Autor, Literatura, Tsvietáieva

Mi padre y su museo, Marina Tsvietáieva

Leí en su día Mi madre y la música, el libro de Marina Tsvietáieva sobre su relación con su madre y el aprendizaje del piano. Al saber que además estaba este librito, lo anoté para colarlo en un hueco entre lectura y lectura.

Tal y como me esperaba, se trata de un libro resumen de la relación de su padre con su museo, el de bellas artes de Moscú, que posteriormente sería conocido como Museo Pushkin, desde el momento de la construcción del edificio hasta su inauguración.

El libro incluye dos partes escritas en momentos temporales diferentes: en Francia escribe una primera versión, publicada en ruso en 1933, y más tarde, para su público francés desarrollará parte de esos relatos autobiográficos, de ahí que en la segunda parte incluya detalles y descripciones que no incluye en el primero.

Marina Tsvietáieva nos abre una puerta a otro mundo, a una sociedad que no existe, rodeada de personajes en extinción: nobles, príncipes y aristócratas alrededor de un museo para gloria del zar Alejandro III.

Como decía en Mi madre y la música, hay un punto íntimo que consigue con muy pocas palabras, porque además pero además aquí nos explica parte de la vida familiar, el cambio ante de la muerte de la madre, las expectativas y preocupaciones de su padre ante el proyecto más importante de su vida, el día a día bajo un proyecto de tal envergadura.

Un librito delicioso, conciso y directo perfecto para acercarse a la sociedad rusa.

Namaste.

Autor, Literatura, Tsvietáieva

Mi madre y la música, Marina Tsvietáieva

Mi madre y la música (Acantilado, 2012) es una breve historia con la que me he querido acercar a la autora rusa.

Tsvietáieva era eminentemente poetisa, pero nos dejó, además de sus Diarios varios breves títulos autobiográficos en los que se acerca a la figura de sus padres. En este caso, a la de su madre y la relación con la música. La madre es quien quiere que Marina aprenda a tocar el piano. Esa voluntad empujará a la autora al complicado mundo de la práctica musical, reiterativo y frustrante en el aprendizaje, pero conectará con lo más íntimo de la conexión del interior de su madre con las notas y los compases, con aquello difícil de describir con palabras que nos trasmite la música.

Sólo lo lamento por la música y el sol.

Página 62

Mi madre y la música es una bella evocación a la infancia, como mencionan en la sinopsis, también la conexión más allá de las palabras que se comparte con el sentimiento musical.

Tsvietáieva nos deja preciosos párrafos en los que conecta sus recuerdos con las teclas del piano y con la posterior ausencia maternal.

Yo, silenciosa y obstinada, reduje mi música a la nada. Como el mar, que cuando se retira deja huecos, primero profundos, después menos, después apenas húmedos. Estos huecos musicales – huellas de los mares maternos – en mí se quedaron para siempre.

Página 63

Lo sencillo que parece juntar palabras cuando se tiene talento. Lo íntimo que resulta la literatura cuando se hace bien.

Namaste.