Autor, Literatura, Ulítskaya

Una carpa bajo el cielo, Liudmila Ulítskaya


El apellido de la rusa aparece frecuentemente entre la lista de autores que podrían llevarse el Nobel de Literatura. De ella habéis visto por aquí Sóniechka, una novelita que leí hace tiempo y que me dejó con ganas de leer más de la autora.

Como además de este título, y debido a mi acumulación lectora, tenía también Sinceramente suyo, Shúrik (Anagrama, 2024) opté por el que llevaba más tiempo en mis estantes, Una carpa bajo el cielo (Automática editorial, 2023), que además tengo firmado.

La novela de 750 páginas tiene como protagonistas a tres amigos: Iliá, Misha y Sania, compañeros de clase unidos al margen de la sociedad popular de su clase, amantes de la literatura que se acrecentará cuando un profesor especial se tope en su camino.

Qué instructivo es seguir la dirección de las fuerzas que conducen al encuentro inevitable de aquellas personas predestinadas a unirse.

Página 13

Con ellos como punto de partida, les acompañaremos a través de las décadas con la historia de Rusia de fondo, desde los 50 hasta los 90. Así viviremos de primera mano los cambios de la sociedad, desde la muerte de Stalin hasta la vida antes de la caída de la URSS, con los años de dolor y represión donde era común la represión, los interrogatorios y las deportaciones.

Aquí el poder tampoco deja salidas. Ni una sola. Siempre gana a los que tienen honor y conciencia.

Página 504

Lo hace la autora acudiendo al recurso de la analepsis y prolepsis, algo que en ocasiones resulta confuso, más si añadimos que determinados secundarios, que inicialmente parecen totalmente accesorios, acaban tomando peso en la historia y de repente vemos que durante varias decenas de páginas la acción se ha situado en su tejado. En este sentido, ayudaría tener una lista con los personajes al final del libro, puesto que algunos que son mencionados en las primeras 100 páginas se narra su historia hacia la mitad del libro (como los amigos de amigos, o familiares de las parejas de los tres muchachos).

Por otro lado, el resultado, al tener como coprotagonistas otros personajes variopintos, es mostrarnos la vida común entre ciudadanos rusos en una época de represión y violencia (¿no son todas las épocas las de violencia en ese país?) lo cual aporta en riqueza ante la variedad de situaciones a las que se enfrenta cada uno: profesores o funcionarios, trabajadores o madres de familia, todos unidos por su enfrentamiento ante un Estado totalitario que extiende sus brazos hacia cualquier leve comentario fuera de su control.

Ella sabía a ciencia cierta que Piotr estaba perfectamente bien, el que no estaba en su sano juicio era el país.

Página 650

Se menciona en la sinopsis que esta novela es heredera de la gran novela rusa, y a pesar de ser una frase tan lapidaria y rotunda, si tenemos en cuenta con quién se les compara de forma indirecta, estoy bastante de acuerdo con dicha apreciación, ya que tiene todos esos elementos comunes en las historias de los grandes, además de la extensión: muchos personajes, tramas unidas, el devenir del tiempo en los efectos de los tres protagonistas y también de los secundarios así como una profusión en la descripción de los cambios que van sucediendo con los años.

Tal vez haya una remota posibilidad de que la belleza salve al mundo, o la verdad, o alguna otra imponente pamema por el estilo, aunque la evidencia es que nada hay más fuerte que el miedo, nada como el miedo es capaz de arruinarlo todo, de aniquilar todos los gérmenes de la belleza, de lo magnífico, lo sabio o lo eterno.

Página 390

El problema, me parece a mí, es la dispersión que demuestra Ulítskaya al invertir mucho tiempo en narrar la historia de un secundario que le aparta de la narración principal de los tres amigos, situación que en muchos casos consigue que personajes secundarios hayan sido más narrados que los mencionados, algo que rompe un equilibrio que uno presupone que habrá. De hecho es Iliá quien acapara gran parte de las narraciones, mientras que los otros dos quedan por debajo incluso que de Olga, secundaria que aparece en la vida de Iliá pero de quien posteriormente se mostrará mucho de su vida.

Evidentemente, no es exigible que la autora dedique un porcentaje totalmente similar los tres, pero inconscientemente parece que sí exijo un equilibrio más marcado dado que en teoría los protagonistas son los tres amigos.

En cualquier caso, una muy buena lectura, amena, entretenida y bien escrita, de una de esas autoras a las que hay que leer. Os recomiendo tenerla en cuenta para vuestras próximas lecturas.

FICHA:

Te gustará si te gustó La vida instrucciones de uso, Georges Perec.
Pros– La ambientación y descripciones del país.
– Diversos personajes que generan riqueza en la historia.
Contras– Demasiados hilos dentro de la historia.
– Ayudaría un listado con los personajes para apoyar la lectura.

Namaste.


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7 comentarios en “Una carpa bajo el cielo, Liudmila Ulítskaya”

  1. Mira qué gozada. Imagínate que gana el Nobel y tú con este libro firmado, que parece tan importante. El tema que comentas del desequilibrio, lo leía y me recordaba a Dostoyevsky mismo en El idiota, que quizá sea menos leído por esto mismo, se va por tangentes y también tiene más personajes y nombres que un listín telefónico. Te admiro mucho porque no le tienes miedo a los libros gordos. Yo no les temo pero últimamente me cuesta mucho encontrar la fuerza que necesito para entrar en ellos. Terminando el trabajo en verano tengo intención de acometer La Regenta o Solenoide.

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    1. Te diría que El idiota es que menos me ha gustado de Dostoievsky, la verdad, hasta me costó y ha quedado diluido en mi memoria.

      No hay que tenerle «miedo» a los libros gordos, al final es lo mismo que uno más corto aunque con mayor posibilidad de abandonarlo o de que decaiga el ritmo, pero creo que alternando otras lecturas entre parte y parte o planteándose un tope de páginas (por ejemplo, cuando llegue a las 500 leo otro) es más sencillo para no quemarse.

      También viene bien lo que comentas, dejar para cuando una tiene más tiempo los libros más gordos, pero en este caso este no es para nada denso ni complejo, se puede leer sin problemas como otra novela cualquiera.

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  2. Perdón, no quiero ser pesada ni acosar, pero me encantan tus reseñas y cuando leo algo me asomo para ver si tienes algo escrito y veo que abandonaste Memorias de Adriano. Yo lo leí de muy joven me gustó bastante y hace un tiempo traté de nuevo y también lo dejé pero vuelvo a oír mucho de él y me gustaría saber donde leer tu opinión del mismo.

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    1. ¡Nada de perdón! En este caso como lo abandoné en las 150 primeras páginas no he escrito para nada mi opinión. Me estaba gustando por el tipo de reflexiones pero no continué y no hay más que lo que has podido leer por ahí. En el caso de otras como La montaña mágica o Los miserables sí que llegué a dejar una entrada sobre el tema, pero justo con el de Yourcernar, no… así que lo siento 😦

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