto. Oscar Wilde.
Pros
  • La sutileza y elegancia de la autora que combina con una fantástica ironía. El tema que envuelve la novela.
  • La magnífica edición de Impedimenta: buena traducción y ni un error ortográfico o tipográfico.
Contras
  • La semejanza con determinadas realidades actuales.

Namaste.