Leí en su día Mi madre y la música, el libro de Marina Tsvietáieva sobre su relación con su madre y el aprendizaje del piano. Al saber que además estaba este librito, lo anoté para colarlo en un hueco entre lectura y lectura.
Tal y como me esperaba, se trata de un libro resumen de la relación de su padre con su museo, el de bellas artes de Moscú, que posteriormente sería conocido como Museo Pushkin, desde el momento de la construcción del edificio hasta su inauguración.
El libro incluye dos partes escritas en momentos temporales diferentes: en Francia escribe una primera versión, publicada en ruso en 1933, y más tarde, para su público francés desarrollará parte de esos relatos autobiográficos, de ahí que en la segunda parte incluya detalles y descripciones que no incluye en el primero.
Marina Tsvietáieva nos abre una puerta a otro mundo, a una sociedad que no existe, rodeada de personajes en extinción: nobles, príncipes y aristócratas alrededor de un museo para gloria del zar Alejandro III.
Como decía en Mi madre y la música, hay un punto íntimo que consigue con muy pocas palabras, porque además pero además aquí nos explica parte de la vida familiar, el cambio ante de la muerte de la madre, las expectativas y preocupaciones de su padre ante el proyecto más importante de su vida, el día a día bajo un proyecto de tal envergadura.
Un librito delicioso, conciso y directo perfecto para acercarse a la sociedad rusa.
Namaste.


